El consumo de antidepresivos durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de autismo para el neonato. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Montreal, Canadá y publicado en la revista JAMA Pediatrics.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 14 de diciembre de 2015 (D58).- En el estudio se alerta que tomar antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre de embarazo puede incrementar en hasta un 87 % el riesgo de que el futuro hijo desarrolle durante la infancia un trastorno del espectro autista (TEA) –entre otros trastornos, autismo, autismo atípico y síndrome de Asperger.

Anick Bérard, directora de la investigación, explica: «si bien las causas por las que se produce el autismo permanecen desconocidas, numerosos estudios han mostrado que puede obedecer a causa tanto genéticas como ambientales. Y ahora, nuestros resultados han demostrado que tomar antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre de la gestación prácticamente duplica el riesgo de que el niño sea diagnosticado de autismo al cumplir la edad de siete años. Una asociación que se produce sobre todo en el caso de que la futura madre tome un tipo concreto de antidepresivos como son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)».

Más niños
Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los datos de 145 mil 456 niños nacidos entre los años 1998 y 2009 en la provincia canadiense de Quebec. Y de estos niños, un total de 1.054 habían sido diagnosticados de un TEA, sobre todo varones –en una proporción de cuatro a uno con respecto a las niñas–. La edad promedio en el momento del diagnóstico del TEA fue de entre 4 y 6 años.

La cifra de niños nacidos de madres que tomaron antidepresivos durante el embarazo se estableció en 4 mil 724: 4 mil 200 durante el primer trimestre, de los que 40 fueron diagnosticados de un TEA; y 2 mil 352 durante el segundo y/o tercer trimestre, detectándose un TEA en 31 de estos.

Como apunta la profesora Bérard, «la elección del segundo o tercer trimestre de embarazo en nuestro estudio se explica por qué es durante este período cuando tiene lugar la fase crítica del desarrollo cerebral del bebé».

El análisis estadístico de los resultados mostró que el uso de antidepresivos en el segundo y/o tercer trimestre de la gestación se asoció con un aumento del riesgo del 87 % de que el futuro hijo desarrollara un TEA durante su infancia. Un riesgo, sin embargo, que no se vio incrementado en el caso de la toma de antidepresivos durante el primer trimestre de embarazo o durante los 12 meses previos a la concepción.

Hasta un 10 % de las embarazadas
Es más; el incremento del riesgo de TEA fue mayor en caso de la toma de más de una clase distinta de antidepresivos durante el segundo y/o tercer trimestre, situación que se observó en cinco de los 31 niños y, sobre todo, con el tratamiento con ISRS –22 casos–. 

Y es que como indica la profesora Bérard: «algunas clases de antidepresivos que actúan inhibiendo la serotonina, como sucede en el caso de los ISRS, pueden tener un impacto negativo sobre la capacidad del cerebro de desarrollarse completamente en el útero».

Los autores concluyen: «nuestros hallazgos son muy relevantes dado que un 6 y un 10 % de las mujeres embarazadas toman antidepresivos para tratar su depresión».


Fuente: ABC.es
Foto: Archivo