El talento melódico y la potencia lírica son dos de las particularidades de Pablo Alborán que hoy también le acompañaron en su recital en el Festival de Viña del Mar donde sedujo al público chileno con su cálida propuesta y sus metáforas románticas.

Viña del Mar, 27 de febrero de 2016 (D58).- Alborán desató la locura entre sus incondicionales chilenos con un concierto de una hora y media durante la cual repasó los temas de su reciente álbum «Terral» (2014) y también los éxitos de sus discos anteriores.

El joven malagueño, cuyo romance con el festival de la ciudad costera chilena empezó hace justo tres años cuando pisó por primera vez el escenario de la Quinta Vergara, arrancó su espectáculo con «La escalera» uno de los temas de su último trabajo.

«Terral», que recibe el nombre del viento caliente que barre las calles de Málaga, deja vislumbrar una vena latina con dejes de bossa nova y añade un toque más fresco y festivo a su repertorio.

«Por fin llegó el momento de estar con vosotros otra vez, aquí empezó mi sueño hace tres años. Chile, Viña, soy vuestro para siempre», exclamó Alborán emocionado ante una entregada audiencia formado mayoritariamente por jóvenes chilenas.

Desde el lanzamiento en 2011 de su primer álbum, llamado «Pablo Alborán», todo parece haber jugado a favor del romántico, pues con tan sólo cuatro trabajos en el mercado ya ha recibido tres nominaciones a los Grammy latino y una a la edición norteamericana.

Asimismo, hace tan solo tres semanas se llevó el Goya en la 30 edición de los galardones del cine español en la categoría de mejor canción original por la balada «Palmeras en la nieve», tema central de la banda sonora de la película del mismo nombre dirigida por Fernando González Molina.

Una de las sorpresas de la jornada fue la interpretación de «Éxtasis» junto a la cantante chilena Francisca Valenzuela. El tema es uno de los sencillos de su enérgico álbum «Tanto», nominado a The World Music Awards en la categoría al Mejor Álbum del Mundo.

Y, de repente, el flamenco se tomó el escenario. Un dúo con cajón a ritmo de bulerías junto al percusionista Carlos Martí transformó el anfiteatro en un tablao de Sevilla y dejó claro que a pesar de estar a 10.700 kilómetros de su tierra natal, el malagueño no olvida sus raíces.

Con «Ecos» y «Dónde está el amor», que el español acompañó con un piano de cola, se izó definitivamente la bandera del romanticismo y todas las seguidoras se perdieron por los senderos del amor.

Alborán se guardó para el final de la noche la anhelada «Solamente tú», una de las canciones más conocidas del cantante con la que se han musicalizado algunas telenovelas latinoamericanas, y que empujó a las representantes del club de fans del artista en Chile a desplegar un lienzo gigante que cubrió parte de las gradas. «Pablo Alborán número uno en nuestro corazón», decía.

El fenómeno Alborán ha calado hondo en Latinoamérica donde el artista cuenta con numerosos clubes de seguidores. En 2013, cuando debutó en Chile, sus incondicionales alquilaron una avioneta y sobrevolaron el hotel en el que se hospedaba para lanzarle desde el aire unas palabras de agradecimiento: «Gracias por tanto» se podía leer en la pancarta que arrastraba la aeronave.

Después de la exitosa presentación del español se premiaron a los artistas que disputaban tanto la competencia internacional como la folclórica, instancia que le da sentido a este certamen como festival de la canción.

Fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE 















El cantante malagueño Pablo Alborán aplaudió hoy a su compatriota Alejandro Sanz por haber defendido a una mujer que era agredida por un hombre durante un concierto en México, y aseguró que, de haberle sucedido a él, «se habría vuelto loco».

Viña del Mar, Chile, 25 de febrero de 2016 (D58).- «Me pareció una reacción admirable, yo me habría vuelto loco, este tipo de cosas no se pueden permitir, jamás, nunca», dijo el artista español durante una rueda de prensa previa a su presentación mañana (viernes) en el Festival de Viña del Mar en Chile.

Alborán aseguró que cuando vio las imágenes se «revolvió por dentro», motivo por el cual alabó la serena reacción de Sanz, quien, según el cantante, actuó de una forma «muy humana» a pesar de tener un micrófono en la mano.

«Él no gritó, tuvo una reacción muy humana, dejó el micrófono, soltó la guitarra e intentó que echaran a este energúmeno del público y esto es muy admirable», agregó.

Este joven malagueño de 26 años que le canta al amor y al desamor se ha convertido en uno de los artistas que más discos ha vendido en España en los últimos años.

Asimismo, hace tan solo tres semanas se llevó el Goya en la 30 edición de los galardones del cine español en la categoría de mejor canción original por la balada «Palmeras en la nieve», tema central de la banda sonora de la película del mismo nombre dirigida por Fernando González Molina.

«Sigo asimilando lo del Goya, yo soy muy tímido para muchas cosas, los premios Goya no eran mi terreno (...) cuando dijeron mi nombre me entraron muchas ganas de llorar y gritar uno por uno los nombres de mis familiares», explicó.

«Estar nominado ya fue un premio, no me lo esperaba. Era la primera vez y la verdad que fue llegar y todo fue bien», añadió.

Para Alborán, poder sonar en televisión y cine es un «honor», pues es una manera de tener una conexión «más directa con el público», además de posibilitar que más gente escuche sus temas.

El español, conocido por su cálida propuesta y sus metáforas románticas, defendió el género y aseguró que «el romanticismo nunca ha muerto y nunca morirá».

«Creo que no tenemos que tener pudor a decir "te echo de menos", al final lo que mueve al mundo es el amor, y necesitamos la música para poder transmitir lo que sentimos así que el romanticismo seguirá vivo esté yo o no», aseveró.

El artista, que se presentará este viernes por segunda vez en el anfiteatro de la Quinta Vergara, aseguró que su paso por el festival de la ciudad costera ahora hace tres años fue un «punto de inflexión en su carrera». 

Redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Foto: EFE