Sin inmutarse al verse exigidos por primera vez en la Serie Mundial, los Gigantes se burlaron de los pronósticos en su contra y completaron el domingo una contundente barrida. Lanzadores dominantes. Bateo oportuno. Defensa impecable. Y mucho talento venezolano.

Michigan, Detroit, USA.  29, Oct. 2012 (NW).- En la culminación de un octubre de ensueño, Marco Scutaro disparó otro hit clave para darle a San Francisco su segundo campeonato en tres años al vencer 4-3 a los Tigres en 10 vibrantes innings.

San Francisco sentenció la barrida de cuatro juegos gracias al sencillo remolcador de Scutaro con dos outs en la parte alta de la décima ante Phil Coke.

"Detroit no sabía lo que les esperaba. Nuestros jugadores tenían una cita con el destino", dijo el gerente de los Gigantes, Brian Sabean.

El campeonato se selló cuando Miguel Cabrera, el artillero de Detroit que ganó la Triple Corona, dejó pasar el tercer strike por todo el medio del plato ante Sergio Romo.

Luego de verse al borde del abismo en las dos rondas previas de la postemporada, en las que ganaron cinco juegos con la soga al cuello, los Gigantes salieron a liquidar a su presa sin arredrarse por el frío brutal y hasta la lluvia.

"Esta noche fue una batalla", dijo Buster Posey, el catcher de los Gigantes que bateó un jonrón. "Y creo que esta noche fue adecuada para que nosotros le pusiéramos fin, porque esos señores jugaron duro. No se detuvieron, y es un sentimiento increíble".

Este título de San Francisco se cocinó con los ingredientes fundamentales de buen pitcheo, hits que caen en los momentos decisivos y una defensa hermética.

También incluyó el condimento venezolano de Scutaro, Pablo Sandoval y Gregor Blanco, tres piezas vitales en los cuatro partidos.

Sandoval, quien bateó tres jonrones en el primer juego, se erigió como el primer venezolano en ser galardonado como el Jugador Más Valioso de una serie en la que redondeó promedio de .500 con ocho hits en 16 turnos.

"Aquí estoy viendo el resultado, nunca me di por vencido", dijo Sandoval. "Estoy viendo el resultado de mucho sacrificio. Esto es algo que nunca voy a olvidar.

Sandoval fue suplente en la campaña por el título de 2010, luego de una floja temporada. Se redimió estos dos últimos años. "Uno aprende de las cosas malas y las guardas para esperar el mejor momento para hacerlo de nuevo", afirmó.

Posey puso en ventaja a los Gigantes 3-2 con su jonrón de dos carreras en el sexto, pero Delmon Young replicó con un vuelacercas solitario en la parte baja.

Como siempre, San Francisco golpeó primero con un triple remolcador de Brandon Belt en el segundo inning. Detroit se ilusionó cuando Cabrera adelantó a los Tigres con un cuadrangular de dos anotaciones por el jardín derecho en el tercero.

Pero los Gigantes nunca dejaron de apretar.
La carrera de la victoria de San Francisco se gestó con un sencillo al derecho de Ryan Theriot ante Coke para abrir el décimo. Brandon Crawford se sacrificó para que Theriot avanzara a la intermedia y luego Angel Pagán se ponchó.

Scutaro, quien el martes cumple 37 años, empalmó un sencillo a lo corto del central y Theriot se deslizó en el plato para llegar primero que el tiro del jardinero Austin Jackson.

"Si ustedes me hubiesen dicho en julio antes que me cambiaran que iba a ser campeón mundial, no lo hubiese creído", declaró Scutaro, quien llegó al equipo tras un canje con los Rockies de Colorado y fue la bujía dentro del empuje que les permitió ganar el título de la división Oeste, y luego fue el Más Valioso en la serie de campeonato de la Liga Nacional.

Romo sacó por la vía del ponche a los tres últimos bateadores y la celebración comenzó en el montículo.

"No pudimos encontrar el juego de nosotros. No sabíamos hacer los buenos rallies y hacer las carreras. Se nos fue la confianza completamente. Ahí estuvo la diferencia de la serie", dijo Cabrera.

Los Gigantes concluyeron el mes con siete triunfos consecutivos y su séptimo campeonato en la Serie Mundial en su historia, al tiempo que les propinaron a los Tigres su séptima derrota seguida en el Clásico de Otoño desde 2006.

"Es obvio, no hay ninguna duda. Nos barrieron", reconoció el manager de los Tigres, Jim Leyland. "Ciertamente que no hubo instantes de mala suerte, ni golpes de buena fortuna". "Es sencillo, jugaron mejor que nosotros", sentenció.

Luego que los tres previos abridores -- Barry Zito, Madison Bumgarner y Ryan Vogelsong -- toleraron un carrera o ninguna en los tres primeros juegos, Cain permitió tres anotaciones y cinco hits en siete entradas, con cinco ponches y dos boletos. Max Scherzer, su contraparte de Detroit, recibió tres carreras y seis hits, con ocho ponches y un boleto.

El resto fue un duelo de relevistas, en el que los Gigantes dominaron. Fue la culminación de una impresionante tarea de sus lanzadores, que redondearon efectividad de 1.42 y contuvieron a los Tigres a un magro promedio de .159.

"No pudimos ganar ni siquiera un jueguito", se lamentó el relevista de los Tigres Octavio Dotel.

Y un dato: este es el tercer año seguido que un equipo de la Nacional se corona campeón, algo que no había ocurrido en 30 años.

Por los Gigantes, el puertorriqueño Pagán de 5-0. Los venezolanos Scutaro de 4-2, con una anotada y una remolcada, Sandoval de 5-1 y Blanco de 4-1.

Por los Tigres, los venezolanos Cabrera de 4-1, con una anotada y dos producidas y Omar Infante de 3-1. El dominicano Jhonny Peralta de 4-0. 

Fuente: giants.mlb.com/es
Fotos: Agencias

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

Ryan Theriot anota  la carrera de la victoria contra los Tigres de Detroit.

Quintin Berry de los Tigres de Detroit, la otra cara de la moneda

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

 Bruce Bochy celebra con el Trofeo después del Juego.

Jugadores de los Gigantes de San Francisco celebran luego de ganar la Serie Mundial.

Pablo Sandoval celebra con el trofeo al Jugador Más Valioso.

Pablo Sandoval, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
 
Aficionados de los Gigantes celebran fuera PacBell Park en San Francisco.

Aficionados de los Gigantes celebran fuera PacBell Park en San Francisco.

Aficionados de los Gigantes celebran fuera PacBell Park en San Francisco.


Pablo Sandoval y Barry Zito fueron dos individuos que hace dos años tuvieron un papel marginal cuando los Gigantes de San Francisco ganaron su primera Serie Mundial desde 1954, pero el miércoles se encargaron de encaminar al equipo rumbo a la conquista de otro campeonato.

San francisco, California, EE.UU. 25, oct. 2012 (AP).- Sandoval sacudió tres jonrones en turnos consecutivos para erigirse en el cuarto hombre en la historia que dispara tal cantidad en un mismo juego de un Clásico de Otoño, mientras que el rejuvenecido Zito maniató con sus curvas a los Tigres de Detroit rumbo a una victoria de 8-3 para San Francisco.

En una serie histórica para el béisbol venezolano debido a la cifra récord de nueve jugadores participantes, Sandoval tuvo una noche inolvidable.

Babe Ruth (1926 y 1928), Reggie Jackson (1977) y Albert Pujols (2011). Esos son los nombres de realeza pura en las Grandes Ligas que anteriormente habían conectado tres jonrones en un mismo juego de la Serie Mundial. Y ahora son acompañados por Sandoval, el regordete tercera base que en 2010 fue relegado a la banca tras una floja temporada regular.

"Señores, me tienen que pellizcar el brazo", dijo Sandoval. "Es que sigo sin creérmelo. Es algo que tu sueñas de niñito, pensando que algún día vas a estar en una Serie Mundial y terminas haciendo algo como esto".

El despliegue venezolano fue abrumador. Marco Scutaro, quien venía de ser proclamado como el Más Valioso de la serie de campeonato, bateó dos hits y produjo un par de carreras. Y Gregor Blanco se fue en blanco pero realizó dos magníficas atrapadas en el jardín izquierdo para robarle hits a Miguel Cabrera y Prince Fielder.

Zito, quien como Sandoval vio esa Serie Mundial como mero espectador desde la cueva y sin siquiera ser incorporado a la nómina de 25 jugadores, brilló en el montículo al tolerar una carrera y seis hits en cinco entradas y dos tercios.

Con una cómoda ventaja de 6-0, el zurdo de los Gigantes permitió un sencillo remolcador al venezolano Cabrera en el sexto.

Esa ha sido la única anotación que ha recibido en sus últimos 13 innings y un tercio, incluyendo la soberbia actuación ante San Luis el viernes pasado para poner en marcha la remontada de un déficit 3-1 que permitió a San Francisco imponerse en la serie de campeonato de la Liga Nacional. Estas dos aperturas ahora sirven para convalidar el valor del contrato de 126 millones que comenzó en 2007 y que mayormente ha sido considerado como un fiasco.

Justin Verlander, el "as" con el que los Tigres confiaban arrancar a todo vapor en procura de su primer campeonato desde 1984, tuvo su salida más corta del año. El vigente "Cy Young" de la Liga Americana y Jugador Más Valioso fue castigado con seis hits y cinco carreras en cuatro episodios.

"¡Wow!". Así se expresó Verlander desde el montículo luego que Sandoval le conectara un jonrón con un compañero en base en la tercera entrada.

Sandoval se ha convertido en la peor pesadilla de Verlander, ya que en julio pasado le bateó al derecho el primer triple con bases llenas en la historia del Juego de Estrellas.

El AT&T Park de San Francisco se rindió por completo a los pies de Sandoval al verle recorrer las bases en tres ocasiones.

Todo un ídolo con el apodo de "Kung Fu Panda", Sandoval esculpió una noche de 4-4 con cuatro remolcadas. Sus dos jonrones ante Verlander fueron ante pelotas de 95 millas por hora, el primero solitario.

Después de barrer a los Yanquis en la serie de campeonato de la Americana, Detroit arrancó trastabillando tras cinco días de pausa. San Francisco, en cambio, apenas disfrutó un día de respiro, ya que no fue hasta el lunes en que pudo superar a los Cardenales en un séptimo juego.

"Jugamos nuestro partido anterior hace apenas dos días", indicó Sandoval. "Todavía estamos encendidos. Llegamos e hicimos nuestro juego".

Esta derrota hizo recordar el mal inicio de los Tigres en la Serie Mundial de 2006, en la que tuvieron seis días de descanso ante un equipo de San Luis que también venía de ganar un séptimo juego. San Luis se consagró campeón tras cinco partidos.

Verlander no las tuvo consigo en su salida y eso se apreció en el cuarto episodio, en el que Zito -con promedio de .099 de por vida- le conectó un sencillo productor con dos outs para poner un 6-0 en la pizarra.

"No me salieron bien los pitcheos. Fue como una batalla desde el inicio", dijo Verlander, quien tiró 98 lanzamientos en sus cuatro entradas. "Supieron capitalizar y sacudieron bien los bates, especialmente Pablo y Marco".

Los fanáticos rugieron cuando se anunció que Verlander salía del juego, reemplazado por un bateador emergente. El pitcher, quien como novato en la serie de 2006 sufrió dos derrotas, había estado enorme en este octubre con foja de 3-0 y 0.74 de efectividad.

Sandoval, sin embargo, siguió insaciable al disparar un jonrón solitario ante el relevista dominicano Al Alburquerque en el quinto, teniendo que salir de la caseta para saludar con el casco a la concurrencia de 42.855 fanáticos, muchos cubriéndose con gorros de peluche que llevan la figura de un oso panda.

Redención absoluta para Sandoval tras su amarga experiencia de la Serie Mundial de 2010, en la que sólo fue tomado en cuenta en un juego -el único que los Gigantes perdieron- y en el que se fue en blanco en tres turnos.

"Fui muy maduro y humilde con lo que me ocurrió. Aprendí de eso y no dejé de trabajar", reflexionó Sandoval.

Otro dato: el de Sandoval fue apenas el segundo juego en la historia de este estadio en las riberas de la Bahía de San Francisco. El otro fue obra de Kevin Elster de los Dodgers en la inauguración en 2000. Ni siquiera el rey jonronero Barry Bonds logró sacarla tres veces aquí en un mismo juego.

Todo le salió bien a los Gigantes. Uno de los sencillos productores de Scutaro fue tras un doble de Angel Pagán, en el que la pelota pegó primero en la tercera base y se fue al jardín izquierdo. Tim Lincecum, un ganador de dos Cy Young que sin traumas ha aceptado lanzar en relevo, retiró a siete bateadores en fila y ponchó a cinco.

Detroit pudo descontar en el noveno con un jonrón de dos carreras de Jhonny Peralta ante el relevista George Kontos.

El segundo juego será hoy jueves, con Doug Fister en la loma por los Tigres ante Madison Bumgarner.

Verlander, Alburquerque (5), Valverde (7), Benoit (7), Porcello (8) y Avila; Zito, Lincecum (6), Mijares (9), Kontos (9), Affeldt (9) y Posey. G-Zito 1-0. P-Verlander 0-1. Jrs-Detroit, Jh.Peralta (1). San Francisco, Sandoval 3 (3).