Bevione: «Los venezolanos estan diseñados para crear cosas grandiosas»
El argentino Julio Bevione llegó a nuestra ciudad por segundo año consecutivo. «Tiempo de transformación» es el nombre de la conferencia que presentará mañana 14 de marzo, a las 7 de la noche, en el moderno Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL).
Maracaibo, Zulia, Venezuela 13, Mar. 2013 (D58).- Julio Bevione es un periodista y escritor cordobés (Argentina) que se ha dedicado a compartir sus ideas para ayudar a las personas a encontrar entendimiento interior y a iniciar un proceso de autoconocimiento y descubrimiento espiritual.
Este martes previo a su charla, en un encuentro programado, pudimos conocer más a fondo sobre este maravilloso conferencista y nauta de la espiritualidad humana.
Pasadas las 4 de la tarde aguardába que Bevione bajara de su habitación en la sala bar de un reconocido hotel de la localidad. Mientras, disfrutaba de un aromático y sabroso café, ansioso por cumplir mi deuda pendiente de hace un año atrás, cuando visitó nuestra tierra y no pude asistir al encuentro.
La entrevista se tornaba un tanto incierta, tal vez por la falsa creencia de que los argentinos abusan de su ego y autoestima, cosa que no dista mucho de esa misma fama que poseemos los maracaiberos en el entorno nacional.
El encuentro no se hizo esperar y en minutos Bevione apareció en aquel espacio dispuesto para tal fin. Ante mí, se mostraba un hombre sencillo de cabello casi cubierto prematuramente por el color blanco de los años, a pesar de que solo cuenta con 41 años.
El saludo de rigor se hizo presente; «¡Bienvenido a Venezuela! y ¡bienvenido a Maracaibo!», expresé. Frase que sirvió de preámbulo para que Bevione rompiera el hielo y entre risas comentó «¡Gracias! claro, Maracaibo es como otro país».
Su carisma y personalidad formaron parte principal de la entrevista, que más que eso, se convirtió en una amena tertulia entre amigos.
Julio Bevione vive desde hace 18 años en USA y los últimos 3 años fijó residencia en la ciudad de New York.
¿Cómo visualizamos la necesidad de un cambio en nuestra vida?. —Pregunté al momento que cambiábamos de mesa, la anterior se columpiaba en una suerte de péndulo, conspirando con el ambiente ameno—.
«Para hacerlo simple la forma de identificar lo que ya no es, lo que hay que sacar, lo que hay que cambiar es lo que se siente mal, lo que se siente pesado, lo que te aburre, lo que ya te cuesta hacer es como llevar un peso muerto, si alguien te pone un cuerpo humano vivo, tú lo puedes llevar, te lo ponen muerto y es difícil sostenerlo. Un peso sin vida eso es lo que representa energéticamente aquello que hacemos. A veces, una idea que al pensarla o una forma de ser que al actuarla no se sienta bien, pues ya está vencida, la forma de reemplazarla es encontrar algo que efectivamente se sienta bien, pero en el medio ocurre algo que los seres humano llevamos y es que, no nos sentimos merecedores de lo bueno».
¿Por qué sucede esto?
«Bueno, por cultura, porque tenemos toda una cultura de darle valor a lo negativo, porque lo negativo nos facilita el drama y nos encanta el drama nos duele pero a su vez el dolor también nos gusta. Hay una creencia de que si no duelo no es bueno, es mucho más fácil pensar que tengo a alguien que me golpea a pesar que puedo estar solo, la solución por más buena que es siento que es peor que el malestar que estoy viviendo y esto porque estamos adiestrados al drama, y eso es lo que esta vencido y eso va a cambiar, ya está cambiando, ya hay mucha más gente, más rebeldes que se anima hacer esos cambios, el mundo va hacia eso».
