A pesar de ser la bebida más recomendada para hidratar y calmar la sed, el agua natural suele ser poco apreciada por los niños debido a su escaso o nulo sabor. No obstante, su consumo es uno de los pilares básicos para el funcionamiento del organismo. Los pequeños que la consumen diariamente mantienen lubricadas las articulaciones, tendones y mucosas, lo que puede prevenir dolores articulares y musculares, así como afecciones respiratorias. 

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 18 de marzo de 2016, (D58).- También actúa como termorregulador al absorber el calor y liberarlo a través de la transpiración de la piel, una función esencial cuando el niño está en pleno movimiento, especialmente en días calurosos.

Las necesidades de agua en nuestro organismo varían según las condiciones ambientales, fisiológicas y las diferentes etapas de la vida, siendo la infancia la principal etapa de la vida en la que niveles de hidratación deben óptimos.

 Al igual que las personas mayores y los bebés, los niños son más vulnerables a padecer deshidratación, ya que además de las necesidades fisiológicas propias de la edad, mantienen una intensa actividad física (ejercicios, juegos, deportes), lo que hace que la pérdida de agua sea mayor.

Evitar la deshidratación

Entre las principales recomendaciones en relación a la hidratación de niños se encuentra la ingestión de agua en cada comida y entre las mismas; son aconsejable otros líquidos que les pueden resultar más agradables, como jugos, infusiones, leche y sopas.

Otra manera de aportar líquido al cuerpo sanamente es al comer de forma regular verduras y frutas, pues contienen un elevado porcentaje de agua en su composición. Además de calmar la sed de forma apetitosa y contribuir a mantener la piel bien nutrida e hidratada, estos alimentos contienen nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.

Adicionalmente a los efectos agudos que genera una inadecuada ingesta de líquidos, la deshidratación está relacionada con enfermedades dentales, estreñimiento, alteraciones del metabolismo, entre otras.

Es importante destacar que el consumo de refrescos o bebidas con alto nivel de azúcar es un hábito poco sano que puede propiciar caries y obesidad, por lo que siempre es mejor consumir agua pura.

Necesidades de agua en niños deportistas

Se recomienda el consumo de agua antes, durante y después del ejercicio, por lo que es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para mantener una adecuada hidratación:

Consumir diariamente dos a tres litros de líquidos, entre agua simple, jugos de frutas y otras bebidas.

Una hora antes de iniciar el ejercicio se deben tomar un vaso de líquido y nuevamente 10-15 minutos previos a iniciar la rutina.

Durante el entrenamiento se debe beber 100-200 cc, en pequeños sorbos, cada 20 minutos, según las necesidades individuales y el entrenamiento lo permita.

Después del entrenamiento, consumir líquidos a libre demanda, hasta la saciedad.

Los líquidos deben estar ligeramente fríos (8-12 grados centígrados).

Se deben evitar las bebidas con alto contenido de azúcares (refrescos, néctares, bebidas achocolatadas); pueden producir trastornos gastrointestinales.

Redacción: Tomado de Hospitales Ángeles
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