El Barcelona se ha proclamado este sábado campeón de la Liga al ganar por 0-3, con tres goles del uruguayo Luis Suárez, en el Nuevo Los Cármenes al Granada, resultado que le ha servido para alcanzar en la última jornada su vigésimo cuarto entorchado con un punto de ventaja sobre el Real Madrid.

Granada, España, 14 mayo de 2016 (D58).- El conjunto dirigido por Luis Enrique Martínez puso el encuentro muy a su favor en el primer tiempo con dos tantos de Luis Suárez, ambos tras sendas asistencias de los laterales del equipo, Jordi Alba y el brasileño Dani Alves, en cuyas subidas encontró el Barça la solución perfecta para romper el férreo entramado defensivo local.

Tras el descanso, ante un Granada mucho menos ofensivo al estar con el resultado en contra, los jugadores del Barcelona aguantaron muy bien su renta, aunque en los últimos instantes ampliaron su ventaja con otro tanto del uruguayo, máximo goleador del campeonato con cuarenta dianas, esta vez a pase del brasileño Neymar Junior.

Salió el Barcelona decidido a solventar el choque pronto, por lo que acumuló varias llegadas en el primer cuarto del duelo, la más clara cuando Andrés Fernández sacó bajo la portería un cabezazo de Gerard Piqué a bocajarro a los seis minutos.

Sacó las uñas el Granada, ya salvado matemáticamente y que no se jugaba nada en este partido, con un contragolpe que acabó con un disparo muy flojo del marroquí Youssef El Arabi a las manos del meta alemán Marc Ter Stegen, pero rápidamente encontró la respuesta del argentino Leo Messi con un tiro desde fuera del área que despejó a córner Andrés Fernández.

Después, en un mano a mano de Neymar ante el meta local tuvo que intervenir David Lombán para mandar el balón a un córner que acabó con otro cabezazo de Piqué a las manos de Andrés Fernández.

Cuando el dominio abrumador del Barça empezaba a desaparecer y el Granada parecía crecer en el partido, en el minuto 21, Andrés Iniesta y Neymar combinaron, Jordi Alba rompió al encontrar superioridad en la banda izquierda y dio una asistencia de gol a Luis Suárez, que sólo tuvo que empujar el esférico para acercar a su equipo al título de Liga al borde del ecuador de la primera parte.

Justo a continuación, Messi hizo trabajar de nuevo a Andrés Fernández con una falta directa lanzada con más intención que fuerza, aunque todo el frenesí del inicio se paró de golpe y el choque entró en una fase de calma tensa, aunque siempre controlado por los visitantes.

La sensación era que ambos conjuntos daban su consentimiento a la llegada del descanso, pero en un abrir y cerrar de ojos el Barcelona marcó el 0-2 en el minuto 37: pase en largo del argentino Javier Mascherano, Alves llega a centrar un balón que parece se va a perder por la línea de fondo y Luis Suárez se anticipa a Andrés Fernández con la cabeza.

De ahí al intermedio, Neymar perdonó la sentencia al rematar mal una buena jugada personal a la contra y el Granada, muy flojito en ataque, dispuso de su mejor opción para marcar, en un despeje de Piqué tras un centro del venezolano Adalberto Peñaranda.

El Granada fue a buscar al Barcelona más arriba en la segunda parte, que comenzó con otra buena intervención del meta local, en una colocada falta directa lanzada por Messi.

Dispuso Fran Rico de una clara opción para marcar el 2-1 en el minuto 52, pero su disparo se topó con la notable parada de Ter Stegen, a la que respondió sólo unos segundos después Andrés Fernández con otra sensacional parada ante Neymar.

El choque en la segunda mitad fue mucho más equilibrado porque el Granada tuvo la obligación de irse hacia arriba, aunque apenas inquietó a un Barcelona que no tuvo problemas para defender su renta.

Los parones, con un par de trifulcas que acabaron con demasiadas tarjetas en un choque que apenas tuvo dureza, y los cambios ralentizaron la recta final de un encuentro decidido desde el primer tiempo.

Para evitar sustos finales, Luis Suárez volvió a aparecer en el minuto 87 para marcar el 0-3, al finalizar un contragolpe que había iniciado Messi y tras una asistencia de Neymar.

El Granada pudo marcar en el tiempo añadido, pero un disparo de David Barral se estrelló en un poste, mientras que el banquillo barcelonista ya festejaba el título liguero.

Ficha técnica:

0 - Granada CF: Andrés Fernández; Lombán, Babin, Ricardo Costa (Doria, m.80), Miguel Lopes; Fran Rico, Rubén Pérez, Dux; Rochina (Isaac Cuenca, m.46), Peñaranda y El Arabi (Barral, m. 77).

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves, Piqué, Mascherano (Mathieu, min 74), Jordi Alba; Busquet (Sergi Roberto, min 87), Rakitic (Arda, min 79), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez.

Goles: 0-1, min 21: Luis Suárez. 0-2, min 37: Luis Suárez. 0-3, min 86: Luis Suárez.

Árbitro: Hernández Hernández. Mostró cartulina amarilla a los locales Dux, Rubén Pérez, Fran Rico, Andrés Fernández y Ricardo Costa, y a los visitantes Busquet y Piqué.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima octava y última jornada de la Liga disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 22.000 aficionados, con nutrida presencia de seguidores visitantes.

A la conclusión del encuentro hubo invasión del terreno por parte de cientos de seguidores y los jugadores «azulgranas» no pudieron festejar mucho tiempo sobre el césped el título.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE
 










Tras la victoria de su equipo en el Camp Nou (1-2), el jugador del Real Madrid Sergio Ramos ha asegurado que, a pesar de los siete puntos de ventaja que tiene el Barcelona en la Liga a falta de siete jornadas, todavía «puede pasar de todo».