«Entonces esa es mi tarea, educar en esa parte de nuestra vida que no hemos sido educados por ejemplo; de niños, no le hemos dicho a los niños, presta atención a cómo te sientes antes de hacerlo y si no te sientes bien no lo hagas todavía, le hemos dicho, aunque te sientas mal lo vas a hacer. Claro hemos sido instruido para otro mundo, para un mundo de dolor, un mundo de sacrifico, para un mundo de drama, entonces requiere esta nueva educación, pero básicamente los pilares son esos y es lo que no se siente bien ya está vencido. Entonces empezar a enfocar en lo que se siente bien», afirmó Bevione.
«Este país o cualquier país, en vez de enojarnos con lo que ya no nos gustas, empecemos a poner nuestra atención en lo que si nos gustas, en lo que se siente bien. Si cada uno de ustedes los venezolanos se levantara en la mañana pensando: ¿cómo voy hacer para que ese país que está en mi mente, que aún no veo afuera, comience a ocurrir?. Por ejemplo ser más respetuoso, voy a empezar yo, porque cada vez que yo sea respetuoso no importa si el otro me responda, pero yo me sentí tan bien, me sentí mucho más bien de cuando yo me enojaba, eso nuevo lo construyo a partir de poner atención, porque por ejemplo yo digo: ¡quiero ser más tolerante! pero cuando lo llevo a cabo lo que hago es enojarme con el que no es tolerante, en vez de ser más tolerante yo, entonces esa disyuntiva es aún donde estamos parado» agregó Bevione en alusiva a la situación social reinante en Venezuela.
¿Cuándo descubriste esa necesidad de enseñar y ayudar al prójimo?
«Cuando era niño era muy curioso y siempre quería compartir con mis amiguitos lo que descubría y entre los 20 y los 27 tuve como una búsqueda interior de entender del porque de un montón de cosas, cosas básicas de la vida; ¿para qué estoy aquí? ¿porque vine? (…) Entonces a los 28 se me ocurrió empezar a juntar amigos en Miami y a compartir estas cosas y bueno eso fue generando una bola de nieve que fue creciendo, que terminó siendo un libro y ese libro terminó siendo nueve libros y hacer conferencias».
Bevione me confesó con mucha humildad: «Todavía siento cuando estoy en una conferencias, que todavía estoy en ese momento de cuando comparto con mis amigos sabes. Por eso a veces me cuesta meterme en el rol del buen conferencista; porque lo que hago es pararme a hablar, porque siento que eso es lo que debo hacer, no soy un profesional de la palabra incluso no quiero que se queden conmigo, quédense con mi idea, porque yo paso, yo me voy, pero la idea queda, entonces no te distraigas con mi forma de hablar. Piensa lo que estoy diciendo y quédate con la idea».
¿Cuando tienes tiempo para ti?
«Lo hago, lo hago generalmente paro, entre viajes paro, por ejemplo ahora llego a mi casa y me quedo por diez días solo, solo implica eventualmente ver a mis amigos y eso, pero tiempo para mí. Dos veces o tres veces al año paro completamente y me aisló, por ejemplo en la primer semana del año en enero me fui una semana al norte de Nueva York, que había 20 grados bajo cero, que me obligaba a estar quieto y me quedo quieto, literalmente quieto no llevo ni mi teléfono, porque ese es mi tiempo y es lo que siempre sugiero a todo el mundo, si tomáramos ese tiempo para nosotros podríamos entender mejor que aquel que me grita está enojado por algo pero no conmigo, pero si yo estoy cansado y me gritan, yo voy a reaccionar porque estoy cansado y ese tiempo no es un tiempo de retiro es darnos dos horitas a la semana, darnos un tiempito más en la cama cuando nos despertamos, no agarrar el teléfono inmediatamente, darnos diez minutos como para estar con nosotros, esas pequeñas cosas hacen la diferencia».
También me reveló que le encantaría en estos momentos hacer televisión, pero a pesar de recibir varias ofertas, siente que no es el momento. «He tenido propuestas pero siento que aun el formato televisivo está un poco contaminado para lo que yo quiero dar y sé que va a llegar el momento, digamos las propuestas que he recibido es adaptarme yo a un formato con el que no quiero colaborar que es el drama, pero siento que por ahí puedo colaborar más porque eso integra las dos cosas, integra la palabra hablada, integra la escritura porque hoy día la televisión también es gráficos e información pero además me libera de viajar tanto porque podría hacer un programa que llegue a mucha gente sin tener que estar presente en cada lugar, aunque nunca dejaré de viajar pero no con la frecuencia que lo hago. Así que esa es mi intención veremos qué pasa».
Con referente a la conferencia que dictará este jueves me comentó sobre un patrón que tiene diseñado, el cual se distribuye en; presentación, teórica y conversada, esta última enmarcada en la partición del público asistente.
El venezolano ¿Se resiste al cambio interno?
«El venezolano y el latinoamericano se resiste a mirarse, tienen la tendencia a mirar demasiado hacia afuera y hay una creencia muy obvia o por estos años ha estado muy clara y es la creencia de que el país puede cambiar cuando cambie un presidente, y te puedo mostrar en la historia de la humanidad miles de imperios, de países, de sociedades que los presidentes han cambiado y el pueblo sigue igual, y me parece una creencia ya un poco inmadura de parte de una sociedad que sigan esperando que un cambio venga porque cambie una persona».
¿Cuál es el camino para el cambio en una sociedad como la nuestra?
«Básicamente empezar a construir lo que quieran ver o que están esperando de los demás, que haga una lista todo el mundo, que se pongan hacer una lista, que es lo que espero del nuevo presidente, que es lo que espero de mi pareja, que es lo que espero de mi madre y empiecen hacer eso ustedes, básicamente es eso hay, una falta de responsabilidad individual en lo que quieren crear, porque hay ideas y esta es la cosa. Venezuela es un país muy creativo, hay una conciencia colectiva de creatividad pero seguimos esperando que ese plano que he diseñado que esta tan lindo, que esa casa la construya otro, entonces dar ese paso, yo creo que solo eso alcanza porque están diseñados para crear grandes cosas».
A sus escasos 40 años Julio Bevione ya ha escrito 9 libros. «Espiritualidad para una vida más fácil, simple y abundante» es el último de ellos. ¿Cuál de tus libros te ha llenado más como ser humano?
«Cada uno ha traído su regalo, pero de los que más cariño puedo tener es el primero, porque no fue pensado como libro, el primero fue pensado como una compañía, para un acompañante escrito para un seminario de fin de semana el primero que di y se transformó en libro, porque alguien me hizo una entrevista como esta, para la agencia EFE de noticias de España y cometió el error bendito de decir que yo tenía un libro y me llaman de Telemundo para que fuera a presentar el libro y no lo tenía, y digo pero no, no tengo libro, "pero ya han editado llevás el libro", me responden y terminé editando eso y bueno mi camino se inició a partir de ese bendito error que fue ese libro, entonces es como un niño que de pronto tú crees que no le va a gustar estudiar y termina siendo médico, a ese libro le estoy muy agradecido».
Al final de la conversación le pedí a Bevione que me comentara sobre nuestra gastronomía, si había comido arepas o patacones zulianos, para mi sorpresa me explicó que la arepa forma parte de su dieta. «En Nueva York existe un barcito que se llama "Caracas Arepas Bar" muy frecuentado, más americanos que latinos, ahí consigo buenas arepas. Aquí en Maracaibo hay mucha buena comida y muy sabrosa pero... que mi estómago no soporta, ya he probado y he terminado en cama dos días, entonces voy suave». Haciendo referencia a nuestra tradicional comida sazonada con leche de coco.
¿A dónde quieres llegar?
«No lo sé, no lo sé porque siento que la vida, porque más que yo haya querido cosas, la vida me ha llevado por donde ha querido, entonces quiero llegar a donde la vida me quiera llevar».
Maracaibo, Zulia, Venezuela 13, Mar. 2013 (D58).- Julio Bevione es un periodista y escritor cordobés (Argentina) que se ha dedicado a compartir sus ideas para ayudar a las personas a encontrar entendimiento interior y a iniciar un proceso de autoconocimiento y descubrimiento espiritual.
Este martes previo a su charla, en un encuentro programado, pudimos conocer más a fondo sobre este maravilloso conferencista y nauta de la espiritualidad humana.
Pasadas las 4 de la tarde aguardába que Bevione bajara de su habitación en la sala bar de un reconocido hotel de la localidad. Mientras, disfrutaba de un aromático y sabroso café, ansioso por cumplir mi deuda pendiente de hace un año atrás, cuando visitó nuestra tierra y no pude asistir al encuentro.
La entrevista se tornaba un tanto incierta, tal vez por la falsa creencia de que los argentinos abusan de su ego y autoestima, cosa que no dista mucho de esa misma fama que poseemos los maracaiberos en el entorno nacional.
El encuentro no se hizo esperar y en minutos Bevione apareció en aquel espacio dispuesto para tal fin. Ante mí, se mostraba un hombre sencillo de cabello casi cubierto prematuramente por el color blanco de los años, a pesar de que solo cuenta con 41 años.
El saludo de rigor se hizo presente; «¡Bienvenido a Venezuela! y ¡bienvenido a Maracaibo!», expresé. Frase que sirvió de preámbulo para que Bevione rompiera el hielo y entre risas comentó «¡Gracias! claro, Maracaibo es como otro país».
Su carisma y personalidad formaron parte principal de la entrevista, que más que eso, se convirtió en una amena tertulia entre amigos.
Julio Bevione vive desde hace 18 años en USA y los últimos 3 años fijó residencia en la ciudad de New York.
¿Cómo visualizamos la necesidad de un cambio en nuestra vida?. —Pregunté al momento que cambiábamos de mesa, la anterior se columpiaba en una suerte de péndulo, conspirando con el ambiente ameno—.
«Para hacerlo simple la forma de identificar lo que ya no es, lo que hay que sacar, lo que hay que cambiar es lo que se siente mal, lo que se siente pesado, lo que te aburre, lo que ya te cuesta hacer es como llevar un peso muerto, si alguien te pone un cuerpo humano vivo, tú lo puedes llevar, te lo ponen muerto y es difícil sostenerlo. Un peso sin vida eso es lo que representa energéticamente aquello que hacemos. A veces, una idea que al pensarla o una forma de ser que al actuarla no se sienta bien, pues ya está vencida, la forma de reemplazarla es encontrar algo que efectivamente se sienta bien, pero en el medio ocurre algo que los seres humano llevamos y es que, no nos sentimos merecedores de lo bueno».
¿Por qué sucede esto?
«Bueno, por cultura, porque tenemos toda una cultura de darle valor a lo negativo, porque lo negativo nos facilita el drama y nos encanta el drama nos duele pero a su vez el dolor también nos gusta. Hay una creencia de que si no duelo no es bueno, es mucho más fácil pensar que tengo a alguien que me golpea a pesar que puedo estar solo, la solución por más buena que es siento que es peor que el malestar que estoy viviendo y esto porque estamos adiestrados al drama, y eso es lo que esta vencido y eso va a cambiar, ya está cambiando, ya hay mucha más gente, más rebeldes que se anima hacer esos cambios, el mundo va hacia eso».
«Entonces esa es mi tarea, educar en esa parte de nuestra vida que no hemos sido educados por ejemplo; de niños, no le hemos dicho a los niños, presta atención a cómo te sientes antes de hacerlo y si no te sientes bien no lo hagas todavía, le hemos dicho, aunque te sientas mal lo vas a hacer. Claro hemos sido instruido para otro mundo, para un mundo de dolor, un mundo de sacrifico, para un mundo de drama, entonces requiere esta nueva educación, pero básicamente los pilares son esos y es lo que no se siente bien ya está vencido. Entonces empezar a enfocar en lo que se siente bien», afirmó Bevione.
«Este país o cualquier país, en vez de enojarnos con lo que ya no nos gustas, empecemos a poner nuestra atención en lo que si nos gustas, en lo que se siente bien. Si cada uno de ustedes los venezolanos se levantara en la mañana pensando: ¿cómo voy hacer para que ese país que está en mi mente, que aún no veo afuera, comience a ocurrir?. Por ejemplo ser más respetuoso, voy a empezar yo, porque cada vez que yo sea respetuoso no importa si el otro me responda, pero yo me sentí tan bien, me sentí mucho más bien de cuando yo me enojaba, eso nuevo lo construyo a partir de poner atención, porque por ejemplo yo digo: ¡quiero ser más tolerante! pero cuando lo llevo a cabo lo que hago es enojarme con el que no es tolerante, en vez de ser más tolerante yo, entonces esa disyuntiva es aún donde estamos parado» agregó Bevione en alusiva a la situación social reinante en Venezuela.
¿Cuándo descubriste esa necesidad de enseñar y ayudar al prójimo?
«Cuando era niño era muy curioso y siempre quería compartir con mis amiguitos lo que descubría y entre los 20 y los 27 tuve como una búsqueda interior de entender del porque de un montón de cosas, cosas básicas de la vida; ¿para qué estoy aquí? ¿porque vine? (…) Entonces a los 28 se me ocurrió empezar a juntar amigos en Miami y a compartir estas cosas y bueno eso fue generando una bola de nieve que fue creciendo, que terminó siendo un libro y ese libro terminó siendo nueve libros y hacer conferencias».
Bevione me confesó con mucha humildad: «Todavía siento cuando estoy en una conferencias, que todavía estoy en ese momento de cuando comparto con mis amigos sabes. Por eso a veces me cuesta meterme en el rol del buen conferencista; porque lo que hago es pararme a hablar, porque siento que eso es lo que debo hacer, no soy un profesional de la palabra incluso no quiero que se queden conmigo, quédense con mi idea, porque yo paso, yo me voy, pero la idea queda, entonces no te distraigas con mi forma de hablar. Piensa lo que estoy diciendo y quédate con la idea».
¿Cuando tienes tiempo para ti?
«Lo hago, lo hago generalmente paro, entre viajes paro, por ejemplo ahora llego a mi casa y me quedo por diez días solo, solo implica eventualmente ver a mis amigos y eso, pero tiempo para mí. Dos veces o tres veces al año paro completamente y me aisló, por ejemplo en la primer semana del año en enero me fui una semana al norte de Nueva York, que había 20 grados bajo cero, que me obligaba a estar quieto y me quedo quieto, literalmente quieto no llevo ni mi teléfono, porque ese es mi tiempo y es lo que siempre sugiero a todo el mundo, si tomáramos ese tiempo para nosotros podríamos entender mejor que aquel que me grita está enojado por algo pero no conmigo, pero si yo estoy cansado y me gritan, yo voy a reaccionar porque estoy cansado y ese tiempo no es un tiempo de retiro es darnos dos horitas a la semana, darnos un tiempito más en la cama cuando nos despertamos, no agarrar el teléfono inmediatamente, darnos diez minutos como para estar con nosotros, esas pequeñas cosas hacen la diferencia».
También me reveló que le encantaría en estos momentos hacer televisión, pero a pesar de recibir varias ofertas, siente que no es el momento. «He tenido propuestas pero siento que aun el formato televisivo está un poco contaminado para lo que yo quiero dar y sé que va a llegar el momento, digamos las propuestas que he recibido es adaptarme yo a un formato con el que no quiero colaborar que es el drama, pero siento que por ahí puedo colaborar más porque eso integra las dos cosas, integra la palabra hablada, integra la escritura porque hoy día la televisión también es gráficos e información pero además me libera de viajar tanto porque podría hacer un programa que llegue a mucha gente sin tener que estar presente en cada lugar, aunque nunca dejaré de viajar pero no con la frecuencia que lo hago. Así que esa es mi intención veremos qué pasa».
Con referente a la conferencia que dictará este jueves me comentó sobre un patrón que tiene diseñado, el cual se distribuye en; presentación, teórica y conversada, esta última enmarcada en la partición del público asistente.
El venezolano ¿Se resiste al cambio interno?
«El venezolano y el latinoamericano se resiste a mirarse, tienen la tendencia a mirar demasiado hacia afuera y hay una creencia muy obvia o por estos años ha estado muy clara y es la creencia de que el país puede cambiar cuando cambie un presidente, y te puedo mostrar en la historia de la humanidad miles de imperios, de países, de sociedades que los presidentes han cambiado y el pueblo sigue igual, y me parece una creencia ya un poco inmadura de parte de una sociedad que sigan esperando que un cambio venga porque cambie una persona».
¿Cuál es el camino para el cambio en una sociedad como la nuestra?
«Básicamente empezar a construir lo que quieran ver o que están esperando de los demás, que haga una lista todo el mundo, que se pongan hacer una lista, que es lo que espero del nuevo presidente, que es lo que espero de mi pareja, que es lo que espero de mi madre y empiecen hacer eso ustedes, básicamente es eso hay, una falta de responsabilidad individual en lo que quieren crear, porque hay ideas y esta es la cosa. Venezuela es un país muy creativo, hay una conciencia colectiva de creatividad pero seguimos esperando que ese plano que he diseñado que esta tan lindo, que esa casa la construya otro, entonces dar ese paso, yo creo que solo eso alcanza porque están diseñados para crear grandes cosas».
A sus escasos 40 años Julio Bevione ya ha escrito 9 libros. «Espiritualidad para una vida más fácil, simple y abundante» es el último de ellos. ¿Cuál de tus libros te ha llenado más como ser humano?
«Cada uno ha traído su regalo, pero de los que más cariño puedo tener es el primero, porque no fue pensado como libro, el primero fue pensado como una compañía, para un acompañante escrito para un seminario de fin de semana el primero que di y se transformó en libro, porque alguien me hizo una entrevista como esta, para la agencia EFE de noticias de España y cometió el error bendito de decir que yo tenía un libro y me llaman de Telemundo para que fuera a presentar el libro y no lo tenía, y digo pero no, no tengo libro, "pero ya han editado llevás el libro", me responden y terminé editando eso y bueno mi camino se inició a partir de ese bendito error que fue ese libro, entonces es como un niño que de pronto tú crees que no le va a gustar estudiar y termina siendo médico, a ese libro le estoy muy agradecido».
Al final de la conversación le pedí a Bevione que me comentara sobre nuestra gastronomía, si había comido arepas o patacones zulianos, para mi sorpresa me explicó que la arepa forma parte de su dieta. «En Nueva York existe un barcito que se llama "Caracas Arepas Bar" muy frecuentado, más americanos que latinos, ahí consigo buenas arepas. Aquí en Maracaibo hay mucha buena comida y muy sabrosa pero... que mi estómago no soporta, ya he probado y he terminado en cama dos días, entonces voy suave». Haciendo referencia a nuestra tradicional comida sazonada con leche de coco.
¿A dónde quieres llegar?
«No lo sé, no lo sé porque siento que la vida, porque más que yo haya querido cosas, la vida me ha llevado por donde ha querido, entonces quiero llegar a donde la vida me quiera llevar».
El pasado domingo se presentó en el Hotel Tamanaco, en Caracas, acompañado de Ismael Cala y Carlos Fraga, afirmó que en octubre regresará al país con una agenda más amplia para visitar las ciudades restantes.
Finalmente la tarde cayó y con ella nuestro encuentro con Julio Bevione, ser humano poseedor de ese increible «don de gente» y «buena vibra» del cual muchos adolecemos. Mi deuda estaba saldada.
Firma de libros
Esta tarde, desde las 4.30 Julio Bevione firmará autógrafos en la librería Abraxas (detras del Costa Verde), la única donde se pueden conseguir sus los libros. Una bonita oportunidad para sus seguidores.
Entradas
Las entradas se encuentran a la venta a través de www.mdticket.com o en los diferentes puntos de venta MDticket de la ciudad. El evento cuenta con el patrocinio de Caracucho Producciones y 363 producciones.
Visita su sitio web Julio Bevione | Síguelo en Twitter: @JulioBevione
Entrevista completa (Audio)
Entrevista, redacción, fotos y video: Villasmil, Henry |@Droopy_68
Publicado por: Redacción D58
el:
3/13/2013 02:21:00 p. m.
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