Un grupo de médicos mexicanos se dispone a someter a pruebas clínicas un tratamiento contra la recurrencia de diversos tipos de cáncer mediante la estimulación del sistema inmunológico, que podría ser aprobado en 2017 después de alentadoras pruebas con animales y un estudio piloto en humanos.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 28 de diciembre de 2015 (D58).- La nueva terapia radica en «entrenar al sistema inmunológico para reconocer y eliminar a la célula cancerosa que haya quedado» de un tratamiento convencional, dijo a EFE el doctor Juan Pablo Márquez Manríquez, del Centro Internacional del Cáncer en Sonora (CICS), quien encabeza el grupo.

Si bien se le denomina vacuna, el también investigador en la División de Oncología de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, explicó que en realidad «son varias vacunas que vienen juntas, como un cóctel, diseñadas específicamente para combatir varias neoplasias (tumores) simultáneamente».

Desde principios de la década del 2000, el grupo sintetizó cuatro péptidos (moléculas formadas por la unión de aminoácidos) con la capacidad para inducir una respuesta inmune contra células tumorales.

Primero los probaron en ratones genéticamente modificados para desarrollar cáncer en cierto tiempo. «A los animales a los que les pusimos la vacuna, tanto individual como en cóctel, nunca desarrollaron cáncer de colon, de páncreas o de ovario», abundó.

«En 2006 hicimos un estudio piloto en Sonora con 25 pacientes de cáncer de ovario, 25 de colon, 25 de mieloma múltiple y 25 de mama. Incluimos cuatro pacientes de páncreas porque no había muchos en esos momentos», señaló el especialista.

Añadió que a la fecha sólo ha muerto una paciente, y fue por un problema cardiaco no relacionado en 2014.
De acuerdo con Márquez, los estudios revelaron además que la vacuna no produce autoinmunidad ni toxicidad.

El siguiente paso lo constituyen las pruebas clínicas, que se iniciarán en cuanto la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) apruebe el protocolo, en enero o febrero de 2016.

Tales pruebas normalmente se realizan en tres fases para determinar la seguridad y la eficacia del tratamiento, con números de pacientes que van de algunas decenas en la etapa inicial a varios miles en la final.

«En nuestro caso van a ser la fase uno y la fase dos juntas porque como ya hubo un protocolo piloto, y fue positivo, nos permiten juntar dos fases e ir más rápido», dijo el investigador.

Las pruebas se realizarán en la Ciudad de México, Ciudad Obregón, Sonora y probablemente Tijuana, Baja California, en coordinación con el Instituto Nacional de Cancerología, «que es la máxima institución en México y Latinoamérica en cáncer», agregó.

El estudio se va a efectuar con algunos de los tipos de tumores más recurrentes, como son los de ovario, mama, mieloma y colon, para obtener resultados en poco tiempo, dijo el doctor, y señaló que «son tumores que recurren tan rápido como tres meses o seis meses, aunque el paciente esté libre de enfermedad».

Inicialmente se aplicará la vacuna a individuos que terminen exitosamente su tratamiento para esos tumores y, si en un año no les reaparece el cáncer, se pasará a la fase tres, donde ya se incluyen muchos más pacientes y que tarda unos dos o tres años.

«Creemos que si todo sale bien la vacuna estará aprobada en México y Estados Unidos en 2017 o 2018, por más tardar 2019», expuso el investigador, y añadió que este tratamiento «ha dado mucha esperanza a muchos pacientes con ese tipo de tumores».

Sin embargo, advirtió en contra de las expectativas poco realistas sobre este tratamiento: «Es una irrealidad decir que una vacuna va a curar el cáncer; para nada. Ahora podemos decir, y hasta los siguientes 100 años, que es una irrealidad decir que el cáncer se va a curar».

Destacó que se trata del primer tratamiento desarrollado por mexicanos, todos médicos oncólogos y hemato-oncólogos basados en Ciudad Obregón (CICS), con la colaboración de la doctora Nora Disis de la Universidad de Washington, y probado en el país.

«Queremos que las pruebas sean en México no porque sea más fácil. Las regulaciones son las mismas que en Estados Unidos. Nosotros queremos sentirnos orgullosos de que sea de México para el mundo, que la gente comprenda que los mexicanos tenemos la capacidad de crear y no solamente ser seguidores», enfatizó el experto.

Si se logra que esté disponible para la población, apuntó: «implica que vamos a tener menos recurrencias, menos hospitales llenos de pacientes con tumores recurrentes y menos cuidados paliativos, que el paciente tenga menos dolor o tenga una vida o una muerte más tranquila».

«Eso es lo más relevante, que va a haber menos dolor», puntualizó.

Fuente: EFE
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El apoyo familiar es fundamental para la salud de los pacientes oncológicos, ya que es menos probable que atraviesen episodios depresivos que bajen sus defensas inmunológicas y dificulten su recuperación. Es por ello que los expertos de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) consideran que la atención de la familia tiene un rol importante en el tratamiento.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 9 de junio de 2015 (D58).- En la página web ayudaalpacienteoncologico.org.ve, el equipo de la SAV publicó una guía con recomendaciones para familiares de personas con cáncer. En este artículo le resumimos las recomendaciones que debe seguir la familia de un paciente oncológico.

El reflejo de sentimientos abrumadores es común para el entorno, por la asociación de la enfermedad con un desenlace fatal, lo que no siempre es real, pues en la actualidad detectar la patología en su fase primaria brinda mejores probabilidades de responder positivamente al tratamiento, bien sea radioterapia, quimioterapia o una intervención quirúrgica.

Lo ideal es que la familia y amigos contribuyan a fomentar una actitud positiva y de superación hacia la situación que atraviesan. 

También ayudaría el designar a un familiar como cuidador, quien deberá asumir la responsabilidad ajustando sus horarios de actividades para asistir a las citas con el oncólogo y mantenerse al tanto de todas las recomendaciones, de manera que pueda monitorear que el paciente cumpla al pie de la letra las indicaciones y así podrá instruir al resto de los parientes a construir en conjunto el apoyo necesario para el bienestar y la recuperación del paciente. 

Es normal que él paciente presente depresión y reflejos de miedo. Lo más importante en estos casos es que tanto el paciente como sus familiares tengan presente que la persona más capacitada para brindarle una buena orientación es el médico tratante, de manera que puedan cuidar y apoyar al ser querido. 

Recomendaciones para el cuidado:

Mantenerse alerta ante cambios como la pérdida del apetito, falta de aseo personal y largos períodos de sueño. 

Fomentar visitas de personas que sean importantes para el paciente.

Pedir orientación de un psicólogo o un psiquiatra.

Describirle  soluciones que encuentras para resolver los problemas. 

Procurar no juzgar el miedo de la persona con cáncer. 

Preguntar a la persona qué teme o espera de los tratamientos, para lograr que sus dudas sean aclaradas con el médico.

Dependiendo de las recomendaciones médicas, hacer planes con la persona bajo tratamiento para la reincorporación a su vida cotidiana.

Relación paciente cuidador:

Entre las cosas que se deben tomar en cuenta están los cambios emocionales de la persona con cáncer, ya que algunos se pueden volver agresivos por su enojo contra el malestar físico y la impotencia de no poder curarse de forma inmediata. 

También los cuidadores pueden sentirse agotados, tristes o molestos ante las demandas del familiar afectado.

Si se presenta un conflicto con el paciente, hay que escuchar todos y cada uno de los argumentos que éste dé. Es necesario repasar las soluciones posibles escribiéndolas en un papel. 

Si observan que falta información médica para pensar el problema, hay que tomarlo en consideración para la próxima consulta. 

No se debe descalificar las molestias de su  familiar, pero es necesario que exija respeto de su parte. 

Recuerde que algunos sentimientos de enojo se pueden deber a razones bien justificadas. 

Es normal que en situaciones así, el cuidador también se vea afectado emocionalmente, en estos casos es muy recomendable darse un espacio para pensar en el bienestar personal, y si es necesario acudir con ayuda profesional psicológica es totalmente válido, aludiendo que el paciente acudirá a esta figura por apoyo y es necesario que se encuentre lo más estable posible. 

¿Qué hacer después de terminado el tratamiento para el cáncer?

Luego de terminado el tratamiento del cáncer comienza una etapa en la cual la persona debe asistir a chequeo periódico. 

En esta fase aún hay interrogantes que deben ser atendidas, tales como la frecuencia de las consultas, que dependerá del tipo de cáncer; así como los exámenes que tendrá que hacerse a partir de este punto.

La familia debe hablar con el paciente y velar por el cumplimiento de las consultas médicas de seguimiento, ayudarlo a mantener los controles y explicarle que aunque no presente  síntomas tiene que asistir a esos chequeos para evitar posibles recaídas. 

Igualmente hay que consultar con el médico sobre la alimentación, para saber si puede haber un cambio en la dieta una vez que culmine y seguir las recomendaciones del oncólogo para empezar a cultivar la calidad de vida. 

Como parte de las recomendaciones de la SAV, se sugiere que la familia evalúe junto con el paciente los detalles de su reinserción a actividades cotidianas como los estudios, el trabajo, la práctica de alguna actividad deportiva y la participación en eventos sociales. 

Es posible que la enfermedad condicione lo que la persona puede hacer, desde el punto de vista físico y emocional.

NDP