La selección española aseguró una plaza en los octavos de final de la Eurocopa de Francia 2016 con un triunfo incontestable sobre Turquía, por juego, por ocasiones, por pegada y por marcador, liderada por Manuel Agudo, «Nolito», pasador y goleador, y por Álvaro Morata, reivindicado con dos tantos (3-0).

Niza, Francia, 121 de junio de 2016 (D58).- Todo con una naturalidad y una superioridad indudable, con la jerarquía de un campeón de todo en los últimos ocho años, que manejó el partido casi siempre, que lo solucionó en cuanto tuvo ocasión, con dos goles en tres minutos, entre el 34 y el 37, y que ofreció buen fútbol y rotundidad en una Eurocopa en la que escasean ambas.

En menos de una semana, en dos jornadas, España ya ha dado el paso a la siguiente ronda. Dos victorias, cuatro goles, su portería a cero, dominadora... Ya está en octavos, pendiente de si como primera o segunda en la última cita ante Croacia -(a la «Roja» le vale con un empate el próximo martes), pero es más que todo eso.

Ha dado un golpe de autoridad. Contra las dudas, contra el pesimismo y, quizá, incluso, contra los pronósticos. Derrotada en el último amistoso por Georgia, su ambición, con el gol más tarde o más temprano, con más inquietud o menos, ha sido incuestionable, como la merecida resolución de sus dos triunfos, hoy mucho más rápidamente.

España dominó los registros del partido. Al principio, salvo algún imprevisto -una tarjeta amarilla a Sergio Ramos al minuto de juego-, cuando Turquía le planteó una potente puesta en escena, lanzado hacia adelante, con presión arriba para impedir una posesión cómoda de la «Roja», que sintió algún apuro, pero ningún susto.

Una decena de minutos de intensidad, de duelo táctico. Ni España ni Turquía querían que su adversario saliera con el balón jugado. Sobre todo la segunda. No lo consiguió apenas. Cuando la pelota voló, Burak Yilmaz se las llevó todas, aunque sin conexión después. Cuando circuló por el césped, España tocó, tocó, tocó... Y desbordó.

Superado entonces el ímpetu inicial de su adversario, la selección española se preparó para un ejercicio de paciencia al que está habituado; de un lado a otro a la espera de alguna vía a meta, como la que ofrecieron sus activos laterales, con más campo porque tanto Nolito como David Silva se cerraron al medio, insistentemente.

Del disparo desde lejos de Morata que abrió la estadísticas sobre la portería contraria, en el minuto 6, del despeje contra su propio poste de Hakan Balta, en el 10, o del cabezazo tan picado de Piqué que se marchó por encima del larguero, en el 11, al derechazo que soltó «Nolito» entre líneas allá por la media hora. Y a los goles.

En tres minutos, del 34 al 37, España fulminó a Turquía. Su pegada, en duda hasta entonces, fue imparable. También Nolito, que, primero, asistió de maravilla a Álvaro Morata para el 1-0 en un buen cabezazo del delantero y que, después, aprovechó un error más de Mehmet Topal, éste tremendo, para batir con soltura a Babacan.

En un suspiro, incrédulos los jugadores turcos, superados por dos «zarpazos» de España y demasiadas concesiones defensivas ante el actual doble campeón de Europa, ya estaba zanjado el tema del resultado para la «Roja» y para el bloque de Arda Turan, al que su plan de robo y contragolpe se quedó en nada en el primer tiempo, en apenas un lanzamiento alto de falta de Hakan Calhanoglu. Nada más.

Ni en lo que quedaba de primer tiempo (trece minutos desde el 2-0 de «Nolito») ni en toda la segunda parte, que terminó con Arda abucheado por su propio público (la afición española coreó su nombre un par de veces) y que mucho antes había comenzado con otro golpe directo de España, el definitivo por si había alguna duda.

En el minuto 48, cuando Turquía debía demostrar reacción y determinación, Andrés Iniesta desmontó de nuevo la defensa rival con un pase entre la zaga a Jordi Alba, que regaló el 3-0 a Morata, en posición de fuera de juego. No la vio el árbitro Milorad Mazic.

Pero, más allá de eso, hoy por hoy la diferencia sigue siendo muy amplia entre ambos equipos. Lo confirmó el 3-0, la jugada posterior (un buen movimiento dentro del área de Burak Yilmaz, que golpeó alto, sin efecto ni dirección), y todo el duelo. De principio a fin en Niza, donde España ya ejerce de favorita en la Eurocopa 2016.

Ficha técnica:


3 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba (Azpilicueta, m. 80); Cesc (Koke, m. 70), Sergio Busquets, Iniesta; Silva (Bruno, m. 64), Morata y Nolito.

0 - Turquía: Babacan; Gonul, Topal, Balta, Erkin; Calhanoglu (Nuri Sahin, m. 46), Ozan Tufan, Inan (Yunus Malli, m. 70), Ozyakup (Sahan, m. 62), Arda Turan; y Burak Yilmaz.

Goles: 1-0, m. 34: Morata cabecea un centro de Nolito. 2-0, m. 37: Nolito recoge un mal rechace de Mehmet Topal y bate a Babacan. 3-0, m. 48: Morata culmina una asistencia de Jordi Alba, tras un pase al desmarque de Iniesta.

Árbitro:
Mirolad Mazic (Serbia). Amonestó al español Sergio Ramos (m. 1) y a los turcos Burak Yilmaz (m. 9) y Ozan Tufan (m. 40).

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo D de la Eurocopa de Francia 2016, disputado en el estadio Allianz Riviera de Niza ante 33.409 espectadores, cifra oficial. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE

 





Luka Modric, en un arranque de magia y genialidad, dio tres puntos a Croacia gracias a un tanto espectacular que acabó con Turquía (0-1) y encumbró a un jugador mayúsculo que comenzó la Eurocopa con una exhibición con la que derrotó al conjunto otomano.

París, Francia, 13 de junio de 2016 (D58).-
Modric, solo Modric, fue capaz de desatascar un encuentro que hasta su golazo, en el minuto 41, estaba muy apagado, sin casi ocasiones para ninguna de las dos selecciones, ambas prácticamente sin ideas a lo largo del primer acto.

El jugador del Real Madrid también estaba casi fuera de combate, sin apenas relevancia en el juego por culpa de la tela de araña que montó Fatih Terim en su zona del campo.

Pero jugadores como Modric solo necesitan un instante de inspiración para agitar los partidos. Es lo que tienen los genios y Modric lo es. Aunque no tocó la pelota en los primeros 45 minutos todo lo que debería, siempre lo hizo bien. Y, en muchas ocasiones, acabó en el suelo por las faltas turcas. Así intentaron anularle.

Hasta que se paró el tiempo con su volea en el minuto 41, sólo Mario Mandzukic y Milan Badelj, con dos disparos inocentes, consiguieron disparar entre los tres palos de la portería de Volkan Babacan, que no tuvo problemas para detener la inocencia balcánica.

Croacia, con casi toda la posesión del balón, era incapaz de inquietar al cuadro otomano, que, con Arda Turan desaparecido en combate (preocupante su estado de forma), sólo apareció con la alegría de Hakan Çalhanoglu y con un cabezazo clarísimo de Ozan Tufan que se encontró casi sin querer Danijel Subasic.

Esa ocasión pudo cambiar el partido. Si Tufan hubiera estado más acertado, Croacia, por detrás en el marcador y sin ideas, habría sufrido muchísimo. Habría sido injusto, porque los hombres de Terim estaban tranquilos pero apáticos. Croacia no iba bien, pero, por lo menos, quería.

Entonces, cuando el descanso estaba al caer, apareció Modric para crear la fotografía de la jornada. El croata recogió un balón-globo desde 25 metros y, con una volea espectacular, batió a Babacan, que tal vez pudo hacer algo más para evitar el tanto.

Terim reaccionó en el descanso sacando al terreno de juego a Volkan Sen y, pese a unos primeros impulsos esperanzadores para los turcos, el cambio no afectó al juego y Croacia tomó rápidamente el mando del partido con algo más de verticalidad.

Fruto de ese dominio, Darijo Srna dispuso de dos ocasiones seguidas muy claras. En la primera, mandó una falta al larguero. En la segunda, no tuvo puntería cuando tenía toda la portería para rematar el balón.

Entonces, Terim se cansó de Arda Turan y le sentó en el banquillo con media hora de juego por delante. Al jugador del Barcelona se le notó la inactividad de todo el curso. Necesita una pretemporada completa para poder enfrentarse a partidos de esta intensidad.

Sin él sobre el campo, Turquía aumentó un punto sus revoluciones. Croacia, que por fin se había convertido en un equipo con Modric al mando de las operaciones, sufrió algunos de los empujones del cuadro otomano, que, sin embargo, no tuvo ocasiones claras.

Croacia sí dispuso de más y pudo aumentar su renta, pero de nuevo el larguero se interpuso en su camino hacia el segundo gol. Tras Srna, fue Perisic quien estrelló un cabezazo en un poste de la portería turca a falta de veinte minutos para que se parase el reloj.

Después, Babacan salvó un remate de Marcelo Brozovic y a partir de ahí,el choque sufrió constantes interrupciones hasta el final.

Croacia supo aguantar su ventaja y Turquía acabó perdiendo por culpa de Luka Modric, que quiere hacer algo grande con su selección en esta Eurocopa para repetir la gesta de la Croacia de Suker, que fue tercera en el Mundial de 1998. De momento, va por buen camino. En su estreno, fue 'Magico' Modric.

Ficha técnica:


0 - Turquía: Babacan; Gönul, Topal, Balta, Erkin; Inan, Tufan, Özyakup (Volkan Sen, min. 46); Çalhanoglu, Arda Turan (Burak Yilmaz, min. 65) y Tosun (Emre Mor, min. 65)

1 - Croacia: Subasic; Srna, Corluka, Vida, Strinic; Badelj, Modric; Brozovic, Rakitic (Schidenfeld, min. 90) Perisic (Kramaric, min. 87); y Mandzukic (Pjaca, min. 93).

Gol: 0-1, min. 41: Modric.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró cartulina amarilla a Tosun (min. 31), Balta (min. 48) y Volkan Sen (min. 91) por parte de Turquía, y a Strinic (min. 80) por parte de Croacia.

Incidencias: Partido del grupo D de la Eurocopa de Francia disputado en el estadio Parque de los Príncipes de París ante unos 48.000 espectadores. 

Fuente y redacción: Juan José Lahuerta (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE