El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, cumplió con los pronósticos y derrotó en semifinales del Masters de Londres al español Rafael Nadal, por 6-3 y 6-3, en 79 minutos.

Londres, Inglaterra, 21 de noviembre de 2015 (D58).- Djokovic, vigente campeón del torneo, luchará mañana por revalidar su título en la capital británica ante el vencedor del duelo de esta noche entre los suizos Roger Federer y Stan Wawrinka.

Buscaba el español dar la sorpresa después de una buena semana, con sensaciones positivas, en la que logró imponerse en la fase de grupos a Andy Murray, Wawrinka y David Ferrer, números dos, cuatro y siete del ránking, respectivamente.

Sin embargo, enfrente estaba el número uno del mundo, un Djokovic que esta temporada ha ganado tres de los cuatro torneos del Grand Slam y que solo ha perdido seis encuentros.

Rafa llegaba al duelo de este sábado después de un maratoniano partido ayer ante Ferrer, que se fue hasta las dos horas y 37 minutos, mientras que Nole, que el jueves ganó en poco más de una hora y media a Tomas Berdych, había tenido de un día más de descanso.

El serbio, que ya se había impuesto a Rafa en sus últimos tres enfrentamientos, todos este año -semifinales del Masters 1.000 de Montecarlo, cuartos de final de Roland Garros y final en Pekín-, comenzó el duelo con un saque directo, premonitorio de lo que iba a ser el partido.

Ganó su primer servicio con comodidad, rompió a un Rafa que en los primeros tres juegos solo logró cuatro puntos y ganó nuevamente su saque para colocarse rápidamente con un contundente 3-0.

El ritmo impuesto por Djokovic era demasiado fuerte para un Nadal desenchufado, sin respuesta y que no presentó batalla.

El balear, sin ninguna bola de break en todo el encuentro, vagaba por la pista mientras Djokovic no aminoraba el ritmo. Sin ceder su servicio, acabó llevándose el primer set por 6-3 en poco más de media hora.

Se repitió la historia en la segunda manga, con Nole rompiendo en el quinto para colocarse con 3-2 y saque. Rafa se movía de lado a lado de la pista, bloqueado física y mentalmente frente a un jugador al que no le ha ganado un set en todo el año.

En poco más de 40 minutos el serbio finiquitó el segundo set y el partido, igualando así la serie entre ambos a 23 -que empezó en 2006 y llegó a estar en 14-3 a favor de Nadal- y asegurando su presencia en su decimoquinta final consecutiva en 2015.

«Ha sido una gran actuación desde el principio. He intentado en todo momento ser agresivo y dictar el juego. Me las he arreglado para sacar mis mejores golpes cuando los he necesitado», dijo todavía en pista un exultante Djokovic tras el partido.

«No hemos cambiado nuestros estilos desde la primera vez que nos enfrentamos: él con mucho más efecto y yo tratando de golpear plano la mayoría de las veces. Prácticamente ha sido igual desde la primera vez», añadió el número uno.

Djokovic se enfrentará en la final de mañana (14:00 GMT) con el vencedor del duelo suizo de esta noche entre Roger Federer y Stan Wawrinka.

«Prefiero jugar contra un suizo», bromeó Nole. «El partido contra cualquiera de los dos va a ser bonito, y espero hacerlo tan bien como lo he hecho hoy», concluyó.

EFE









Novak Djokovic
Tras cinco años sin perder un partido en Roland Garros, Rafael Nadal, defensor del título y nueve veces campeón, claudicó ante el serbio Novak Djokovic, número 1 de la ATP, este miércoles en los cuartos de final.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 04 de junio de 2015 (D58).- Djokovic ganó en tres mangas, por 7-5, 6-3 y 6-1, en 2 horas y 26 minutos. Jugará en semifinales con el escocés Andy Murray, que derrotó al también español David Ferrer por 7-6 (7/4), 6-2, 5-7 y 6-1.

Tras seis derrotas, las dos últimas en partidos muy igualados (semifinal de 2013 y final de 2014), Djokovic consiguió ganar a Nadal en París.

«Voy a trabajar para volver y para tener opciones de éxito de nuevo», dijo Nadal en rueda de prensa.

«Cuando juegas contra Rafa aquí, que ha perdido un partido nada más en su carrera, es increíble, por lo que estoy muy contento», señaló Djokovic en francés nada más acabar desde la pista.

Nadal, que este miércoles cumplió 29 años, sumó su segunda derrota en Roland Garros después de haber caído con el sueco Robin Soderling en octavos de la edición de 2009. En sus 11 apariciones en el torneo tiene 70 victorias.

«Somos humanos. Es capaz de volver. Lo hizo en 2013 tras 7 meses sin jugar y completó una de las mejores temporadas de su carrera. Si alguna vez tienen dudas echen un ojo a lo que ha logrado», dijo el serbio sobre la caída de su rival.

Inicio demoledor

Tras días de lluvia y viento, la meteorología parecía estar del lado del español. Un rato antes de empezar salió el sol en París y la temperatura subió hasta los 20 grados, pero el duelo comenzó con un Djokovic sublime.

El serbio se situó 4-0 en el marcador en pocos minutos, combinando la solvencia en el juego de fondo con acertadas incursiones a la red -acertó hasta cuatro dejadas-.

Quedó para el recuerdo el punto del 4-0. Dejadas, globos y carreras imposibles hasta que Nadal acabó encontrándose con la red.

A pesar de haber perdido el aplaudido peloteo, al español le sirvió para soltar el brazo y lograr su primer break.

Encadenó entonces cuatro juegos. La máquina había empezado a carburar y recordaba a su mejor versión.

Sin respuestas

Pero fue un espejismo. Nadal tenía que hacer enormes esfuerzos para estar al nivel de un Djokovic que rozaba la perfección y que selló el primer set en una hora y 7 minutos de juego.

«Estuve cerca en el primer set, pero si se mira el cómputo general del partido nunca fui por delante en el marcador», reconoció Nadal.

«Él fue mejor que yo, así que hay que felicitarle, aceptarlo, analizarlo y trabajar para ponerle remedio», añadió.

A diferencia del primero, el segundo set comenzó con las fuerzas equilibradas, con ambos jugadores administrando energía porque la batalla parecía entonces que sería larga.

Ambos consolidaron tres veces su servicio, aunque el serbio siempre lo hacía con mayor solvencia.

Finalmente logró romper el saque a Nadal, en dos ocasiones consecutivas, con el español salvando hasta tres bolas de set para finalmente ceder a la cuarta.

A estas alturas de partido Djokovic había firmado 32 golpes ganadores por 22 del español.

En la tercera manga se acentuaron las tendencias y Djokovic además contó con la fortuna como aliada.

Cerró dos juegos con dos bolas que pegaron en la red y cayeron del lado del español, lo que el serbio agradeció besando la cruz de madera que siempre le cuelga del cuello. Por fin había acabado con el largo reinado del español en París.

AFP

 Djokovic y Nadal se saludan al final del partido

 Djokovic