Marcos Meza Pineda
Los zulianos somos muy regionalistas y a donde vayamos o a lo que hagamos le colocamos esa huella o ese toque de nuestra tierra, por tal motivo el 28 de enero es un día tan importante para nuestro estado y nuestra gente porque exaltamos el ser zuliano, celebramos el Día de la Zulianidad. En esta fecha, en Digital 58 queremos destacar la labor que realiza Marcos Meza Pineda como director residente del Teatro Bellas Artes Ateneo de Maracaibo.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 27 de enero de 2016 (D58).- Marcos Meza Pineda se presenta como un «oriundo fortuito de Valera», pero desde muy pequeño y hasta los 10 años sus padres lo criaron en un pueblo del estado Zulia llamado El Batey. «Luego a los 10 años me trajeron para Maracaibo, para que me civilizara pues», dijo en broma.

Meza contó que desde pequeño sintió atracción por el teatro y así fue hasta que a sus 18 años se inscribió en la escuela de teatro Inés Laredo. «Egresé a los 23 años y conformé junto a los otros compañeros egresados el grupo de teatro para niños Titilar», explicó el productor, quien también indicó que el grupo de teatro para niños, Titilar, cumple este año 2016 20 años de formado.

Marcos Meza Pineda llegó a ser el director residente del Teatro Bellas Artes Ateneo de Maracaibo en el año 1999 y en ese mismo año fundaron el Grupo Estable Actoral TEA  y Niños Actores del Zulia. 

«Realmente nosotros somos aquí un consorcio de tres agrupaciones, todas hacemos teatro, pero tenemos líneas de trabajo así como; Jeep, Dodge y Chrysler, que son lo mismo pero cada uno tiene una línea de trabajo aunque son carros todos», explicó de manera jocosa el director del exitoso musical «Let it be».

Su marca en el teatro

Lo que distingue el trabajo de Marcos Meza Pineda como productor de obras en los últimos años son los musicales. «Siempre me ha gustado el teatro musical, creo que la palabra cantada entra más, le llega más rápido a Dios, así decía mi abuela: “la misa cantada le llegaba más rápido a Dios”. Creo que la música es un código que hace más intenso, que magnifica el mensaje», manifestó.

Meza Pineda explicó que siempre trata de incluir la música en sus obras aunque no sea un musical y ese pretensión se hace más pesada cuando uno de sus participantes además de actuar, canta. «He consolidado este pensar en estos últimos 15 años, desde el 2000 para acá, justamente con la primera experiencia que tuvimos que fue "El principito" y luego "El mago de Oz”», aseguró.

En el 2013 Meza Pineda se inspiró en la película «Across the universe» para montar el exitoso musical «Let it be». Luego, en el 2015 desarrolló «Aire», un tributo a Mecano escrito por Elio Palencia.

«En estos dos últimos años nuestro trabajo se ha venido consolidando justamente con el trabajo de “Let it be” y de “Aire”. Yo como gente que hace teatro creo en esta línea de trabajo, en la línea del teatro musical, creo que en Venezuela el teatro musical es un tema bastante incipiente, no se ha ondado», indicó.

Marcos Meza Pineda comentó que en Argentina, además de Broadway que es la referencial obligada, el teatro musical es un género que estudian a profundidad, hay escuelas e incluso universidades que abordan ese género como una profesión, la cual calificó como compleja ya que la persona debe saber cantar, actuar y bailar.

Ese es el legado que a él le gustaría dejar, continuar haciendo teatro musical en el Zulia, el cual está seguro que madurará y empezará a generar sus propios códigos.

Hablando de zulianidad a Marcos Meza Pineda le gustaría en algún momento de su vida tocar sus raíces en alguna obra de teatro, es decir, realizar un montaje que lleve los chimbangles. 

«Definitivamente en algún momento voy a tocar chimbangle dentro de alguno de mis espectáculos como punto de creación rítmica para poder crear un musical y seguramente allí esos códigos de lo que soy como zuliano es mi aporte a lo que significa la movida teatral del Zulia», aseveró.

«Sería absurdo pensar que el teatro de autor, el teatro hablado o el teatro en prosa es el único teatro que tiene cabida o el que tiene valor, creo que el teatro musical tiene, definitivamente, un valor enorme y la gente lo valora y lo disfruta tremendamente», expuso el director.

