Italia sumó su segundo triunfo consecutivo en la Eurocopa 2016, gracias a un tanto a dos minutos del final de Eder, que premió la labor defensiva de la 'azzurra' ante la Suecia de Zlatan Ibrahimovic, inofensiva e inoperante, que queda al borde de la eliminación (1-0).

Saint Martín de Ré, Francia, 21 de junio de 2016 (D58).- Italia encaró el duelo con la seguridad de haber despejado las dudas en su triunfo ante Bélgica. Con una nueva perspectiva y euforia en su afición, saltó a hacer lo que mejor sabe, defender, confiado en el desgaste de su rival y la aparición de espacios por la necesidad para acabar rematando el partido fiel a su estilo.

Suecia, que decepcionó en su estreno con un empate ante Irlanda, no mejoró. No le incomodó adueñarse del balón de inició en una búsqueda del camino de encontrar alguna grieta en la fortaleza que forma la nueva BBC (Barzagli-Bonucci-Chiellini). Apenas las incorporaciones de Olsson por el carril izquierdo generaron desequilibrio.

Ibrahimovic no cesó de buscar el éxito y convertirse de nuevo en verdugo de Italia pero todos sus intentos fueron en vano. Chiellini salvó a la heroica un centro medido a la testa del gigantón sueco a los tres minutos del duelo. La pelea fue continua pero el balance defensivo italiano fue excelente. Apenas tuvo que intervenir Buffon ante un centro con peligro de Källström o ver como no encontraba puerta una de las subidas al ataque de Olsson.

No había noticias de Italia en ataque. Peligroso. Porque es un equipo que cuando aparece es que ya se han adelantado en el marcador y tienen el premio deseado. Conte cambió las bandas con Florenzi por izquierda, habilidoso en el regate del partido con un control de tacón de espaldas precioso, y Candreva pasó a la derecha. No tuvieron acciones peligrosas en el primer acto pero mostraron que castigarían el error.

Un mal despeje pudo costar caro a Isaksson, y a cinco del descanso, de la nada, surgió un centro envenenando de Candreva que pudo cambiar el rumbo. Suecia comenzaba a desesperar y abusar del balón largo en busca de 'Ibra'. Una dejada suya la remató a las nubes Guidetti.

En la reanudación Italia decidió despertar y dar un paso al frente. Mantuvo su firmeza como bloque y buscó el ataque. 49 minutos tardó Pellé en tener una oportunidad de remate. Estaba ansioso cuando le llegó el balón. El control, en el pico del área, precedió un disparo que no encontró puerta. Una hora aguantó en el césped con dos dedos de la mano fracturados.

Necesitaba un triunfo Suecia. Tenía que correr riesgos y decidió tomarlos. Otro empate le dejaba a expensas de Bélgica. Y no tuvo para más. Italia se fue imponiendo hasta encontrar el premio final. Candreva probó a Isaksson y justo en el mismo sitio donde Iniesta puso el pase de gol a Piqué en el estadio de Toulouse, apareció la calidad de Giaccherini pero en esta ocasión el testarazo de Parolo lo repelió el travesaño.

Italia no empataba sin goles un partido desde mayo de 2014, hace 25 encuentros. Eder lo evitó a dos minutos del final. De un saque de banda nació el gol con la dejada de Zaza y el arranque, con amago y derechazo a la red del delantero. La 'azzurra' ganaba fiel a su estilo e instalaba la desesperación en Suecia, que acababa pidiendo un penalti sobre Granqvist a los 94 minutos, y con un punto queda al borde del precipicio.

Ficha técnica:


1 - Italia:
Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Sturaro, m.85), Parolo, De Rossi (Motta, m.74), Giaccherini, Candreva; Eder y Pellé (Zaza, m.60).

0 - Suecia: Isaksson; Lindelöf, Johansson, Granqvist, Olsson; Larsson, Ekdal (Lewiki, m.79), Källström, Forsberg (Durmaz, m.79); Guidetti (Berg, m.85) e Ibrahimovic.

Goles:
1-0, m.88: Eder.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a De Rossi (69) y Buffon (93) por Italia.

Incidencias: encuentro de la segunda jornada del Grupo E, disputado en el estadio de Toulouse ante 33.000 espectadores. 

Fuente y redacción: Roberto Morales (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE






Irlanda y Suecia jugaron en el Estadio de Francia un partido tremendamente entretenido, con un derroche generoso en busca de la portería rival y un empate que no le sirve demasiado a ninguna, pero que responde a lo visto en el campo.

París, Francia, 14 de junio de 2016 (D58).- Ambos equipos encontrarán algunos motivos para sentirse satisfechos de su partido, aunque el hecho de compartir el «grupo de la muerte» junto a Italia y Bégica les hará depender de los resultados que puedan cosechar ante estos.

Aunque Suecia comenzó llevando la iniciativa, pronto descubrió que iba a ser una tarde para sudar, apretar los dientes y encomendarse a la buena fortuna en numerosas ocasiones.

En la primera parte, Irlanda pasó por encima de Suecia, y es posible que todavía se esté preguntando cómo no fue gol alguna de las tres o cuatro oportunidades claras que tuvo.

Con cada «uy», el técnico Martin O'Neill, tan inexpresivo fuera de la cancha como expresivo dentro de ella, pegaba un respingo y se mesaba los cabellos, atónito ante la colección de oportunidades desaprovechadas, principalmente en disparos desde fuera del área.

Aunque sin elaborar demasiado su fútbol, Irlanda fue mucho más incisiva, le puso el alma que le faltó a Suecia, y sus jugadores prácticamente no dejaron respirar a los de amarillo, que solo daban señales de vida cuando podían dar cuatro pases seguidos.

En el minuto 10, el medio centro verde Jeff Hendrick ya demostró su disparo de media distancia, que obligó al veterano Isaksson a una buena intervención.

Tanto Hendrick como el lateral Robbie Brady (a sus 24 años, de los más jovencitos en el plantel de mayor edad media del campeonato) fueron un dolor de cabeza constante para los suecos junto al media punta Hoolahan, nombrado jugador del partido, y al delantero Shane Long, que viene de firmar una gran temporada en el Southampton.

El central O'Shea estuvo a punto de llegar a empujar un balón a puerta vacía que había desviado de cabeza su compañero de zaga Clark, y sendos zapatazos de Brady y Hendrick desde fuera del área (este último pegó en el larguero) a punto estuvieron de adelantar a la selección del trébol.

De poco le valió a «Ibra» y sus compañeros el paso por vestuarios. Nada más comenzar el segundo tiempo, Hendrick volvió a poner a prueba a Isaksson.

Era cuestión de tiempo, y llegó. En el minuto 48, Coleman protagonizó una fenomenal internada y su centro atrás desde dentro del área lo remató de manera impecable, de primeras y a bote pronto, el habilidoso Hoolahan.

Solo entonces pareció despertar Suecia, que había dormitado con una intensidad a años luz de la de sus contrincantes. Irlanda tenía ya el botín que quería, un gol de ventaja que le permitió cerrarse sin rubor e intentar resistir el asedio sueco.

El problema para los de verde es que cuando Ibrahimovic y sus chicos decidieron por fin aterrizar en París, su fútbol (y sus torres) comenzaron a imponerse.

Aunque la estrella sueca no había dejado muchas huellas en el partido, una internada suya por la derecha del área irlandesa, habilitado de tacón por Guidetti, acabó en un pase de la muerte que el central Clark cabeceó de manera inapelable a su propia portería.

Se le hizo muy larga la segunda mitad a Irlanda, que todavía vio como «Ibra» no llegó por los pelos a un centro del incombustible lateral Olsson a ocho minutos del final.

Ya con poco combustible en los dos bandos, el choque pereció con un empate en un duelo sin un fútbol exquisito pero lleno de intensidad y alternativas.

Y tan futbolero como el partido fue el ambiente en el Estadio de Francia, donde dos de las hinchadas más animosas y con mayor solera de Europa convirtieron el choque en una auténtica fiesta antes, durante y después del encuentro.

Las aficiones cantaron juntas y se aplaudieron mutuamente. Poco más o menos, lo opuesto a las dantescas imágenes vividas en Marsella el fin de semana.

Ficha técnica:

1 - Irlanda: Randolph; Coleman, O'Shea, Clark, Brady; McCarthy (McGeady, min.85), Whelan, Hendrick; Hoolahan (Hoolahan, min.78); Walters (McClean, min.64) y Long.

1 - Suecia: Isaksson; Lustig (Johansson, min.45), Lindelöf, Granqvist, Olsson; Larsson, Lewicki (Ekdal, min.86), Källström, Forsberg; Berg (Guidetti, min.59) e Ibrahimovic.

Goles: 1-0, m.48: Hoolahan. 1-1, min.71: Clark, en propia meta.

Árbitro: Milorad Mazic (Serbia). Amonestó a McCarthy (43) y Whelan (77) por Irlanda, y a Lindelöf (m.61) por Suecia

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo E disputado en el Estadio de Francia, en Saint-Denis, ante unos 80.000 espectadores. Lleno. Antes del partido hubo una falsa alarma por explosivo en una de las puertas del campo. 

Fuente y redacción: Enrique Rubio (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE