El Real Madrid ensanchó su leyenda como el Rey de Europa con la segunda Liga de Campeones en dos años, su undécima, la más sufrida de su historia que confirma la resurrección en un año reconducido por Zinedine Zidane, con intercambio de papeles respecto a Lisboa.

Milán, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- El equipo blanco marcó primero, de nuevo por medio de Sergio Ramos, pero Carrasco empató en la recta final del partido y el Real Madrid inclinó la balanza de su lado con la fortuna en los penaltis tras un fallo de Juanfran.

El fútbol le debe una al Atlético. Una más. La crueldad se tiñe de «rojiblanco» en una final en la que nadó a contracorriente, dio todo por llevar el duelo a la prórroga y solo hincó la rodilla por un error en el lanzamiento de Juanfran en el cuarto penalti de la tanda. Un duelo llevado al extremo de sacrificio y entrega. Una final histórica que cubrió con pasión la falta de buen fútbol.

Era tan reciente la espina de Lisboa que era una utopía pensar que no marcaría el duelo en Milán. Tan solo 735 días después. Simeone, el técnico que ha instalado al Atlético de Madrid entre los más grandes de Europa, cometió errores de los que necesita desquitarse.

Aquella alineación de Diego Costa lesionado que restó un cambio en los instantes en los que faltaba el oxígeno. Estratega del fútbol, volvió a sorprender en su planteamiento inicial en San Siro. Donde situase la línea de presión marcaría el duelo.

La adelantó. Fue a por el Real Madrid. Mordió en la salida de balón, dificultándola y corriendo riesgos con una defensa casi en el centro del campo ante la velocidad de la BBC. El Real Madrid que «el Cholo» esperaba al contragolpe lo provocó él mismo con su planteamiento.

La historia es un intangible que se plasma en las finales. Respalda a un Real Madrid que comenzó con seguridad. Agarrado a su mejor imagen defensiva del curso. Sin sorpresas de Zidane y con sus cartas sobre la mesa para conquistar el título. En Modric y Kroos recaía la responsabilidad ante rivales que siempre les encimaron. Debían sacar su calidad para elaborar acciones que enganchasen con Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Los duelos igualados se deciden por pequeños errores y en esta ocasión fueron rojiblancos de inicio. Sorprendentemente el equipo del «Cholo» defendió mal el balón parado y concedió dos faltas evitables en los costados que le costaron caras.

La primera la sacó Oblak con una parada milagrosa. El centro cerrado de Bale fue rematado en el área chica por Casemiro. El pie izquierdo en una intervención repleta de reflejos evitó el tanto tempranero.

Al duelo le faltaba belleza, pero le sobraba intensidad. Koke dio el primer aviso con remate en semifallo y Carvajal quedaba condicionado en una final que jamás olvidará, por una amarilla a los once minutos tras una entrada dura a Griezmann y su posterior lesión muscular.

El jugador que desequilibraba era Bale. Aparecía en cualquier rincón, en esfuerzos defensivos o desafiando en carrera ofensiva a rivales. Juanfran cometió un error infantil. Su falta clara en un costado, con el galés recibiendo de espaldas, generó el gol al cuarto de hora.

El centro de Kroos lo peinó Bale al primer palo y apareció Ramos, en un baile de agarrones con Savic, para congelar el tiempo y recuperar el papel de héroe de la Décima en una nueva final.

En posición dudosa, ligeramente adelantado al rival, remachó a la red el tanto que rompía la igualada final. El destino le tenía reservado su primer gol europeo del curso para otro momento de gloria tras su campaña más irregular.

Fue un directo anímico al mentón «rojiblanco». Se había ganado a pulso su regreso a la final, eliminando a los dos grandes favoritos Barcelona y Bayern, y su lema, «nunca dejas de creer», era el mejor argumento para levantarse.

Físico le sobraba a los dos equipos, con dos semanas para preparar la cita y vaciarse. Era la cabeza lo que jugaba en contra del Atlético, pero se lanzó con firmeza a por la remontada fuesen cuales fuesen los sucesos en su contra.

La duda inicial que insufló Bale con alguna acción veloz devorando espacios no tardó en desaparecer. Bien por personalidad «rojiblanca» o por comodidad madridista con el marcador a su favor, el dominio blanco sin peligro, intentando dormir el ritmo del encuentro y ganar seguridad con la posesión, se acabó convirtiendo en riesgo por la invitación a atacar a su rival.

Así comenzó a llegar el Atlético, sin inquietar a Keylor pero cambiando la dinámica y recuperando confianza. Un remate desviado de Juanfran y los incansables intentos de Griezmann alentaban a la esperanza. Los del «Cholo» necesitaban la personalidad de Koke, que se dejó caer al centro. Impreciso de inicio en dos pases con riesgo, pero bueno el tercero para conectar con el delantero francés que chutó blando a las manos de Keylor.

El Real Madrid desapareció de San Siro. Apenas un robo de un omnipresente Casemiro le hizo correr y generar una acción mágica de Benzema, en un regate veloz, un uno dos que ni vio Godín pero evitó Oblak en el centro peligroso. El cambio de plan de ruta madridista era un error, permitió recuperar confianza al Atlético.

La fiesta del fútbol español tenía lo mejor guardado para la segunda mitad. Cuarenta y dos años de espera «rojiblanca», la forma de perder en Múnich y Lisboa, le impulsaron en busca del gol. Otra vez el cambio de Carrasco, como en Múnich, varió su identidad.

Salió decidido y pronto encontró la mejor oportunidad de lograrlo. Pepe cayó en la trampa de Fernando Torres, que vivía el partido de su vida. Llegó tarde y arrasó el cuerpo de «el niño».

El penalti lo pidió Griezmann. Disparó con el corazón y con exceso de potencia. El travesaño repelió el esférico que botó delante de la línea de gol. Su fallo no se le fue de la cabeza en toda la final.

Perdió protagonismo por más que Simeone le llamó a la banda para insistir en que su gol llegaría. Estaba Carrasco para asumirlo. El francés agudizó las dudas blancas y exhibió sus virtudes.

Sobrado de carácter, el Atlético mereció el gol. Con Gabi tirando de galones al mando peleó hasta que lo encontró. Tras un córner la tuvo Savic, Saúl chutó fuera. El Real Madrid estaba demasiado estirado, centrado en defenderse, pero con una distancia abismal entre líneas. Lo quiso corregir Zidane con un cambio extraño. No tocó la BBC, que pedía oxígeno, y retiró el campo a Kroos por Isco.

Al contragolpe volvió a crear peligro el Real Madrid. Modric vio a Benzema, con metros para correr y pensar como superar el mano a mano que se le presentaba ante Oblak. Aguantó en exceso y su disparo fue tapado por el esloveno. Nuevamente decisivo.

Tuvo que esperar 78 minutos Cristiano para tener su primera oportunidad. En carrera apostó por la potencia en la definición. Centrado. Sencillo para un seguro Oblak. Segundos después encontró un rechace tras lucha de Bale y a su gesto de habilidad no le acompañó el gol. La tuvo el galés que vio como la sentencia la sacaba bajo la portería la defensa rival.

Y se pasó al empate. Los errores se pagan caros en el fútbol. Perdonó y lo pagó el Real Madrid. Juanfran compensó su error del gol madridista con un centro perfecto a Carrasco, que chutó empujado por todos los atléticos que no pararon de animar perdiendo en el marcador. Del minuto 93 de Lisboa al 78 de Milán. Los miedos hicieron un viaje de ida y vuelta.

Tenía al Real Madrid tambaleándose, pero el Atleti tomó aire. La pausa le pudo costar la final. Bale remató a la espalda de Pepe un saque de esquina. Marcelo puso un centro potente peligroso. Y en esta ocasión el 93 tenía guardada una acción polémica. Ramos se jugaba la expulsión con una entrada que cortaba el ataque de Carrasco. Se quedó en amarilla, la misma que recibió Gabi por su queja.

Nacía la prórroga con dos equipos midiendo su preparación física. Con futbolistas al límite, acabando con calambres o percances musculares. El orgullo madridista le hizo buscar el triunfo, romper una dinámica negativa ante un rival que le tiene tomada la medida.

Casemiro no superó a Oblak y tiraba de individualidades con Bale y Cristiano buscando sin éxito el premio final. Siempre en saques de esquina, ambos remataron a la espalda de Pepe o Filipe. El Atlético se instaló en su terreno y ya no volvió a inquietar. Acabó pidiendo los penaltis como todos los jugadores, al final extenuados.

