La artista chilena de electropop, Javiera Mena se presentó en la noche de cierre de Viña 2016 y acalló las críticas que recibió durante su presentación junto a Alejandro Sanz, y tuvo un aplaudido paso por el Festival de Viña del Mar que le valió para llevarse Gaviotas de Plata y de Oro.

Viña del Mar, Chile, 28 de febrero de 2016 (D58).- Aunque el grueso del público evidentemente desconocía sus canciones, convengamos que todos ahí esperaban a Don Omar, la escucharon con atención y respeto. Y ella aprovechó la oportunidad para acallar las críticas recibidas luego de su traspié con Alejandro Sanz.

La joven cantante chilena abrió su presentación de electro pop con «Hasta la verdad», tema cuya interpretación fue acompañada por un cuerpo de bailarines que le dieron un plus a la puesta en escena.

La nominada al Grammy Latino, cubierta de una capa cobriza, continuó su presentación con «Otra era», single que da nombre al disco por el que ha recibido cientos de elogios a nivel internacional.

«Sincronía, Pegaso» le valió aplausos espontáneos, antes de su primer speach para la Quinta Vergara.

«Para mí es muy especial estar aquí esta noche... Primero porque estoy en Viña del Mar, que para mí es muy importante. Es muy bonito estar en el Festival», dijo la cantante antes de empezar «Sol de Invierno», tema interpretado a dúo con Gepe.

«Espada» y «Luz de piedra de luna» hicieron bailar a parte del público, sobre todo en palco, donde todos disfrutaban de pie la actuación de la jurado.

En el epílogo «Yo no te pido la luna» sonó con fuerza sobre el escenario, antes de que bajara la Gaviota de Plata que la emocionó.

«Es muy difícil hacer una carrera larga en Chile. Nos cuesta a los que hacemos música independiente», declaró la artista, destacando que «yo hago música porque la siento en el corazón».

Fue entonces que parte del público, uno no una muy grande a decir verdad, pidió la presea dorada y los animadores de la entregaron para cerrar así su actuación y acelerar el arribo del hombre que todos esperaban: Don Omar.

Redacción: Karen Cordovez / Festival Viña del Mar
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE









Javiera Mena, la estrella latinoamericana del electropop y representante de la nueva ola de música chilena, se ha consolidado como unas de las caras visibles de la liberación femenina, en una época en la que, según la cantante, el lesbianismo «aún es invisible».

Viña del Mar, Chile, 25 de febrero de 2016 (D58).- «Más allá que me canse o no cuando me preguntan sobre mi homosexualidad, esto habla de nuestra sociedad. Ahora se está hablando nuevamente (del lesbianismo). Me tocó lanzarme yo primero a la piscina, pero con el tiempo mi música será lo que quedará», señaló la artista en una conversación con Efe.

Mena, que también triunfa en España, está de paso en la ciudad de Viña del Mar, que mira al Pacífico, por su participación como jurado y artista en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, un evento que ven por televisión más de 120 millones de personas en todo el mundo.

Con melodías que cruzan el pop electrónico con sonidos más indies, la autora de «Otra era», uno de los disco más celebrados del mercado latino en 2014, es una de las artistas chilenas con mayor proyección gracias a su particular estilo y las explícitas letras que la llevaron a ser considerada un icono gay, aunque ella asegura no serlo.

«Más que me guste hablar sobre mi sexualidad, es cansino que todo el tiempo te estén sometiendo con este tema. Pero cuando lo analizo, lo acepto porque estoy haciendo algo positivo, abordando algo de que nunca se habla. Me da orgullo», expresó Mena.

La cantante chilena de 32 años, que lleva 4 discos de estudio publicados, siente que su discurso es por la diversidad «en general», y no sólo por la homosexualidad.

La también productora musical confiesa que aún está en una etapa de evolución a nivel artística y que siempre va en la búsqueda por mejorar las puestas en escena de sus conciertos, que destacan por los cromáticos juegos de luces y las histriónicas bailarinas lideradas por la coreógrafa catalana Tuixén Benet.

«Con mucho honor recibo el éxito en el mercado español y el mercado mexicano, porque son muy exigentes. Me da mucha alegría poder ir a España y hacer giras allá, entonces obviamente me da felicidad que todo el trabajo se devuelva. Quiero seguir cantando allá porque no es fácil para un chileno entrar ahí», cuenta.

En su meteórica carrera musical, Mena ganó en 2011 un premio a la Música Independiente en España y fue nominada a los Grammy latino en 2015 en la categoría Mejor canción alternativa por «Otra Era».

La autora de «Esquemas Juveniles», su primer disco editado en 2006 que la catapultó a la escena musical, lidera una fuerte oleada de renovados representantes del pop nacido en las tierras australes de Chile, como Gepe, Pedropiedra, Astro, Camila Moreno y Francisca Valenzuela.

Su presentación de este viernes en el Festival de Viña de Mar la ve como una «consolidación» en la industria comercial porque podrá «llegar a un nuevo público» que no la «ve por YouTube, Facebook o las redes sociales».

«Para mí el Festival de Viña es muy importante, porque es como un video musical de una presentación. Está muy bien grabado, hay muchas cámaras, hay preocupación y profesionalismo. Es una presentación en 360, un escáner máximo», destaca Mena.

La cantautora, que se califica como una melómana que amplió sus gustos musicales gracias a internet, asegura que busca expandir su público, que es dominado por jóvenes, apuntando a un público mayor.

«A las mamás de estos niños les gusta mi música, entonces yo creo que mi música tiene influencias de muchas épocas, y a cualquier persona le puede tocar una fibra distinta a su corazón por la época que puedo abarcar», aseguró.

Pese a nacer en uno de los países más conservadores de la región, Mena afirma que las nuevas generaciones en Latinoamérica están en condiciones para entender su música que alude al amor homosexual y la liberación sexual.

La artista reflexiona que en Chile la dictadura que los golpeó entre 1973 y 1990 aportó mucho «a no respetar la diversidad, pero creo que las generaciones nuevas sí están muy bien preparadas para aceptar todo lo diverso, en todo sentido».

«Las nuevas generaciones tanto en Chile como en el extranjero están preparadas para el contenido de mis letras. Las nuevas generaciones le enseñan a los más adultos, creo que sobre todo los chicos de veinte años para abajo, son muchos más abiertos», sentenció.

Redacción: Cristóbal Chávez Bravo / EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE