El base Kyle Lowry reivindicó su condición de All-Star y con 35 puntos lideró a los Raptors de Toronto en la victoria de 116-89 que lograron ante los Heat de Miami en el séptimo y decisivo partido de las semifinales de la Conferencia Este.

Toronto, Canadá, 15 mayo de 2016 (D58).- La victoria permitió a los Raptos ganar 4-3 la serie al mejor de siete y alcanzar las finales de conferencia por primera vez.

Los Raptors, a partir del martes, comenzarán la lucha por el título ante los campeones defensores, los Cavaliers de Cleveland, que barrieron 4-0 la serie de semifinales ante los Hawks de Atlanta.

Junto a Lowry, que anotó 11 de 20 tiros de campo, incluidos 5 de 7, además de repartir nueve asistencias y capturar siete rebotes, el escolta DeMar DeRozan aportó 28 tantos y fue el segundo máximo encestador de los Raptors.

El pívot congoleño Bismack Biyombo realizó una gran labor en el puesto de titular del lituano Jonas Valanciunas, que fue baja por lesión desde el cuarto partido.

Biyombo dominó en el juego interior y aportó un doble-doble decisivo con 17 puntos, 16 rebotes -10 defensivos-, y puso dos tapones.

El alero DeMarre Carrollo llegó a los 14 puntos y el ala-pívot Patrick Patterson anotó 11 tantos con los que completó la lista de los cinco jugadores de Raptors que tuvieron números de dos dígitos.

La victoria convirtió a los Raptors en el decimoquinto equipo en la historia de la NBA que ha ganado los séptimos partidos en dos eliminatorias consecutivas del playoffs después de que en la primera ronda lo hicieron con los Pacers de Indiana.

Los Raptors sólo dejaron que los Heat estuviesen al frente del marcador una vez, con el parcial de 36-37 del segundo cuarto, el resto del partido el control y dominio fue de ellos.

Ante la inspiración encestadora de los Raptors, los Heat no tuvieron nunca respuesta ni tampoco su defensa hizo la mejor labor al echarse en falta la presencia del pívot Hassan Whiteside y el veterano ala-pívot Chris Bosh, ambos baja por lesión y enfermedad.

El escolta Dwyane Wade y el base esloveno Goran Dragic anotaron 16 puntos cada uno para los Heat, que perdieron la oportunidad de enfrentarse a los Cavaliers de su excompañero, el alero LeBron James, y ser el primer equipo que después de haber estado abajo 2-3 en dos series consecutivas al final las ganaba.

En la primera ronda vinieron de atrás y remontaron la desventaja ante los Hornets de Charlotte.

La derrota en el séptimo partido de playoffs fue la primera que sufrieron los Heat desde la primera ronda de los de 2009 cuando perdieron ante los Hawks.

Junto a Wade y Dragic, el alero Joe Johnson y el escolta Justise Winslow llegaron a los 13 puntos y el alero sudanés, Luol Deng, aportó 12 que lo dejaron quinto en la lista de los cinco titulares de los Heat que tuvieron también números de dos dígitos.

El partido se rompió a favor de los Raptors al inicio del cuarto periodo al que llegaron con la ventaja de 86-78 y la ampliaron hasta 16 puntos con mate de Biyombo y dos triples seguidos que lograron Carroll y el alero reserva Terrence Ross (96-80) y 9:41 por jugarse.

Los Raptors habían perdido el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este en 2001 ante los Sixers de Filadelfia después que el escolta Vince Carter falló el último tiro que rebotó en el aro antes que sonase la bocina.

Ahora, los Raptors ya salen de la lista de los equipos que nunca habían llegado a las finales de conferencia, donde quedan Los Ángeles Clippers y los Pelicans de Nueva Orleans.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE








Los Miami Heat conquistaron el tercer anillo de campeón de la NBA de su historia y el segundo consecutivo al vencer por 95-88 a San Antonio Spurs en el séptimo y definitivo partido de la final, dominada por un espectacular LeBron James.
 
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 21 de junio 2013 (D58).- La estrella de los Heat, Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada regular y de la final, concluyó con 37 puntos y 12 rebotes. No sólo eso, sino que ofreció una colosal sensación de dominio durante todo el partido.

Junto a él estuvieron Dwyane Wade (22 puntos) y, más sorprendente, Shane Battier (18 tantos, con seis triples en ocho intentos). Y detrás, en las gradas, la hinchada de Miami, exultante.

Los Spurs contaron con Tim Duncan como su mejor jugador gracias a sus 24 puntos y 12 rebotes, mientras Manu Ginóbili completó 18 tantos, aunque perdió cuatro balones, y Kawhi Leonard destacó con 19 puntos y 16 rebotes. Pero echaron de menos una mejor actuación de Tony Parker, quien apenas aportó 10 puntos con una serie de tres canastas en 12 intentos.

Fue un partido de nuevo emotivo y los Heat vencieron porque James volvió a demostrar que no tiene rival en estos momentos. En plena época de madurez, aportó decisiones casi siempre correctas y puntos grandiosos en los instantes en los que el balón quema. Por eso le llaman «El Rey».

El partido comenzó con unos Spurs más seguros y dominantes. A cambio, los Heat mostraron muchos nervios en el inicio, abusando de los lanzamientos interiores y errando casi todos. Por eso, los Spurs no tardaron en situarse con ventaja 11-4.

Pero Parker se fue a descansar al banquillo y los Spurs se descontrolaron. Las entradas en cancha de Battier y Chris Andersen inflamaron a los Heat, que terminaron el primer cuarto con ventaja 18-16.

El equipo de Miami amplió su ventaja a 21-16 al comienzo del segundo cuarto con un nuevo triple de Battier, el tercero de su cuenta hasta el momento, aunque los Spurs minimizaron daños con el regreso a la actividad de Parker (10 tantos al descanso).

En una primera parte marcada por el dominio de las defensas sobre los ataques, destacó Wade en sus minutos finales. Se marchó al descanso con 14 puntos, incluyendo la canasta final con la que concluyó el segundo cuarto y que dio ventaja 46-44 a los Heat. Para entonces, James era el mejor anotador del partido, con 15 puntos, y Tim Duncan llevaba 13 tantos para los Spurs.

Gregg Popovich, el técnico de los Spurs, tenía trabajo por delante, pues su equipo se fue al descanso con apenas un pobre 35 por ciento de acierto en los lanzamientos. A cambio, los Heat cometieron ocho pérdidas de balón, lo que ayudó a explicar la igualdad en el marcador. Era un partido dominado por los nervios, salvo los destellos de las estrellas de siempre.

El tercer cuarto tuvo un claro resumen: James contra los Spurs. La gran estrella de los Heat anotó la mitad de los puntos de su equipo en este periodo (13 de 26), mientras que los Spurs contaron con más equilibrio en su ataque.

El penúltimo cuarto concluyó con un triple desesperado y afortunado de Mario Chalmers a tabla que mantuvo la ventaja local de dos puntos (72-71). Toda una temporada se jugaba en 12 minutos finales y con una tensión casi irrespirable.

Pero nadie sufrió más que los Spurs, con varios jugadores paralizados (Danny Green, Gary Neal), con Parker extrañamente ofuscado y con Ginóbili perdiendo balones. Los Heat habían encontrado la forma de cerrar los caminos hacia Duncan.

James, imperial en el lanzamiento exterior, puso a los Heat con ventaja 83-77 a 5:37 del final con un tiro desde seis metros que hizo inútil el esfuerzo de Duncan. El anillo se acercaba a los dedos de los Heat.

Duncan ofreció toda la resistencia posible para alguien de 37 años, pero le faltó ayuda de sus compañeros. El título se quedó en Miami porque así lo quiso James con un lanzamiento de campeón a 27,9 segundos del final, un robo de balón y dos tiros libres definitivos. James reina y con él los Heat. / DPA