La esforzada selección galesa de Gareth Bale se enfrentará contra Portugal en semifinales de la Eurocopa tras lograr este viernes una histórica remontada (3-1) contra una Bélgica descarada en ataque, pero que pagó cara su ingenuidad en defensa.

Lille, Francia, 2 de julio de 2016 (D58).- Con un Eden Hazard invisible, los belgas lograron adelantarse con un precioso disparo lejano de Radja Nainggolan al inicio del duelo de cuartos de final celebrado en Lille.

Pero las concesiones defensivas de «los diablos rojos» permitieron a Ashley Williams empatar en la primera parte, a Hal Robson-Kanu adelantar a los suyos en la segunda y a Sam Vokes certificar al término del encuentro el la victoria más importante de Gales en el último medio siglo, que le permitirá seguir la aventura en Lyon el próximo 6 de julio contra los de Cristiano Ronaldo.

Las condiciones eran favorables para Bélgica, segunda mejor selección del mundo según la clasificación de la FIFA, que jugaba en una ciudad fronteriza a la que se acercaron decenas de miles de sus seguidores, algunos para ver el partido en el campo y, la gran mayoría, para festejar el eventual pase de los suyos a semifinales.

Hasta 75.000 hinchas belgas esperaban las autoridades francesas, que les prohibieron cruzar con alcohol la frontera hacia la ciudad donde explotó Hazard, extremo izquierdo de 25 años que despuntó en el Lille (2007-2012) antes de fichar por el Chelsea inglés.

La estrella belga, duda hasta la víspera por una lesión muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda, no apareció y cerró sin pena ni gloria una temporada sin continuidad por las lesiones.

Tampoco firmó su mejor actuación Bale, que había definido el partido como el "más importante" para los suyos en más de medio siglo, desde que «los dragones» alcanzaron la semifinal del Mundial de Suecia de 1958, donde cayeron ante el Brasil de Pelé.

Bélgica, con mejor expediente, también se enfrentaba a una oportunidad histórica pues nunca ha disputado una semifinal europea y su último gran registro data del Mundial de México en 1986, donde llegaron a la antesala de la final.

Pero el equipo descompensado de Marc Wilmots, con un estilete del medio campo para arriba y portero de garantías pero también con una defensa endeble, más aún con las bajas de Vermaelen y Verthonghen, desaprovecharon la ocasión.

Bélgica arrancó el partido con desparpajo, haciéndose dueña del balón para no poner a prueba a su endeble defensa y a punto estuvieron de marcar en una triple ocasión en el minuto 6, con disparos a bocajarro de Romelu Lukaku, Maunier y Hazard que milagrosamente no acabaron en la red.

Sí lo hizo, y de qué forma, el misil que en el minuto 12 se inventó Nainggolan, el inconfundible futbolista de la Roma con cresta amarilla y tatuajes en el cuello, que fabricó un imparable disparo con la pierna derecha desde 25 metros. Con el gol pareció querer cerrar la polémica sobre su costumbre de fumar a diario, aceptada por el seleccionador.

Pero Gales no se vino abajo con el marcador en contra y, aparte de alguna incursión al contraataque de Bale, más voluntarioso que incisivo, fue Aaron Ramsey quien creaba peligro en la meta belga. Mucho peligro.

En el minuto 25 Thibaut Curtois salvó el empate cuando Neil Taylor estrelló contra el guardameta belga del Chelsea un medido centro raso que le había puesto desde la banda derecha el centrocampista del Arsenal.

La recompensa al esfuerzo de los galeses (con tres jugadores amonestados en la primera media hora) llegó en el minuto 30. De nuevo Ramsey, implicado en cuatro de los seis últimos goles de su equipo, botó un córner que Williams, solo en el borde del área pequeña, picó de cabeza para conseguir la igualada y confirmar que «los dragones» son letales a balón parado.

En la segunda mitad, con Marouane Fellani como reemplazo de Yannick Carrasco en el conjunto belga, «los diablos rojos» volvieron a hacerse con la posesión y probaron suerte Romelu Lukaku de cabeza y Kevin De Bruyne y Hazard desde lejos, sin mayor trascendencia.

Cuando parecía que los belgas manejaban el partido a su gusto, llegó la sorpresa en el minuto 55 en forma de fallo defensivo, por segunda vez.

Ramsey acomodó un balón largo de Gareth Bale al punto de penalti, donde Robson-Kanu caracoleó ante la pasividad de la zaga contraria y disparó a la izquierda de Courtois, subiendo el 2-1 al marcador y el segundo en su cuenta particular en la Eurocopa.

Cuando los belgas lo intentaban casi a la desesperada, de nuevo Ramsey, muy afinado asistiendo por la banda, sirvió un balón a Vokes, que nada más entrar al campo en sustitución de Robson-Kanu, hizo el gol que colocaba, definitivamente, a los suyos entre los cuatro mejores equipos del continente.

La peor noticia para los de Chris Coleman fue la amarilla que vio en el último tramo del encuentro el mejor del partido, Ramsey, que le privará de disputar la semifinal.

Ficha técnica:

3 - Gales: Hennessey; Davies, A.Williams (C), Chester; Gunter, Ramsey (James, m.88), Ledley (King, m.78), Allen, Taylor; Bale y Robson-Kanu (Vokes, m.80).

1 - Bélgica: Courtois; Meunier, Alderweireld, Denayer, J. Lukaku (Mertens, m.75); Witsel, Nainggolan, De Bruyne, Carrasco (Fellaini, m.46), Hazard (C); y R. Lukaku (Batshuayi, m.83).

Goles: 0-1, m.12: Nainggolan; 1-1, m.30: A. Williams; 2-1, m.55: Robson-Kanu; 3-1, m.85: Vokes.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a los galeses Davis (m.5), Chester (m.16), Gunter (m.24) y Ramsey (m.74) y a los belgas Fellaini (m.58) y Alderweireld (m.85).

Incidencias: Partido de cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio Pierre-Mauroy de Lille ante unos 50.000 espectadores.

Fuente y redacción: EFE.
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







Con el magisterio de Aaron Ramsey y la velocidad de Gareth Bale, Gales destrozó a Rusia y logró una goleada (3-0) que le catapulta a octavos como sorprendente líder del grupo B.

Marsella, Francia, 21 de junio de 2016 (D58).- Entre el centrocampista del Arsenal y el atacante del Real Madrid, que ya suma tres goles en otros tantos partidos, han llevado a la selección galesa a una instancia impensable hasta hace poco y han vengado a la generación anterior, que, liderada por Ryan Giggs, se quedó sin acudir al Mundial tras una repesca con Rusia.

Y es que el único encuentro que le había ganado Gales a Rusia fue hace más de medio siglo, en 1965. Lo que entonces fue un milagro, hoy es la consecuencia lógica de la diferencia que hay entre un conjunto pequeño, pero entusiasmado, que pone todo al servicio de sus estrellas, y un gigante que se ha dedicado a dar bandazos sin sentido y no tiene un plan a solo dos años de su Mundial.

Porque, mientras el equipo de Chris Coleman llegó a Toulouse con una idea clara de lo que quería y cómo conseguirlo, el de Leonid Slutski sólo pretendió entrar en el partido cuando lo tuvo perdido.

Gales no es el colmo de la finura, pero emociona. Pone a todo el equipo a disposición de Aaron Ramsey y Gareth Bale y del juego de los dos vive el resto.

Contra esta indefinida selección rusa le sobró para resolver el partido y la clasificación en 20 minutos, ayudados por la pésima salida de balón del rival.

De esa forma falló Igor Smolnikov a los 11 minutos y, con la zaga rusa saliendo, Joe Allen filtró un buen pase a Ramsey, que no falló frente a Igor Akinfeev. Nueve minutos después, Roman Shirokov convirtió un robo de balón a Bale en una asistencia a Neil Taylor, que solo ante el meta ruso, y a la segunda, dejó prácticamente sentenciada la clasificación.

Fuera del partido y del torneo, Rusia no tuvo más que una ocasión que se encontró Artem Dzyuba, tras un saque de meta que no supo despejar el central Ashley Williams, pero el delantero no logró esquivar la salida de Wayne Hennessy (m.27).

Y al contrario, los de Slutski ofrecieron todo tipo de espacios para que Ramsey lanzara a Bale y las carreras del madridista sembrasen el pánico en todo el conjunto ruso menos en Akinfeev, que le aguantó hasta cuatro manos a mano.

Se comenzaba a frustrar el madridista, que pecó de individualista en el segundo tiempo, hasta que otro pase magistral de Ramsey le dejó solo ante Akinfeev y ya no falló (m.68), para completar la fiesta galesa.

Quedaban más de 20 minutos, pero ya solo había espacio para regocijo de la grada británica, que ovacionó a Bale cuando fue sustituido (m.86), y la indiferencia de una lastimosa selección rusa, que deja como único recuerdo en Francia la salvaje violencia de sus hinchas más radicales.

Ficha técnica:

0 - Rusia: Akinfeev; Smolnikov, Vassily Berezutski (Aleksey Berezutski, m.49), Ignashevich, Kombarov; Mamaev, Glushakov; Smolov (Samedov, m.70), Shirakov (Golovin, m.52), Kokorin; Dzyuba.

3 - Gales: Hennessy; Gunter, Chester, Williams, Davies, Taylor; Allen (Edwards,m.74), Ledley (King, m.76), Ramsey; Bale (Church, m.86) y Volkes.

Goles: 0-1, m.11: Volkes, 0-2, m.20: Taylor. 0-3, m.68: Bale.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a los rusos Mamev y a los galeses Volkes

Incidencias: Partido de la tercera jornada del Grupo B de la Eurocopa disputado en el estadio de Toulouse ante 28.840 espectadores.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE








A última hora, como parece ser la única forma en esta Eurocopa, el delantero Daniel Sturridge sacó a Inglaterra del fenomenal enredo en que se había metido y que la iba a dejar pendiendo de un hilo en su último partido frente a Eslovaquia.

Lens, Francia, 21 de junio de 2016 (D58).- El jugador del Liverpool, acribillado por las lesiones esta temporada, fue el auténtico revulsivo de un equipo que no conseguía hacer mella en la portería galesa pese a dominar el partido de cabo a rabo.

Casi a trompicones, con más fe que regates, Sturridge tiró una diagonal en el área gracias a un balón que le había llegado de rebote y logró embocar un tanto que da virtualmente la clasificación a los «pross».

En el estadio más británico de Francia, el Bollaert-Delelis de Lens, a una hora más propia de la Premier League, Inglaterra y Gales dejaron un derbi que no pasará a la historia pero que tuvo intensidad y donde volvió a brillar el golpeo de Gareth Bale.

Inglaterra demostró desde el saque inicial que iba a llevar la iniciativa del partido, con armas diferentes a las que tradicionalmente se asocian a su fútbol.

Esa apuesta sobrevenida por el toque (quién sabe si impuesta por el seleccionador Roy Hodgson o por sus propios jugadores, más predispuestos para la combinación que para el combate aéreo) llevó a menudo a Rooney casi entre sus dos centrales para sacar el balón jugado desde atrás.

Mientras, la disposición táctica de Gales no invitaba a engaño. Nueve gladiadores por detrás del balón, con libertad para la carreras de Bale y Robson-Kanu y con la llegada desde segunda línea de Ramsey y de Allen.

Chris Coleman alineó desde el inicio al recuperado Ledley, una apuesta por blindar el centro del campo.

Nunca dio la impresión de que los ingleses interpretaran bien cómo meter mano al muro galés, salvo en los numerosos golpes francos y saques de esquina de los que dispusieron y a los que se encomendaron

En el minuto 7, en una de las pocas jugadas en que pudieron correr, Kane metió un balón en profundidad para Lallana, que centró a Sterling, quien golpeó fatal delante del portero y mandó el cuero a las nubes.

Fue casi un espejismo, porque a partir de entonces en toda la primera parte apenas volverían a coger la espalda de un galés.

Inglaterra solo volvería a acercarse a balón parado, con sendas oportunidades de Cahill y Smalling, que detuvo el recuperado Hennessey, en el primer caso, y que salió fuera por muy poquito, en el segundo.

Entre medias, reivindicaron una mano dentro del área del galés Davies, que pareció involuntaria y que el alemán Brych decidió no castigar.

Gales esperaba su oportunidad y esta se le presentó poco antes del descanso, cuando Bale, que apenas había tenido influencia sobre el juego hasta entonces, soltó su zapatazo en una falta a unos 30 metros de la portería.

El balón fue con potencia pero no excesivamente escorado, y Hart, que llegó a tocar la pelota con los guantes, pudo haber hecho más para detener el gol galés, que llevó la locura a su hinchada, menos numerosa pero infinitamente más animosa.

El paso por el vestuario le sentó bien a Inglaterra, pero aún más el cambio de sistema operado por Hodgson, que dispuso un 4-4-2 tras haber salido con un 4-3-3 y sentó a sus dos jugadores más discutidos en la previa, Kane y Sterling, para dar la oportunidad a Vardy y Sturridge.

La salida de este último y, posteriormente, de Rashford le dio más dinamismo al ataque inglés, que pasó a encerrar a Gales, que apenas pisó el campo contrario en toda la segunda mitad.

A falta de buen fútbol, salvo el que sale casi siempre de los pies de Wayne Rooney, Inglaterra apeló en esta ocasión al carácter y la intensidad que le habían faltado en su primer partido frente a Rusia.

Con Walker y Rose convertidos casi en extremos y Sturridge ofreciéndose entre líneas como socio en todas las jugadas, los ingleses lo intentaron de muchas maneras, pero en pocas ocasiones conseguían crear peligro verdadero.

Así fue hasta que, dos minutos después de la prolongación, en la estela de los goles de Berezutski, Payet, Griezmann o Piqué, Sturridge deshizo la igualada.

Todavía tuvo tiempo Bale de mandar un cabezazo muy cerca del arco de Hart, pero el 2-1 ya no se movería del marcador. Gales se frotaba los ojos para creerlo, mientras los hinchas ingleses festejaban.

Ficha técnica:

2 - Inglaterra: Hart; Walker, Cahill, Smalling, Rose; Alli, Dier, Rooney; Lallana (Rashford, m.73), Kane (Vardy, m.46) y Sterling (Sturridge, m.46).

1 - Gales: Hennessey; Gunter, Chester, A.Williams, Davies, Taylor; Ramsey, Ledley (Edwards, m.67), Allen; Robson-Kanu (J.Williams, m.72) y Bale.

Goles: 0-1, m.42: Bale. 1-1, m.56 Vardy. 2-1, m.91: Sturridge

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó al galés Davies (m.61).

Incidencias:
Partido de la segunda jornada del grupo B disputado en el estadio Bollaerts-Delelis ante 35.000 espectadores. 

Fuente y redacción: Enrique Rubio (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE




 





Gareth Bale y Hal Robson Kanu, que anotó el gol del triunfo este sábado a nueve minutos del final, firmaron el histórico triunfo ante Eslovaquia de Gales (2-1), que irrumpió con éxito en su estreno en una fase final de una Eurocopa.

Francia, 13 de junio de 2016 (D58).- El conjunto de Chris Coleman, empeñado en alimentar la leyenda del fútbol de este país, no se encontraba en un escenario similar desde 1958, en el Mundial de Suecia, su única aparición anterior en un gran torneo.

Fue un duelo de debutantes el vivido en Burdeos. Eslovaquia asume también como novato su inclusión en un Campeonato de Europa, aunque no hace mucho que ya empezó a dejarse ver por eventos como este. Disputó el Mundial de Sudáfrica en el 2010. Toda una experiencia.

Le sirvió al conjunto de Jan Kozak para plantarse mejor sobre el césped y amenazar a su rival. Fue Marek Hamsik, en una gran jugada individual, el que abrió las hostilidades con una ocasión que tuvo pinta de gol y que solucionó Ben Davies bajo palos al sacar un balón que se adentraba en la portería a los tres minutos.

Pero el histórico gol llevó la firma de Gareth Bale. Una falta directa lanzada por el jugador del Real Madrid. Lejana, que contó el poco tino del meta eslovaco Matus Kozacik, que midió mal el tiro.

El primer gol galés en una gran competición tras el marcado por Terry Medwin el 17 de junio de 1958, ante Hungría en el Mundial de Suecia, sosegó al cuadro de Chris Coleman, que había irrumpido en el choque sometido por la tensión ante el debut en la fase final de una Eurocopa.

Bale entró en la historia del fútbol de su país y comandó el juego de ataque de su equipo ante un rival afectado por el revés encajado.

Eslovaquia, una de las selecciones que mejor imagen deparó en la fase de clasificación, donde llevó a maltraer a España, a la que venció en uno de los partidos, perdió el orden y el rumbo en el partido.

Un disparo lejano de Aaron Ramsey no llegó a sorprender a Kozazik en otra acción con cierto peligro de los galeses.

Eslovaquia recuperó algo el pulso del partido antes del descanso. Coincidió con la aparición de Vladimir Weiss, apagado hasta entonces. Marek Hamsik buscó poner en peligro a su rival. Pero sus intentos se topaban con la disciplina y el entusiasmo galés, que aguantó el tipo hasta el intermedio.

El cuadro eslovaco prolongó su mejoría a la vuelta de vestuarios. Robert Mak disparó por encima del arco de Danny Ward y después, Gales respondió con un cabezazo de Gareth Bale que desvió Kozazik sobre la línea de gol.

Las apariciones del atacante del Real Madrid no fueron constantes. Pero lideró las acciones de peligro de Gales, que perdió fuelle con el paso de los minutos.

Eslovaquia se hizo con el partido. Y los movimientos del seleccionador centroeuropeo Jan Kozak dieron sus frutos. Resultaron determinantes para el marcador. Primero dio entrada a Adam Nemec, que ocupó el lugar de Michal Duris. A continuación recurrió a Ondrej Duda, que suplió a Patrik Hrosovsky a la hora de partido.

La aparición del centrocampista del Legia Varsovia resultó providencial. Aprovechó una buena incursión en el área galesa de Mak. Ondrej, que había entrado al campo un minuto antes, se hizo un hueco cerca del punto de penalti y su tiro sorprendió a Ward para establecer el empate.

Eslovaquia fue el dueño del partido mientras Gales se sostenía como podía. Coleman, que poco antes recurrió a Joe Ledley, tiró de Hal Robson-Kanu, un habitual en el combinado británico, en busca de soluciones.

El centrocampista del Reading inglés terminó por ser el héroe galés. Marcó el gol de la victoria para culminar una jugada de Ramsey en plena locura final.

Hubo tiempo para el empate eslovaco. Un cabezazo de Adam Nemec fue repelido por el poste de la portería de Ward, que evitó que Gales se quedara sin una victoria histórica.

Ficha técnica:


2 - Gales: Danny Ward; Chris Gunter, James Chester, Ashley Williams, Ben Davies, Neil Taylor; Joe Allen, Aaron Ramsey ( Jazz Richards, m.88), David Edwards (Joe Ledley, m.69), Jonathan Williams (Hal Robson-Kanu, m.71) y Gareth Bale.

1 - Eslovaquia: Matus Kozacik; Peter Pekarik, Martin Skrtel, Jan Durica, Dusan Svento; Juraj Kucka, Patrik Hrosovsky (Ondrej Duda, m.60), Marek Hamsik; Robert Mak, Michal Duris (Adam Nemec, m.59) y Vladimir Weiss (Miroslav Stoch, m.83).

Goles:
1-0, m.10: Bale; 1-1, m.61: Ondrej Duda; 1-2, m.81: Robson Kanu.

Árbitro: Svein Oddvar Moen (NOR). Mostró tarjeta amarilla a Patrik Hrosovsky, Robert Mak, Weiss, Kucka y Skrtel, de Eslovaquia.

Incidencias:
Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo B de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio Matmut Atlantique de Burdeos ante unos 40.000 espectadores. La UEFA nombró mejor jugador del partido al centrocampista galés Joe Allen. 

Fuente y redacción: EFE.
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE








La selección de Gales remontó este sábado en casa ante una combativa Escocia y se impuso por 27-23 para sumar su primer triunfo en el Seis Naciones y seguir así con vida el torneo.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 17 de febrero de 2016 (D58).- La ajustada victoria de Francia sobre Irlanda (10-9) y el más que presumible triunfo de Inglaterra el domingo ante Italia en Roma (14:00 GMT), unido al empate en Dublín en la primera jornada (16-16), obligaban al «XV del Dragón» a puntuar hoy para no ver reducidas sus posibilidades en el campeonato.

Comenzaron con fuerza los locales en el Millenium Stadium (ahora conocido como Principality Stadium), y a lo siete minutos Gareth Davies apoyó por primera vez el oval para subir el 5-0 al marcador.

El apertura Dan Biggar no falló la conversión y «los Dragones» ampliaron su ventaja hasta los siete puntos (7-0, m.7)

Reaccionaron los pupilos de Vern Cotter, que al filo del cuarto de hora igualaron el duelo gracias a un buen ensayo de Tommy Seymour tras un globo de Finn Russell y a la conversión posterior de Greig Laidlaw (7-7, m.14).

Un golpe de castigo del apertura Laidlaw permitió a los del Cardo irse con ventaja a vestuarios (10-13), aunque ésta quedó anulada cuando al poco de la reanudación Biggar no falló el penalti y subió el empate al marcador (13-13, m.47).

Mejoraron en la segunda mitad los hombres de Warren Gatland, que gracias a dos ensayos, de Jamie Roberts y George North, y a las conversiones de Biggar dejaron el choque sentenciado a falta de poco menos de diez minutos para el final (27-16, m.72).

Escocia compitió hasta el final y consiguió apoyar el oval una vez más, en el minuto 78, gracias a Ruaridh Taylor, pero, incluso después de que Laidlaw se apuntara una nueva conversión, el choque ya había quedado sentenciado para «los Dragones» (27-23, m.80).

«Sabíamos cómo iba a jugar Escocia y que el partido iba a ser un desafío. El Seis Naciones de este año está más abierto que nunca, pero nosotros vamos a ir mejorando a medida que avance el torneo. Hoy hay que felicitar a Escocia, hizo un partido fantástico», aseguró tras el choque el capitán del «XV del Cardo», el ala Sam Warburton. EFE.

Fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Foto: EFE

 




 Sudáfrica 23 - Gales 19

«Los Boks» vencieron al «Dragón» 23-19 en un encuentro muy parejo que se definió cerca de final y le permite a Sudáfrica acceder a las semifinales de la RWC 2015.

Londres, Inglaterra, 21 de octubre de 2015 (D58).-  Como se esperaba, el primer partido por eliminación de la RWC 2015 entre «Springboks» y galeses iba a deparar una partida táctica, gran cantidad de pelotas altas y pocos resquicios para la imaginación. Un terreno propicio para las terceras líneas; para mantener la cabeza fría y el corazón caliente.

Gales comenzó buscando las patadas a cargar para aprovechar la envergadura de sus wings, sobre todo de North y de Jamie Roberts. El propio North tuvo la primera ocasión de cruzar el ingoal de Sudáfrica pero la defensa se las ingenió para frenarlo a un escaso metro.

«Los Boks», por su parte, entraron en el partido midiendo a su rival. Esperando el error de «los Dragones» para sumar de tres en tres cuando pudo y, cuando no, elevar la presión con un buen line y maul y las percusiones de su pareja de centros. 

En el minuto nueve Pollard inauguró el marcador al anotar un penal. Sudáfrica se movía al ritmo de Du Preez: lenta pero segura, a la búsqueda de óptimas posiciones para lanzar la ofensiva. En varias ocasiones lo intentó el medio scrum con patadas cruzadas hacia los wings. La defensa galesa, a veces en el límite, a punto estuvo de quebrar.

En el minuto 12 Pollard pasó el segundo penal de la tarde y a los 17, el tercero. Sudáfrica castigaba a «los Dragones» con su mejor lectura de los puntos de encuentro. Biggar había respondido de igual manera en el minuto 15 para estrenar el casillero de los de rojo, 9-3.

De una pelota alta de Biggar sobre los 22 metros de «los Springboks» nació el primer try de la tarde. El propio apertura galés disputó y ganó la posesión contra el fullback Le Roux, y habilitó a Davies para que el medio scrum cruzara el ingoal. El de Ospreys convirtió y con el 9-10, el «XV del Dragón» se colocó por primera vez por delante en el partido.

Sin embargo, la disciplina seguía costándole caro a «los Dragones». De la salida del centro, un nuevo penal, el quinto, convertido por Pollard devolvía la ventaja a «los Boks», 12-10, en el ecuador de la primera parte.

Con el tiempo por cumplirse Biggar intentó un lejano penal que golpeó en el poste. Sudáfrica en vez de despejar salió jugando y Gales recuperó la posesión para que el propio apertura se rehiciera del error anterior con un drop por el centro de los postes y dar la ventaja al XV de Warren Gatland en el descanso.

Asedio sudafricano

El segundo tiempo empezó con Sudáfrica imprimiendo una marcha más. «Los Springboks» dispusieron de un penal en el minuto tres pero Pollard lo mandó a la derecha de los postes. Gales, en cambio, estiró la ventaja en el minuto siete con un nuevo envío de su apertura desde el centro de la cancha, 12-16.

Con el paso de los minutos «los Boks» lograron enlazar ataque sobre ataque llegando a estar a cinco metros del ingoal. Pero Gales defendía. Sufría pero resistía. Si bien no por fuerza, sí por organización defensiva y una actitud encomiable.

A la segunda ofensiva infructuosa que sostuvieron los sudafricanos Pollard decidió acortar la agonía con un drop. Era el minuto 12 y los de Heyneke Meyer seguían creciendo. En el minuto 16 Pollard pudo devolver la ventaja a los suyos con otro penal, pero erró de nuevo.

El encuentro se disputó al límite, con cada contacto y cada ruck como si fueran el último y, pese a que Gales se estiró y trató de jugar una vez su ingoal seguía intacto, en el minuto 21, Pollard sí que acertó para subir el 18-16 al marcador. Sin embargo Gales no cedía en su empeño y desde la salida del centro y por medio del pie de Biggar, recuperó la mínima ventaja, 18-19.

A falta de siete minutos para el final, Sudáfrica se rearmó y dispuso de un scrum sobre el lado izquierdo del ataque. El scrum giró y Vermeulen, el octavo, vio que el flanco pegado al touch estaba mal defendido por un solitario Cuthbert.

Se desprendió y pasó la pelota a Du Preez para que el medio scrum apoyara junto a la bandera. Justo premio al asedio sudafricano. Pollard, junto a la línea, no sumó la conversión y el 23-19 favorable a Sudáfrica campeó en el marcador de la Catedral. Sería definitivo.

Hasta último momento Gales trató de reponerse al duro golpe de ceder tan al final. Pero no hubo manera posible para «los Dragones». Sudáfrica, más entera tras todo el partido con la pelota («los boks» hicieron 99 tackles por 189 de los galeses) decretó el final tras patearla afuera en mitad de cancha y Schalk Burger, de destacada labor, fue elegido como el «mejor jugador del partido».

Sudáfrica accede así a la cuarta semifinal de su historia y se medirá con el vencedor del partido entre Nueva Zelanda y Francia el próximo sábado 24 de octubre en Twickenham.

Redacción: Juan Carlos Abad

RWC 2015






Australia superó a Gales por 15-6 en Twickenham, en el encuentro que definió las posiciones del Grupo A de la RWC 2015, y quedó en la cima. El triunfo de «los Wallabies» se construyó en base a una férrea defensa y a la efectividad de su apertura Bernard Foley, que sumó todos los puntos de su equipo.

Londres, Inglaterra, 13 de octubre de 2015 (D58).- Fueron 80 minutos en los que las defensas prevalecieron sobre los ataques. Fundamentalmente, los dos complicaron a su oponente en el punto de encuentro y dificultaron la continuidad de los sistemas ofensivos, aunque eso no quitó intensidad ni emociones.

Gales dominó los primeros 15 minutos y obtuvo una ventaja inicial por 3-0 tras un penal que Dan Biggar cambió por puntos. Sin embargo, Australia empezó a emparejar las acciones a partir de la fortaleza de su scrum y de las reiteradas infracciones que forzó del rival.

Entonces llegaron tres penales de Bernard Foley -figura siete días atrás con 28 puntos en el mismo escenario ante los anfitriones-, que acertó sus primeros tres intentos a los postes para darle nueve puntos a su equipo a los 24’, 30’ y 36’ minutos.

En el medio, Biggar había logrado un transitorio 6-6 y a los 39’ desperdició la chance igualar otra vez con un envío que se fue desviado; asimismo, a los 40’, Matt Giteau se quedó corto en un intento desde mitad de cancha. Entonces, al término de una primera etapa sin tries, los australianos ganaban 9-6 y el final era abierto.

De la asfixia al triunfo

El complemento comenzó como habían concluido los 40 minutos iniciales: con infracciones de Gales y Foley implacable. En este caso, una acción de juego sucio de Faletau le permitió acertar frente a los postes y estirar la diferencia a 12-6, a los 11’.

Después, Gales se adueñó de la pelota y acorraló a Australia, que pasó más de 15 minutos en extrema defensa. En el primer intento, el medio scrum Genia vio la amarilla y, a continuación, lo hizo el segunda línea Dean Mumm. Entonces, «los Wallabies» jugaron con 13 y los europeos tuvieron dos ocasiones para cambiar el partido.

Primero, Faletau pareció apoyar pero, vía TMO, el árbitro Craig Joubert notó que la pelota se le cayó en el último movimiento. Después, George North metió toda su potencia en el ingoal australiano pero la pelota quedó arriba de un defensor.

«Los Wallabies» salieron de ese largo asedio recién cuando Ashley-Cooper forzó un penal del ataque luego de asfixiar una maniobra de los backs galeses. Cuando eso sucedió, Australia llevaba 117 tackles y su rival apenas 46, todo un símbolo del desarrollo.

Tras el reordenamiento del juego, el conjunto de Cheika volvió a posicionarse y Foley, con su quinto penal a los 32’ (falló uno después), puso el 15-6 definitivo para cerrar el partido y quedarse con el Grupo A.

El ganador se medirá en la siguiente instancia con Escocia, segundo del Grupo B, el domingo 18 de octubre; en tanto, el perdedor jugará con Sudáfrica, primero del Grupo B, el sábado 17 de octubre. Ambos encuentros serán en Twickenham.

RNS hf/jg
RWC 2015





Gales venció a Inglaterra por un ajustado 28-25 en un encuentro válido por el Grupo A. El partido se jugó en Twickenham Stadium y fue arbitrado por el francés Jérôme Garcès.

Londres, Inglaterra, 28 de septiembre de 2015 (D58).- De movida tomó la iniciativa Gales que aprovechó una infracción de Courtney Lawes, donde Dan Biggar se encargó de trasnformar el penal en 3 puntos con un envío a los palos.

Inglaterra intentó meterse en campo rival pero se topó ante una defensa galesa bien plantada que recuperó varias pelotas. Pero a los 11’ con un penal pasando la mitad de la cancha, Owen Farrell puso el 3-3 parcial.

A los 15 minutos, después de haber intentado un drop, el apertura galés puso a su equipo arriba nuevamente. El XV de la Rosa volvió a la carga de la mano de un activo y escurridizo Ben Youngs, quien después de varias fases abrió para el número 10 inglés que ejecutó un elegante drop desde lejos para poner a su equipo de nuevo en igualdad de condiciones.

En un partido jugado con las pulsaciones y revoluciones típicas de un cruce entre dos potencias, fue Inglaterra el que asomó la cabeza para pasar por primera vez arriba del marcador con un penal de un afilado Farrell que dejó el marcador 9-6.

A los 26 minutos llegó la primer emoción profunda de la noche. Una jugada preparada a partir de un line, terminó en una combinación entre los backs. El fullback Mike Brown generó un ruck a 5 yardas del ingoal rival, donde el medio scrum jugó rápido por el ciego para servirle el try al wing Jonathan May que estiró la diferencia.

«Los XV del Dragón» intentaron reaccionar pero carecieron de profundidad a la hora de atacar simplificando el eficiente trabajo de una estructura defensiva inglesa que funcionaba sin fisuras.

Hasta que a los 38’ apareció el centro Scott Williams cortando por el centro de la cancha aunque su intento por llegar hasta debajo de los palos fue bien neutralizado. Pero la jugada derivó en un penal que Biggar metió para sellar el 16-9 del primer tiempo. 

Desenlace emotivo

En los primeros minutos el protagonismo lo tuvo el equipo anfitrión. Los dirigidos por Stuart Lancaster avanzaron varios metros con una punta de lanza llamada Sam Burgess, nacido en el Rugby League, que inclinó la balanza y acercó posiciones al ingoal contrario. Un penal de Farrell, con puntaje ideal, movió el tanteador hacia un 19-9. 

Un imparable Ben Youngs hacía las veces de titiritero y generaba peligro con sus amagues y diagonales convirtiéndose en una amenaza permanente para Gales.

En este mano a mano de aperturas, en menos de cinco minutos, dos penales de Biggar y uno de Farrell, dejaron el parcial en 22-15 y el partido estaba más que abierto entrando en su parte más excitante y entusiasta. Sin mencionar los tres puntos que volvió a sumar el apertura galés para quedar cuatro puntos abajo.

Promediando el complemento y embalados, los dirigidos por Warren Gatland comenzaron a desplegar un juego más punzante y fueron tomando confianza.

Una escapada por la punta de George North casi pone en jaque a la defensa inglesa que no encontraba respuesta ante la reacción rival. Gales avisaba y continuó atacando en el medio de un partido que empezaba a tener nuevos protagonistas que llegaban desde el banco con el objetivo de renovar aire y energía.

Inglaterra no podía salir de su campo y se dedicó a defender ya que tampoco tenía la obtención de la pelota. Recién a los 25’ con una jugada colectiva casi llegó lo que hubiera sido el segundo try y el alivio pero un error de manejo se lo impidió. Gales, perseguido por las lesiones, se vio obligado a meter varios cambios e Inglaterra aprovechó el desconcierto con un penal gracias a la puntería del apertura local para poner el resultado 25-18.

Pero a falta de 10 minutos, el atrevimiento y desparpajo galés pudo más en el juego con una obra maestra del contragolpe. La pelota llegó a la punta y el ingresado Lloyd Williams pateó un kick quirúrgico al medio para el ingreso de Gareth Davies que apoyó el primer try de la jornada para «los Dragones Rojos». La conversión y un penal de mitad de cancha de un más que acertado Dan Biggar (autor de 23 puntos) hicieron que pase a ganar Gales 28-25.

Los últimos minutos mostraron a un necesitado y urgido equipo inglés que poco pudo hacer para torcer la historia cuando solo restaban cinco minutos para el final. Una infracción galesa dejó en evidencia a Inglaterra que buscó el touch en lugar de intentar empatar desde una posición que no era fácil.

Gales resistió los embates ingleses del final y se quedó con una victoria muy festejada por vencer al dueño de casa en un grupo sumamente difícil.

Ahora los dirigidos por el neozelandés Warren Gatland enfrentarán a Fiji el jueves 1 de octubre en el Millenium Stadium de Cardiff, mientras que los de Stuart Lancaster se veran las caras ante Australia el sábado 3 en Twickenham Stadium.          

RNS me/
RWC 2015