Luis Miguel dueño de Viña del Mar
La espera se hizo eterna para miles de fanáticas, pero a la 01:05 hrs.- por fin se ésta se acabó y el astro mexicano, Luis Miguel, hizo su aparición en el escenario de la Quinta Vergara. De forma inédita, el mexicano recibió gaviota de plata, oro y, de la mano de la alcaldesa, gaviota de platino y las llaves de la ciudad.
Vestido completamente de negro y con un bronceado, que para más de un twittero resultó ser completamente exagerado, el “sol” de México simplemente apareció y el monstruo se rindió a sus pies.
Al principio se notó a un Luis Miguel algo incómodo con el audio, haciendo más de un gesto a los técnicos para que solucionaran el problema. Claramente que las féminas que se encontraban en la Quinta Vergara disfrutando del show, con suerte se dieron cuenta de esto.
El show inició con un medley de sus mejores éxitos, interpretados por una correcta banda de 12 músicos. Los gritos de miles de mujeres se hicieron sentir apenas el "Sol de México" apareció con micrófono en mano. El frío y la hora pasaron a segundo plano entre coros, bailes, llantos y emoción que recorrían cada rincón entre el público presente.
Entre boleros, el cantante insinuaba problemas de sonido que a ninguno de los asistentes importó. Como una única voz, se escuchaba "Somos novios" y "Por debajo de la mesa". La lista interminable de hits continuó con canciones como "Bésame mucho" en versión funk, e "Inolvidable" en clave soul.
Con "Amor, amor, amor", los impecables bronces de la banda, lucieron su talento. La victoria de Luis Miguel sobre el "monstruo" ya estaba clara, con menos de la mitad de show realizado. Por si quedaban dudas, el mexicano sumó a Frank Sinatra en sus invitados y juntos, aunque de manera virtual, interpretaron "Lets fly with me".
"No me puedes dejar así" y "Palabra de honor", sirvieron como máquina del tiempo para recordar los primeros éxitos del cantante en los años ochenta. Le siguieron "Entrégate" y "La incondicional".
El mexicano continuó recorriendo sus 30 años de carrera, pero cada vez más molesto con los problemas de sonido que afectaban su monitoreo (sonido dentro del escenario).
Después de una hora de show, el ánimo en el público estaba tal cual al comienzo, y Luis Miguel lo agradeció saludando de cerca a sus fans, mientras los dos guardias que lo acompañan a todos lados, lo "protegían" de peluches, flores y besos que surcaban el aire.
Por un instante, los lentos del "Sol de México" tranquilizaron al "monstruo", pero las trompetas de "Que nivel de mujer" y "Fiebre de amor" armaron una fiesta instantánea, desde la platea hasta la galería.
Una nueva lluvia de recuerdos llegó con "Decídete", "Los muchachos de hoy", "Ahora te puedes marchar" y "La chica del bikini azul". La fiesta finalizó con "Cuando calienta el sol" y un incontenible "monstruo" pidiendo todos los premios.
De forma inédita, Luis Miguel recibió gaviota de plata, oro y, de la mano de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, le hizo entrega de las llaves de la Ciudad Jardín, cómo un reconocimiento a sus treinta años de carrera artística.
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Entre boleros, el cantante insinuaba problemas de sonido que a ninguno de los asistentes importó. Como una única voz, se escuchaba "Somos novios" y "Por debajo de la mesa". La lista interminable de hits continuó con canciones como "Bésame mucho" en versión funk, e "Inolvidable" en clave soul.
Con "Amor, amor, amor", los impecables bronces de la banda, lucieron su talento. La victoria de Luis Miguel sobre el "monstruo" ya estaba clara, con menos de la mitad de show realizado. Por si quedaban dudas, el mexicano sumó a Frank Sinatra en sus invitados y juntos, aunque de manera virtual, interpretaron "Lets fly with me".
"No me puedes dejar así" y "Palabra de honor", sirvieron como máquina del tiempo para recordar los primeros éxitos del cantante en los años ochenta. Le siguieron "Entrégate" y "La incondicional".
El mexicano continuó recorriendo sus 30 años de carrera, pero cada vez más molesto con los problemas de sonido que afectaban su monitoreo (sonido dentro del escenario).
Después de una hora de show, el ánimo en el público estaba tal cual al comienzo, y Luis Miguel lo agradeció saludando de cerca a sus fans, mientras los dos guardias que lo acompañan a todos lados, lo "protegían" de peluches, flores y besos que surcaban el aire.
Por un instante, los lentos del "Sol de México" tranquilizaron al "monstruo", pero las trompetas de "Que nivel de mujer" y "Fiebre de amor" armaron una fiesta instantánea, desde la platea hasta la galería.
Una nueva lluvia de recuerdos llegó con "Decídete", "Los muchachos de hoy", "Ahora te puedes marchar" y "La chica del bikini azul". La fiesta finalizó con "Cuando calienta el sol" y un incontenible "monstruo" pidiendo todos los premios.
De forma inédita, Luis Miguel recibió gaviota de plata, oro y, de la mano de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, le hizo entrega de las llaves de la Ciudad Jardín, cómo un reconocimiento a sus treinta años de carrera artística.
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Publicado por: Redacción D58
el:
2/23/2012 03:01:00 a. m.
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Viña del Mar 2012
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