Todo a una carta para dos eternos enemigos. La gloria a un paso, el infierno también. Marcó Lucas el primero, respondió con personalidad Griezmann en el penalti más difícil de su carrera. Marcelo ajustó su zurdazo, respondió a la escuadra Gabi. Oblak no se movía y Bale le superó por el mismo lado, su izquierdo.

Saúl respondía con toque de clase a la presión. Ramos se ganaba el premio al mejor jugador del partido y Juanfran la peor noche de su vida. Su disparo ajustado lo repelió un poste. Todo quedaba en las botas del mejor lanzador del Real Madrid. Y Cristiano dio la Undécima al Rey de Europa.

Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Danilo, m.51), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, m.72), Modric; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.77).

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe (Lucas, m.109); Saúl, Gabi, Augusto (Carrasco, m.46), Koke (Thomas, m.116); Griezmann y Fernando Torres.

Goles: 1-0, m.15: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Carrasco.

Penaltis: 1-0: Lucas Vázquez, gol. 1-1: Griezmann, gol. 2-1: Marcelo, gol. 2-2: Gabi, gol. 3-2: Bale, gol. 3-3: Saúl, gol. 4-3: Ramos, gol. 4-3, Juanfran, al poste. 5-3, Cristiano, gol.

Árbitro: Mark Clattenburg (Inglés). Amonestó a Carvajal (11), Keylor Navas (47), Casemiro (79), Ramos (90), Danilo (93) y Pepe (111), por el Real Madrid; y a Fernando Torres (60), Godín (66) y Gabi (90), por el Atlético.

Incidencias: final de la Liga de Campeones disputada en el estadio San Siro, lleno a rebosar, con 81.000 espectadores en las gradas. El Rey Felipe VI y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, presenciaron el partido desde el palco. 

Fuente y redacción: Roberto Morales EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE










 







Los embajadores del Real Madrid para la final de Milán de la Liga de Campeones (Paco Gento, Amancio Amaro, Raúl González, Pedja Mijatovic y Roberto Carlos) desataron la locura en la zona de hinchas en el centro de la ciudad, donde los seguidores llegaron a pedir la presidencia de Raúl.

San Siro, Milán, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- El calor cercano a los 30 grados marcaba la mañana previa al gran partido en San Siro en el centro de Milán.

Aficionados madridistas se repartían por las zonas más turísticas hasta que la llegada de los embajadores del club, futbolistas que han marcado una época en la conquista de Copas de Europa en el pasado, congregó a cerca mil seguidores en la vía del Burchiello, donde está instalada la zona de hinchas blancos.

En un escenario con el hastag #AporlaUndécima y el lema «unidos por un sueño», aparecieron leyendas del club y los aficionados no cesaron de dedicarles cánticos, con Raúl como el más aclamado y llegando a pedir su regreso al club hasta de presidente.

«Estoy orgulloso de estar con todos los madridistas que sentimos de corazón a nuestro equipo», dijo Amancio Amaro en el escenario intentando apaciguar los cánticos de los seguidores madridistas.

«Estamos contentos de estar en Milán con mucho madridismo que llevamos dentro. Sabemos que es un partido difícil con un rival de toda la vida. Esperemos que como ocurrió en Lisboa nos quedemos de nuevo con la copa porque somos mejores», añadió Gento.

Un vídeo mostraba jugadas que marcaron una época en el Real Madrid. Cambió el blanco y negro de las imágenes y apareció el color con la conquista de la séptima Copa de Europa y la aparición del autor del gol, «el verdadero héroe de la séptima», como presentó Raúl a Pedja Mijatovic.

«Siento mucha felicidad de estar junto al madridismo. Gracias a la afición se ha conseguido todo lo que ha conseguido el club en su historia. Espero que esta noche nos llevemos la undécima», deseó.

Con la camiseta del Real Madrid puesta apareció Roberto Carlos, que sigue teniendo el cariño de la afición que tantos años le alentó en sus exhibiciones por banda izquierda del Santiago Bernabéu. «Hicimos historia con el club y estar hoy representado al Real Madrid es un orgullo. El madridismo merece una victoria».

Fue el punto álgido de una mañana calurosa en Milán. Los televisivos José Corbacho y Luján Argüelles fueron los presentadores e interactuaron en todo momento con los seguidores madridistas.

Realizaron un concurso buscando el mejor cantante del himno del Real Madrid y la fiesta contó con la actuación del cantante David Otero, antiguo integrante de El Canto del Loco y fiel seguidor blanco.

Los seguidores del Real Madrid inician ya el camino hacia San Siro. 4,5 kilómetros separan la vía del Burchiello del estadio en el que desean vivir una gran fiesta, la de la Undécima Copa de Europa.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE










Todo está listo en la ciudad italiana de Milán para presenciar el duelo entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, en la final de la UEFA Champions League.

Milan, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- La ciudad de Milán se preparó para vivir un gran acontecimiento deportivo.

Miles de aficionados y periodistas abarrotan la plaza del Duomo «La villa del Champions» en el centro de la ciudad y a ultima hora se ha conocido que han suspendido la transmisión en pantalla gigante desde la plaza, por medidas de seguridad.

El duelo entre los equipos de Zinedine Zidane y Diego «El Cholo» Simeone acapara la atención, ya que del choque entre ambas escuadras surgirá el nuevo campeón del máximo torneo de clubes de Europa.

Redacción: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)














Miles de aficionados han llegado a la ciudad italiana de Milán durante la última semana para presenciar el duelo entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, en la final de la UEFA Champions League.

Milan, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- De cara al duelo que protagonizarán el Real Madrid y el Atlético de Madrid, este sábado 28 de mayo, miles de aficionados han abarrotar la ciudad italiana de Milán para presenciar el partido de la gran final de la UEFA Champions League. 

Durante toda la semana, la ciudad de Milán se preparó para vivir un gran acontecimiento deportivo. Los hoteles de concentración de ambos equipos ya se han blindado.

San Siro se vistió de gala para albergar la gran final española. La copa se encuentra en la plaza del Duomo «La villa del Champions», donde se encuentran numerosos estands de patrocinantes de la copa, así como una inmensa tarima donde cada noche se presentaron espectáculos musicales con DJ como Benny Bensai entre otros.

Cientos de aficionados y periodistas se acercan para hacerse una foto con la copa, actividad totalmente gratuita.

El duelo entre los equipos de Zinedine Zidane y Diego «El Cholo» Simeone acapara la atención, ya que del choque entre ambas escuadras surgirá el nuevo campeón del máximo torneo de clubes de Europa.

Redacción: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)

















La Liga se le hizo corta al Real Madrid, que se quedó en la orilla del campeonato después de doce victorias consecutivas, la última, en el estadio de Riazor, donde se ilusionó con el título durante quince minutos, desde que el portugués Cristiano Ronaldo anotó el primer tanto del partido hasta que el uruguayo Luis Suárez adelantó al Barça en Granada.

La Coruña, España, 14 de mayo de 2016 (D58).- Lo intentó el equipo de Zinedine Zidane, cumplió con su parte, pero el Barcelona no falló en la última jornada y su esprín por el título se quedó corto.

Le faltó la posibilidad de un último golpe de cadera, como en el ciclismo, para arrebatarle al equipo azulgrana un campeonato que hace meses parecía tener en el bolsillo y que se le complicó.

Si al Madrid se le hizo corta la Liga, para el Deportivo fue larguísima porque, tras una brillante primera vuelta, acaba la temporada con el vestuario convertido en un polvorín y mucho que reconstruir en verano.

El Real Madrid, con Keylor Navas bajo palos, Carvajal en el lateral derecho y Modric en el centro del campo, salió a por el Deportivo para intentar marcar un gol tempranero que pudiera poner nervioso al Barcelona en su pelea por el título.

Carburó sin necesidad de minutos de tanteo la BBC y pronto anunció sus intenciones el equipo de Zinedine Zidane con una llegada de Benzema a pase de Bale.

Faltaba Cristiano Ronaldo por aparecer en escena y lo hizo de forma decisiva a los siete minutos en una jugada en la que Bale buscó la línea de fondo, centró al área, Benzema remató mal y el portugués no perdonó en el segundo palo para batir al internacional croata Stipe Pletikosa, titular por segunda vez en la Liga BBVA en el último partido de su carrera.

