Una derrota sin matices, rotunda casi siempre, eliminó de la Eurocopa a la selección española, la actual doble campeona del torneo, apagada desde el principio por Italia, su competitividad y su perfecto despliegue, doblegada sin discusión por 2-0 y sólo algo reconocible en los minutos finales en Saint Denis.

París, Francia, 29 de junio de 2016 (D58).- Desbordada de inicio, desaparecida hora y cuarto, sostenida en el partido por tres paradas de David de Gea y superada casi siempre, «la Roja» sólo tuvo alguna opción en los últimos instantes, cuando tuvo tres ocasiones, cuando se cruzó un increíble Buffon para mantener un camino, trazado mucho antes, hacia la eliminación de España, fuera del torneo. A Italia, el sábado en cuartos, le espera Alemania.

Lo mereció Italia, que no sólo defiende. Eso lo hace muy bien, pero también muchas otras cosas más desde la dirección de Antonio Conte. Tenía muy claro su partido. Cuando había que replegarse, atrás, compactos; cuando había que crear, salida de pelota y pase entre líneas; cuando había que contraatacar, vertiginosa velocidad.

Hubo muchos partidos en uno solo. Y todos los perdió España. Por muchas advertencias de Vicente del Bosque en estos días, su equipo se sintió superado todo el primer cuarto de hora por ritmo, con balón, sin él, en un área y otra, pero también después con otras connotaciones, incluso por ambición y siempre tácticamente.

Siempre tuvo Italia mucho más definido su plan, los sectores donde sufre España, los momentos para contener, para conducir o para atacar, el pase que buscar y la estrategia para alejar, primero, o minimizar, después, la conexión con la pelota de la selección española, sin una formula para tenerla, con todo lo que conlleva.

«Lo más importante es que seamos nosotros», decía Del Bosque en la víspera del partido. España no fue España en todo el primer tiempo, desbordada de inicio, con cinco centros alrededor de su portería en los primeros ocho minutos, con una sensación de estrés constante, sin fórmula para sacudirse de encima a su adversario.

Ni con el balón, el mejor acompañante siempre de España para jugar, creer y ganar, ni sin él. Salvado primero por De Gea, con dos paradas estupendas a remates de Pellé y Giaccherini, incrédulos ante el despliegue del guardameta, el segundo con ayuda del poste, ni la bajada de revoluciones posterior resolvió los problemas españoles.

Uno lo tenía entre su centro del campo y su defensa; un espacio estupendo para Italia y las maniobras de Pellé. Ahí, por el minuto 32, aún sin una sola ocasión de España (no la tuvo en toda la primera parte), hubo una falta de Sergio Ramos; ahí, por el 33, Éder la lanzó con un potente tiro, centrado, como lo fue el rechace de De Gea, y ahí, a por ese balón, corrieron cuatro futbolistas italianos por uno solo español, Piqué. Chiellini empujó el 1-0 hacia dentro.

Un gol que había merecido antes Italia y que mereció también después. Voló entonces De Gea, recompuesto de sobra de su error con intervenciones posteriores, para evitar el 2-0 antes del descanso, del que partió una segunda parte como había terminado la primera. Con un cambio en España, Aduriz por Nolito, pero apenas nada más.

Inconstante, sin soluciones, España tuvo una ocasión, la única que le concedió Italia en una hora, cuando Morata cabeceó a las manos de Buffon un pase en una posición poco mejorable, como también la tuvo «la Azzurra», cuando De Gea ganó, imponente, su duelo individual contra el veloz Éder, de nuevo a servicio de Pellé.

No apareció Andrés Iniesta. Tampoco David Silva. Ni Cesc Fábregas. Morata tuvo intención, pero se chocó contra un muro. La defensa nunca controló ni a Pellé ni a Éder. Ni cuando su rival se replegó, ni con el balón, España fue ese equipo incontestable que derriba a su adversario con paciencia, con fútbol y con eficacia.

No hubo rastro de esa selección española menos en el tramo final, cuando Andrés Iniesta y Gerard Piqué probaron por fin los reflejos de Buffon, que culminó la eliminación de España de la Eurocopa 2016 junto a Pellé, autor del 2-0 en el minuto 91, con dos derrotas en una semana. La primera, con Croacia, una advertencia. La segunda, definitiva para el adiós del campeón y el fin de la era Del Bosque.

Ficha técnica:

2 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Darmian, m. 84), Parolo, De Rossi (Motta, m. 53), Giacherini, De Sciglio; Éder (Insigne, m. 80) y Pellé.

