Alemania, tras una agónica tanda de 18 penaltis, acabó con la maldición frente a Italia, ganó su primer partido oficial y jugará la semifinal, el 7 de julio, en Marsella, contra el ganador del Francia-Islandia.

Marsella, Francia, 2 de julio de 2016 (D58).-
La tanda de penaltis reflejó un encuentro con mucha más tensión que acierto. Al final, lo resolvió Manuel Neuer, que detuvo el penalti de Matteo Darmian y Hector Jonas, que marcó el decisivo.

Hasta ese momento, estos cuartos de final con sabor a partido grande defraudaron porque, temerosa de la historia Alemania, que nunca le ha ganado a «los azurri» en competición oficial, y respetuosa de los galones del campeón del mundo Italia, los dos gigantes europeos tomaron excesivas precauciones.

En el caso de los de Joachim Löw, éstas comenzaron por el once inicial, con la entrada de Benedikt Höwedes en defensa, en lugar de Julian Draxler.

Alemania no fue reconocible, tuvo el balón pero no combinó. Italia sí, trató de ejercer la misma presión alta que ahogó a España, pero sobre todo, quiso reducir al máximo los errores. Entre las dos, ofrecieron un pobre espectáculo.

Löw no quiso arriesgar ni tras la lesión de Sami Khedira, al cuarto de hora. Sacó a Bastian Schweinsteiger para mantener el músculo en el centro del campo.

Sólo tras 40 minutos de pases previsibles y de robos de balón inocuos, Alemania e Italia comenzaron a crear algo de peligro.

Los campeones del mundo se acercaron a la meta de Gigi Buffon con un remate de cabeza alto de Mario Gómez y tuvieron la mejor ocasión con un fallido disparo de Thomas Müller desde el centro del área, dos minutos después.

Acto seguido, respondió Italia con una jugada que ya le dio frutos en el primer partido contra Bélgica; un pase largo de Leonardo Bonucci, a la espalda de la defensa, sobre la entrada de Emanuele Giaccherini que, en esta ocasión, centró sin encontrar rematador. El balón despejado por Jerome Boateng le cayó a Stefano Sturaro, pero éste disparó desviado.

Tras el descanso, quiso Alemania ir a por el partido, subió líneas y comenzó a meter a Italia en su campo. Sin apenas respuesta, el equipo de Antonio Conte sufrió con un disparo de Müller que sacó con un acrobático despeje Alessandro Florenzi (m.54) y se encontró con el encuentro cuesta arriba ocho minutos después.

Fue una jugada sin aparente peligro, con Mario Gómez protegiendo el balón en una banda tras un pase largo de Manuel Neuer. Rodeado, con tres italianos como espectadores, el delantero metió el balón al área ante la entrada de Jonas Hector y el lateral se lo puso a Mesut Özil, que no falló.

Casi acto seguido, Gomez solo ante Buffon tuvo la sentencia, pero el capitán italiano adivinó el taconazo del alemán y lo despejó.

Dejó con vida Alemania a Italia y ésta se encontró con el empate casi de casualidad, por un inocente penalti de Boateng, que en pugna con Giorgio Chellini en su área, saltó con los brazos en alto y rechazó la pelota con el antebrazo. El penalti lo ejecutó Bonucci para cambiar el ánimo de la eliminatoria (m.78).

Los campeones del mundo, entonces, se acordaron de los precedentes y les entró miedo. Y aunque «la azzurra» aún lo intentó con un disparo de Mattia de Sciglio que dio un lateral, tampoco le pareció mal la prórroga.

Pero sólo la selección alemana creyó en la oportunidad que ofrecía el tiempo añadido y disparó media docena de veces sin puntería, ante un rival que no se quiso exponerse al error, esperó el del adversario y, como éste no llegaba, confió en los penaltis.

La tanda inacabable tanda de penaltis, donde les temblaron las piernas a casi todos, al final la decidió Neuer con su parada y un último acierto de un defensa el joven Jonas Hector, que acaba con la racha italiana y envía a Alemania a Marsella, a luchar por un puesto en la final.

Ficha técnica:


1 - Alemania: Neuer; Höwedes, Boateng, Hümmels, Hector; Kimmich, Khedira (Schweinsteiger, m.16), Kroos, Özil; Müller; Mario Gómez (Draxler, m.72).

1 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini (Zaza, 120+1); Florenzi (Darmian, m.87), Sturaro, Parolo, Giaccherini, De Sciglio; Pèlle, Eder (Insigne, m.108).

Goles: 1-0, m.65: Özil. 1-1, m.78: Bonucci, de penalti.

Tanda de penaltis: 0-1: Insigne, gol. 1-1: Kroos, gol. 1-1: Zaza, alto. 1-1: Müller, para Buffon, 1-2: Barzagli, gol. 1-2: Özil, al poste. 1-2: Pèlle, fuera. 2-2: Draxler, gol. 2-2: Bonucci, para Neuer. 2-2; Schweinsteiger, alto. 2-3: De Sciglio, gol. 3-3. Hummels, gol. 3-4: Parolo, gol. 4-4: Kimmich, gol. 4-5: De Sciglio, gol. 5-5: Boateng, gol. 5-5: Darmian, para Neuer. 6-5: Hector, gol.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a los alemán Hector y Schweinsteiger y a los italianos Sturaro, De Sciglio, Parolo, Giaccherini

Incidencias: Partido de los cuartos de final de la Eurocopa disputado en el Estadio de Burdeos ante 38.764 espectadores. Hubo un minuto de aplausos en memoria de las víctimas del ataque terrorista en un restaurante de Dacca (Bangladesh), en el que han muerto al menos 28 personas, entre ellos nueve italianos. Por ese motivo, Italia lució brazaletes negros. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE






 





La esforzada selección galesa de Gareth Bale se enfrentará contra Portugal en semifinales de la Eurocopa tras lograr este viernes una histórica remontada (3-1) contra una Bélgica descarada en ataque, pero que pagó cara su ingenuidad en defensa.

Lille, Francia, 2 de julio de 2016 (D58).- Con un Eden Hazard invisible, los belgas lograron adelantarse con un precioso disparo lejano de Radja Nainggolan al inicio del duelo de cuartos de final celebrado en Lille.

Pero las concesiones defensivas de «los diablos rojos» permitieron a Ashley Williams empatar en la primera parte, a Hal Robson-Kanu adelantar a los suyos en la segunda y a Sam Vokes certificar al término del encuentro el la victoria más importante de Gales en el último medio siglo, que le permitirá seguir la aventura en Lyon el próximo 6 de julio contra los de Cristiano Ronaldo.

Las condiciones eran favorables para Bélgica, segunda mejor selección del mundo según la clasificación de la FIFA, que jugaba en una ciudad fronteriza a la que se acercaron decenas de miles de sus seguidores, algunos para ver el partido en el campo y, la gran mayoría, para festejar el eventual pase de los suyos a semifinales.

Hasta 75.000 hinchas belgas esperaban las autoridades francesas, que les prohibieron cruzar con alcohol la frontera hacia la ciudad donde explotó Hazard, extremo izquierdo de 25 años que despuntó en el Lille (2007-2012) antes de fichar por el Chelsea inglés.

La estrella belga, duda hasta la víspera por una lesión muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda, no apareció y cerró sin pena ni gloria una temporada sin continuidad por las lesiones.

Tampoco firmó su mejor actuación Bale, que había definido el partido como el "más importante" para los suyos en más de medio siglo, desde que «los dragones» alcanzaron la semifinal del Mundial de Suecia de 1958, donde cayeron ante el Brasil de Pelé.

Bélgica, con mejor expediente, también se enfrentaba a una oportunidad histórica pues nunca ha disputado una semifinal europea y su último gran registro data del Mundial de México en 1986, donde llegaron a la antesala de la final.

Pero el equipo descompensado de Marc Wilmots, con un estilete del medio campo para arriba y portero de garantías pero también con una defensa endeble, más aún con las bajas de Vermaelen y Verthonghen, desaprovecharon la ocasión.

Bélgica arrancó el partido con desparpajo, haciéndose dueña del balón para no poner a prueba a su endeble defensa y a punto estuvieron de marcar en una triple ocasión en el minuto 6, con disparos a bocajarro de Romelu Lukaku, Maunier y Hazard que milagrosamente no acabaron en la red.

Sí lo hizo, y de qué forma, el misil que en el minuto 12 se inventó Nainggolan, el inconfundible futbolista de la Roma con cresta amarilla y tatuajes en el cuello, que fabricó un imparable disparo con la pierna derecha desde 25 metros. Con el gol pareció querer cerrar la polémica sobre su costumbre de fumar a diario, aceptada por el seleccionador.

Pero Gales no se vino abajo con el marcador en contra y, aparte de alguna incursión al contraataque de Bale, más voluntarioso que incisivo, fue Aaron Ramsey quien creaba peligro en la meta belga. Mucho peligro.

En el minuto 25 Thibaut Curtois salvó el empate cuando Neil Taylor estrelló contra el guardameta belga del Chelsea un medido centro raso que le había puesto desde la banda derecha el centrocampista del Arsenal.

La recompensa al esfuerzo de los galeses (con tres jugadores amonestados en la primera media hora) llegó en el minuto 30. De nuevo Ramsey, implicado en cuatro de los seis últimos goles de su equipo, botó un córner que Williams, solo en el borde del área pequeña, picó de cabeza para conseguir la igualada y confirmar que «los dragones» son letales a balón parado.

En la segunda mitad, con Marouane Fellani como reemplazo de Yannick Carrasco en el conjunto belga, «los diablos rojos» volvieron a hacerse con la posesión y probaron suerte Romelu Lukaku de cabeza y Kevin De Bruyne y Hazard desde lejos, sin mayor trascendencia.

Cuando parecía que los belgas manejaban el partido a su gusto, llegó la sorpresa en el minuto 55 en forma de fallo defensivo, por segunda vez.

Ramsey acomodó un balón largo de Gareth Bale al punto de penalti, donde Robson-Kanu caracoleó ante la pasividad de la zaga contraria y disparó a la izquierda de Courtois, subiendo el 2-1 al marcador y el segundo en su cuenta particular en la Eurocopa.

Cuando los belgas lo intentaban casi a la desesperada, de nuevo Ramsey, muy afinado asistiendo por la banda, sirvió un balón a Vokes, que nada más entrar al campo en sustitución de Robson-Kanu, hizo el gol que colocaba, definitivamente, a los suyos entre los cuatro mejores equipos del continente.

La peor noticia para los de Chris Coleman fue la amarilla que vio en el último tramo del encuentro el mejor del partido, Ramsey, que le privará de disputar la semifinal.

Ficha técnica:

3 - Gales: Hennessey; Davies, A.Williams (C), Chester; Gunter, Ramsey (James, m.88), Ledley (King, m.78), Allen, Taylor; Bale y Robson-Kanu (Vokes, m.80).

1 - Bélgica: Courtois; Meunier, Alderweireld, Denayer, J. Lukaku (Mertens, m.75); Witsel, Nainggolan, De Bruyne, Carrasco (Fellaini, m.46), Hazard (C); y R. Lukaku (Batshuayi, m.83).

Goles: 0-1, m.12: Nainggolan; 1-1, m.30: A. Williams; 2-1, m.55: Robson-Kanu; 3-1, m.85: Vokes.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a los galeses Davis (m.5), Chester (m.16), Gunter (m.24) y Ramsey (m.74) y a los belgas Fellaini (m.58) y Alderweireld (m.85).

Incidencias: Partido de cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio Pierre-Mauroy de Lille ante unos 50.000 espectadores.

Fuente y redacción: EFE.
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE








Portugal es el primer semifinalista de la Eurocopa tras imponerse en la tanda de penaltis (3-5) de un flojo partido, que abrió nada más comenzar Robert Lewandowski y empató, también en el primer tiempo, el joven Renato Sanches.

Marsella, Francia, 01 de julio de 2016 (D58).- Portugal esperará el rival que le discutirá, en Lyon, el 6 de julio, el acceso a la final, mientras que Polonia regresa con la sensación de haber dejado escapar la oportunidad de su historia.

Porque a los polacos se les puso el partido de cara casi en el pitido inicial, con la irrupción por primera vez en Francia de Robert Lewandowski.

«Lenwandowski está muy bien física y mentalmente», había dicho la víspera su entrenador, Adam Nawalka, cansado de contestar la misma pregunta. Y el goleador se encargó de darle la razón en poco más de un minuto.

Bastó un pase de banda a banda que interpretó mal Cédric, favoreciendo la internada por la izquierda de Kamil Grosicky y el pase al centro del área lo aprovechó Lewandowski para inaugurar su cuenta en el torneo.

Un duro golpe para Portugal, que tardó casi media hora en disparar a puerta, por medio de Ronaldo, flojo y centrado, sin problemas para Lucasz Fabianski.

Polonia, sin embargo, no aprovechó el estado de shock en el que estaba el rival. Lejos de ir a por él, se dedicó a dormir el partido, a esperar que el equipo de Fernando Santos abriese líneas o, en el mejor de los casos, a lanzar balones largos para que los bajase Lewandowski.

Tanto adormiló el partido que permitió que Portugal se recuperase gracias al dinamismo del adolescente Renato Sanches.

La nueva estrella lusa de 18 años, por el que el Bayern pagó 35 millones antes de empezar la Eurocopa, en previsión de su posible explosión e Francia, aún tiene detalles de Sub-21, pero apunta alto.

Tres minutos después de que Ronaldo reclamase con razón un penalti por un empujón del aguerrido Michal Pazdan, el lisboeta se encargó de devolver a Portugal a la eliminatoria, tras culminar una pared con Nani con un potente disparo desde el borde del área que no pudo alcanzar Fabianski (m.33).

Con empate, y sin un dominador claro tras el descanso, el pase a semifinales quedó a expensas de una acción individual. Alguna Otra aparición de Lewandowski, que lo intentó en plancha pero sin fuerza, otra jugada de fuerza de Renato o algún destello de Ronaldo, que sin embargo lo seguía fallando todo, sin temple para aprovechar un buen par de pases que le dio Nani dentro del área.

La tuvo también Polonia, que comenzó a llegar con más claridad cerca del área a base de triangulaciones, y amagó con un flojo remate de Arkadius Milik en el área pequeña, al que respondió bien Rui Patricio.

Fernando Santos dio entrada a Joao Moutinho, y ganó en consistencia el centro del campo luso, y en el 80, a Ricardo Quaresma, el hombre del gol a Croacia que fue saludado como un héroe por su afición. Las mismas expectativas creó en la grada polaca el ingreso en el campo, dos minutos después, del joven Bartosz Kapustka, más fuerza para el tramo final.

Con Ronaldo descompuesto y de nuevo dando una patada al aire con todo a favor (m.86), y Lewandowski cada vez más aislado, el encuentro quedó abocado a la prórroga.

En el minuto 110 un aficionado saltó al terreno de juego e intentó abrazar a Cristiano Ronaldo. La segunda parte de la prórroga se vio detenida durante un par de minutos por la acción de este aficionado, que fue esquivado por Ronaldo y rápidamente reducido por la seguridad del estadio, que lo sacó del campo en volandas.

En la prolongación pudo marcar Nani, con un remate de cabeza fuera (m.98) y, dos minutos después, Milik, con un potente disparo que se fue ligeramente desviado. Fue todo lo que dio de sí, por más que el equipo de Nawalka lo intentase sin éxito en los últimos instantes.

Al final, decidieron los penaltis, en una tanda que premió el acierto lanzador de los portugueses y castigó a Jacub Blaszczykowski, que erró su lanzamiento después de haber sido el mejor jugador polaco hasta estos cuartos.

Ficha técnica:

1 (3)- Polonia: Fabianski; Piszczek, Glik, Pazdan, Jedrzejczyk, Blaszczykowski, Krichowiak, Maczynski (Jodlowiec, m.98), Grosicki (Kapustka, m.82); Milik, Lewandowski.

1 (5)- Portugal: Rui Patricio; Cédric, Pepe, Fonte, Eliseu; Joao Mario (Quaresma, m.80), William Carvalho (Danilo, m.96), Renato Sanchez, Adrien Silva (Moutinho, m.73); Nani, Ronaldo.

Goles: 1-0, m.2: Lewandowski, 1-1, m.33: Renato Sanches

Penaltis: 0-1: Ronaldo, gol. 1-1: Lewandowski, gol. 1-2: Renato Sanches, gol. 2-2: Milik, gol. 2-3: Joao Moutinho, gol. 3-3: Glik, gol. 3-4: Nani, gol. 3-4: Blaszczykowski, para Rui Patricio. 3-5: Quaresma, gol.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a los polacos Jedrzejczyk, Glik y Kapustka y a los portugueses Adrien Silva, William Carvalho.

Incidencias: Partido de cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio Velodrome de Marsella ante 62.940 espectadores. Hubo un minuto de aplauso en homenaje a las víctimas del atentado de Estambul. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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Islandia escribió en Niza la más bella gesta de la Eurocopa, un milagro basado en la fe y el coraje, pero también en el buen juego, con el que fue capaz de derrotar a toda una selección inglesa, que acabó desquiciada, y de prolongar su epopeya hasta los cuartos de final, donde se encontrará con Francia.

Niza, Francia, 30 de junio de 2016 (D58).- Lo que parecía una anécdota, la clasificación islandesa para una fase final por primera vez en su historia, ha ido creciendo hasta convertirse en una de las mayores sorpresas del fútbol mundial.

Una lección sobre cómo la ausencia de complejos puede acabar con las supuestas diferencias de calidad. Islandia demostró a Inglaterra que no le alcanza ni con la tradición ni con la chequera y el equipo de Roy Hodgson, que no seguirá en el cargo, se va de la competición por la puerta de atrás, en medio de una gran crisis y con un futuro incierto.

La imprudencia islandesa, tan capaz de lo bueno como de inocentes errores, propició, además, un divertido espectáculo. Puede que no un gran partido de fútbol, pero sí un atractivo duelo, entre un equipo que se sentía superior y no sabía como demostrarlo y otro muy inferior que estaba ante la ocasión de su historia. Y sabía cómo aprovecharla.

Inglaterra se vio con ventaja nada más comenzar, por una mala salida del meta Hannes Halldorsson a un balón cruzado hacia Raheem Sterling. Derribó al delantero del City y Wayne Rooney, que este lunes igualó a David Beckham en ocasiones portando el brazalete de los «pross» (115), no falló el penalti.

Cuatro minutos y el partido parecía sentenciado. Pero esta selección islandesa nunca se rinde. Defiende con coraje, disputa con fiereza cada balón y, en ataque, le vale cualquier llegada al área.

Aprovecha algo tan simple como los poderosos saques de banda de Aron Gunnarsson hacia el área. Uno de estos, prolongado de cabeza por Kari Arnason dejó solo y en carrera a Ragnar Sigurdsson para meter desde el área pequeña el gol de su vida.

Estupefacto, el equipo de Hodgson se lanzó con todo sobre la meta islandesa y acumuló disparos desde fuera del área (Delle Ali, Harry Kane, Rooney), pero siempre imprecisos.

Y se olvidó de defender. Permitió una excelente combinación del ataque islandés al borde de su área, que culminó Kolbeinn Sigthorsson con un disparo ajustado al poste que se le escapó a Joe Hart.

Veinte minutos y un milagro. Un escenario imprevisto por los «pross», cada vez más nerviosos, cada vez más acelerados ante un conjunto reforzado por el calor de su grada.

Y como pasaban los minutos, y como lejos de descomponerse los islandeses hasta asustaban (con una chilena de R.Sigurdsson, que rechazó con fortuna Hart) Roy Hodgson buscó nuevos rematadores.

A la hora de juego, entró Jamie Vardy para ver si, a falta de ideas, el goleador del Leicester era capaz de cazar algún balón suelto dentro del área. Pero ni así.

Los «pross», el millonario equipo inglés, dirigido por el seleccionador que más gana de la Eurocopa (5 millones de euros), llegaron al tramo final del partido con el agua al cuello. Sin capacidad de reacción y hasta acosados por una selección islandesa que cada vez llegó con más peligro al área de Hart.

No pudo Inglaterra cambiar su destino y, ya tiene su propio Brexit, expulsada por los valientes islandeses, que ya confían incluso, en dejar al torneo sin su anfitrión. Capaces son.

Ficha técnica:

1 - Inglaterra: Hart; Walker, Cahill, Smalling, Rose; Alli, Dier (Wilshere, m.46), Rooney (Rashford, m.87); Sturridge, Kane, Sterling (Vardy, m.60).

2 - Islandia: Halldorsson; Saevarsson, Arnason, Ragnar Sigurdsson, Skulason; Gudmundsson, Gylfi Sigurdsson, Aron Gunnarsson, Birkir Bjarnason; Sigthorsson (Elmar Bjarnasson, m.77), Bodvarsson (Traustason, m.87)

Goles: 1-0, m.4: Rooney de penalti. 1-1,: m.6: Ragnar Sigurdsson. 1-2, m.20: Sigthorsson.

Árbitro: Damir Skovina (Eslovenia). Amonestó a los ingleses Sturridge y a los islandeses Gylfi Sigurdsson, Aron Gunnarsson.

Incidencias: Partido de los octavos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio Allianz-Riviera de Niza ante 33.901 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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Una derrota sin matices, rotunda casi siempre, eliminó de la Eurocopa a la selección española, la actual doble campeona del torneo, apagada desde el principio por Italia, su competitividad y su perfecto despliegue, doblegada sin discusión por 2-0 y sólo algo reconocible en los minutos finales en Saint Denis.

París, Francia, 29 de junio de 2016 (D58).- Desbordada de inicio, desaparecida hora y cuarto, sostenida en el partido por tres paradas de David de Gea y superada casi siempre, «la Roja» sólo tuvo alguna opción en los últimos instantes, cuando tuvo tres ocasiones, cuando se cruzó un increíble Buffon para mantener un camino, trazado mucho antes, hacia la eliminación de España, fuera del torneo. A Italia, el sábado en cuartos, le espera Alemania.

Lo mereció Italia, que no sólo defiende. Eso lo hace muy bien, pero también muchas otras cosas más desde la dirección de Antonio Conte. Tenía muy claro su partido. Cuando había que replegarse, atrás, compactos; cuando había que crear, salida de pelota y pase entre líneas; cuando había que contraatacar, vertiginosa velocidad.

Hubo muchos partidos en uno solo. Y todos los perdió España. Por muchas advertencias de Vicente del Bosque en estos días, su equipo se sintió superado todo el primer cuarto de hora por ritmo, con balón, sin él, en un área y otra, pero también después con otras connotaciones, incluso por ambición y siempre tácticamente.

Siempre tuvo Italia mucho más definido su plan, los sectores donde sufre España, los momentos para contener, para conducir o para atacar, el pase que buscar y la estrategia para alejar, primero, o minimizar, después, la conexión con la pelota de la selección española, sin una formula para tenerla, con todo lo que conlleva.

«Lo más importante es que seamos nosotros», decía Del Bosque en la víspera del partido. España no fue España en todo el primer tiempo, desbordada de inicio, con cinco centros alrededor de su portería en los primeros ocho minutos, con una sensación de estrés constante, sin fórmula para sacudirse de encima a su adversario.

Ni con el balón, el mejor acompañante siempre de España para jugar, creer y ganar, ni sin él. Salvado primero por De Gea, con dos paradas estupendas a remates de Pellé y Giaccherini, incrédulos ante el despliegue del guardameta, el segundo con ayuda del poste, ni la bajada de revoluciones posterior resolvió los problemas españoles.

Uno lo tenía entre su centro del campo y su defensa; un espacio estupendo para Italia y las maniobras de Pellé. Ahí, por el minuto 32, aún sin una sola ocasión de España (no la tuvo en toda la primera parte), hubo una falta de Sergio Ramos; ahí, por el 33, Éder la lanzó con un potente tiro, centrado, como lo fue el rechace de De Gea, y ahí, a por ese balón, corrieron cuatro futbolistas italianos por uno solo español, Piqué. Chiellini empujó el 1-0 hacia dentro.

Un gol que había merecido antes Italia y que mereció también después. Voló entonces De Gea, recompuesto de sobra de su error con intervenciones posteriores, para evitar el 2-0 antes del descanso, del que partió una segunda parte como había terminado la primera. Con un cambio en España, Aduriz por Nolito, pero apenas nada más.

Inconstante, sin soluciones, España tuvo una ocasión, la única que le concedió Italia en una hora, cuando Morata cabeceó a las manos de Buffon un pase en una posición poco mejorable, como también la tuvo «la Azzurra», cuando De Gea ganó, imponente, su duelo individual contra el veloz Éder, de nuevo a servicio de Pellé.

No apareció Andrés Iniesta. Tampoco David Silva. Ni Cesc Fábregas. Morata tuvo intención, pero se chocó contra un muro. La defensa nunca controló ni a Pellé ni a Éder. Ni cuando su rival se replegó, ni con el balón, España fue ese equipo incontestable que derriba a su adversario con paciencia, con fútbol y con eficacia.

No hubo rastro de esa selección española menos en el tramo final, cuando Andrés Iniesta y Gerard Piqué probaron por fin los reflejos de Buffon, que culminó la eliminación de España de la Eurocopa 2016 junto a Pellé, autor del 2-0 en el minuto 91, con dos derrotas en una semana. La primera, con Croacia, una advertencia. La segunda, definitiva para el adiós del campeón y el fin de la era Del Bosque.

Ficha técnica:

2 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Darmian, m. 84), Parolo, De Rossi (Motta, m. 53), Giacherini, De Sciglio; Éder (Insigne, m. 80) y Pellé.

0 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Cesc Fábregas, Sergio Busquets, Iniesta; Silva, Morata (Lucas Vázquez, m. 69) y Nolito (Aduriz, m. 46 (Pedro, m. 80)).

Goles: 1-0, m. 33: Chiellini, tras un rechace de De Gea a disparo de falta de Éder. 2-0, m. 91: Pellé, de volea a pase de Giaccherini.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a los italianos De Sciglio (m. 24), Pellé (m. 54) y Motta (m. 87), y a los españoles Nolito (m. 40), Busquets (m. 88) y Silva (m. 93).

Incidencias: partido de los cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio de Francia, en Saint Denis, ante unos 80.000 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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El jugador argentino Lionel Messi anunció su adiós a la selección argentina tras perder una nueva final, en esta ocasión la de la Copa América Centenario ante Chile en la tanda de penaltis.

East Rutherford, Estados Unidos, 28 de junio de 2016 (D58).- «Pensándolo mucho en el vestuario, creo que ya está para mí la selección, ya se terminó. La peleé mucho, lo intenté, son cuatro finales y no pude ganarlas. Hice todo lo posible. Me duele más que a ninguno pero es evidente que no es para mí. Deseaba más que ninguno un título con la selección y lamentablemente no se me dio», declaró el capitán de «la albiceleste» tras el partido.

Messi, que falló uno de los dos lanzamientos de su equipo en la tanda de penaltis que dio el triunfo a Chile en un final similar al del año pasado, aseguró a los periodistas que ya tiene la decisión tomada.

«Ya tomé la decisión. hice todo lo posible para intentar ganar algo y la verdad es que ya está. Ya lo venía pensando. Era esta o ya está. Hice todo lo posible y no se me dio», añadió.

Tras fallar el primer penalti de Argentina, el delantero del Barcelona se vino abajo, agachó la cabeza, comenzó a llorar y deambuló por el campo hasta que finalmente se consumó la derrota, sin que nadie pudiera consolarlo.

El astro argentino no ha podido darle una victoria a su país con la selección absoluta y sigue con su maleficio en las finales. Ya son tres consecutivas las que pierde.

Con él, Argentina ha caído en el partido decisivo en las Copas América 2007, 2015 y 2016. Acarició la gloria en la final del Mundial 2014, pero tampoco pudo llevarse el trofeo que Alemania le arrebató en la prórroga.

Los únicos títulos que «la Pulga» ha logrado con la selección son los del Mundial Sub-20 de Holanda 2005 y la medalla de oro olímpica en Pekín 2008 con el equipo Sub-23.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







Chile revalidó su título de Copa América al derrotar a Argentina en los penaltis, en un partido duro, intenso y con poco fútbol, casi calcado a la final del año pasado y en el que ambos equipos tuvieron una expulsión en la primera mitad.

East Rutherford , EE.UU., 28 de junio de 2016 (D58).- Francisco Silva anotó el gol decisivo en la tanda de penaltis y dio a «la Roja» la segunda Copa América de su historia, la segunda seguida, todo un hito que supone una recompensa para la que es, probablemente, la mejor generación de futbolistas de este país.

Con su victoria de hoy, Chile redondeó un gran torneo en el que fue de menos a más, que comenzó con derrota ante Argentina y que culminó en forma de dulce revancha.

Para Argentina, la derrota es un nuevo varapalo, un nuevo gesto cruel del destino, la tercera final perdida en tres años, tras la del Mundial de Brasil y la Copa América de Chile, ocasiones en las que la gloria también le fue esquiva en una prórroga agónica y en los penaltis.

Son tres finales seguidas, con sus correspondientes alargues, en la que la Argentina de Messi no ve puerta, hoy en un partido muy discreto de sus tres delanteros.

Lionel Messi, siempre vigilado de cerca por varios defensas rivales, estuvo alejado del área chilena, Higuaín falló de forma estrepitosa una ocasión que podría haber cambiado el rumbo del partido y el aporte de Ángel di María fue testimonial.

Argentina fue superior en una primera parte truncada por las faltas y en la que hubo dos expulsiones con polémica, una por equipo, y Chile se hizo dueño del juego en la segunda mitad, pero ambos equipos fallaron las escasas oportunidades que tuvieron en sus pies.

En el comienzo de la prórroga, con dos equipos cansados, se sucedieron las ocasiones en ambas porterías, pero después ambos técnicos (Juan Antonio Pizzi más claramente) optaron por la prudencia y por jugarse el título desde los once metros.

A grandes rasgos, la final siguió el guión de la de Santiago del año pasado, un partido de fuerzas parejas, disputado en el centro el campo y en el que el músculo se impuso al arte.

El juego duro se tradujo en un ritmo truncado desde el comienzo y en una gran cantidad de faltas que le llevarían al árbitro, de tarjeta fácil, a expulsar a un jugador por cada equipo antes del descanso.

Fue una final con nervios a flor de piel, juego duro y mucha intensidad en el marcaje, un planteamiento que le convenía más a Chile y con el que era más difícil que sobresalieran las individuales.

Argentina avisó muy pronto, antes de que se hubiera cumplido el primer minuto, por medio de un tiro de Éver Banega que se desvió por muy poco del arco de Claudio Bravo.

Pero a la Albiceleste le costó un cuarto de hora comenzar a asentarse en el partido y a imponerse en el centro del campo, donde, Javier Mascherano le ganó el envite a Arturo Vidal.

Sin la posesión, Chile no lograba meterse en el choque, la delantera estaba desconectada y el balón sólo llegaba a los hombres de ataque por medio de algún pase largo, pero la Roja no consiguió tirar a puerta hasta el minuto 56.

La ocasión más clara de la primera parte fue fruto de un error chileno, un mal control de Gary Medel que dejó el balón en bandeja a Higuaín ante una retaguardia totalmente desguarnecida, pero el delantero falló el remate con la portería abierta de par en par.

El partido se rompió a la media hora, con la expulsión de Marcelo Díaz, hasta ese momento un puntal defensivo para Chile, por dos faltas seguidas a Messi, la primera clara y la segunda, muy discutida.

A pesar de la presión que ejerció, Argentina no aprovechó los casi quince minutos que dispuso con un hombre más y después se equilibraron las fuerzas con una rigurosa tarjeta roja a Marcos Rojo por una entrada.

A raíz de esa expulsión, Mascherano retrasó su posición para reforzar la defensa y Argentina perdió el control del centro del campo, ante un Chile que jugó con más pausa e inteligencia en la segunda parte.

Pero el control no se traducía en ocasiones ante una Argentina que consiguió mantener a raya a su rival, aunque para ello, en algunos momentos se tuvo que parapetar en su propia área.

En el mejor momento de Chile, a los 79 minutos, llegó el primer tiro entre los tres palos de la Roja, en un remate raso de Eduardo Vargas, el máximo goleador de la competición, que salvó bien Romero.

En los últimos instantes, cuando Chile bajó las revoluciones por el cansancio, Argentina logró ejecutar una seguidilla de contragolpes, pero se fueron desviados los remates de Agüero, Banega o Messi.

En la prórroga, con un comienzo más abierto, se sucedieron en ambas porterías dos grandes ocasiones de Vargas y de Agüero, que salvaron los porteros en sendas atajadas, pero en la recta final, Chile se replegó y llevó el partido a los penaltis en la que la suerte volvió a sonreír a Chile.

Ficha técnica:


0 (2)- Argentina: Sergio Romero; Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Gabriel Mercado, Ramiro Funes Mori; Javier Mascherano, Lucas Biglia, Éver Banega (m. 111, Erik Lamela); Ángel di María (m.57, Matías Kranevitter), Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (m.69, Sergio Agüero).
Seleccionador: Gerardo Martino.

0 (4)- Chile: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour; Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal; José Pedro Fuenzalida (m.79, Edson Puch), Eduardo Vargas (m.109, Nicolás Castillo) y Alexis Sánchez (m.103, Francisco Silva).
Seleccionador: Juan Antonio Pizzi.

Penaltis: 0-0, Vidal: parada. 0-0, Messi: fuera. 0-1, Nicolás Castillo: gol. 1-1, Mascherano: gol. 1-2, Aránguiz: gol. 2-2, Agüero: gol. 2-3: Beausejour: gol. 2-3, Biglia: parada. 2-4, Francisco Silva, gol.

Árbitro: Heber Lopes (Brasil). Expulsó por doble amarilla a Marcelo Díaz (m.28) y por roja directa a Rojo (m.43). Amonestó por Argentina a Mascherano, Messi y Kranevitter; por Chile a Vidal, Beausejour y Aránguiz.

Incidencias: final de la Copa América Centenario, disputada en el estadio Metlife, de East Rutherford (Nueva Jersey, Estados Unidos), ante 82.026 espectadores, entre ellos el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE















Con un gol de Carlos Bacca, Colombia alcanzó hoy después de veintiún años el tercer puesto de la Copa América al vencer por 0-1 a Estados Unidos en el estadio de la Universidad de Phoenix, en Glendale (Arizona).

EE.UU., 28 de junio de 2016 (D58).- En la edición de Uruguay 1995, la selección colombiana (que no llegaba a una semifinal desde 2004) ocupó este lugar cuando se impuso por 4-1, precisamente, a su rival de este sábado.

El gol de Bacca llegó en el minuto 31 tras una gran jugada del equipo de José Pekerman. James Rodríguez colgó un balón para Santiago Arias, que cedió de cabeza al delantero del Milan para que solo tuviera que empujarla a la red con el pie derecho.

Estados Unidos y Colombia protagonizaron un encuentro de viejos conocidos, pues jugaron el partido inaugural del certamen el 3 de junio en Santa Clara, que los sudamericanos ganaron por 0-2.

Durante los primeros 45 minutos, Colombia lució bien plantada y su banda derecha fue la que más le produjo inconvenientes al equipo anfitrión, que buscó detener con faltas cualquier intentona de James.

A los 12 minutos, en una jugada iniciada por la derecha con Santiago Arias y Juan Guillermo Cuadrado, James lanzó el primer disparo directo, que el portero Tim Howard detuvo sin problemas.

Por los pies de Arias comenzaron a circular los balones dirigidos al arco de Howard y el lateral derecho se convirtió en la salida constante de los cafeteros.

En el minuto 14, Arias intentó asistir a Bacca pero se anticipó Geoff Cameron, que la envió al tiro de esquina. Estados Unidos respondió dos minutos después con un tiro de Clint Dempsey bien controlado por Ospina.

Luego Bacca anotó en el 31 el gol que desequilibró el partido y se hizo justicia con el equipo que generó mayores oportunidades en la primera parte.

El buen juego de Arias también se vio en defensa cuando en el 39 despojó de la posesión del balón a Bobby Wood, quien se acercaba con peligro a la portería colombiana.

Para el segundo tiempo, Estados Unidos salió con más bríos, pero se encontró con un Ospina crecido que en el minuto 51 realizó una espectacular atajada con mano cambiada, tras un tiro libre ejecutado por Dempsey que iba dirigido al ángulo izquierdo.

Poco después, en un avance de Colombia, Cuadrado la bombeó por encima de la humanidad de Howard, pero el balón pegó en el larguero.

El partido se puso de ida y vuelta y a los 62, Wood sacó a Murillo y disparó con la izquierda, para que el palo esta vez salvara a Colombia.

Alejandro Bedoya y Dempsey en el 66 de nuevo pusieron en riesgo a Colombia, que se notaba algo quedada en la marca y que sufrió hasta el final las acometidas rivales.

Ambos equipos se quedaron con diez jugadores por agresión entre Arias y Michael Orozco en el minuto 93.

Sin embargo, pese a buscar el empate, no hubo revancha para Estados Unidos, que en su cuarta participación en Copa América se quedó con el cuarto puesto del torneo, tal y como ocurrió en 1995.

Ficha técnica:

0. Estados Unidos: Tim Howard; DeAndre Yedlin, Michael Orozco, Geoff Cameron, Matt Besler; Jermaine Jones, Michael Bradley (m.79, Darlington Nagbe) Alejandro Bedoya (m.74, Christian Pulisic); Gyasi Zardes, Clint Dempsey, Bobby Wood.
Seleccionador: Jürgen Klinsmann.

1. Colombia: David Ospina; Santiago Arias, Cristian Zapata, Jeison Murillo, Frank Fabra; Guillermo Celis (m.87, Steffan Medina), Daniel Torres; Juan Guillermo Cuadrado (m.74, Marlos Moreno), James Rodríguez, Edwin Cardona; Carlos Bacca (m.79, Roger Martínez).
Seleccionador: José Pekerman.

Gol: 0-1, m.31: Carlos Bacca.

Árbitro: El uruguayo Daniel Fedorczuk expulsó a Orozco con roja directa y a Arias por doble amarilla (m.93) y amonestó a Besler, Jones, Murillo y Cuadrado.

Incidencias:
Partido por el tercer puesto de la Copa América Centenario disputado en el estadio de la Universidad de Phoenix, de Glendale (Arizona), ante cerca de 30.000 espectadores. 

Fuente y redacción. EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







 




Irlanda seguirá el camino de sus vecinos del norte y, tras derrotar a una Italia llena de suplentes (0-1), se clasificó por segunda vez en su historia para la segunda fase de una Eurocopa, donde se medirá contra la anfitriona Francia.

Lille, Francia, 23 de junio de 2016 (D58).- Toda una hazaña para un equipo que juega con cinco jugadores de segunda división y que con corazón y abnegación completaron el pleno de equipos procedentes de las islas británicas en octavos de final.

Irlanda le puso fe a sus opciones, que pasaban por vencer a la subcampeona de Europa, una Italia que ya estaba asegurada de acabar primera y que saltó con un equipo plagado de suplentes pensando en el duelo del próximo lunes contra España de Saint Denis por un puesto en los cuartos de final.

Irlanda, que ya jugó unos cuartos de un europeo en 1964, cuando no había fase de grupos, se medirá en Lyon contra Francia, un rival que le dejó fuera del Mundial de 2010 en la repesca y con un gol con la mano de Thierry Henry.

Pero haberse clasificado para esa ronda es ya una gesta para la modesta selección del trébol, arropada por 20.000 gargantas que se trasladaron hasta Lille y cuyas voces resonaron en el imponente estadio, con su techo cerrado por la tormenta que se anunciaba en el exterior.

Fue el último equipo en sacar el billete para los octavos, dejando fuera a Turquía, y lo hizo gracias a un gol en el minuto 85 de Brady que hizo justicia al empuje que le habían puesto durante el partido.

Italia encajó su primer gol de la competición y sumó su primera derrota. Antonio Conte solo alineó a tres jugadores de los que habían sumado las dos primeras victorias, Barzagli, Bonucci y Florenzi. Incluso el carismático Buffon, enfermo en los últimos días y amenazado de suspensión, dejó su puesto a Sirigu, en una de las pocas oportunidades del meta ante la longevidad del carismático portero de la Juve.

Si el seleccionador quería sacar conclusiones de este partido, la principal es que los teóricos suplentes se vieron dominados contra una Irlanda muy pasional pero si mucha calidad. Ni Italia será la misma contra España, ni los de Vicente del Bosque se parecerán en nada a la pasional Irlanda.

Los del trébol empujaron con fuerza y carácter, fieles a su estilo, colgando muchos balones al área en busca de la victoria, el único resultado que les servía, y obligó a trabajar la defensa transalpina, en lo que parecía más un partido de rugby que uno de fútbol.

Hendrick rozó el poste de Sirigu a los 14 minutos desde la medular del área y Brady, ocho más tarde, sacó un córner que Murphy remató de cabeza algo desviado.

Irlanda se lanzó a la desesperada y llevó a Italia al límite de la legalidad. De hecho, protestaron sonoramente, apoyados por su ruidosa afición, las decisiones del rumano Ovidiu Hategan.

La apoteosis llegó cuando al filo del descanso reclamaron un penalti de Bernardeschi a McClean.

Apenas aparecía Italia en el área irlandesa, mal signo para el seleccionador italiano, que contaba con el duelo para buscar en su banquillo aquello que no encontraba en sus titulares habituales.

Solo a los 54 De Sciglio logró hacer un centro desde la izquierda que Simone Zaza, en el punto de penalti, tuvo tiempo de colocarse y rematar aunque ligeramente por encima del larguero.

El empuje irlandés fue perdiendo aliento y el partido ritmo porque Italia seguía sin interesarse demasiado por cambiar la tónica.

En el 78 Insigne estrelló el balón en el palo izquierdo de Randolph en la culminación de un contragolpe, en una de las pocas noticias ofensivas de Italia.

Irlanda no perdió la esperanza, se aferró a su último suspiro, que llegó cuando Hoolahan se sacó un buen centro al área italiana donde Brady logró rematarlo a la red de cabeza.

La apoteosis se apoderó de las gradas de una nación que, empujada por una afición ejemplar, sigue soñando en la Eurocopa.

Ficha técnica:

0 - Italia: Sirigu; Barzagli, Bonucci, Ogbonna; Bernardeschi (Darmian, m.61), Sturaro, Thiago Motta, Florenzi, De Sciglio (El Shaarawy, m.82); Zaza, Immobile (Insigne, m.75)

1 - Irlanda: Randolph; Coleman, Duffy, Keogh, Ward; McClean, McCarthy (Hoolahan, m.77); Hendrick, Murphy (McGready m.70), Brady; Long

Goles: 0-1, m.85: Brady

Árbitro: Ovidio Hategan (RUM), amonestó a los italianos Sirigu, Barzagli y Insigne, y a los irlandeses Long y Ward

Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo E de la Eurocopa de Francia disputado en el estadio Pierre Mouroy de Lille ante unos 50.000 espectadores.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE





La selección española especuló con la clasificación a octavos de final, acabó tirando por tierra la brillantez y fue batida a tres minutos del final por una Croacia sin su líder, Luka Modric, que se impuso por 2-1 y se hizo con el primer puesto del grupo D.

Burdeos, Francia, 23 de junio de 2016 (D58).- España dejó escapar el liderato y la opción de buscar la defensa del título por el lado bueno del cuadro. Ahora tendrá que medirse a Italia en octavos de final.

El fútbol dio una lección a la selección española. El reencuentro con la derrota en una fase final de la Eurocopa ocho años después -no perdía desde Portugal 2004-, no pudo dejar un sabor más amargo.

Midió esfuerzos con el liderato en la mano tras adelantarse en el marcador, perdonó y acabó siendo castiga con dureza, encajando un tanto al contragolpe a tres de minutos del final, cuando le valía el empate, y con un error de David De Gea que no tapó su palo.

La amenaza de Italia en octavos de final y el respeto a Croacia impulsó a Del Bosque a mantener equipo. Lo que funciona, mejor no tocarlo, debió pensar sin valorar rotaciones ni motivaciones extras de jugadores con pocos minutos. Se encontraba España ante la prueba más seria.

Croacia, sin Modric ni Mandzukic, no perdía su poderío. Necesitaba ganar y cambió el guión de los partidos de la Roja. Salió a presionar para cortar el inicio de jugada y cuando no lo consiguió intentó armarse en defensa y buscar la velocidad en la contra.

Cuando España se pone firme te desfigura. Sabía que los excesos de confianza se pagan caros e instalada en un nuevo escenario, sin abrumar con la posesión, asistió a dos llegadas que dejaban intuir peligro para Croacia, antes de desatar su pegada. Era el minuto 7 cuando Silva rompía cualquier esquema del partido.

Sacó de la chistera uno de esos pases al espacio que pocos futbolistas son capaces de ver. El desmarque era de Cesc, que picó el balón a la salida de Subasic y a placer, Morata, remachaba a la red en boca de gol para dar un mordisco a la clasificación de goleadores con su tercer tanto del torneo.

La calidad lanzaba un directo al mentón croata que mientras pensaba como había encajado el golpe, pudo caer a la lona. España inició su habitual ejercicio de dominio. Esta ante el bajón de Iniesta apareció la pareja Silva-Cesc asociándose en cada rincón.

España no debía caer en la indolencia. Sergio Ramos y De Gea jugaron con fuego. Cometieron errores que cuestan caros en una gran cita. El exceso de confianza del central lo chutó Kalinic y el portero español sacó los puños a córner para segundos después complicarse con el balón en los pies, acabar haciendo un mal despeje y dejando el balón a Rakitic. Su toque picado lo repelió el larguero, el poste y Piqué.

La calma debía regresar con el toque. Nolito había cruzado en exceso un remate a centro de Jordi Alba. Con Morata fijando centrales, España llegaba a la frontal con brillantez. Toques al espacio, triangulaciones en ambas bandas. El partido giraba en torno a Cesc, que se asociaba con todos. Silva calcaba el pase y a punto estuvieron de repetir la acción del gol.

Pudo asestar un golpe definitivo la selección española pero perdonó. Silva se cansó de asistir y probó a Subasic, que rechazó como pudo el disparo potente. Nolito estrelló un peligroso remate en la defensa y el balón se marchó cerca de la portería.

Los malos indicios llegaban en el balance defensivo. La falta de tensión con la clasificación sellada se palpaba en despistes a balón parado. Croacia remataba todo. Pensar en guardar fuerzas sería castigado porque Rakitic ponía el criterio, con libertad de movimientos como segunda punta para diseñar cada ataque, y la referencia croata arriba, Kalinic, hacia todo con criterio. Perisic se elevaba ante Juanfran y remataba alto.

Reapareció esa ley del fútbol no escrita. El que perdona la paga. Ramos tuvo un testarazo plácido tras córner de Nolito y no encontró portería. Cesc dejó solo a Morata con un pase de tiralíneas pero un mal control le impidió definir.

Asomaba el descanso cuando llegó el castigo al bajón tras media hora de brillantez. La bicicleta y el recorte de Perisic a Juanfran, acababa con un centro que remataba de espuela Kalinic, adelantándose a Ramos. El primer tanto en el torneo a España cerraba un récord histórico, 734 minutos sin encajar gol.

El duelo recobró la tensión en el segundo acto. España había jugado con el condicionante de valerle el empate y cuando miró a la cara a la derrota, entró en su único momento de duda en el torneo. Juanfran comenzó chutando desviado un ataque. Era un espejismo, tocaba apretar los dientes en labores defensivas, demasiado largo en el campo y dejando a Croacia la opción de correr.

Una mala salida de De Gea dejaba el balón muerto a la chilena de Pjaca que acababa con la paciencia de Del Bosque. España se desmoronaba. Era necesario el doble pivote. La entrada Bruno cambió el dibujo a un 4-2-3-1. Hacía falta el balón para recuperar la calma.

Dio rápidos resultados. La posesión pasó a ser española y las acometidas veloces croatas. Kalinic desesperó pidiendo penalti tras un recorte a dos españoles, pero el holandés Kuipers no vio la falta que nueve minutos después sí hizo en área croata. El toque de clase de Iniesta a la espalda de la defensa se encontró con un toque de Aduriz a Vrsaljko que derribó sin querer a Silva.

Silva y Cesc querían asumir la responsabilidad en el lanzamiento que sellase el liderato, pero Ramos tiró de galones de capitanía. Sólo le falta marcar en una fase final en su carrera y comienza a convertirse en obsesión. Su lanzamiento, potente y centrado, lo adivinó el arquero croata adelantado tres metros de la línea de gol.

Cuando parecía que no cedería más opciones, España cometió un error infantil. Fue sorprendido al contraataque a tres minutos del pitido final. Ramos había tenido otro testarazo libre de marca perdonado y Piqué no llegaba al lanzarse en carrera ante la potencia de Perisic. Su disparo, raso, por el palo de De Gea besó la red e hizo estallar la locura en la grada croata de Burdeos.

España había pecado de soberbia. Ya no tendría tiempo para levantarse. Silva dejó un último intento, chutando escorado al muro rival.

La derrota inesperada cambia el paso. Tirada por tierra la parte asequible del cuadro, espera Italia y su imponente defensa en Saint Denis en octavos. Alemania y Francia asoman también como castigo al exceso de confianza.

Ficha técnica:

2 - Croacia: Subasic; Darijo Srna, Corluka, Jedvaj, Vrsaljko; Marko Rog (Kovacic, m.82), Badelj; Perisic (Kramaric, m.93), Rakitic, Pjaca (Cop, m.90); y Nikola Kalinic.

1 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Thiago, m.84), Iniesta; Silva, Nolito (Bruno, m.60) y Morata (Aduriz, m.66).

Goles: 0-1, m.7: Morata. 1-1, m.45: Kalinic. 2-1, m.87: Perisic.

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Rog (29) y Perisic (88) por Croacia.

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo D disputado el estadio Matmut Atlantique de Burdeos ante unos 38.000 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE