Firma del acta de independencia 5 de julio de 1811
Un hecho trascendental para el nacimiento de una nación, no se vislumbra la verdadera intensidad que tuvo en su momento histórico, queda a la distancia del tiempo, para que las generaciones venideras sean sus testigos lejanos.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 5 de julio de 2015 (D58).- El 5 de julio de 1811, día de la Firma del Acta de la Independencia, como se establece oficialmente y en los libros de historia, constituye la reafirmación de los sucesos del 19 de abril de 1810, enmarcados dentro de lo que se considera la Declaración de la Independencia.

En fragmentos extraídos del documento original de la denominada Acta de Independencia, se puede leer lo siguiente:

«…Nosotros, aquí los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía».

Y posteriormente en la parte final aparecerían las siguientes líneas:

«Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y la autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias unidas son, y de hecho y de deben ser desde hoy, de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes...»

Es obvio que el país no fue libre y soberano hasta después de finalizada una sangrienta guerra contra el Imperio Español entre los años 1810 y 1823, el 24 de julio este último año, la Armada del Ejército Patriota derrota a un importante contingente de la Armada Imperial en la Batalla naval del Lago de Maracaibo, con lo que el España queda, salvo algunos reductos controlados en el interior del país, derrotada militarmente.

El texto completo del Acta de la Independencia es también una exposición muy bien sustentada de principios y de motivos sobre los cuales se sustenta el proceso de emancipación no sólo de Venezuela, sino igualmente de los pueblos de América en general, por lo tanto la fecha en que se decide redactarlo y ponerlo en vigor es fundamental para la historia del país con todas sus repercusiones y en especial para las futuras naciones hispanoamericanas. 

El 30 de marzo de 1845 Su Majestad la Reyna Isabel II de España reconoce ante el gobierno de la República de Venezuela, su carácter de nación independiente de la Corona Española. El Dr. Cristóbal Mendoza, quien ejercía la presidencia del Congreso Constituyente del 5 de julio de 1811, es considerado de hecho el primer presidente de la naciente república americana.

Redacción: Abreu, Glabeana con fuente web.




Hoy 24 de junio de 2015 se cumple el 194 aniversario de la Batalla de Carabobo, donde el ejército republicano al mando de Simón Bolívar derrotó al ejército español. Importante fecha en la historia de Venezuela, que marcó un paso determinante para alcanzar la independencia del dominio español.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 24 de junio de 2015 (D58).- El 24 de junio de 1821 se desarrolló cerca de lo que es hoy en día Valencia, estado Carabobo, la denominada «Batalla de Carabobo», acción bélica desarrollada entre el ejército realista a cargo del mariscal de Campo Miguel de la Torre y el republicano, comandado por el entonces general en jefe Simón Bolívar. 

Las tropas de El Libertador fueron divididas en tres: la primera comandada por José Antonio Páez, integrada por los batallones Bravos de Apure y los Cazadores Británicos, además de 7 regimientos de caballería. La segunda, estaba a cargo por el general de división Manuel Cedeño, y constituida por los batallones Tiradores y Vargas, adicional de un escuadrón de caballería. La tercera y última estuvo bajo las órdenes del Coronel Ambrosio Plaza y constituida a su vez por 4 batallones (Rifles, Granaderos, Vencedor de Boyacá y Anzoátegui), para sumar en total 6 mil 500 hombres en contra de las fuerzas realistas.

El campo de batalla, una sabana de unos 4 kilómetros de longitud de este a oeste y 3 kilómetros de norte a sur, fue objeto de reconocimiento por parte de Bolívar quién llegó a la conclusión de que era imposible ganar atacando al enemigo por su frente y sur. Consecuentemente, su estrategia estuvo orientada a atacar el ala derecha a la par de seguir por el camino hacia el centro de la posición defensiva, y es por ello que tuvo que reagrupar a las tropas en ambas direcciones.

Luego de la efectiva estrategia, la estruendosa batalla concluyó con la retirada del ejército realista, aunque estos fueron perseguidos por las fuerzas patriotas hasta Valencia. De las cifras que se manejan de los realistas, dos oficiales superiores fallecieron, al igual que 120 subalternos y 2786 soldados.

Esta victoria inició el camino de la independencia frente a España, que se termina de consolidar en 1823 con la Batalla Naval del lago de Maracaibo, y la toma de las fortalezas de Puerto Cabello, donde se había refugiado parte del ejercito realista de Carabobo.

El prócer Camejo

Sobre este prócer de la independencia venezolana, que este año recibe el tributo del traslado de sus restos simbólicos al Panteón Nacional, el historiador resalta su origen humilde.

«Camejo era el soldado más humilde. Por su origen de esclavo, pudo haber muerto en un conuco sembrando o arriando bestias en los llanos, pero la providencia quiso que su patrón lo mandara a pelear a las filas realistas del comandante (José) Yánez, donde se destaca. Sin embargo, es presentado al general Páez, y se produce una conversión que lo lleva a defender con ímpetu la causa independentista», acotó.

El patriota, «era despierto de mente, jovial e inocente. Páez lo pasa a sus filas, y ya para 1819 era teniente de caballería. Era el primero que salía a pedir el santo y seña a quien se acercaba al campamento, y así ver si era enemigo o aliado. Su destreza con la lanza y su forma de enfrentar el combate le hicieron acreedor del apodo "Negro Primero"».

Para Vitulano, llevar los restos simbólicos de Camejo al Panteón Nacional era una deuda histórica que se tiene no solo con este aguerrido soldado, sino con otros próceres de nuestra independencia, como Ambrosio Plaza y Julián Mellado.

Redacción: Abreu, Glabeana con fuente web.