Todos conocemos el ibuprofeno, lo tomamos para el dolor de cabeza, muscular, de muelas y pare usted de contar, pero lo que no sabemos es que, precisamente, nació cuando el doctor Stewart Adams tenía un fuerte dolor de cabeza producto de una resaca y necesitaba algo que lo aliviara ya que, debía hablar en público.
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 20 de noviembre de 2015 (D58).- «Era el primero en hablar y me dolía la cabeza después de haber salido la noche anterior con mis amigos, así que me preparé una dosis de 600 miligramos solo para estar seguro y descubrí que era muy efectiva», explicó.
Ahora, a sus 92 años, Adams recuerda los años de investigación, las infinitas pruebas hechas a compuestos y las muchas frustraciones antes de que él y su equipo descubrieran, hace más de 50 años, que el ibuprofeno era un fármaco con muchas posibilidades.
Adams ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo y continuó trabajando para la empresa por el resto de su carrera.
Hoy en día distintas empresas de todo el mundo fabrican unas 20 mil toneladas de ibuprofeno al año. Vienen en distintas formas y tamaño, incluyendo jarabes diseñados específicamente para niños.
¿Fiebre? ¿Dolor de cabeza? ¿Dolor de espalda? ¿O incluso de muelas? Lo más probable es que el ibuprofeno sea la primera opción que ofrezca el farmaceuta.
Funcionamiento y efectos secundarios
Es un fármaco antiinflamatorio sin esteroides. Debido a que su estructura química es diferente al de los esteroides, no es tan tóxico.
Reduce el dolor al actuar en las prostaglandinas, responsables de causar la inflamación en el cuerpo. La inflamación puede producir hinchazón, calor, rojez, pérdida de funcionamiento, fiebre y dolor.
Los efectos del analgésico empiezan poco después de tomar la dosis, pero puede llevar más tiempo para reducir la inflamación.
Expertos recomiendan tomar la dosis más pequeña durante el menor tiempo posible, pues como efecto secundario puede generar náusea y vómito.
Redacción: Morillo, Fátima
Fuente BBC.com