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 03 de abril de 2016 (D58).- «Mientras matemáticamente haya posibilidades, el Madrid está obligado a luchar. La semana pasada lo veíamos muy lejos y ahora que estamos a siete puntos, hay muchos puntos en juego. Puede pasar de todo», ha asegurado el jugador andaluz tras el clásico.

Ramos se ha mostrado muy contento por la victoria, si bien ha apostado por rebajar la euforia: «En el fútbol hay que mantener los pies en el suelo y a día de hoy no hemos hecho nada, pero estamos en el buen camino».

Por ello, ha instado a sus compañeros a «enfocar cada partido como una final» para «afrontar este último tramo de temporada de la mejor manera posible».

«Este partido es una manera de recupera la confianza. Es un premio al sacrificio de las últimas semanas. Estamos trabajando muy duro», ha subrayado.

Por último, Ramos se ha referido a su expulsión en el minuto 85. «Ha sido una pena haber dejado al equipo con uno menos, pero si llego a saber que íbamos a ganar con uno menos, me expulsó en el minuto cinco», ha bromeado.

Redacción y fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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El Real Madrid ganó el clásico (1-2) tras unos minutos finales muy brillantes y reclamó protagonismo en la Liga, en la que el Barcelona sigue líder, pero con menos ventaja respecto al segundo, el Atlético, que hoy ganó 5-1 y queda a seis puntos de los «azulgranas».

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 02 de abril de 2016 (D58).- El partido que debía servir para ofrecerle un homenaje a Cruyff y a su legado fue una copia mala de la mejor versión que tiene el Barcelona, que además pone fin a su racha de 39 encuentros seguidos sin conocer la derrota.

El Barça más espeso de la temporada salió del Camp Nou líder pero abatido, pues ni fue mejor ni supo poner en escena algo del fútbol que atesora.

Salió el Madrid a no dejar espacios, tirando la defensa arriba y reduciendo la zona media, donde acostumbra el Barça a mover más y mejor el balón. Sí que lo pudo mover, pero sólo cuando transitaba el cuero por la defensa, ya que en los pies de Iniesta, Rakitic o Busquets, el fútbol del Barça no fue nada fluido.

Subió metros Lionel Messi para incrementar los efectivos en la medular y la banda derecha quedó para un Dani Alves que tenía doble trabajo: maniatar a Cristiano Ronaldo y aprovechar la autopista que tenía por delante. Poco recorrido tuvo el brasileño por una banda que su compatriota Marcelo guardó bien.

Al Madrid le estaba saliendo un buen partido: arriesgar lo mínimo y volver a fiar todo su potencial a que Cristiano o Bale enganchasen un balón y por velocidad y acierto hiciesen el resto. Pero el Madrid esta noche en el Camp Nou estaba más por la defensa que por las aventuras en el campo azulgrana.

Al Barcelona le costó horrores acercarse a la meta de Navas y en un saque de portería de Bravo, el balón lo disputó Suárez, después fue a Neymar, quien en un centro preciso envió el cuero al uruguayo y éste, sorprendentemente, falló un gol cantado, error tras el cual los madridistas protestaron un fuera de juego previo, que acabó con una amarilla a Sergio Ramos.

Modric, uno de los blancos más brillantes en los primeros 45 minutos, trazó un pase a Bale que, por la banda derecha, lo reenvió al centro, justo en el instante que Piqué se echó al suelo y desbarató una clara acción de gol.

No era la primera vez que al Barça se le planteaba el desafío de un rival resguardado en su cueva, pero solía pasar que con los minutos la intensidad daba paso a una secuencia de acciones con goles. Este noche, el Barcelona vio un Madrid muy diferente del que se topó en la primera vuelta.

El equipo de Zinedine Zidane estuvo muy seguro atrás y por las bandas tanto Marcelo como Carvajal cuajaron minutos de mucha corrección táctica.

Ante este nuevo colapso, y con una defensa rival atrevida y adelantada, ni Messi encontraba conexiones ni Suárez y Neymar ofrecían movimientos para romper un sistema defensivo que se había impuesto claramente.

Las oportunidades del Barça llegaban a cuentagotas: en el minuto 16 Iniesta disparó y Ramos en el suelo sacó el balón y tres minutos después fue Navas quien sacó un balón envenenado de Rakitic.

En el 24, Messi pidió penalti por una entrada de Ramos, que en realidad fue fuera del área, pero el árbitro, que estaba encima de la acción, no frenó la jugada.

La primera ocasión que tuvo Cristiano, en una noche de alta intensidad con el marcaje de Dani Alves, fue en el minuto 25, cuando se coló por la otra banda y, tras superar a dos rivales, envió un fuerte disparo al que Bravo respondió con los puños.

El Madrid se creció en unos momentos en los que tocó el balón en el centro del campo y en un contragolpe que arrancó Bale acabó frenado por Mascherano, que vio una amarilla, cuando tanto Benzema como Cristiano habían buscado líneas de pase. En la falta directa, el portugués envió el balón a las nubes.

En el último suspiro del primer acto, el gol merodeó las dos porterías, con un disparo alto de Alves y en el 43 con una clamorosa oportunidad de Benzema, que se encontró con un balón en el punto de penalti sin oposición y lo envió por encima del travesaño.

No hubo cambios en la reanudación y tampoco en el mapa del partido, con un guión muy ajustado a lo visto en la primera parte, con un Madrid más pasivo que activo y que en una falta de Ramos a Suárez temió perder al capitán por una amarilla que no llegó, a pesar de la protesta de todos los «azulgranas».

No se guardó nada el Madrid a la hora de defender. Los incansables Kroos, Modric y Casemiro encontraron socios indispensables para la tarea de contener al Barça, como Cristiano Bale. Destacaron por encima de todo las ayudas que brindaron para anular en lo posible a Messi, propósito que al Madrid le funcionó bastante bien.

Y cuando delante se abría una brecha, entonces ahí estaba Keylor Navas para salvar los muebles, como en una picada que le hizo Messi y el centroamericano sacó las uñas para evitar el primer tanto del Barcelona en el minuto 54.

En el siguiente minuto, Piqué, que se había quedado en el Bernabéu con las ganas de haber firmado el 0-5 en la primera vuelta liguera, dejó retratado en un córner a Pepe en el marcaje, y tras sortearlo encaró el balón que venía de la esquina para marcar el 1-0.

La reacción del Madrid fue inmediata y llegó con una acción individual de Marcelo, que cedió el balón a Kroos y éste, tras un centro algo defectuoso, conectó con Benzema, que a la media vuelta empató el partido (1-1). Bale, desde la frontal, tuvo el 1-2 porco después.

El Barcelona creía que con el 1-0 había hecho lo más costoso del trabajo y que ya sólo le quedaba matar el partido y que pasasen los minutos, pero con el empate volvió a las andadas, con una gran incapacidad para crear juego ofensivo y con un centro del campo bastante incapaz de imponerse y dominar el partido.

A diez minutos del final, Cristiano buscó el gol con un disparo desde fuera del área que Mascherano neutralizó desde el suelo. En la siguiente jugada, Suárez conectó un derechazo que salió rozando un poste.

Zidane había sacado a Jesé y el Madrid se había hecho con el partido. En un centro de Cristiano, Bale marcó de cabeza el 1-2, pero el árbitro lo anuló por una falta del galés a Alba en el salto, pese a las protestas de los jugadores madridistas.

En el alud blanco, Cristiano envió un balón al travesaño y casi a continuación el Madrid tuvo una ocasión más.

El momento madridista parecía que se iba a frenar en seco a los 37 minutos del segundo tiempo cuando, tras una entrada por detrás de Sergio Ramos, el Madrid perdió a su capitán por expulsión, pero en un contragolpe arrancado por Carvajal, tras un centro largo, Cristiano controló el balón con el pecho y, con un duro disparo, marcó por debajo de las piernas de Bravo (1-2).

Ficha técnica:

1. Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic (Arda Turan, min.73), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez

2. Real Madrid: Keylor; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kross; Bale (Lucas Vázquez, min.90), Benzema (Jesé, min.78) y Cristiano.

Goles: 1-0, min. 56: Piqué. 1-1, min. 63: Benzema. 1-2, min. 84: Cristiano.

Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández. Mostró cartulina amarilla a Sergio Ramos (min.10), Carvajal (min.17), Luis Suárez (min.27) y Mascherano (min.28). Expulsó a Sergio Ramos (min.82) al ver la segunda amarilla.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima primera jornada de la Liga disputado en el Camp Nou ante 99.264 aficionados, que llenaron el estadio azulgrana.

En los prolegómenos del partido, un mosaico de 90.000 cartulinas homenajeó a Johan Cruyff, fallecido la semana pasada a los 68 años.

Redacción: Àlex Santos / EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE





















El brasileño Neymar volvió a cuajar un partido excelso con el Barcelona, al que condujo a la victoria en la goleada al Athletic Club (6-0), que tuvo también en Luis Suárez a otro protagonista destacado.

Barcelona, España, 18 de enero de 2016 (D58).- El uruguayo anotó un triplete a un rival que jugó casi todo el partido con diez futbolistas por la expulsión del guardameta Iraizoz en el minuto 4.

El Barcelona no desperdició la ocasión de noquear a un rival con el que se encontrará dos veces más en diez días (cuartos de final de la Copa del Rey).

Sin la participación del sancionado Aduriz y del lesionado Raúl García, el Athletic apareció en el Camp Nou con ganas de comprometer la suerte de un Barça que en los cinco últimos partidos se había dejado tres empates.

No le fue bien el equipo de Ernesto Valverde, ya que una acción determinante y el poderío del tridente azulgrana, con Suárez trigoleador, echaron por tierra cualquier intento del equipo vasco.

El partido vivió dos instantes en el arranque del choque que fueron determinantes. El primero, en el minuto 2, cuando ante la presión de Williams en una banda, Piqué se vio obligado a ceder el balón a Bravo, pero Muniain lo interceptó y lo envió a Eraso, quien desperdició una ocasión clarísima de gol, sin portero bajo los palos, aunque con algunos defensas casi en la línea.

Dos minutos después, el Barcelona armó un contragolpe y Suárez, tras deshacerse de Etxeita, encaró a Iraizoz, quien lo derribó dentro del área. El portero vasco fue expulsado, entró Iago Herrerín en lugar de Muniain y Messi marcó desde los once metros (1-0).

Era el minuto 7 y el Athletic Club comenzó a ver muy cuesta arriba el partido.

El Athletic Club cerró líneas, evitó ceder espacios, no quemarse en exceso para salir hacia la meta de Bravo y procuró jugar compacto.

El resultado fue que el Barcelona no se encontró cómodo y debió picar piedra en un centro del campo que el Athletic se propuso hacer impracticable para su rival, disputando todos los balones y sin otorgar concesiones.

Las ocasiones más claras del Barça empezaron a llegar a partir del minuto 20, con Neymar espectacular por la banda izquierda.

En el 22 se hizo con un balón en la frontal del área y cuando tenía un lanzamiento claro, optó por el regate y Herrerín le desbarató la acción.

Al minuto siguiente, otra vez el brasileño, que vio embalado a Rakitic, le envió el balón, pero el centrocampista disparó alto.

También lo intentó con un disparo lejano Aleix Vidal desde la frontal del área, cuando se hizo con un balón robado, poco antes de que Suárez iniciase un contragolpe en el 31 y, viendo a Neymar cómo se incorporaba por la izquierda, le sirvió el balón para que el brasileño entrase en el área y picase el esférico ante la salida de Herrerín (2-0).

Messi, en el 35, en un disparo desviado, y en el 42, cuando se le fue un poco el balón en una falta directa, estuvo cerca de marcar su segundo tanto.

El segundo tiempo arrancó sin el argentino, sustituido por Arda Turan, que sólo hizo dos minutos de calentamiento. El argentino salió del equipo por precaución.