Con ese gol, el equipo blanco, que controlaba el partido con comodidad ante el Deportivo, fue campeón durante 15 minutos, los que tardó el Barcelona en adelantarse en Granada con un tanto del uruguayo Luis Suárez que la afición de Riazor anunció con aplausos.

Aun así, el Madrid se aferró a una campanada en Los Cármenes y siguió a lo suyo en el césped de Riazor, donde Ronaldo convirtió el segundo a los 25 minutos en un saque de esquina que remató en el segundo palo, tocó en Mosquera y despistó a Pletikosa.

El Deportivo, que reclamó falta previa de Bale a Arribas, se atrevió a enfocar la portería del costarricense Keylor Navas con un disparo lejano del argentino Fede Cartabia, la principal amenaza «blanquiazul» en el primer acto.

El Real Madrid siguió atacando y hasta Pepe quiso ser asistente con un pase en largo que Ronaldo acompañó con un gran desmarque, un buen control y un remate ajustado que se estrelló en el poste izquierdo de la portería del Deportivo y no entró de milagro.

Tampoco subió al marcador un disparo de Benzema que tuvo la respuesta de Pletikosa, a quien ayudó el larguero a los 34 minutos para que Ronaldo no firmara el triplete.

Cuando Suárez marcó el segundo del Barcelona en Granada, el equipo de Zidane movía el balón con criterio y pudo llegar al vestuario con mayor renta, pero Mateu Lahoz no sancionó un penalti del portero del Dépor a Casemiro, que fue arrollado por el arquero croata.

A Ronaldo se le había negado el tercer gol en la recta final del primer periodo y ahí abandonó la pelea por el «Pichichi» porque Zidane le dejó en el banquillo y sacó al colombiano James.

La ventaja del Madrid, que ya empezaba a pensar en la final de la Liga de Campeones ante el Atlético, y la renta del Barcelona en Granada rebajó el ritmo del partido de Riazor, donde Lucas Pérez obligó a intervenir por primera vez a Keylor a los 54 minutos con un disparo que el cancerbero atajó en dos tiempos.

Zidane retiró a Kroos, con amarilla, para incorporar a Isco, y el Madrid, más relajado, permitió otra ocasión del Dépor, un remate del central brasileño Sidnei Rechel que el portero blanco despejó a córner después de estirarse al máximo.

La segunda mitad sirvió al portero costarricense para demostrar que está totalmente recuperado para la Liga de Campeones, porque volvió a evitar con una gran parada el tanto del Deportivo a los 72 minutos en un saque de esquina que Róber Pier, recién incorporado al campo, cabeceó a bocajarro en el área pequeña.

En la otra área, Pletikosa se ganó con buenas paradas que Riazor coreara su nombre, e incluso se permitió saludar a los aficionados en pleno partido, un encuentro que el Madrid había resuelto en el primer periodo, pero que no le bastó para levantar el título.

Ficha técnica:

0 - RC Deportivo: Stipe Pletikosa; Manuel Pablo, Arribas (Róber Pier, min 70), Sidnei, Navarro; Pedro Mosquera (Borges, min 76), Álex Bergantiños; Fede Cartabia, Luis Alberto, Fayçal Fajr (Oriol Riera, min 76); y Lucas Pérez.

2 - Real Madrid CF: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, min 61), Modric; Bale (Jesé, min 76), Cristiano Ronaldo (James, min 46) y Benzema.

Goles: 0-1, min 7: Cristiano Ronaldo. 0-2, min 25: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Mateu Lahoz, del colegio valenciano. Mostró amarilla a Kroos (min 50), Ramos (min 86) y Modric (min 90), del Real Madrid; y a Mosquera (min 57), del Deportivo.

Incidencias: Partido de la trigésimo octava y última de la Liga BBVA disputado en el estadio de Riazor ante 29.017 espectadores, según el Deportivo.

Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado de este viernes contra una peña del Real Madrid en Iraq. En el descanso se homenajeó a Arsenio Iglesias, ex entrenador de Deportivo y Real Madrid.

Fuente y redacción: Carlos Alberto Fernández / EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE












El equipo de Zinedine Zidane buscará el próximo 28 de mayo en Milán su 11º título de la Copa de Europa tras vencer por 1-0 en el Santiago Bernabéu al Manchester City y resolver una tensa eliminatoria de semifinales.

Madrid, España, 04 de mayo de 2016 (D58).- El duelo que se disputó en la capital española, comenzó con un conjunto merengue ampliamente superior ante un City que parecía perdido de entrada.

Cristiano Ronaldo dio el primer aviso, pero su cabezazo se fue desviado. A los 10 minutos, «los citizen» sufrirían la baja de Vincent Kompany, quien por lesión debió abandonar el terreno de juego, dando entrada a Mangala.

Una baja importante

El City llegaba a Madrid con un equipo de garantías en busca de su primera final de la UEFA Champions League pero se encontró con un duro contratiempo en los primeros instantes.

Su capitán y pilar de su defensa Vincent Kompany se lesionó y tuvo que retirarse en el minuto ocho. Quizá tuvo que ver con el cambio de Kompany o quizá no pero el City salió muy dubitativo al partido y el Madrid lo aprovechó para hacerse con el control y dominar durante prácticamente toda la primera mitad.

El control en el medio, clave

Al igual que en el duelo de ida, estaba claro que el equipo que controlase el centro del campo tendría mucho a favor para decantar de su lado la eliminatoria.

El Madrid no podía contar con un hombre clave en su medular en los últimos meses, el brasileño Casemiro, mientras que el City echaba en falta la presencia del español David Silva, aunque contaba de su lado con un centro del campo formado por Fernando, Fernandinho y el marfileño Yaya Touré.

A pesar de esto, fue el Madrid quien se hizo con el dominio en el centro apoyado en un Isco muy activo que distribuyó el juego a la perfección.

Un primer gol decisivo

El Madrid dominaba y las ocasiones caían de su lado. Los de Zidane empujaron y acabaron encontrando la recompensa en una gran acción ofensiva. Dani Carvajal se incorporó por la derecha, envió un balón al hueco a Gareth Bale, y el galés sorprendió a Joe Hart con un remate por alto que tocó en Fernando antes de introducirse en la portería.

El gol llegó en el momento preciso para calmar las ansias del Real Madrid y evitar la ansiedad de marcar.

Otra vez Hart

El portero del Manchester City ya se disfrazó de héroe en el partido de ida disputado en Mánchester, y de nuevo volvió a hacerlo en Madrid.

Nada más comenzar la segunda parte el guardameta evitó el 2-0 con una soberbia parada tras un tiro a bocajarro de Luka Modrić y poco después de nuevo fue protagonista con otra gran intervención después de un remate de cabeza de Cristiano Ronaldo.

El Madrid presionaba en busca del segundo y Bale tuvo una ocasión para conseguirlo con un remate de cabeza tras un saque de esquina. Sin embargo, el balón se estrelló en el larguero, dejando al City con opciones en los últimos minutos.

Una defensa implacable

El Madrid no conseguía ampliar su ventaja pero sí se mantuvo muy firme en defensa durante todo el duelo. Carvajal, Sergio Ramos y Pepe mantuvieron a raya a los atacantes del City durante los 90 minutos, y solo un disparo de Fernando que rozó el poste y un disparo lejano de Sergio Agüero inquietaron la ventaja local.

Pese a los nervio finales y el empuje del City en los últimos minutos, el resultado se mantuvo y el Real Madrid jugará otra final ante el Atlético Madrid solo dos años después del duelo entre ambos en Lisboa.

Será la 14ª final del equipo blanco, y en ella buscará su 11º título.

Fuente: laliga.es
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: laliga.es














Tras la victoria de su equipo en el Camp Nou (1-2), el jugador del Real Madrid Sergio Ramos ha asegurado que, a pesar de los siete puntos de ventaja que tiene el Barcelona en la Liga a falta de siete jornadas, todavía «puede pasar de todo».

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 03 de abril de 2016 (D58).- «Mientras matemáticamente haya posibilidades, el Madrid está obligado a luchar. La semana pasada lo veíamos muy lejos y ahora que estamos a siete puntos, hay muchos puntos en juego. Puede pasar de todo», ha asegurado el jugador andaluz tras el clásico.

