El Alcalde del Municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, realizó la inauguración (luego de su restauración) de la obra «Orinoquia» del artista plástico Mateo Manaure en la Plaza la Concordia, ubicada en la Parroquia Santa Teresa, la Plaza se engalana e inspira a los caraqueños y caraqueñas a estacionarse y observar la colección de este creador venezolano.

Caracas, DC, Venezuela, 22 de abril de 2016 (D58).- Los trabajos fueron emprendidos por la Alcaldía de Caracas, para seguir embelleciendo este espacio para el disfrute de los transeúntes y visitantes que hacen vida en este sector, de manera que la vista de esta Plaza sea para ellos una puesta agradable.

En este sentido, Dulce Medina, presidenta de la Fundación para la Protección y Defensa del Patrimonio Cultural de Caracas (Fundapatrimonio), refirió que la Alcaldía de Caracas continuará trabajando en la recuperación total de la Plaza La Concordia en su parte sur.

Asimismo, Medina envió una invitación a los lugareños a que visiten este espacio recuperado: «es importante que las personas que quieran venir a ver esta Plaza se acerquen, la cuiden y la protejan. Estamos a pocas cuadras de la estación del Metro de Teatros, solo le pedimos que se unan al esfuerzo que hace el Gobierno Bolivariano en la conservación y mantenimiento de los mismos».

Omar González, trabajador de la obra, explicó el procedimiento que realizaron en el lugar: «a la columna policromada se le hizo un mantenimiento completo, se eliminó el revestimiento anterior que tenía y se le colocó uno nuevo en mosaico vitrificado, y además, la colocación de cinco murales».

La obra que resalta la parte central de la Plaza La Concordia es original del artista plástico Mateo Manure y se titula «Orinoquia», fue creada en el año 1988.

Redacción: Yessica Villamizar
Edición. Villasmil, Henry
Fotos: AVN










 







Por instrucciones del gobernador Francisco Arias Cárdenas, el secretario de Cultura, Giovanny Villalobos Áñez, adelanta gestiones con la Universidad del Zulia y otros organismos internacionales, con la finalidad de reconstruir el material instrumental bibliográfico histórico y científico del doctor Humberto Fernández Morán, para su resguardo y exhibición.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 22 de octubre de 2015 (D58).- Giovanny Villalobos Áñez, Ana Judith Paredes, directora del Servicio Bibliotecario de la Universidad del Zulia (Serbiluz) y Amanda Antillano, en representación de la Biblioteca Pública «María Calcaño», dependencia que cuenta con un programa especial que aborda la temática del legado del científico Fernández Morán, coinciden en la importancia de este proyecto de gran significación para la ciencia del estado Zulia y la trascendencia que tiene para el mundo, material que el gobernador Arias Cárdenas se ha propuesto recuperar y guardar en un mismo espacio. 

Giovanny Villalobos revisó el material que reposa en Serbiluz y refirió que el gobernador le solicitó que gestione el traslado al Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maczul), donde se acondiciona una sala con suficiente espacio para exponer, cerca de dos mil notas científicas de Fernández Morán, su microscopio y un sinfín de material, que servirá de apoyo a estudiantes para ampliar sus conocimientos en materia científica. 

«Aplaudo la decisión del gobernador de reconstruir el legado histórico del científico Fernández Morán; asimismo, recuperar los que dejó en Estados Unidos, que servirán para que chicos y grandes, propios y visitantes, admiren el excepcional legado de uno de los hijos de esta tierra, cuyo aporte a la ciencia sigue dando de que hablar», señaló el secretario de Cultura.

Prensa Secretaría de Cultura
Sarahi Cordero Lobo/Pasante
Foto: Mario Alvarado







La Biblioteca Pública del Zulia continúa llevando a cabo actividades en el marco de la Semana del bibliotecólogo y archivólogo, y en esta ocasión, durante la mañana de este miércoles 29, se realizó el Taller «Restauración de documentos», en la Sala de Referencias «David Belloso Rossell», a cargo de José Luis Marín, jefe del Departamento de Preservación de Colecciones del Centro de Conservación Documental de la Biblioteca Nacional de la ciudad de Caracas.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 31 de julio de 2015 (D58).- Para la actividad práctica los participantes requirieron de los siguientes materiales: tijera normal punta roma, pega, bisturí o exacto, envase plástico para colocar la pega, regla y brocha pequeña de dos pulgadas. La Biblioteca se encargó de suministrar gasas y libros con algún grado de deterioro para su restauración.

Se habilitaron varias mesas de trabajo, donde se reunieron personal de la Biblioteca, del Acervo Histórico, así como de otras entidades y público interesado para participar en el taller con la finalidad de poder conocer medidas preventivas para la restauración de libros.

Un tratamiento diferente para cada libro

Marín atendió cada una de las inquietudes de los participantes, y fue pasando por cada mesa para equipar a los grupos de trabajo con las herramientas para el manejo adecuado  de la restauración del material impreso. Detalló asimismo que: «este es un taller preventivo para restaurar libros, darle vida útil. Cada libro tiene un tratamiento diferente».

En los casos de libros con hojas dobladas, detalló Marín,  se desdoblan las puntas desplazando un lápiz sobre ellas o empleando la punta de un pincel.

Cuando la parte del lomo está despegado, se le pega una gasa primero para que luego tenga más consistencia y luego se le vuelve a colocar la portada. Hay que conocer de igual manera las partes de un libro, dijo Marín: «la cabeza del libro, el pie, lomo, corte frontal y las tapas. En el taller de preservación en el sitio expliqué lo que era el hongo en los libros. Las manchas negras son producto de la acumulación de polvo, mientras que las amarillas son producto de la oxidación. El hongo es una gamuza negra que aparece en la bisagra del libro, porque se mojó o por los cambios bruscos climáticos», precisó el experto.

Por otra parte, cuando algún libro tiene sus hojas mutiladas, es necesario poseer una copia adicional, si hay un segundo ejemplar, para luego insertarla completa.

Cuando se le hayan desprendido hojas a un libro, se procede a barnizar el pincel con cola, para esparcirla en el borde del libro, apoyándose en una superficie de papel bond para evitar salirse del borde o llenar otras partes del libro con pega, y adherirle luego la hoja desprendida.

Marín señala que lo ideal es que se trabaje con pinceles nuevos. «Es importante chequear también la numeración de las páginas, que sea consecutiva, y detectar si le faltan hojas al libro. Cuando haya un ejemplar único del libro, la recomendación es que se hagan dos facsímiles, que representan la copia fiel y exacta del original; se usa uno de ellos y el original se guarda. Además se digitaliza, para que queden tres copias, una digital y dos facsímiles», como se realiza en la Biblioteca Nacional.

Algunas recomendaciones

Algunos usuarios tienen la costumbre de forrar los libros con papel contac. Según Marín, esto resulta perjudicial para el libro, porque el plástico trae un pegamento que posteriormente se vence por los cambios climáticos bruscos, y a veces quedan burbujas entre la portada y el papel y la pega con el transcurrir de los años se va poniendo amarilla al igual que el papel. Entonces, esa película de pega va quedando en el papel, y así se desgarra la corteza del libro. El papel está compuesto de fibra, y por eso se deteriora, precisó.

Para pegar las cotas a los libros se recomienda usar la cinta transparente, al igual que se deben respetar las medidas de la superficie de la cinta que va adherida a la cota. Es lo que sugieren las redes de centro conservación en el ámbito mundial a las cuales está unido el Centro de conservación de Venezuela.

Asimismo, toda labor de restauración debe hacerse en lugares apartados de las colecciones de libros. La invitación es para que los interesados se acerquen a nuestras instalaciones y participen de las actividades diseñadas con el propósito de conocer acerca de la conservación y restauración de los libros, en esta semana que se honra la labor de los bibliotecólogos y archivólogos así como la de los héroes patrios.

Redacción: Luisanna Jaimes
Fotografía: Francisco Ruiz
@BibliotecaGBZ