La segunda mitad comenzó con una pared precisa entre Neymar y Suárez que el uruguayo resolvió con un disparo raso para batir nuevamente a Herrerín (3-0). Suárez se fue por suelos minutos después en una acción sin balón, cuando Etxeita le dio un codazo.

Con el 3-0 llegaron los momentos más atrevidos del Athletic, con un Williams que buscó por velocidad romper la defensa azulgrana, hasta el punto de arrancar una amarilla a Mascherano cuando el joven jugador ya encaraba y se veía en una situación de claro peligro.

Sin Williams en el campo, Sabin Merino elaboró una buena acción por una banda en la que los azulgranas reclamaron fuera de juego, y tras recibir Eraso, el vasco erró como en la primera parte un gol clarísimo.

También como en el primer tiempo, a una ocasión clarísima del Athletic le sucedió un tanto del Barça, en una acción de brillantez de Neymar, que regateó a dos rivales en el área y envió el balón a Rakitic, que firmó el cuarto gol (4-0), tras el cual fue sustituido.

El Athletic volvió a replegarse y en un centro preciso de Arda Turan, Suárez recogió con el pecho el balón, se lo acomodó con un sutil toque y marcó el quinto de la noche (5-0), el segundo de su cuenta.

La guinda la puso Suárez cuando culminó con un remate de cabeza un nuevo tanto, el sexto azulgrana y el tercero del ariete.

Ficha técnica:

6. Barcelona: Bravo; Aleix Vidal, Piqué, Mascherano, Alba (Bartra, min.69); Rakitic (Sergi Roberto, min.62), Busquets, Iniesta; Messi (Arda Turan, mn.46), Suárez y Neymar.

0. Athletic Club: Gorka Iraizoz; Bóveda, Laporte, Etxeita, Balenziaga; San José, Beñat (Iturraspe, min.62), Eraso, De Marcos; Williams (Sabin Merino, min.56) y Muniain (Iago Herrerín, min.5).

Goles: 1-0, min.7: Messi (p). 2-0, min.31: Neymar. 3-0, min.47: Suárez. 4-0, min.61: Rakitic. 5-0, min.68: Suárez. 6-0, min.82: Suárez.

Árbitro: Miguel Mateu Lahoz. Mostró cartulina amarilla a Mascherano (min.51), De Marcos (min.70), Eraso (min.85) y Piqué (min.87). Expulsó con roja directa a Iraizoz (min.4).

Incidencias: partido correspondiente a la vigésima jornada de la Liga disputado en el Camp Nou ante 68.019 aficionados, según datos facilitados por el FC Barcelona. En los prolegómenos del encuentro, el argentino Lionel Messi presentó en sociedad su quinto Balón de Oro, que le reconoce como mejor jugador del mundo en el año 2015.

Álex Santos | EFE.









El nuevo Real Madrid de Zinedine Zidane aprovechó las penurias de un adversario en estado de depresión y la motivación extra que impulsó el cambio en su banquillo para prolongar su idilio, dar un paso más al frente y alimentar las cifras y el rendimiento de su terna atacante: Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale, la conocida BBC.

Madrid, España, 17 de enero de 2016 (D58).- En plena euforia, el Real Madrid atravesó la primera jornada de la segunda vuelta con una nueva goleada. Otra tarde plácida para afianzar el trayecto por recorrer del técnico galo.

Las sensaciones que genera el cuadro blanco invitan al optimismo. El compromiso de los jugadores, el trabajo, e incluso el acierto. Advierte hambre el Real Madrid.

No obstante, no fue el Sporting un equipo para calibrar el estado y la evolución del cuadro blanco. Primero, por su situación. En pleno declive, desalentado, víctima de sus últimos resultados y angustiado por su ubicación en los sótanos de la tabla.

En segundo lugar, porque apenas le dio tiempo de asimilar su presencia en el recinto blanco. A los diez minutos ya tenía tres goles en contra. Una misión imposible y toda una eternidad aún por jugar.

Independientemente de lo que depare el futuro Zidane dio la sensación de tener sus ideas claras y el grupo titular definido. A falta de descubrir la dupla de centrales de confianza, condicionada ahora por la baja de Sergio Ramos, el entrenador galo ha manifestado sin tapujos su apuesta: Dani Carvajal es su lateral derecho en detrimento de Danilo e Isco un fijo mientras James espera en el banquillo.

Repitió Isco y repitió Carvajal. La nueva lesión en el sóleo de la pierna derecha de Bale fue el contratiempo del partido. Disfrutaba el galés de su mejor momento de blanco, pero poco antes del intermedio se tumbó en el suelo lesionado.

Gareth Bale abandonó el césped después de haber engrosado sus números. Contemplará el período de baja con trece goles en su mochila. Tres menos que Cristiano Roaldo y Karim Benzema.

El francés también abandonó el campo de forma prematura. Fue en la segunda parte, dañado en el tobillo derecho por un golpe recibido de forma fortuita por su compañero James.

El choque se ventiló en los primeros minutos. A los ocho, un córner botado por el alemán Toni Kroos a la izquierda de Pichu Cuéllar fue rematado en el primer palo por el galés. Dos después, un centro al área de Benzema fue aprovechado, de media volea, por Cristiano Ronaldo. Y en el 12, fue el atacante francés el que, de tijera, llevó a la red un pase de Cristiano.

El cuarto fue en el 18, en una acción iniciada por Isco, que encontró a Carvajal por la derecha. Su centro al área lo finalizó el portugués, que elevó a dieciséis su cifra de goles.

Tras un período de tregua llegó el quinto, un poco antes del descanso. Una buena acción individual de Isco en la media luna transportó la pelota a Benzema, que solo ante la meta superó a Cuéllar.

Fue Jesé y James, el sustituto de Bale en la reanudación, otra declaración de intenciones de Zidane, que tiene claras sus intenciones sin obligaciones creadas ni impuestas.

El colombiano saltó al campo para jugar la última media hora. Sustituyó a Isco. Para entonces ya no estaba sobre el césped el croata Alen Halilovic, que se quedó en el vestuario en el intermedio. Apercibido de suspensión, Abelardo optó por pensar en envites futuros.

Con el partido roto y Benzema ya sustituido, el Sporting encontró su premio en una gran jugada de Jony que finalizó Isma López, que llevó el balón a la red para dejar en evidencia a la zaga blanca. Fueron los mejores minutos del equipo asturiano, despojado de la presión y beneficiado por la relajación de los jugadores madridistas. Inservible para evitar su quinta derrota seguida y una situación preocupante.

Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Kroos, Modric, Isco (James, m.60); Bale (Jesé, m.46), Cristiano Ronaldo y Benzema (Kovacic, m.65).

1 - Sporting: Cuéllar, Lora, Luis Hernández, Jorge Meré, Isma López, Sergio Álvarez (Rachid, m.60), Nacho Cases, Jony, Halilovic (Dani Indi, m.46), Guerrero (Toni Sanabria, m.73) y Álex Menéndez.

Goles: 1-0, m.8: Bale; 2-0, m.10: Cristiano Ronaldo; 3-0, m.12: Benzema; 4-0, m.18: Cristiano Ronaldo; 5-0, m.41: Benzema; 5-1, m.62: Isma López

Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Mostró tarjeta amarilla a Guerrero, del Sporting y a Modric, del Real Madrid.

Incidencias: encuentro de la vigésima jornada de la liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 70.365 espectadores.

Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria del que fuera jugador del Real Madrid Manolo Velázquez, que falleció este viernes.

EFE.









Cristiano Ronaldo desmintió que esté viviendo su última temporada y que la próxima vaya a jugar en el PSG, y de forma tajante tras marcar cuatro de los ocho goles del Real Madrid al Malmoe, afirmó que se va «a quedar».

Madrid, España, 08 de diciembre de 2015 (D58).- «Tengo contrato más años en el Real Madrid, me voy a quedar aquí», dijo con rotundidad Cristiano para acabar con los rumores de su futuro.

«Blanc habló muy bien de mi. Hace tiempo dio unas declaraciones que me gustaron mucho y hablé con él para darle las gracias y decirle que me gusta su trabajo. El presidente del PSG he coincidido con él en un restaurante y me ha tratado bien, yo respondo bien a la gente que lo hace conmigo», afirmó justificando los gestos cariñosos que tuvo con el técnico y el jeque del conjunto parisino en el Santiago Bernabéu.

Ese día, hubo una conversación que captaron las cámaras a la entrada al estadio Santiago Bernabéu con el presidente Florentino Pérez en las que parecía reprocharle unas declaraciones en las que dejaba en el aire su futuro.

«La verdad no recuerdo que me ha dicho pero fue algo de broma, no era en serio porque si es un problema me llama a su despacho y habla conmigo. No ha pasado nada, fue un comentario de broma», dijo.

El portugués no quiso responder a Gerard Piqué y los emoticonos llorando de risa del central del Barcelona cuando el Real Madrid realizó alineación indebida en Cádiz con Denis Cheryshev.

«No merece comentario, no puedo dar publicidad gratis, ya le he dado a mucha gente. No quiero hablar más de esas cosas porque es tiempo perdido. Para qué responder, hay cosas que no merecen respuesta», afirmó.

Cristiano pidió que desde ahora mande lo deportivo en la actualidad del Real Madrid y sacó una lectura positiva de la goleada encajada ante el Barcelona en el Clásico del Bernabéu.

«Han pasado muchas cosas raras y de cierta forma no es bueno para nosotros y la institución del Real Madrid como las lesiones, el problema de Karim o lo de Cádiz. Viene en contra todo pero poco a poco estamos mejorando. Llevamos cinco victorias consecutivas, me quedo con lo deportivo que es lo más importante. Todo va mejorando», manifestó.

«Cuando pierdes hay siempre cosas que cambiar en la vida, no solo en el trabajo. Es lo que estamos haciendo. El Barcelona también ha perdido 4-0 contra el Athletic y perdió ante el Celta, puede pasar, son partidos. No jugamos bien en el Clásico pero fue bueno para despertar de muchas cosas. Nunca es bueno perder pero ahora estamos en buen momento y hay que quedarse con eso», agregó.

Y pidió tiempo para valorar el trabajo de Rafa Benítez. «Hay que dar tiempo a la gente para trabajar. En mi opinión está haciendo un buen trabajo. Ser entrenador del Real Madrid es muy complicado. No empezamos de la forma que queríamos pero no es solo culpa del entrenador, los jugadores también la tenemos. Poco a poco estamos mejorando y está haciendo un gran trabajo».

Por último, destacó la importancia de los goles que está marcando el francés Karim Benzema para mejorar su estado anímico. «Estoy muy contento por Karim, ha pasado por una situación complicada en lo personal. Estos dos partidos le dan confianza y me alegro porque esté tan bien de nuevo».

EFE
      
      





 
El Barcelona se dio un festín en el clásico, se lo llevó con rotundidad y amplió a seis puntos su ventaja sobre el Real Madrid, que queda muy tocado no solo por la diferencia, sino por la deficiente impresión causada y las malas sensaciones.

Madrid, España, 21 de noviembre de 2015 (D58).- Si fue el triunfo del deporte, del fútbol, sobre el miedo, tras un emotivo y respetuoso homenaje a las víctimas de París, también lo fue, y contundente, del conjunto «azulgrana», que abre una brecha más que notable al frente de la tabla.

Luis Enrique además aprovechó para hacer reaparecer a Leo Messi. Lo hizo cuando el choque estaba sentenciado, porque quedó finiquitado con el 0-3.

El técnico «azulgrana» apostó por la cautela con la «Pulga». Volvió a la lista, pero no al once, y es que Messi llevaba ocho semanas de baja y el entrenador optó por no arriesgar de entrada. En el equipo inicial, entraron Ivan Rakitic y Sergi Roberto.

Rafa Benítez dejó en el banquillo a Casemiro, fijo como ancla del centro del campo en los últimos tiempos, y concedió la titularidad a James Rodríguez por detrás de la BBC.

El técnico madrileño se decantó por la versión sobre el papel más creativa tras las dudas generadas sobre todo ante el PSG y en la derrota de Sevilla que le hizo perder el liderato. El resultado fue un fracaso.

En el tablero verde salió mucho mejor parado el conjunto «azulgrana» porque fue muy superior en la medular, donde el cuadro blanco tan solo tenía dos hombres y medio, y poco podían hacer ante Busquets, Iniesta, Rakitic y Sergi Roberto. Solo la superioridad numérica le hacía al conjunto catalán desenvolverse con una comodidad inusual y manejar a su antojo el balón y el partido.

Al cuadro de Benítez le quedaban tan solo acciones a la carrera en busca del área del chileno Claudio Bravo, porque entre Kroos y Modric no tenían suficiente para generar fútbol. El desequilibrio fue patente y el cuadro barcelonista lo aprovechó con precisión de relojero.

El juego parsimonioso, de interminables rondos, del Barcelona enfrió el clásico de entrada y adormeció al Real Madrid. Los «azulgranas», con la lección perfectamente aprendida y sabedores de lo que tenían que hacer, supieron alterar ese juego con cambios de ritmo que provocaron la zozobra en la débil zaga blanca.

Un balón alto de Neymar en magnífica posición fue el primer aviso. Al segundo llegó el 0-1 con un remate cruzado magistral del uruguayo Luis Suárez, que aprovechó a la perfección un envío de Sergi Roberto, que se había internado sin oposición.

Como la pasada temporada, el Barcelona, aún esta vez sin Messi, se adelantaba en el Bernabéu muy pronto. En esta ocasión el Real Madrid no parecía encontrar el camino para reaccionar y seguía a merced de su rival. Tuvo, no obstante, su opción, pero Benzema no atinó a rematar.

Y lo pagó muy caro, porque al minuto siguiente, tras perder un balón Modric en la salida de la jugada sin que nadie le avisara de la amenaza por detrás, Iniesta, favorecido por la pasividad de la defensa blanca, ofreció un pase medido a Neymar, quien no falló y batió por bajo a Keylor Navas.

El Barcelona estaba dando un repaso futbolístico y estratégico a un equipo roto, fundido, sin recursos, que a punto estuvo de encajar el tercero al borde del descanso en otra gran acción «azulgrana» de no haber sido por Marcelo, que sacó bajo palos el remate de Luis Suárez.

Al descanso se llegó con una pañolada de otra época, con la afición madridista abroncando con rotundidad a su equipo e incluso hubo cánticos destinados al presidente, y con un Barcelona confortable en el dominio tras haber sido dueño y señor del clásico.

El arranque de orgullo del Real Madrid le dio para generar dos ocasiones al inicio del segundo tiempo, por medio de Marcelo y James Rodríguez. Pera nada más, porque acto seguido Iniesta acabó con las pretensiones del cuadro de Benítez con un espectacular zapatazo para rubricar otra perfecta jugada «azulgrana».

Luis Enrique, con el partido ganado, se decidió a dar entrada a Messi, que no tenía que correr riesgos y encima podía aprovechar el desconcierto de su rival. Benítez también movió ficha y cambió a James por Isco, pero la misión madridista era imposible.

Sin rumbo el Real Madrid, el Barcelona siguió manejando el partido a su antojo. Además, atrás estaba Claudio Bravo para abortar cualquier pretensión local, como en una intervención ante Cristiano Ronaldo a los 68 minutos.

Además de todos sus males, al equipo de Benítez no le salía nada y el Barcelona, casi sin dar la impresión de querer mucho más, echó más sal en la herida y completó la goleada al ritmo que imponían Messi y un extraordinario Iniesta -se llevó una gran ovación del Bernabéu cuando fue sustituido- y remachaba Luis Suárez.

El clásico languideció entre los rondos del equipo «azulgrana», que mantuvo el manejo interminable del esférico, y la incapaz madridista para plantear batalla real se reflejó en la expulsión de Isco, cansado de perseguir a sus rivales y de no ver apenas el balón.

El Barcelona sale aún más reforzado de lo que ya llegaba al clásico. De nuevo el Bernabéu fue un terreno propicio para ensalzar su fútbol. Luis Suárez y Neymar, que recogieron los galones en el periodo de baja de Messi, volvieron a portarlos. Pero ahora ya tienen a su lado al argentino.

La Liga tiene un dueño claro, aunque aún quede mucho y puedan cambiar las cosas. El Real Madrid está obligado a corregir el cúmulo de errores, a rectificar por completo y a dar un giro absoluto. Este clásico le deja en la lona.

Ficha técnica:

0 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Carvajal, m.59), Kroos, Modric, James (Isco, m.55), Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo

4 - Barcelona: Claudio Bravo; Dani Alves, Piqué, Mascherano (Mathieu, m.27), Jordi Alba, Sergi Roberto, Rakitic (Messi, m.56), Sergio Busquets, Iniesta (Munir, m.77), Neymar y Luis Suárez.

Goles: 0-1, M.11: Luis Suárez. 0-2, M.39: Neymar. 0-3, M.53: Iniesta. 0-4, M.74: Luis Suárez.

Árbitro: David Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Expulsó con roja directa a Isco (m.84) por una dura entrada por detrás a Neymar. Amonestó a James Rodríguez (m.23), Dani Alves (m.31), Sergio Ramos (m.50), Carvajal (m.83) y Busquets (m.92).

Incidencias: Partido de alto riesgo, rodeado de grandes medidas de seguridad, disputado en el estadio Santiago Bernabéu. Lleno completo, 85.00 espectadores.

Los dos equipos, incluidos los jugadores de los banquillos y los técnicos, saltaron al centro del campo, donde formaron para un respetuoso minuto de silencio en homenaje a las víctimas de los atentados de París, motivo por el cual también se desplegó en la grada una gran bandera de Francia.

Por megafonía se escucharon los acordes de La Marsellesa. Asistió, entre otras personalidades, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español.


Redacción: José Antonio Pascual | EFE
Fotos: EFE













Dejó el Barcelona en Vigo algo más que el liderato. El conjunto «blaugrana» dejó buena parte de su credibilidad al caer estrepitosamente ante el Celta por 4-1, en un partido que fue un repaso en toda regla al equipo catalán por parte del estupendo conjunto gallego.

España, 24 de septiembre de 2015 (D58).- Fue muy duro el resultado, pero mucho peor fueron las sensaciones. De poco sirvió que Luis Enrique advirtiera en la previa de la posibilidad de que el Celta podía pasarle por encima al Barça a 200 por hora.

Esta previsión fue lo único que acertó el técnico «blaugrana» a la hora de plantear el partido. Fue el Barça un cervatillo en medio de la autopista. Vio venir las luces del camión que llegaba a toda leche, pero paralizado por el miedo en vez de moverse, se quedó temblando a la espera de que le hicieran papilla. El Celta de Berizzo fue un camión y el Barça, puré de ciervo.

Más allá de las cuestiones tácticas, el partido fue de jugadores. Se puede convenir que Berizzo salió victorioso de su duelo ante Luis Enrique, pero fundamentalmente, el triunfo gallego se cocinó en el césped, donde cada uno de los jugadores del Celta fue un titán ante su pareja «blaugrana».

Al plantear el partido el Celta en base a marcajes individuales, esta diferencia fue incluso pornográfica. Ver a Sergi Gómez superar en todo momento a Suárez; a Hugo Mallo comerse a Neymar; a Augusto anular a Iniesta; a Nolito dejar en evidencia a Alves: a Iago Aspas desquiciar a Piqué y a Sergio demostrarle a Ter Stegen que un portero puede parar balones que van a puerta resume la carnicería que se vio en Balaídos a manos de un Celta desbocado.

El equipo gallego dominó el partido de cabo a rabo. Desde el inicio acogotó al Barcelona en su mitad de campo y le robó la pelota. Ética, práctica y estéticamente el partido era del Celta ante un Barcelona que sangraba por cada poro de su piel cada vez que los jugadores locales combinaban en ataque.

Cierto es que el Barça, cuando podía eliminar a un rival gracias a la calidad individual de sus jugadores creaba peligro. Messi y Neymar tuvieron sus ocasiones, pero en la puerta local, Sergio estuvo inmenso. Y justo. No hubiera sido de recibo que ante el juego desplegado por unos y otros, fuera el Barcelona el que se adelantara en el marcador.

Con el Barça haciendo aguas en cada una de las líneas de juego y con todos los jugadores «blaugrana» siendo aplastados por sus pares, era cuestión de tiempo que el Celta hiciera diana.

El primero que acertó fue Nolito, que en el minuto 26 ante la pasividad de la defensa «culé» colocó la pelota en la escuadra de un impasible Ter Stegen mientras Alves le vigilaba con la mirada.

Cuatro minutos después, Iago Aspas marcaba el segundo de vaselina tras una lamentable pérdida de balón de Piqué en el centro del campo. El Barça se abocaba a la tragedia.

En la segunda parte, la gasolina le duró al Barcelona un cuarto de hora. Messi tuvo dos ocasiones, poste incluido, pero el Celta siguió teniendo más fe, más piernas y más vergüenza que los visitantes. A la salida de un córner en contra, Aspas volvió a retratar a Alves y culminó otro contraataque infinito manteniendo las pulsaciones a 26 por minuto como máximo.

Ese 3-0 dejaba al Barça absolutamente noqueado y sin que funcionara ni uno de los remedios que se aportaron desde la banda. Con el partido roto, Neymar aprovechó un pase de Messi para marcar el tanto del honor, que fue rápidamente conjurado por Guidetti tras la enésima violación de Hugo Mallo a Mathieu confirmando la masacre del cervatillo. El Celta fue un camión a 200 por hora. Al Barça, todavía le buscan.

Fuente: futbol.as.com





Tres zarpazos del Atlético, uno en la primera parte y dos en la fase final del choque, hicieron enmudecer al Ramón Sánchez Pizjuán (0-3) y que el equipo madrileño consiguiera su segunda victoria del campeonato, ante un Sevilla que peleó mucho en la segunda mitad por el empate pero que recibió un excesivo castigo.

España, 30 de agosto de 2015 (D58).- El equipo local no encontró la fórmula en la primera parte, en la que el Atlético controló bien en todas las facetas del juego, pero en la segunda se hizo merecedor a marcar ante un rival que tiene los conceptos muy claros y que no perdonó cuando tuvo la ocasión.

Los atléticos utilizaron mucho su banda derecha para que Juanfran Torres le diera juego sobre todo al francés Antoine Griezmann, quien hizo gala de su peligro cuando tuvo el balón.

La formación madrileña se hizo dueña de la situación ante un adversario al que le duró poco el balón y que casi siempre tuvo que correr hacia atrás con sus continuas pérdidas, pues ni su organizador, el argentino Éver Banega, ni el polaco Gregory Krychowiak estuvieron finos para conducir a los suyos.

Así, ya rebasada la media hora, en el minuto 35 Koke Resurrección fue el mas listo en una indecisión de la zaga andaluza para cruzarle por bajo el balón a Beto y poner el 0-1.

De ahí hasta el descanso, el equipo colchonero controló sin grandes agobios las acometidas del Sevilla, que llegó al área rival con poca fe y precisión, aunque también Oblak, cuando lo necesitó su equipo, estuvo en su sitio.

En la segunda parte el Sevilla dio un paso adelante y apretó sobre el área visitante para poner en aprietos a sus adversarios, quienes confiaron en su buen sistema defensivo y en su contragolpes para sorprender.

El Atlético aguantó como pudo en la confianza de que al Sevilla se le fueran las fuerzas, aunque cerca estuvo Llorente de lograr el empate, pero el balón se le fue un poco cruzado.

Emery sacó al ucraniano Yevhen Konoplyanka y al danés Michael Krohn-Dehli para dar mas potencia a su ataque y después al francés Kevin Gameiro, éste por Carriço, que volvió a lesionarse, pero el tiempo pasó a favor de los intereses atléticos pese a que el acoso local fue constante ante la muralla visitante.

Parecía que el empate del Sevilla podía llegar en cualquier momento, pero fue el Atlético, en uno de sus escasos contragolpes, el que puso el 0-2 por mediación de Gabi Fernández, quien se aprovechó de que su remate lo desvió al fondo de la portería Krychowiak, con lo que el partido quedó sentenciado, y más cuando el colombiano Jackson Martínez puso el tercero poco después de ingresar al terreno de juego.

EFE





Thomas Vermaelen. Foto cortesía agencias
Un solitario gol del defensa belga Thomas Vermaelen permitió al Barcelona  ganar este sábado al Málaga (1-0) y colocarse como líder provisional de la Liga BBVA, en la segunda jornada del campeonato.

Barcelona, España, 30 de agosto de 2015 (D58).- En un encuentro en el que el Barcelona fue dominador y tremendamente superior a su rival, la ineficacia de los delanteros azulgranas y, sobre todo, la gran actuación del arquero camerunés Carlos Kameni evitó un resultado mayor para los locales, que sólo decidieron con el tanto del belga en el segundo tiempo (73).

Pese a su dominio, el Barcelona pudo haber empatado, ya que el Málaga tuvo una gran ocasión en el final del partido, cuando el brasileño Charles no acertó a rematar un centro desde la izquierda cuando estaba delante del portero chileno Claudio Bravo.

Tras este resultado, el Barcelona suma dos triunfos en otras tantas jornadas (los dos por 1-0) y con seis puntos es el líder provisional de la Liga BBVA.

AFP




James Rodríguez. Foto cortesía +Real Madrid C.F. 
El colombiano James Rodríguez firmó un recital futbolístico en el Santiago Bernabéu para fulminar la sequía goleadora del Real Madrid de Rafa Benítez con un doblete de bella factura y una asistencia, en la goleada a un Real Betis que sufrió con Gareth Bale y se topó con un inspirado Keylor Navas (5-0).

Madrid, España, 30 de agosto de 2015 (D58).- La falta de gol comenzaba a perseguir a Rafa Benítez que salió a cara descubierta a defenderse ante las primeras críticas en la víspera de la visita del Real Betis.

James, suplente en El Molinón por su estado físico, según justificó el técnico, demostró las razones por las que se ha convertido en indiscutible. En unos segundos ya había mostrado su importancia poniendo un pase medido a la cabeza de Bale para abrir el camino a una cómoda victoria.

Comenzó el partido ganando el Real Madrid gracias a James. Pegado al costado derecho puso un pase milimétrico a Bale, que a placer remataba de cabeza un tanto que necesitaba para justificar su presencia por el centro del ataque.

Los de Benítez estaban lanzados y en un arranque sin freno pudieron sentenciar. Benzema perdonó una clara, chutando a los puños de Adán con Cristiano solo para marcar.

El portugués probaba suerte con una falta lejana, con potencia envenenada que sacó como pudo Adán. Comenzó superado el Betis, que con los minutos, cuando el Real Madrid redujo de marcha, adelantó metros. Xavi Torres lo intentaba sin éxito con su primer disparo.

Se esperaba rotación en el lateral derecho madridista pero Benítez acelera la adaptación de Danilo dándole continuidad. Segunda suplencia consecutiva de Carvajal que vio como el brasileño fue un atacante más. Hasta tuvo una ocasión clara para marcar que chutó al lateral de la red a los 18 minutos.

Nada pudo hacer ante la obra de arte de James. Falta lateral. Nadie esperaba un disparo, todos un centro cerrado, pero el colombiano que no sabe firmar goles feos soltó un latigazo que describió una curva perfecta para besar las redes tras tocar la madera del poste.

Por si la noche no era redonda apareció Keylor Navas. Quedaban tres minutos para el descanso cuando una jugada de rechaces dejó el balón muerto, con todo a placer para marcar al goleador Rubén Castro. Cuando iba a chutar de la nada apareció con gesto felino el portero costarricense. Por primera vez escuchó su nombre coreado en la grada, en el inicio de una semana delicada con De Gea en el horizonte.

No dio tiempo a que surgiese efecto el cambio de Pepe Mel, que dio entrada en el asueto a Jorge Molina, cuando Benzema ya había rubricado la sentencia. De nuevo dos minutos después de sacar de centro, en una bonita jugada de equipo con asociación de James y Danilo, centro de Bale desde la derecha y cabezazo del francés que reapareció con gol.

Era la noche de James, brillante en cada acción, haciendo mejorar el fútbol del Real Madrid, asistente y goleador. Se ganó la matrícula con otro tanto de bandera. De un disparo de Kroos sacó un control defectuoso que elevó tanto el balón que le dejó la posibilidad de inventar una chilena que rubricó en su doblete.

Solo faltaba por sumarse a la fiesta Cristiano, que no cesó de buscar el gol pero acabó entre gestos de desesperación. Isco inventó un pase de gol nada más entrar al campo pero Adán tapó el disparo del portugués. En otra acción fue Piccini el que sacó la pelota bajo palos.

El tanto de la honra no lo hizo el Betis ni de penalti. A la hora del duelo llegó tarde Varane y cometió la pena máxima. Rubén Castro se topó con Keylor que puso más picante a una situación evitable.

El Bernabéu se rindió a él cuando la directiva pelea por la llegada de De Gea, tan buen portero como innecesario en el presente madridista.

EFE