El olor de un auto nuevo puede ser atractivo e incluso embriagador. Y hay una buena razón para ello: proviene de una variedad de productos químicos, incluidos disolventes, adhesivos, plásticos, cauchos y tejidos utilizados en la construcción de carros. Pero este placer tan particular puede llegar a ser dañino. Ciertos compuestos contienen orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), que en cantidades excesivas pueden ser mortales. Y otros, simplemente, son perjudiciales para tu salud.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 22 de marzo de 2016, (D58).- «Es un cóctel químico formado por una gran cantidad de toxinas», dijo Jeff Gearhart, director de investigación del Centro de Ecología de Míchigan, EE.UU. La institución estuvo monitoreando y probando los niveles químicos de los interiores de los coches durante años y observó cierta mejora.

Pero Gearhart considera que todavía queda mucho por hacer. «Hay más de 200 compuestos químicos en los vehículos. Pero, como estos químicos no están regulados, los consumidores no tienen la manera de conocer los peligros a los que se enfrentan», afirma.

Tan sólo la lectura de la lista de sustancias es bastante aterradora: benceno, tolueno, formaldehído y metales pesados son parte de la mezcla. Y el peligro a su exposición tampoco es atractivo: los síntomas inmediatos pueden variar desde un dolor de garganta hasta dolores de cabeza, mareos, reacciones alérgicas y náuseas, dependiendo de la sensibilidad de cada persona.

Efectos de largo plazo

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, la exposición continua a algunas de estas sustancias puede provocar trastornos hormonales y reproductivos, y dañar el hígado, los riñones y el sistema nervioso central, e incluso provocar cáncer.Y es esa exposición a largo plazo lo que los expertos encuentran más preocupante.

«La gente pasa, de media a más de una hora al día en sus vehículos», explica Gearhart. «Ya se trate de adultos, niños o mascotas, estamos preocupados por la exposición prolongada a los químicos tóxicos del interior del auto». 


El peligro es mayor cuando el vehículo es nuevo. Es entonces cuando los componentes todavía están inestables y propensos a lo que se conoce como liberación de gases: la expulsión de vapores químicos que genera el olor. El calor de un vehículo que dejamos al sol puede empeorar las cosas y acelerar la reacción química. El peligro se reduce con el tiempo y los expertos dicen que lo peor desaparece en torno a los seis meses.

Lo que están haciendo

¿Las buenas noticias? Todos los fabricantes de carros con los que hablamos -Fiat/Chrysler, Ford, General Motors y Honda- dicen haber tomado medidas para reducir los niveles de VOC en sus vehículos, además de otras sustancias de riesgo (SOC, por sus siglas en inglés).

Confesaron que lo lograron, principalmente, utilizando diferentes materiales, recubrimientos y adhesivos de la industria manufacturera, y que continuarán buscando formas de reducir el uso de sustancias potencialmente nocivas en sus vehículos.

Un conocido carcinógeno que parece que va a dejar de utilizarse es el policloruro de vinilo (PVC), que el Centro de Ecología descubrió que se estaba utilizando en prácticamente todos los interiores de los carros nuevos en el año 2006. En 2012, ese número se redujo al 73%.

Los fabricantes dicen que el uso del PVC continúa en declive, y Honda asegura que lo eliminó por completo del interior de la mayoría de sus modelos. También dicen que mejoraron los sistemas de ventilación y filtración de la cabina. Algunos, como Ford, indican que ahora utilizan fibras más naturales y espumas a base de soja ecológica en los cojines de los asientos, lo cual cumple una doble función: reducir los productos químicos y aumentar el uso de recursos renovables. Por supuesto, aún están en discusión los efectos de algunos de estos materiales alternativos a largo plazo.

Restricciones en Europa

Muchos de estos cambios se produjeron en respuesta a las regulaciones en Europa, donde ya existen grandes restricciones en el uso de productos químicos.

China dijo estar desarrollando sus propias normas, y el Estado estadounidense de California aprobó una legislación para hacer lo mismo. Estados Unidos, sin embargo, quedó atrás a nivel federal, pues la legislación se implementó pero, hasta ahora, no ha podido ganar tracción.

Mientras tanto, los expertos aconsejan que lo mejor que pueden hacer los compradores para limitar la exposición es:
Mantener los autos bien ventilados, especialmente durante los primeros seis meses.

Estacionar en la sombra con las ventanas abiertas cuando es seguro hacerlo o, al menos, tratar de orearlo antes de entrar, especialmente en días calurosos. También evitar sentarse en el carro cuando está estacionado, y utilizar un parasol en el parabrisas, para minimizar la acumulación de calor.

El Centro de Ecología también aconseja pasar frecuentemente una toalla de microfibra y un limpiador no tóxico, sobre todo cuando el vehículo es nuevo.

«Los productos químicos suelen adherirse al polvo», dice Gearhart. Y, para aquellos especialmente sensibles a los químicos, les sugiere sentarse un buen rato detrás del volante para ver si los síntomas o la irritación comienzan a desarrollarse.

«Pasa tiempo en el vehículo antes de comprarlo», sugiere Gearhart. «O incluso considera la opción de comprar un auto usado».

Redacción: BBC Mundo
Edición: Digital58
Foto: Thinkstock