Las similitudes con la oruga son asombrosas.
Durante una investigación sobre ecología aviar en el Parque del Manu, en el sureste de Perú, los investigadores descubrieron un nido (el segundo que jamás se ha haya descrito) de una plañidera cenicienta.
Cuando nacieron polluelos, notaron que, a diferencia de los adultos, el color de sus plumas no era gris sino naranja, y las puntas eran blancas.
Al acercarse, los polluelos comenzaron a comportarse de una manera muy particular: en vez de pedir alimento como hacen los demás polluelos, movían su cabeza lentamente de un lado a otro de la misma manera que las orugas.
Más tarde, hallaron una oruga venenosa similar en tamaño y color a los polluelos.
Imitación provisoria
Es posible encontrar a esta especie en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Si bien este comportamiento es común en los invertebrados, como por ejemplo en el caso de varios reptiles, «es la primera vez que ser reporta en aves», le dice a BBC Mundo Gustavo Londoño, investigador de la Universidad de California Riverside y coautor del estudio publicado en la revista The American Naturalist.
«La imitación de la oruga se vuelve menos pronunciada después de los 16 días de nacido el polluelo. Es decir, cuatro días antes de que abandone el nido», explica el científico.
«El color naranja de la plumas dura casi un año hasta que vuelve a mudar, pero la mayoría de los plumones modificados se caen antes de que el polluelo salga del nido», añade.
La imitación de la oruga se vuelve menos pronunciada después de los 16 días de nacido el polluelo. Es decir, cuatro días antes de que abandone el nido.
Los investigadores no tuvieron oportunidad de observar la reacción de depredadores -los típicos de esta región son las culebras y los primates- porque no se registró ningún acercamiento.
Pero, se sabe que la oruga auténtica tiene un efecto tóxico sobre ellos. En los humanos, por ejemplo, se ha reportado fiebre, alergias e incluso muertes tras entrar en contacto con el insecto.
Lo más probable, explican los científicos, es que esta curiosa adaptación haya evolucionado para disminuir las probabilidades de ataques a los nidos y aumentar así el éxito de la anidación de la especie.
El período de la anidación es crítico para las aves, ya que del éxito reproductivo.
Fuente: Ciencia BBC Mundo
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Polluelo de la plañidera cenicienta (Laniocera hypopyrra) |
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Ejemplar adulto de Laniocera hypopyrra |