Meza Pineda aseguró que desde hace unos cinco años tanto el teatro zuliano como el nacional ha crecido, «lo que ha sido más importante es que por una u otra circunstancia el movimiento de teatro nacional se ha tomado y ha sido como más masivo, siempre ha habido oferta teatral, pero lo más importante es que la gente está consumiendo teatro, la gente está pagando por una entrada», destacó.

«No regalo mi trabajo»

«Yo agradezco, como gente que hace teatro en esta ciudad, que igual la gente paga por ver lo que yo hago y creo que es el deber ser. Nosotros no debemos, como ente de teatro, regalar nuestro trabajo», apuntó.

Una de las cosas que más molesta a Marcos Meza Pineda es cuando le toca colocar una entrada en 500 bolívares. «Esto no tiene que ver con los niveles de calidad porque a veces siento que hay cosas que, sin discrepar de lo que viene de Caracas o lo que hacemos aquí, no tienen mayores elementos, mayor estudio, profundización, el texto no tiene valor y la gente paga dos mil bolívares una entrada», enfatizó.

Añadió que para este nuevo año se está trazando líneas, «lo que hago, debo tratar de hacerlo con la mejor calidad para poder también exigir. Insisto, como ente de teatro, no creo que debemos permitirnos que a nuestro trabajo no se le dé un valor, el trasnocho, el trabajo debe tener un valor, además económico porque es la garantía que tenemos para ir al supermercado y seguir viviendo, tenemos que comer. Yo no puedo pagar con aplausos una crema dental».

Meza Pineda manifestó su angustia por el decrecimiento del apoyo gubernamental en todos los niveles hacía el teatro. 

«Yo como productor he estado viviendo y sobreviviendo durante 16 años, insistiendo y resistiendo, no cuento con la exoneración de la Alcaldía de Maracaibo que me cobra mis impuestos y no me da nada, una Alcaldía que no me da dinero para producir además me quita el impuesto», explicó.

Indicó que desde hace dos años para acá no reciben ningún tipo de apoyo, ni subsidios de parte del Gobierno Regional ni de la Alcaldía. Aseguró que por lo menos con el Gobierno Nacional tienen fondos de concurso, es decir, «nos ponen a concursar entre los creadores para ver quienes se llevan el premio para poder producir el espectáculo».

No me queda tiempo

Lo que más le preocupa a Marcos Meza Pineda es que ahora a sus 43 años y madurez suficiente, no le queda tiempo para poder producir todo lo que tiene en mente. 

«Mi mayor preocupación es que en la medida que vamos madurando vamos teniendo mayor capacidad para decodificar el mundo, entonces tenemos mayor capacidad para producir cosas y el tiempo no alcanza para poder materializar todas las ideas que tenemos en la cabeza y uno se desespera», manifestó con inquietud.

De igual manera agregó que, además de la madurez y la capacidad para producir, también cuenta con niveles de confianza, el equipo y los contactos para poder producir, pero no queda tiempo.

Propósitos para el 2016

Meza Pineda confesó que uno de sus propósitos para este 2016 en el que ya se encuentran trabajando es en internacionalizar el trabajo que han hecho con «Let it be» y «Aire», llevarlos fuera para que la gente conozca lo que se realiza en Venezuela.

También se encuentran trabajando en la consolidación del teatro musical como género hecho en el Zulia y Venezuela, lo que podría significar la creación de un cuatro grupo de teatro que represente a estas dos últimas obras. «La línea de teatro musical no corresponde a ningún grupo de teatro que nosotros tenemos hoy en día, definitivamente “Aire” no encaja en ninguno de esos grupos», explicó.

Asimismo adelantó que tiene el objetivo de establecer alianzas directas con grupos de teatro de Argentina que hacen el género de teatro musical.

Zuliano de pura cepa

Marcos Meza Pineda se siente orgulloso de pertenecer al estado Zulia y cree que nuestra dinámica como gente de este estado es muy particular. 

«El calor, la forma de la gente, a mí en lo particular me ayuda a soñar porque siento que es un estado que te exige, que te pide crecer, cambiar, innovar, la gente de aquí es bastante exigente, criticona y eso nos ayuda a preocuparnos y ocuparnos de lo que vamos a hacer», concluyó.

Redacción: Morillo, Fátima
Fotos: Villasmil, Henry












Hacer valer y respetar la identidad del zuliano forma parte del verdadero regionalismo, que nos diferencia del resto de los estados del país. Esta semana celebramos el Día de la Zulianidad, a festejarse este 28 de enero. El gaitero Danelo Badell compartió su orgullo de ser parte de esta tierra.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 26 de enero de 2016, (D58).- «Ser zuliano es un don. A nosotros nos gusta comer en exceso, tomar en la misma cantidad, jugar bolas criollas, escuchar y cantar gaitas; y además, somos exagerados en todo, hasta en el hablar, pero no es culpa nuestra, es parte de esa idiosincrasia que el Señor nos dio», con estas palabras, acompañadas de su gran sonrisa, el gaitero Danelo Badell Galué recoge la esencia del ser zuliano.

Con su particular idiosincrasia, que lo caracteriza por ser uno de los gaiteros que representa el sentir de un pueblo y que refleja viva la identidad del maracaibero, expresó su amor por la tierra que lo escogió para nacer el 26 de noviembre de 1950.

Acomodándose en la silla, al otro lado de la mesa, para conceder la entrevista y con la lucidez de su memoria, que le permite mantener vivos sus recuerdos de otrora, recordó con emoción, que su personalidad fue retratada por su amigo Neguito Borjas, en el tema «Las cosas buenas». Letra que resalta el regionalismo y lo que diferencia al zuliano del resto de los venezolanos.

«"Neguito" me catapultó con ese tema porque se fijó en mí y dijo "ese es el hombre para ese tema" y así como él me retrató, así soy yo», confesó Badell, conocido como «El cañón viejo de la gaita».

Rescatar lo nuestro

Badell, como otros grandes gaiteros, ha dado toda una vida a la gaita, sin embargo, siente que el género es reemplazado por otros como: el reggaeton, la champeta, el merengue y el vallenato, este último predomina en las fiestas zulianas. «Tenemos que rescatar la gaita, porque nos están bombardeando de Colombia con el vallenato, no difiero de la música de otros países porque la música no tiene fronteras, pero si quiero que respeten mi música. Primero nosotros ».

Con nostalgia y los ojos aguarapados, contó una de sus más recientes vivencias al cantar en un evento privado: «esperé hasta las cinco de la mañana que cantaran el vallenato y los mariachis, para montar mi gaita. La gaita tiene que ser la belleza, pero nos dejan de últimos como sobras y eso no puede ser », lamentó.

«Toda una vida»

El parroquiano Astolfo Romero formó parte de la vida de Badell. Fue su amigo, compadre y cantaron juntos en cinco grupos musicales. Este lazo afectivo dejó en Danelo Badell muchas anécdotas, una de ellas y que a pesar del tiempo remueve sus sentimientos, fue grabar el tema «Toda una vida», en el que sin imaginarlo encontraría el nombre de Astolfo como homenaje después de su muerte.

«Wolfang Romero hizo ese tema y agraciadamente lo grabé yo. En el tercer verso habla de Astolfo Romero. Ese verso no estaba hecho, lo hicieron encima de un piano, en el mismo estudio. Yo venía leyendo la letra porque no me la sabía, y me encontré con Astolfo, quien estaba recién muerto. Me puse a llorar, y los productores me dijeron: "lo borramos" yo les dije no, porque es un regalo para mi compadre».

«Fuimos la excepción»

En noviembre pasado, la vida le regaló a Badell otra oportunidad en esta tierra, cuando sufrió un accidente de tránsito, mientras regresaba a Maracaibo, luego de haber cantado en Valera, estado Trujillo.

Al preguntarle sobre lo ocurrido relató: «a las 4:00 a.m. cuando termine de cantar en Valera, me monto en la camioneta que me traería a Maracaibo. En el camino me dormí del cansancio. Cuando veníamos por Lagunillas, según cuenta el conductor, se le atravesó un carro y se salió de la vía. Nos metimos en una finca y nos estrellamos contra un poste. Lo único que recuerdo fue cuando una paramédico me estaba metiendo en la ambulancia».

«El cañón viejo de la gaita» hoy da gracias a Dios y a la Virgen por permitirle otra vida. «La gente dice que en la Lara-Zulia, de mil, uno y nosotros fuimos la excepción».

Redacción: Vílchez, Mileidy
Foto: Villasmil, Henry