Conocí al comandante Hugo Chávez en el hall del teatrino de Banco Mara, a principios del año 1999, cuando vino a Maracaibo para la presentación del proyecto «Puerto de aguas profundas» durante el segundo período como gobernador Francisco Javier Arias Cárdenas: «Pancho», como lo llamaba, su fraterno compañero de sueños. Esa tarde lo esperamos con gaitas, al llegar su caravana lo recibió el General Efraín Vásquez Velasco y lo condujo hacia un grupo de comunicadores y funcionarios entre los que me encontraba. 

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 09, Abr. 2013 (D58).- El presidente electo el 2 de diciembre de 1998 estaba delgado, muy enérgico, entonces tenía 44 años de edad. Me dio su mano con firmeza.  Al finalizar el acto, él se acercó a saludar muy cálido y cordial a cada uno de los integrantes del conjunto de gaitas, mientras tocaban en su honor.

La segunda vez que lo vi, fue en el estadio de softbol de Fuerte Tiuna, en mayo de ese mismo año. En esa ocasión el General Darío Rubenstein invitó al equipo Toros del Zulia, que recién se había titulado campeón de Venezuela, para disputar un partido amistoso con la Selección Nacional de Cuba.

Antes de ese encuentro, jugaron las novenas de la Armada y el Ejército; el presidente Chávez jugó primera base con el equipo de su fuerza militar. Me sorprendió que al finalizar su juego, el no pidió agua, sino café. Lo degustó con placer mientras saludaba al equipo zuliano. Junto al presidente del equipo Marlo Reyes, me tocó entregarle el uniforme de los astados, con la bandera del Zulia en la manga derecha. 

Me saludó con su energía característica y preguntó lleno de humor:«"Pancho" Arias juega con Los Toros del Zulia»,  mientras señalaba  el logo, riendo, con un inmenso carisma. Le acompañaba su atractiva esposa Marisabel Rodríguez, la periodista barquisimetana con la que se casó en 1997, a quien había conocido en la sede de NCTV-Lara.

La tercera ocasión en la que tuve un encuentro con el comandante Chávez fue en el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, en ocasión de la entrega del  Premio Nacional de Periodismo, era junio de 2003. Chávez vestía un traje gris cobalto y corbata de tono malva. Ya había enfrentado y derrotado el «paro petrolero» y el «golpe del 11 de abril» llamado «El carmonazo». Estaba cumpliendo su quinto año en el poder,  más fortalecido. Ese año se divorció de  Marisabel, su segunda esposa.

Hugo Rafael nos saludó sonriente y luego se sentó para escuchar absorto al internacionalista Walter Martínez Dossier en su discurso de orden, en representación de los galardonados. Cuando él intervino habló del Bolívar periodista, del líder visionario que en 1.818 afirmó: «Una imprenta es tan importante para la batalla como una pieza de artillería».

Cuando me nombró la elegante moderadora de la ceremonia, subí raudo, emocionado, me recibió Chávez con una palmada en los hombros, al estilo castrense y me preguntó: ¿En cuál medio trabajabas? Se interesó mucho cuando le dije que era del Zulia, que mi trabajo lo realizaba en radio y en un portal-web, y me pidió le enviara su saludo a todos mis paisanos. Ese acto lo transmitió VTV, conservo ese video, lo he revisado muchas veces, y caigo en cuenta que mi tiempo en el escenario fue sólo 3 minutos, mientras recibía el diploma y la estatuilla, aunque me pareció mucho más extenso. 

Guardo una fotografía de ese momento memorable, al lado del presidente afable, acompañado por José Vicente Rangel.

La cuarta vez que vi al comandante Chávez Frías, fue en la hemeroteca del Diario Panorama, con motivo de los 90 años de la fundación de ese periódico. Fue el 2 de diciembre de 2004, el presidente venía llegando de España, aún con efecto «jetlab» según comentó. Lo recibió el señor Esteban Pineda, lo acompañaban Aristóbulo Istúriz y Andrés Izarra. En ese salón estaban sólo 120 invitados especiales.

Ese día habló Chávez con mucha fuerza, se dirigió al gobernador Rosales que se encontraba allí presente y le dijo: «Para que usted me pida respeto a su investidura regional,  primero debe respetar a un presidente electo por el pueblo de una nación». Rosales no habló, asintió, su piel se puso cetrina y sus fosas nasales parecían ventosas. Observaban el acto Lorenzo Mendoza y Juan Carlos Escotet, entre otros empresarios.

En ese momento Chávez era un hombre de 50 años de edad, ya se había convertido en un líder latinoamericano, reconocido en la Argentina liderada por los Kirchner, en Brasil convertido en potencia económica, gracias a la gestión de Lula Da Silva; en la Bolivia de Evo Morales, en la Nicaragua de Daniel Ortega, en Ecuador y Uruguay, en todo el Caribe. El comandante Chávez, con su boina emblemática,  era una referencia continental de lucha, de resistencia.

La última vez que vi en persona al comandante Hugo Rafael, fue en el municipio San Francisco en el año 2010, durante la campaña para elegir los representantes a la Asamblea Nacional. Él pasó en una caravana frente a la tarima donde estábamos tocando y animando. A mi lado se encontraba Blagdimir Labrador, el actual Secretario de Gobierno del Estado Zulia. El presidente levantó su brazo para saludar desde el camión donde lo llevaban, a su lado estaba su hija María Gabriela, Rodrigo Cabezas, el candidato Eduardo Labrador, el alcalde Omar Prieto junto a su equipo de seguridad personal. Iba sonriente, lucía la chaqueta tricolor de la selección nacional de Venezuela, con sus ocho estrellas impecables.

Este 5 de marzo de 2013, cerca de las cinco de la tarde, me impactó la noticia de su deceso. Todo el que estuvo cerca del presidente Chávez, tenía la impresión de que nunca moriría, era como un roble indoblegable. Su carisma lo abarcaba todo, cosechó afectos tan fuertes como puentes indestructibles. 

Tuvo una  vida intensa, de prodigios, movida por cuatro grandes pasiones: El beisbol, la música llanera, la lectura y la praxis política. Todas las canalizó a través de su carrera militar, que inició en 1971 en la «casa de los sueños azules». Sus manos sustentaron libros, con ellas jugó a la pelota criolla,  dio el saludo solidario y las unió en oración al Cristo Redentor.

Cincuenta países enviaron sus condolencias en este marzo pesaroso, once países decretaron «duelo nacional» en su honor, millones de compatriotas hicieron colas de horas para verlo por última vez.  Me conmovió ver a sus hijas haciendo guardia de honor alrededor de su féretro; su hija mayor Rosa Virginia, la segunda María Gabriela, la que tiene el temple de su padre. Ambas fungieron como Primeras Damas de la nación desde el 2005.

El varón es el tercero, Hugo Rafael Chávez Colmenares de 28 años de edad, de pocas apariciones públicas. Son sus tres hijos con la primera esposa Nancy Colmenares, humilde mujer llanera. Su hija menor es Rosinés Chávez Rodríguez,  hermosa larense de 15 años de edad y su nieta Gabriela. Todos se mostraron con entereza, trajeados de riguroso negro, con el dolor reflejado en sus rostros y en su silencio.

He leído muchos tuits con frases para homenajear al comandante Hugo Chávez, con múltiples reconocimientos para el líder llanero que se fue a los 58 años de edad. Un tuit que me conmovió, lo escribió una mujer de nombre Rosaura, en la foto de su ícono refleja unos treinta años. Ella dijo: «Hice una cola de seis horas, pero vi a mi comandante, me despedí de él. Tengo el alma rota».

Creo que pasarán muchos años para que América Latina tenga un líder con una conexión tan natural y directa con sus pueblos como Chávez, un hombre que a pesar de ser militar, sus manos no fueron empleadas para las armas, sino para la construcción de una nación, para sembrar el bien y ser  solidario con los marginados. 

Él dio un inmenso apoyo a la cultura. Ese fue Hugo Rafael, el muchacho con quimeras de pelotero, hijo de dos maestros de escuela; Hugo de los Reyes y Elena Frías,  que se convirtió en el presidente número 42 de nuestra nación. Un barinés que amaba el canto, lo popular y  que  en este marzo se hizo universal. Ahora es espíritu guía de las sabanas venezolanas.

León Magno Montiel
Twitter @leonmagnom
Plazoleta de la Basílica de nuestra señora de Chiquinquirá

Sonaron las campanas, desde lo alto, tres palomas grises presenciaron a las 11.00 de la mañana de este miércoles 06 de Marzo, la llegada de centenares de oficialistas a la Plazoleta de la Basílica, en el centro de Maracaibo, donde el padre Vidal Atencio ofreció una misa en honor al presidente de la República, Hugo Chávez, quien falleció el día martes en horas de la tarde en el Hospital Militar de Caracas.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 07, Mar. 2013, (D58).- Desde noviembre de 1969, cuando murió Ricardo Aguirre, «El Monumental de la Gaita», no se había visto tanto dolor y tristeza en la Basílica como ayer, se escuchó decir a un anciano vestido con prendas rojas quien acudió a la eucaristía.

Fue un mar de gente, de oficialistas, de revolucionarios, quienes entre lágrimas corearon: «Chávez vive, la lucha sigue». Acto seguido, al reproducir palabras del Presidente, exclamaron: «Patria, patria, patria querida, tuya es mi vida, tuyo es mi honor».

Frente a la iglesia, voces desgarradas de chavistas gritaron las frases «Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro», «Chávez no murió, vive en el pueblo que libertó», «Chávez lo logró y al pueblo despertó», y el contundente «¡Que viva Chávez!».

El sol, como es costumbre en esta ciudad occidental, ardió entre los presentes, pero ello no  impidió que permanecieran ahí durante casi dos horas para «rendirle culto al dolor y al amor», según manifestó uno de los seguidores de Chávez quien acompañó a la multitud en una caminata que había partido desde la Plaza Bolívar, junto al Gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas.

En la ceremonia a cielo abierto, el párroco Vidal expresó: «Hoy la vida, la historia, hace que seamos partícipes de uno de los acontecimientos más importantes (…) desde ayer no he podido estar unos minutos sin llorar, pero la tarea no es llorar, sino estar unidos».

En el emotivo discurso, agregó: «Frente a la Virgen de Chiquinquirá y el Cristo liberador de Chávez, no está permitido rendirse, necesario es vencer. Esa bandera que nos dejó Chávez, llévensela si quieren, riéguenla, hagan lo que quieran, porque es nuestra bandera. ¡Viva Chávez, carajo!».

Vidal, con voz entrecortada, continuó: «Dios se ha llevado a Chávez a la eternidad y lo ha hecho eterno. (…) Este pueblo ya no es el mismo, y no se equivoquen (los opositores). Y al que anda dudoso no me lo vayan a golpear, tráiganlo y lo convencemos, porque si algo tuvo Chávez fue que los amó a todos».

El párroco destacó que Chávez enseñó lo que era la espiritualidad y por eso «es el corazón de la patria», a la par que sonaban canciones del cantor del pueblo, Alí Primera.

Vidal realizó una ofrenda para que el Presidente obtuviese el «sagrado perdón de los pecados» y, enseguida, pronunció: «Chávez, hermano mío, hijo, padre, ve a descansar, porque nosotros nos ocuparemos de tu tarea, esa que nos encomendaste. Ve tranquilo a descansar».

Volvieron a sonar las campanas.
Vidal terminó de oficiar la eucaristía con tres vigorosos «¡Viva Chávez!», seguido del Himno Nacional de la República cantado por el propio «líder y eterno comandante» en una grabación. El Gloria al Bravo Pueblo en boca del Presidente retumbó en el lugar y en los corazones de los presentes. Por unos minutos, la voz del mandatario nacional fue la única que acompañó el silencio de sus seguidores.

Luego tomó el micrófono el gobernador del estado, Francisco Arias Cárdenas, quien declaró: «¿Quién dijo que todo está perdido? Chávez, poco a poco, liberó al pueblo de Venezuela como liberó al caballo del escudo para que corriera a la izquierda, (…) liberó a los estudiantes, a los Wayuu, Bari, Yukpa con Sabino Romero… Nos liberó el alma y el corazón».

Arias, acompañado del presidente del Parlamento Latinoamericano, Rodrigo Cabezas; el presidente del Metro, Rafael Colmenarez; el secretario de gobierno, Blagdimir Labrador, y demás miembros de su gabinete y diputados, detalló que el Presidente le repitió en varias oportunidades que no quería estar abandonado en Santa Marta, Colombia, como Simón Bolívar, a lo que hoy replicó de manera enérgica: «¡Chávez no va a estar abandonado nunca!».

Emotivo, Arias aseveró que Chávez «amó a todos en Zulia, a hombres y mujeres», y contó que cuando estuvo enfermo en La Habana, Cuba, él mismo imploró por su salud al Lago de Maracaibo y a la Chinita.

Enfatizó que el mandatario dejó un claro mandato: unidad, batalla y victoria. «En esta patria nuestra se consolida la revolución bolivariana y sus ideales», acotó.

Al referirse a la última orden de Chávez, cuando el 8 de diciembre dijo que si algo le llegase a suceder, el pueblo debía escoger al vicepresidente Nicolás Maduro como su sucesor, Arias resaltó: «Él debe continuar al frente con los ideales de Chávez. Todos juntos vamos a ser Chávez cada día (…) Y seremos Chávez para darle el mismo regalo del 7 de octubre, cuando el CNE anunció que el Zulia se pintaba de rojo. En su honor, en su memoria, nos toca ratificar la revolución para colocar, como el mismo Chávez lo quiso, a Nicolás Maduro en el mandato presidencial».

Para finalizar, Arias realizó un juramento ante el pueblo presente, en el que prometió mantener la independencia y la patria soberana. «Que viva Chávez, la revolución bolivariana, vamos a la victoria», sentenció.

Concluida la misa, un grupo de seguidores de San Benito de Palermo efectuó, con su tradicional música, una ofrenda al Presidente.

Habla el pueblo
«Sin duda alguna, este suceso nos marca y llena de tristeza. Sin embargo, esta generación tiene suerte de haber visto y compartido este proceso, la revolución del ahora convertido en prócer. Antes veíamos a los héroes en los libros, y ahora tenemos que estar orgullosos de haber visto a un héroe vivo, un revolucionario como Chávez», comentó Ángel Contreras.

Agregó: «Ahora la lucha es el compromiso, vienen tiempos duros, pero seguimos rodilla en tierra con Chávez».

Por su parte, Judith Salazar, otra seguidora del Presidente, dijo: «Tenemos el alma y corazón roto, pero lleno de fortaleza. Ese hombre nos enseñó a conocer la patria, él mismo fue la patria. Si queremos ser como Chávez, tenemos que serle fiel y seguir la revolución con su sucesor Nicolás Maduro».

Sobre el máximo mandatario, el oficialista Henry García aseguró que Chávez cambió al país y al mundo entero, y destacó: «Su legado siempre estará con nosotros. Somos revolucionarios y seguiremos el proceso con Maduro. Chávez vive y vencerá».

Para Rafael Bracho, miembro del concejo comunal Adán Bracho en la parroquia Cecilio Acosta, Chávez está con su gente, en su corazón, con más fuerza que nunca. «Su muerte no será en vano, porque el pueblo entero, como él lo quiso, seguirá la revolución con Maduro. La silla (presidencial) es y seguirá siendo del pueblo, Chávez nos la dio y nadie nos la quitará», afirmó.

A esta hora, millones de seguidores en el mundo, así como autoridades gubernamentales y personalidades de distintos ámbitos, continúan llorando la muerte del presidente Hugo Chávez, quien se convirtió, como lo dijo Maduro antes de anunciar su desaparición física, en el «Libertador del siglo XXI».

Redacción: Contreras, David / Noticiaaldia.com
Fotografías: Villasmil, Henry 













Padre Vidal Atencio










El Gobernador del estado Zulia Francisco Arias Cárdenas, junto a miembros de su gabinete de Gobierno, diputados y militantes del oficialismo, se concentraron en la Plaza Bolívar de Maracaibo para iniciar una caminata hasta la Plaza de la Basílica, allí se realizó una misa por el descanso eterno del Presidente Hugo Chávez.
 
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 07, Mar. 2013 (D58).- Arias, con voz entrecortada, aseguró que el Presidente «quería al Zulia , como quería a Maracaibo, y como le respondimos el 7 de octubre con casi un millón de votos para la revolución, para ratificarle el amor profundo que responde a la conciencia del pueblo».

Recordó «ayer –martes- me llama Argenis Chávez, no pensamos que fuera tan rápido estos acontecimiento, y me llama para trabajar sobre el tema de electricidad, y una hora después de la conversación, como nos cambio la vida».

En tal sentido considera «tenemos una gran responsabilidad, una gran conciencia, seguir lo que nos dijo el comandante, los principios de las ideas que nos dio. El comandante Presidente decía esto es una revolución para la paz, que se hizo desde los cuarteles, pero que está dispuesta a defender el rumbo a todo trance con la Fan».