Ramos se ha mostrado muy contento por la victoria, si bien ha apostado por rebajar la euforia: «En el fútbol hay que mantener los pies en el suelo y a día de hoy no hemos hecho nada, pero estamos en el buen camino».

Por ello, ha instado a sus compañeros a «enfocar cada partido como una final» para «afrontar este último tramo de temporada de la mejor manera posible».

«Este partido es una manera de recupera la confianza. Es un premio al sacrificio de las últimas semanas. Estamos trabajando muy duro», ha subrayado.

Por último, Ramos se ha referido a su expulsión en el minuto 85. «Ha sido una pena haber dejado al equipo con uno menos, pero si llego a saber que íbamos a ganar con uno menos, me expulsó en el minuto cinco», ha bromeado.

Redacción y fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE








El Real Madrid ganó el clásico (1-2) tras unos minutos finales muy brillantes y reclamó protagonismo en la Liga, en la que el Barcelona sigue líder, pero con menos ventaja respecto al segundo, el Atlético, que hoy ganó 5-1 y queda a seis puntos de los «azulgranas».

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 02 de abril de 2016 (D58).- El partido que debía servir para ofrecerle un homenaje a Cruyff y a su legado fue una copia mala de la mejor versión que tiene el Barcelona, que además pone fin a su racha de 39 encuentros seguidos sin conocer la derrota.

El Barça más espeso de la temporada salió del Camp Nou líder pero abatido, pues ni fue mejor ni supo poner en escena algo del fútbol que atesora.

Salió el Madrid a no dejar espacios, tirando la defensa arriba y reduciendo la zona media, donde acostumbra el Barça a mover más y mejor el balón. Sí que lo pudo mover, pero sólo cuando transitaba el cuero por la defensa, ya que en los pies de Iniesta, Rakitic o Busquets, el fútbol del Barça no fue nada fluido.

Subió metros Lionel Messi para incrementar los efectivos en la medular y la banda derecha quedó para un Dani Alves que tenía doble trabajo: maniatar a Cristiano Ronaldo y aprovechar la autopista que tenía por delante. Poco recorrido tuvo el brasileño por una banda que su compatriota Marcelo guardó bien.

Al Madrid le estaba saliendo un buen partido: arriesgar lo mínimo y volver a fiar todo su potencial a que Cristiano o Bale enganchasen un balón y por velocidad y acierto hiciesen el resto. Pero el Madrid esta noche en el Camp Nou estaba más por la defensa que por las aventuras en el campo azulgrana.

Al Barcelona le costó horrores acercarse a la meta de Navas y en un saque de portería de Bravo, el balón lo disputó Suárez, después fue a Neymar, quien en un centro preciso envió el cuero al uruguayo y éste, sorprendentemente, falló un gol cantado, error tras el cual los madridistas protestaron un fuera de juego previo, que acabó con una amarilla a Sergio Ramos.

Modric, uno de los blancos más brillantes en los primeros 45 minutos, trazó un pase a Bale que, por la banda derecha, lo reenvió al centro, justo en el instante que Piqué se echó al suelo y desbarató una clara acción de gol.

No era la primera vez que al Barça se le planteaba el desafío de un rival resguardado en su cueva, pero solía pasar que con los minutos la intensidad daba paso a una secuencia de acciones con goles. Este noche, el Barcelona vio un Madrid muy diferente del que se topó en la primera vuelta.

El equipo de Zinedine Zidane estuvo muy seguro atrás y por las bandas tanto Marcelo como Carvajal cuajaron minutos de mucha corrección táctica.

Ante este nuevo colapso, y con una defensa rival atrevida y adelantada, ni Messi encontraba conexiones ni Suárez y Neymar ofrecían movimientos para romper un sistema defensivo que se había impuesto claramente.

Las oportunidades del Barça llegaban a cuentagotas: en el minuto 16 Iniesta disparó y Ramos en el suelo sacó el balón y tres minutos después fue Navas quien sacó un balón envenenado de Rakitic.

En el 24, Messi pidió penalti por una entrada de Ramos, que en realidad fue fuera del área, pero el árbitro, que estaba encima de la acción, no frenó la jugada.

La primera ocasión que tuvo Cristiano, en una noche de alta intensidad con el marcaje de Dani Alves, fue en el minuto 25, cuando se coló por la otra banda y, tras superar a dos rivales, envió un fuerte disparo al que Bravo respondió con los puños.

El Madrid se creció en unos momentos en los que tocó el balón en el centro del campo y en un contragolpe que arrancó Bale acabó frenado por Mascherano, que vio una amarilla, cuando tanto Benzema como Cristiano habían buscado líneas de pase. En la falta directa, el portugués envió el balón a las nubes.

En el último suspiro del primer acto, el gol merodeó las dos porterías, con un disparo alto de Alves y en el 43 con una clamorosa oportunidad de Benzema, que se encontró con un balón en el punto de penalti sin oposición y lo envió por encima del travesaño.

No hubo cambios en la reanudación y tampoco en el mapa del partido, con un guión muy ajustado a lo visto en la primera parte, con un Madrid más pasivo que activo y que en una falta de Ramos a Suárez temió perder al capitán por una amarilla que no llegó, a pesar de la protesta de todos los «azulgranas».

No se guardó nada el Madrid a la hora de defender. Los incansables Kroos, Modric y Casemiro encontraron socios indispensables para la tarea de contener al Barça, como Cristiano Bale. Destacaron por encima de todo las ayudas que brindaron para anular en lo posible a Messi, propósito que al Madrid le funcionó bastante bien.

Y cuando delante se abría una brecha, entonces ahí estaba Keylor Navas para salvar los muebles, como en una picada que le hizo Messi y el centroamericano sacó las uñas para evitar el primer tanto del Barcelona en el minuto 54.

En el siguiente minuto, Piqué, que se había quedado en el Bernabéu con las ganas de haber firmado el 0-5 en la primera vuelta liguera, dejó retratado en un córner a Pepe en el marcaje, y tras sortearlo encaró el balón que venía de la esquina para marcar el 1-0.

La reacción del Madrid fue inmediata y llegó con una acción individual de Marcelo, que cedió el balón a Kroos y éste, tras un centro algo defectuoso, conectó con Benzema, que a la media vuelta empató el partido (1-1). Bale, desde la frontal, tuvo el 1-2 porco después.

El Barcelona creía que con el 1-0 había hecho lo más costoso del trabajo y que ya sólo le quedaba matar el partido y que pasasen los minutos, pero con el empate volvió a las andadas, con una gran incapacidad para crear juego ofensivo y con un centro del campo bastante incapaz de imponerse y dominar el partido.

A diez minutos del final, Cristiano buscó el gol con un disparo desde fuera del área que Mascherano neutralizó desde el suelo. En la siguiente jugada, Suárez conectó un derechazo que salió rozando un poste.

Zidane había sacado a Jesé y el Madrid se había hecho con el partido. En un centro de Cristiano, Bale marcó de cabeza el 1-2, pero el árbitro lo anuló por una falta del galés a Alba en el salto, pese a las protestas de los jugadores madridistas.

En el alud blanco, Cristiano envió un balón al travesaño y casi a continuación el Madrid tuvo una ocasión más.

El momento madridista parecía que se iba a frenar en seco a los 37 minutos del segundo tiempo cuando, tras una entrada por detrás de Sergio Ramos, el Madrid perdió a su capitán por expulsión, pero en un contragolpe arrancado por Carvajal, tras un centro largo, Cristiano controló el balón con el pecho y, con un duro disparo, marcó por debajo de las piernas de Bravo (1-2).

Ficha técnica:

1. Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic (Arda Turan, min.73), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez

2. Real Madrid: Keylor; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kross; Bale (Lucas Vázquez, min.90), Benzema (Jesé, min.78) y Cristiano.

Goles: 1-0, min. 56: Piqué. 1-1, min. 63: Benzema. 1-2, min. 84: Cristiano.

Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández. Mostró cartulina amarilla a Sergio Ramos (min.10), Carvajal (min.17), Luis Suárez (min.27) y Mascherano (min.28). Expulsó a Sergio Ramos (min.82) al ver la segunda amarilla.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima primera jornada de la Liga disputado en el Camp Nou ante 99.264 aficionados, que llenaron el estadio azulgrana.

En los prolegómenos del partido, un mosaico de 90.000 cartulinas homenajeó a Johan Cruyff, fallecido la semana pasada a los 68 años.

Redacción: Àlex Santos / EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE