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Plazoleta de la Basílica de nuestra señora de Chiquinquirá |
Sonaron las campanas, desde lo alto, tres palomas grises presenciaron a las 11.00 de la mañana de este miércoles 06 de Marzo, la llegada de centenares de oficialistas a la Plazoleta de la Basílica, en el centro de Maracaibo, donde el padre Vidal Atencio ofreció una misa en honor al presidente de la República, Hugo Chávez, quien falleció el día martes en horas de la tarde en el Hospital Militar de Caracas.
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 07, Mar. 2013, (D58).- Desde noviembre de 1969, cuando murió Ricardo Aguirre, «El Monumental de la Gaita», no se había visto tanto dolor y tristeza en la Basílica como ayer, se escuchó decir a un anciano vestido con prendas rojas quien acudió a la eucaristía.
Fue un mar de gente, de oficialistas, de revolucionarios, quienes entre lágrimas corearon: «Chávez vive, la lucha sigue». Acto seguido, al reproducir palabras del Presidente, exclamaron: «Patria, patria, patria querida, tuya es mi vida, tuyo es mi honor».
Frente a la iglesia, voces desgarradas de chavistas gritaron las frases «Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro», «Chávez no murió, vive en el pueblo que libertó», «Chávez lo logró y al pueblo despertó», y el contundente «¡Que viva Chávez!».
El sol, como es costumbre en esta ciudad occidental, ardió entre los presentes, pero ello no impidió que permanecieran ahí durante casi dos horas para «rendirle culto al dolor y al amor», según manifestó uno de los seguidores de Chávez quien acompañó a la multitud en una caminata que había partido desde la Plaza Bolívar, junto al Gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas.
En la ceremonia a cielo abierto, el párroco Vidal expresó: «Hoy la vida, la historia, hace que seamos partícipes de uno de los acontecimientos más importantes (…) desde ayer no he podido estar unos minutos sin llorar, pero la tarea no es llorar, sino estar unidos».
En el emotivo discurso, agregó: «Frente a la Virgen de Chiquinquirá y el Cristo liberador de Chávez, no está permitido rendirse, necesario es vencer. Esa bandera que nos dejó Chávez, llévensela si quieren, riéguenla, hagan lo que quieran, porque es nuestra bandera. ¡Viva Chávez, carajo!».
Vidal, con voz entrecortada, continuó: «Dios se ha llevado a Chávez a la eternidad y lo ha hecho eterno. (…) Este pueblo ya no es el mismo, y no se equivoquen (los opositores). Y al que anda dudoso no me lo vayan a golpear, tráiganlo y lo convencemos, porque si algo tuvo Chávez fue que los amó a todos».
El párroco destacó que Chávez enseñó lo que era la espiritualidad y por eso «es el corazón de la patria», a la par que sonaban canciones del cantor del pueblo, Alí Primera.
Vidal realizó una ofrenda para que el Presidente obtuviese el «sagrado perdón de los pecados» y, enseguida, pronunció: «Chávez, hermano mío, hijo, padre, ve a descansar, porque nosotros nos ocuparemos de tu tarea, esa que nos encomendaste. Ve tranquilo a descansar».
Volvieron a sonar las campanas.
Vidal terminó de oficiar la eucaristía con tres vigorosos «¡Viva Chávez!», seguido del Himno Nacional de la República cantado por el propio «líder y eterno comandante» en una grabación. El Gloria al Bravo Pueblo en boca del Presidente retumbó en el lugar y en los corazones de los presentes. Por unos minutos, la voz del mandatario nacional fue la única que acompañó el silencio de sus seguidores.
Luego tomó el micrófono el gobernador del estado, Francisco Arias Cárdenas, quien declaró: «¿Quién dijo que todo está perdido? Chávez, poco a poco, liberó al pueblo de Venezuela como liberó al caballo del escudo para que corriera a la izquierda, (…) liberó a los estudiantes, a los Wayuu, Bari, Yukpa con Sabino Romero… Nos liberó el alma y el corazón».
Arias, acompañado del presidente del Parlamento Latinoamericano, Rodrigo Cabezas; el presidente del Metro, Rafael Colmenarez; el secretario de gobierno, Blagdimir Labrador, y demás miembros de su gabinete y diputados, detalló que el Presidente le repitió en varias oportunidades que no quería estar abandonado en Santa Marta, Colombia, como Simón Bolívar, a lo que hoy replicó de manera enérgica: «¡Chávez no va a estar abandonado nunca!».
Emotivo, Arias aseveró que Chávez «amó a todos en Zulia, a hombres y mujeres», y contó que cuando estuvo enfermo en La Habana, Cuba, él mismo imploró por su salud al Lago de Maracaibo y a la Chinita.
Enfatizó que el mandatario dejó un claro mandato: unidad, batalla y victoria. «En esta patria nuestra se consolida la revolución bolivariana y sus ideales», acotó.
Al referirse a la última orden de Chávez, cuando el 8 de diciembre dijo que si algo le llegase a suceder, el pueblo debía escoger al vicepresidente Nicolás Maduro como su sucesor, Arias resaltó: «Él debe continuar al frente con los ideales de Chávez. Todos juntos vamos a ser Chávez cada día (…) Y seremos Chávez para darle el mismo regalo del 7 de octubre, cuando el CNE anunció que el Zulia se pintaba de rojo. En su honor, en su memoria, nos toca ratificar la revolución para colocar, como el mismo Chávez lo quiso, a Nicolás Maduro en el mandato presidencial».
Para finalizar, Arias realizó un juramento ante el pueblo presente, en el que prometió mantener la independencia y la patria soberana. «Que viva Chávez, la revolución bolivariana, vamos a la victoria», sentenció.
Concluida la misa, un grupo de seguidores de San Benito de Palermo efectuó, con su tradicional música, una ofrenda al Presidente.
Habla el pueblo
«Sin duda alguna, este suceso nos marca y llena de tristeza. Sin embargo, esta generación tiene suerte de haber visto y compartido este proceso, la revolución del ahora convertido en prócer. Antes veíamos a los héroes en los libros, y ahora tenemos que estar orgullosos de haber visto a un héroe vivo, un revolucionario como Chávez», comentó Ángel Contreras.
Agregó: «Ahora la lucha es el compromiso, vienen tiempos duros, pero seguimos rodilla en tierra con Chávez».
Por su parte, Judith Salazar, otra seguidora del Presidente, dijo: «Tenemos el alma y corazón roto, pero lleno de fortaleza. Ese hombre nos enseñó a conocer la patria, él mismo fue la patria. Si queremos ser como Chávez, tenemos que serle fiel y seguir la revolución con su sucesor Nicolás Maduro».
Sobre el máximo mandatario, el oficialista Henry García aseguró que Chávez cambió al país y al mundo entero, y destacó: «Su legado siempre estará con nosotros. Somos revolucionarios y seguiremos el proceso con Maduro. Chávez vive y vencerá».
Para Rafael Bracho, miembro del concejo comunal Adán Bracho en la parroquia Cecilio Acosta, Chávez está con su gente, en su corazón, con más fuerza que nunca. «Su muerte no será en vano, porque el pueblo entero, como él lo quiso, seguirá la revolución con Maduro. La silla (presidencial) es y seguirá siendo del pueblo, Chávez nos la dio y nadie nos la quitará», afirmó.
A esta hora, millones de seguidores en el mundo, así como autoridades gubernamentales y personalidades de distintos ámbitos, continúan llorando la muerte del presidente Hugo Chávez, quien se convirtió, como lo dijo Maduro antes de anunciar su desaparición física, en el «Libertador del siglo XXI».
Redacción: Contreras, David / Noticiaaldia.com
Fotografías: Villasmil, Henry
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Padre Vidal Atencio |