Advirtió a la oposición: «que respeten nuestro dolor, a la familia de Chávez y el dolor del pueblo libre y revolucionario, noble de Chávez sólo eso le pedimos y que no nos provoquen.  Tenemos una tarea unidad, lucha combate y victoria. Nos une el amor profundo de Chávez».

La primera tarea que tenemos desde nuestro dolor es orar por su alma que debe estar con Dios, de eso no tengo duda, con Jesús de Nazaret, y recordarlo, enfatizó el Gobernador del Zulia.

Llamó a los militantes a; «prepararnos para las batallas que vienen, son duras y armados con nuestro dolor, con nuestra fe y principios, porque esta revolución que Chávez pario junto a su pueblo nadie la detiene».

A su juicio; «esto nos obliga a organizarnos, con la unidad indoblegable, inquebrantable, todos alrededor del liderazgo de Nicolás Maduro Moros a quien el comandante le di el timón para conducir la nave».

Y aseguró que «la unidad es indivisible, en el tiempo que ponga, le vamos a ofrendar a la memoria de Chávez».

Luego del homenaje el Gobernador del estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas, en la Plaza Bolívar de Maracaibo, en compañia del pueblo simpatizantes del presidente Chávez, militantes dirigentes oficialistas se  caminata que emprenderán hasta la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá.

Fotografías: Villasmil, Henry

El Gobernador del estado Zulia Francisco Javier Arias Cardenas se dirije al pueblo zuliano apostado en la Plaza Bolivar





Los maracaiberos mostraron su dolor ante el líder de la Revolución Bolivariana



Toque de Diana para el Comandante Presidente Hugo Chávez

Momento en el que el primer mandatario regional se direje a la caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

El pueblo zuliano llorá a su líder

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

Caminata con destino a la Plaza de la Basílica

El pueblo acompañó al comandante Chávez por las calles de Caracas. Foto cortesía AVN
Infinitas han sido las expresiones de amor y afecto del pueblo venezolano hacia el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, la tarde de este miércoles, luego de haber llegado a la Academia Militar, en Caracas, la caravana que acompañó al Jefe de Estado en su recorrido por la ciudad capital.

Caracas, D.C., Venezuela, 07, Mar. 2013 (D58).- La marea roja que salió pasadas las 10:00 de la mañana desde el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo, en San Martín, llegó a la Academia Militar a las 5:40 de la tarde, luego de un recorrido de ocho kilómetros, en poco más de siete horas.

José Cadete, expresó: «aquí hay un pueblo, aquí hay una conciencia, aquí hay un líder que no muerto, hay un líder que está vivo entre nosotros en esta masa trabajadora, nosotros somos obedientes somos disciplinados, nosotros cumplimos con las líneas que el comandante nos dio».

Asimismo, Ana de Castellano (Santa Teresa del Tuy) manifestó que: «Siempre he estado con mi presidente, pendiente de su saludo, orando a Dios para que se curara, honestamente les digo, seguiré luchando y Chávez está vivo, porque Chávez está en nosotros y en lo que creemos en este proceso y en esta revolución».

«Estamos embargados de un profundo dolor, pero más allá de ese dolor es, en que transformamos ese dolor, si transformamos ese dolor en desmoralización en desgano nos venimos abajo, ese dolor tenemos que transformarlo necesariamente en fuerza y voluntad, el comandante vive y está entre nosotros», concluyó el Coronel José Hernandez.

Ana de Castellano (Audio)

José Cadete (Audio)

Coronel José Hernandez (Audio)

Corresponsal en Caracas: Ana Gabriela Barazarte

Así lucian las calles de Caracas temprano, en espera de los restos mortales del Comandante Hugo Chávez

Ana de Castellano (Santa Teresa del Tuy)

Declaraciones del Coronel José Hernandez

Coronel José Hernandez

Declaraciones de José Cadete



Una masa humana se observó en Caracas, para despedir a su líder














Llegada del féretro al paseo los Proceres de Caracas, conteniendo los restos mortales del comandante Chávez

Llegada del féretro al paseo los Proceres de Caracas, conteniendo los restos mortales del comandante Chávez

Llegada del féretro al paseo los Proceres de Caracas, conteniendo los restos mortales del comandante Chávez

Llegada del féretro al paseo los Proceres de Caracas, conteniendo los restos mortales del comandante Chávez







Héctor Rodríguez, Ministro del Poder Popular para el Deporte

Declaraciones del Coronel José Hernandez


Héctor Rodríguez, Ministro del Poder Popular para el Deporte