0 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Cesc Fábregas, Sergio Busquets, Iniesta; Silva, Morata (Lucas Vázquez, m. 69) y Nolito (Aduriz, m. 46 (Pedro, m. 80)).

Goles: 1-0, m. 33: Chiellini, tras un rechace de De Gea a disparo de falta de Éder. 2-0, m. 91: Pellé, de volea a pase de Giaccherini.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a los italianos De Sciglio (m. 24), Pellé (m. 54) y Motta (m. 87), y a los españoles Nolito (m. 40), Busquets (m. 88) y Silva (m. 93).

Incidencias: partido de los cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio de Francia, en Saint Denis, ante unos 80.000 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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La selección española especuló con la clasificación a octavos de final, acabó tirando por tierra la brillantez y fue batida a tres minutos del final por una Croacia sin su líder, Luka Modric, que se impuso por 2-1 y se hizo con el primer puesto del grupo D.

Burdeos, Francia, 23 de junio de 2016 (D58).- España dejó escapar el liderato y la opción de buscar la defensa del título por el lado bueno del cuadro. Ahora tendrá que medirse a Italia en octavos de final.

El fútbol dio una lección a la selección española. El reencuentro con la derrota en una fase final de la Eurocopa ocho años después -no perdía desde Portugal 2004-, no pudo dejar un sabor más amargo.

Midió esfuerzos con el liderato en la mano tras adelantarse en el marcador, perdonó y acabó siendo castiga con dureza, encajando un tanto al contragolpe a tres de minutos del final, cuando le valía el empate, y con un error de David De Gea que no tapó su palo.

La amenaza de Italia en octavos de final y el respeto a Croacia impulsó a Del Bosque a mantener equipo. Lo que funciona, mejor no tocarlo, debió pensar sin valorar rotaciones ni motivaciones extras de jugadores con pocos minutos. Se encontraba España ante la prueba más seria.

Croacia, sin Modric ni Mandzukic, no perdía su poderío. Necesitaba ganar y cambió el guión de los partidos de la Roja. Salió a presionar para cortar el inicio de jugada y cuando no lo consiguió intentó armarse en defensa y buscar la velocidad en la contra.

Cuando España se pone firme te desfigura. Sabía que los excesos de confianza se pagan caros e instalada en un nuevo escenario, sin abrumar con la posesión, asistió a dos llegadas que dejaban intuir peligro para Croacia, antes de desatar su pegada. Era el minuto 7 cuando Silva rompía cualquier esquema del partido.

Sacó de la chistera uno de esos pases al espacio que pocos futbolistas son capaces de ver. El desmarque era de Cesc, que picó el balón a la salida de Subasic y a placer, Morata, remachaba a la red en boca de gol para dar un mordisco a la clasificación de goleadores con su tercer tanto del torneo.

La calidad lanzaba un directo al mentón croata que mientras pensaba como había encajado el golpe, pudo caer a la lona. España inició su habitual ejercicio de dominio. Esta ante el bajón de Iniesta apareció la pareja Silva-Cesc asociándose en cada rincón.

España no debía caer en la indolencia. Sergio Ramos y De Gea jugaron con fuego. Cometieron errores que cuestan caros en una gran cita. El exceso de confianza del central lo chutó Kalinic y el portero español sacó los puños a córner para segundos después complicarse con el balón en los pies, acabar haciendo un mal despeje y dejando el balón a Rakitic. Su toque picado lo repelió el larguero, el poste y Piqué.

La calma debía regresar con el toque. Nolito había cruzado en exceso un remate a centro de Jordi Alba. Con Morata fijando centrales, España llegaba a la frontal con brillantez. Toques al espacio, triangulaciones en ambas bandas. El partido giraba en torno a Cesc, que se asociaba con todos. Silva calcaba el pase y a punto estuvieron de repetir la acción del gol.

Pudo asestar un golpe definitivo la selección española pero perdonó. Silva se cansó de asistir y probó a Subasic, que rechazó como pudo el disparo potente. Nolito estrelló un peligroso remate en la defensa y el balón se marchó cerca de la portería.

Los malos indicios llegaban en el balance defensivo. La falta de tensión con la clasificación sellada se palpaba en despistes a balón parado. Croacia remataba todo. Pensar en guardar fuerzas sería castigado porque Rakitic ponía el criterio, con libertad de movimientos como segunda punta para diseñar cada ataque, y la referencia croata arriba, Kalinic, hacia todo con criterio. Perisic se elevaba ante Juanfran y remataba alto.

Reapareció esa ley del fútbol no escrita. El que perdona la paga. Ramos tuvo un testarazo plácido tras córner de Nolito y no encontró portería. Cesc dejó solo a Morata con un pase de tiralíneas pero un mal control le impidió definir.

Asomaba el descanso cuando llegó el castigo al bajón tras media hora de brillantez. La bicicleta y el recorte de Perisic a Juanfran, acababa con un centro que remataba de espuela Kalinic, adelantándose a Ramos. El primer tanto en el torneo a España cerraba un récord histórico, 734 minutos sin encajar gol.

El duelo recobró la tensión en el segundo acto. España había jugado con el condicionante de valerle el empate y cuando miró a la cara a la derrota, entró en su único momento de duda en el torneo. Juanfran comenzó chutando desviado un ataque. Era un espejismo, tocaba apretar los dientes en labores defensivas, demasiado largo en el campo y dejando a Croacia la opción de correr.

Una mala salida de De Gea dejaba el balón muerto a la chilena de Pjaca que acababa con la paciencia de Del Bosque. España se desmoronaba. Era necesario el doble pivote. La entrada Bruno cambió el dibujo a un 4-2-3-1. Hacía falta el balón para recuperar la calma.

Dio rápidos resultados. La posesión pasó a ser española y las acometidas veloces croatas. Kalinic desesperó pidiendo penalti tras un recorte a dos españoles, pero el holandés Kuipers no vio la falta que nueve minutos después sí hizo en área croata. El toque de clase de Iniesta a la espalda de la defensa se encontró con un toque de Aduriz a Vrsaljko que derribó sin querer a Silva.

Silva y Cesc querían asumir la responsabilidad en el lanzamiento que sellase el liderato, pero Ramos tiró de galones de capitanía. Sólo le falta marcar en una fase final en su carrera y comienza a convertirse en obsesión. Su lanzamiento, potente y centrado, lo adivinó el arquero croata adelantado tres metros de la línea de gol.

Cuando parecía que no cedería más opciones, España cometió un error infantil. Fue sorprendido al contraataque a tres minutos del pitido final. Ramos había tenido otro testarazo libre de marca perdonado y Piqué no llegaba al lanzarse en carrera ante la potencia de Perisic. Su disparo, raso, por el palo de De Gea besó la red e hizo estallar la locura en la grada croata de Burdeos.

España había pecado de soberbia. Ya no tendría tiempo para levantarse. Silva dejó un último intento, chutando escorado al muro rival.

La derrota inesperada cambia el paso. Tirada por tierra la parte asequible del cuadro, espera Italia y su imponente defensa en Saint Denis en octavos. Alemania y Francia asoman también como castigo al exceso de confianza.

Ficha técnica:

2 - Croacia: Subasic; Darijo Srna, Corluka, Jedvaj, Vrsaljko; Marko Rog (Kovacic, m.82), Badelj; Perisic (Kramaric, m.93), Rakitic, Pjaca (Cop, m.90); y Nikola Kalinic.

1 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Thiago, m.84), Iniesta; Silva, Nolito (Bruno, m.60) y Morata (Aduriz, m.66).

Goles: 0-1, m.7: Morata. 1-1, m.45: Kalinic. 2-1, m.87: Perisic.

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Rog (29) y Perisic (88) por Croacia.

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo D disputado el estadio Matmut Atlantique de Burdeos ante unos 38.000 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
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La selección española aseguró una plaza en los octavos de final de la Eurocopa de Francia 2016 con un triunfo incontestable sobre Turquía, por juego, por ocasiones, por pegada y por marcador, liderada por Manuel Agudo, «Nolito», pasador y goleador, y por Álvaro Morata, reivindicado con dos tantos (3-0).

Niza, Francia, 121 de junio de 2016 (D58).- Todo con una naturalidad y una superioridad indudable, con la jerarquía de un campeón de todo en los últimos ocho años, que manejó el partido casi siempre, que lo solucionó en cuanto tuvo ocasión, con dos goles en tres minutos, entre el 34 y el 37, y que ofreció buen fútbol y rotundidad en una Eurocopa en la que escasean ambas.

En menos de una semana, en dos jornadas, España ya ha dado el paso a la siguiente ronda. Dos victorias, cuatro goles, su portería a cero, dominadora... Ya está en octavos, pendiente de si como primera o segunda en la última cita ante Croacia -(a la «Roja» le vale con un empate el próximo martes), pero es más que todo eso.

Ha dado un golpe de autoridad. Contra las dudas, contra el pesimismo y, quizá, incluso, contra los pronósticos. Derrotada en el último amistoso por Georgia, su ambición, con el gol más tarde o más temprano, con más inquietud o menos, ha sido incuestionable, como la merecida resolución de sus dos triunfos, hoy mucho más rápidamente.

España dominó los registros del partido. Al principio, salvo algún imprevisto -una tarjeta amarilla a Sergio Ramos al minuto de juego-, cuando Turquía le planteó una potente puesta en escena, lanzado hacia adelante, con presión arriba para impedir una posesión cómoda de la «Roja», que sintió algún apuro, pero ningún susto.

Una decena de minutos de intensidad, de duelo táctico. Ni España ni Turquía querían que su adversario saliera con el balón jugado. Sobre todo la segunda. No lo consiguió apenas. Cuando la pelota voló, Burak Yilmaz se las llevó todas, aunque sin conexión después. Cuando circuló por el césped, España tocó, tocó, tocó... Y desbordó.

Superado entonces el ímpetu inicial de su adversario, la selección española se preparó para un ejercicio de paciencia al que está habituado; de un lado a otro a la espera de alguna vía a meta, como la que ofrecieron sus activos laterales, con más campo porque tanto Nolito como David Silva se cerraron al medio, insistentemente.

Del disparo desde lejos de Morata que abrió la estadísticas sobre la portería contraria, en el minuto 6, del despeje contra su propio poste de Hakan Balta, en el 10, o del cabezazo tan picado de Piqué que se marchó por encima del larguero, en el 11, al derechazo que soltó «Nolito» entre líneas allá por la media hora. Y a los goles.

En tres minutos, del 34 al 37, España fulminó a Turquía. Su pegada, en duda hasta entonces, fue imparable. También Nolito, que, primero, asistió de maravilla a Álvaro Morata para el 1-0 en un buen cabezazo del delantero y que, después, aprovechó un error más de Mehmet Topal, éste tremendo, para batir con soltura a Babacan.

En un suspiro, incrédulos los jugadores turcos, superados por dos «zarpazos» de España y demasiadas concesiones defensivas ante el actual doble campeón de Europa, ya estaba zanjado el tema del resultado para la «Roja» y para el bloque de Arda Turan, al que su plan de robo y contragolpe se quedó en nada en el primer tiempo, en apenas un lanzamiento alto de falta de Hakan Calhanoglu. Nada más.

Ni en lo que quedaba de primer tiempo (trece minutos desde el 2-0 de «Nolito») ni en toda la segunda parte, que terminó con Arda abucheado por su propio público (la afición española coreó su nombre un par de veces) y que mucho antes había comenzado con otro golpe directo de España, el definitivo por si había alguna duda.

En el minuto 48, cuando Turquía debía demostrar reacción y determinación, Andrés Iniesta desmontó de nuevo la defensa rival con un pase entre la zaga a Jordi Alba, que regaló el 3-0 a Morata, en posición de fuera de juego. No la vio el árbitro Milorad Mazic.

Pero, más allá de eso, hoy por hoy la diferencia sigue siendo muy amplia entre ambos equipos. Lo confirmó el 3-0, la jugada posterior (un buen movimiento dentro del área de Burak Yilmaz, que golpeó alto, sin efecto ni dirección), y todo el duelo. De principio a fin en Niza, donde España ya ejerce de favorita en la Eurocopa 2016.

Ficha técnica:


3 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba (Azpilicueta, m. 80); Cesc (Koke, m. 70), Sergio Busquets, Iniesta; Silva (Bruno, m. 64), Morata y Nolito.

0 - Turquía: Babacan; Gonul, Topal, Balta, Erkin; Calhanoglu (Nuri Sahin, m. 46), Ozan Tufan, Inan (Yunus Malli, m. 70), Ozyakup (Sahan, m. 62), Arda Turan; y Burak Yilmaz.

Goles: 1-0, m. 34: Morata cabecea un centro de Nolito. 2-0, m. 37: Nolito recoge un mal rechace de Mehmet Topal y bate a Babacan. 3-0, m. 48: Morata culmina una asistencia de Jordi Alba, tras un pase al desmarque de Iniesta.

Árbitro:
Mirolad Mazic (Serbia). Amonestó al español Sergio Ramos (m. 1) y a los turcos Burak Yilmaz (m. 9) y Ozan Tufan (m. 40).

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo D de la Eurocopa de Francia 2016, disputado en el estadio Allianz Riviera de Niza ante 33.409 espectadores, cifra oficial. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE

 





Un testarazo de Gerard Piqué a tres minutos del final, condujo a España a un estreno con triunfo sufrido en el inicio del camino a la defensa de la corona en la Eurocopa 2016 (1-0), ante una República Checa, que se armó en defensa y construyó un muro ante el que «la roja» se armó de paciencia para comenzar un gran torneo con triunfo ocho años después.

Toulouse, Francia, 13 de junio de 2016 (D58).- Nunca había iniciado España en la «era Del Bosque» con triunfo una Eurocopa o Mundial. 

El partido que marca el pulso en todo el campeonato siempre se le atragantaba y a punto estuvo de volver a hacerlo si no es por Andrés Iniesta y Piqué. Justo el jugador que más debate levantó en la fase de clasificación, silbado en todos los estadios españoles por sus propios aficionados, se disfrazó de salvador y recordó con la mirada perdida a la grada de Toulouse todo lo vivido.

El partido presentó el planteamiento esperado, uno de esos sistemas que ponen a prueba la paciencia de «la roja». La República Checa juntó sus líneas, defendió en veinte metros, entregó el balón y, cuando lo tuvo, pobló una zona donde entendió que podía hacer daño. Siempre tuvo superioridad a la espalda de Busquets. Un mínimo error de concentración le costaría caro a España, que buscó el gol de forma incesante.

El arranque de un gran torneo siempre instala nervios. El ambiente, el momento único en la carrera de muchos futbolistas. España tuvo prisas de inicio por encontrar la jugada buena.

Necesitó la aparición de la pausa con Iniesta y la aceleración con calidad en los últimos metros que imprimió siempre Silva. Sus laterales, Juanfran inconmensurable y Jordi Alba, jugaban de extremos. Las variantes se instalaban en campo contrario en la búsqueda de espacios.

El balón parado estiró a la República Checa de inicio. Los de Pavel Vrba eran conscientes de su menor calidad. Lo intentaron con Rosikcy y buscando el remate de Necid.

Solo inquietaron a De Gea en la última acción del primer acto tras un error al tirar el fuera de juego de Juanfran. El remate lo detuvo en dos tiempos el portero español. Nada frenó la decisión tomada por Del Bosque de dar por finalizada la «transición dulce». Casillas era suplente en el inicio de un gran torneo por primera vez desde el Mundial 2002, cuando su leyenda comenzó a tomar forma.

La remodelación de «la roja» se culmina en jugadores que buscan su protagonismo. Lo quiso siempre Nolito, pegado a banda, con ansia de desequilibrar. Inventaba la primera acción clara de peligro que remataba Morata en fuera de juego.

Al límite estuvo todo el partido, repleto de voluntad en la búsqueda de argumentos para convencer que merece ser el nueve de España, posiblemente el puesto más difícil y cambiante en la «era Del Bosque». Le faltó acierto en el remate.

La República Checa levantó un muro que iba a ser difícil de derribar, más aún con un guardián como Petr Cech. Brilló al cuarto de hora, cuando un chispazo de Silva inventó el pase medido a Morata. Llegó en carrera, impulsado y con todo para marcar. Le salió centrado su derechazo al cuerpo del meta checo.

Son acciones que definen partidos en grandes citas, que cambian el rumbo. La desaprovechó España que con el paso de los minutos fue encerrando cada vez más a su rival. Silva leía siempre bien el partido en cada balón que tocaba, Iniesta regateaba patadas para impartir una clase y Morata buscaba el gol de forma incansable.

Sentó a Gebre Selassie a la media hora con un buen gesto del cuerpo, pero su disparo cruzado lo desvió con la punta de su guante Cech a córner. Era el momento en el que rondaba el gol España con más continuidad. Nolito desbordaba y asistía.

Cesc no encontraba el remate, Busquets lo hacía a las nubes. Iniesta lo intentaba desde 30 metros y Jordi Alba sorprendía a la espalda de la defensa checa, pero Cech sacaba su disparo. Segundos después salía a los pies de Silva y sacaba otra abajo.

El asedio debía ser mayor en la segunda mitad. Antes de que Del Bosque buscase variantes. España aumentó una marcha en su velocidad. Segundos después del arranque ya intimidaba.

El pase medido de Iniesta a Morata acababa en pase atrás y despeje de Hubnik al palo. Era el inicio de numerosos córners que acababan con Nolito chutando al muro tras un despeje de Cech y Ramos viendo como la defensa rival sacaba la suya. Su esperado primer gol en un torneo con La Roja.

Solo debía cuidar España no despistarse en el repliegue y las acciones a balón parado. Fue como sufrió más de un susto. A los 57 minutos De Gea sacaba abajo el remate de Hubnik a una falta lateral de Krekcl. Y ocho después el testarazo en el segundo palo de Gebre Selassie lo sacaba bajo palos Cesc.

Del Bosque no tocó el sistema pero cambió sus piezas. La pelea de Morata no tuvo premio y dejó su sitio al momento de Aduriz. Le buscaron con centros. Pidió penalti, empujado en su primer intento, y dejó una bonita chilena en el segundo.

Pasaban los minutos y aumentaba el nerviosismo. Las ocasiones llegaban pero faltaba el remate, la décima de segundo de pausa para definir. No la tuvo Jordi Alba, totalmente solo tras un pase perfecto de Silva. Y Thiago, que entró por Cesc, tardó en rematar la asistencia de Nolito.

En área checa moría el partido cuando uno de los innumerables intentos de Iniesta, su centro con guante de seda encontró la subida al ataque de Piqué que cabeceó a la red. El jugador que fue silbado por su propia afición en el último año en estadios españoles se convertía en el salvador a tres minutos del final.

La racanería en el fútbol tuvo castigo y la República Checa demostró que cuando necesitó atacar tenía más que ofrecer. De Gea salvó el triunfo en el tiempo añadido cuando Darida chutó con potencia.

El partido finalizaba con un nuevo encuentro apretado, en la línea de toda la Eurocopa de Francia, que impulsa a España hacia octavos de final.

Ficha técnica:

1 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Thiago, m.70), Iniesta; Silva, Nolito (Pedro, m.82) y Morata (Aduriz, m.62).

0 - República Checa: Cech; Kaderebaek, Sivok, Hubnik, Limbersky; Theo Gebre Selassie (Sural, m.84), Plasil, Darida, Krejci, Rosicky; y Necid (Lafata, m.75).

Goles: 1-0, m.87: Piqué.

Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Limbersky (61) por la República Checa.

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo D, disputado en el estadio de Toulouse. Lleno, con la presencia de 33.000 aficionados en sus gradas, unos 8.000 españoles. 

Fuente y redacción: Roberto Morales (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







 





Tras la victoria de su equipo en el Camp Nou (1-2), el jugador del Real Madrid Sergio Ramos ha asegurado que, a pesar de los siete puntos de ventaja que tiene el Barcelona en la Liga a falta de siete jornadas, todavía «puede pasar de todo».

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 03 de abril de 2016 (D58).- «Mientras matemáticamente haya posibilidades, el Madrid está obligado a luchar. La semana pasada lo veíamos muy lejos y ahora que estamos a siete puntos, hay muchos puntos en juego. Puede pasar de todo», ha asegurado el jugador andaluz tras el clásico.

Ramos se ha mostrado muy contento por la victoria, si bien ha apostado por rebajar la euforia: «En el fútbol hay que mantener los pies en el suelo y a día de hoy no hemos hecho nada, pero estamos en el buen camino».

Por ello, ha instado a sus compañeros a «enfocar cada partido como una final» para «afrontar este último tramo de temporada de la mejor manera posible».

«Este partido es una manera de recupera la confianza. Es un premio al sacrificio de las últimas semanas. Estamos trabajando muy duro», ha subrayado.

Por último, Ramos se ha referido a su expulsión en el minuto 85. «Ha sido una pena haber dejado al equipo con uno menos, pero si llego a saber que íbamos a ganar con uno menos, me expulsó en el minuto cinco», ha bromeado.

Redacción y fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







Cesc Gay, Marta Esteban, Ricardo Darín y Tomás Aragay
«Truman», de Cesc Gay, y protagonizada por Ricardo Darín y Javier Cámara, fue hoy la gran triunfadora de los 30 Premios Goya con cinco galardones, a mejor película, director, guion original, actor protagonista y secundario.

Madrid, España, 07 de febrero de 2016 (D58).- Por detrás se situó «Nadie quiere la noche», de Isabel Coixet, con cuatro Goya, los de mejor música original (Lucas Vidal), maquillaje y peluquería, diseño de vestuario y dirección de producción en una edición con premios muy repartidos.

Y en la que la gran favorita, «La novia», la adaptación que Paula Ortiz ha realizado de las «Bodas de sangre» de Federico García Lorca, se llevó solo dos (mejor dirección de fotografía y actriz de reparto para Luisa Gavasa) de los doce Goya a los que aspiraba.

«A cambio de nada» consiguió los de dirección novel para Daniel Guzmán y actor revelación para Miguel Herrán; «El desconocido», los de montaje y sonido, mientras «Palmeras en la nieve» se hizo con los de mejor canción original (Pablo Alborán y Lucas Vidal) y mejor dirección artística.

Y otras cinco películas se fueron con un Goya a casa: «Anacleto, agente secreto» por los mejores efectos especiales; «Un otoño sin Berlín» el de mejor actriz revelación para Irene Escolar; «Un día perfecto», mejor guion adaptado; «Techo y comida», mejor actriz, para Natalia de Molina.

«El clan», del argentino Pablo Trapero, ganó el Goya a mejor película iberoamericana, «Mustang» se llevó a Francia el de mejor película europea y a taquillera «Atrapa la bandera» consiguió el de animación. 

Fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE

 






La compañía Samsung presentará el próximo 21 de febrero en Barcelona, España su próximo buque insignia, Galaxy S7, que será un nuevo teléfono inteligente con estética continuista, pero con mejoras técnicas sustanciales. Este lanzamiento se hará en la jornada previa a la inauguración de la feria Mobile World Congress, que desde el lunes 22 hasta el jueves 25 se convertirá en la cita mundial de la tecnología de consumo.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 1 de febrero de 2016 (D58).- Aunque se desconoce de forma oficial las características y prestaciones de este nuevo teléfono inteligente, la firma surcoreana tiene previsto mostrar un nuevo terminal con pantalla Super Amoled de 5.1 pulgadas con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles (576 puntos por pulgada), que estará al nivel del modelo anterior.

Esta, a su vez, contendrá tecnología Force Touch, que permite discernir la presión de los dedos. Se trata de un sistema que poco a poco se va abriendo camino entre los teléfonos móviles más avanzados. En el caso del modelo, Galaxy S7 Edge, esta pantalla será de 5.5 pulgadas.

También, Samsung presentará dos versiones diferentes, una normal y otra perteneciente a la gama Edge, es decir, con los bordes curvados. Una de las novedades será el regreso de la ranura para tarjetas microSD y una capacidad para resistir al agua, gracias a su certificación IP67.

Se espera, no obstante, que los Samsung Galaxy S7 y Samsung Galaxy S7 Edge lleguen con una mejora considerable en cuanto a la autonomía de la batería (que rondará los 3.000 mAh) y, en su interior, se encontrá procesadores Exynox y Qualcomm.




Redacción: Morillo, Fátima / ABC
Foto: Referencial







El cantante colombiano Carlos Vives confirmó su presencia en el Festival Pal Mundo de música latina, que se celebra por primera vez en España, y actuará el próximo 3 de abril en Madrid y el día 9 del mismo mes en Málaga.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 17 de enero de 2016 (D58).- En el concierto de Madrid, Vives compartirá escenario con artistas latinos de la talla de Prince Royce, Farruko, Gilberto Santa Rosa, Elvis Crespo, Wisin y Yan Collazo.

En Málaga, por su parte, actuarán los mismos artistas que en Madrid a excepción de Wisin, informaron desde Darba Culture en una nota de prensa.

El colombiano Carlos Vives ganó dos premios Grammy y nueve Grammy latinos en sus 30 años de carrera, en los que vendió más de 30 millones de discos.

El Festival Pal Mundo, que reúne a los principales artistas latinos de la música actual, se celebrará este año por primera vez en España y contará con tres espacios ubicados en Madrid, Valencia y Málaga.

Este evento, considerado el mayor festival europeo de música latina se celebrará durante abril y las entradas, que cuestan a partir de 55 euros (60 dólares al cambio actual), ya están a la venta.

Este festival ha celebrado dos ediciones en Holanda, a las que asistieron más de 30 mil personas.

En 2014 el evento tuvo lugar en Zoetmeer y en 2015 en el Estadio Ahoy de Rotterdam, y en ambas ocasiones se vendieron todas las entradas.

Fuente: EFE
Foto: Agencias






La noche de este jueves 7 de enero, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar interpretó, bajo la batuta de Gustavo Dudamel, la «Sinfonía Turangalila», en el Palau de la Música Catálana en Barcelona, en el primer concierto sinfónico del 2016 en esa ciudad y la función estuvo totalmente vendida. Esta pieza, original de Olivier Messiaen, no sonaba en el mencionado teatro desde hacía más de 30 años.
 
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 8 de enero de 2016 (D58).- La orquesta estuvo acompañada por la pianista Yuja Wang y la especialista en las ondas Martenot, Cynthia Millar.

Hace 66 años se presentó por primera vez la obra que fue interpretada por la sinfonía de Boston y dirigida por Leonard Bersntein.

Además de la «Sinfonía Turangalila», durante su paso por Europa, los músicos venezolanos interpretarán obras de gran envergadura como Petrushka y la Consagración de la Primavera, de Stravinsky, «Daphnis et Chloé», de Maurice Ravel; las «Bachianas brasileiras N 2», de Heitor Villa-Lobos; la obra del compositor venezolano, Paul Desenne, «Hipnosis Mariposa».

Asimismo la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar tocará los conciertos para piano «N 1» y «N 2», de Johannes Brahms, que tocarán junto a Daniel Barenboim, quien en esta gira también celebrará 60 años de carrera artística con los músicos venezolanos.

Redacción: Morillo, Fátima
Foto: Archivo / Cortesía

Sinfónica Simón Bolívar junto a la pianista Yuja Wang






El francés Zinédine Yazid Zidane (Marsella, 23 de junio de 1972) ha sido el recurso encontrado por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para salir al rescate del primer equipo para relevar a Rafael Benítez, destituido del cargo este lunes.

Madrid, España, 5 de enero 2016 (D58).- Zidane, que en su dilatada carrera como jugador se consagró como uno de los grandes de la historia, hizo magia en activo en los terrenos de juego.

Ahora tratará de hacerla desde el banquillo para enderezar el rumbo de un equipo al que Benítez no ha conseguido darle la mínima regularidad y que, si bien en puntos la situación es reversible, está lejos en cuanto a sensaciones de sus grandes rivales por el título liguero, Atlético de Madrid y Barcelona.

Zidane acude al rescate antes de lo que él pretendía porque pretendía formarse y crecer más como entrenador. Tras dejar el fútbol en activo, su experiencia se limita a ser ayudante del italiano Carlo Ancelotti en el propio club blanco y a una temporada y media al frente del primer filial madridista.

Admirador del exfutbolista uruguayo Enzo Francescoli -su hijo mayor, que juega en el Real Madrid Castilla, se llama también Enzo-, el fino centrocampista francés comenzó a forjar su exitosa y dilatada carrera en el Cannes y el Burdeos, desde donde pasó al Juventus de Turín.

En el club italiano agrandó su figura y ganó todos los títulos salvo la Liga de Campeones, que le arrebataron en las finales el Borussia Dortmund y el propio Real Madrid.

Florentino Pérez fijó sus miradas en «Zizou» para darle lustre al proyecto deportivo y engrandecer una plantilla de por sí potente y acabó por ficharlo, tras largas negociaciones con el Juventus, en 2001.

Zidane acabó siendo una de las grandes estrellas de un equipo que acabó siendo conocido como el de los «Galácticos». El internacional galo, campeón del mundo con Francia en 1998 y de Europa en 2000, impartió su magisterio a partir de entonces con la camiseta blanca.

«Zizou» pasó y pasará a la historia por el espectacular gol ante el Bayer Leverkusen en la final de la Liga de Campeones de 2002 en Glasgow, con su sensacional disparo de una difícil volea tras envío de Roberto Carlos.

Fue el hombre de la «Novena», a las órdenes de Vicente del Bosque, con permiso de la actuación estelar en los últimos minutos de Iker Casillas. Su gol está considerado como uno, si no el más, bello de las finales de la máxima competición continental.

Zidane jugó en el conjunto blanco hasta 2006, año también para el recuerdo del marsellés por perder la final del Mundial de Alemania ante Italia y ser expulsado por propinar un cabezazo a Marco Materazzi.

En las cinco temporadas como jugador del Real Madrid sumó, además de la Liga de Campeones, una Liga, dos Supercopas de España, una de Europa y la Copa Intercontinental de 2002, pero por encima de ello dejó su magistral y mágica manera de jugar.

Con Ancelotti en el banquillo del primer equipo comenzó a fraguar su carrera como técnico, que continuó en el Real Madrid Castilla. La pasada campaña no logró el objetivo de subir al filial a la Liga Adelante y en esta tiene al equipo en la segunda plaza del grupo II de Segunda B y muy bien situado para acabar disputando la fase de ascenso.

Ahora el reto se multiplica hasta la enésima potencia. Pasa de ser una especie de enlace entre el técnico y la plantilla a ser el «jefe», el encargado de reconducir una nave que no encontró rumbo adecuado bajo la guía de Benítez, cuya travesía quedó cortada de raíz antes de concluir la primera vuelta.

Fuera de la Copa del Rey, la Liga está difícil por la oposición de Atlético y Barcelona pero aún queda mucho torneo y las opciones siguen intactas, y en la Liga de Campeones el equipo está en los octavos de final, en los que se enfrentará al Roma.

EFE









La modelo española Mireia Lalaguna fue coronada este 19 de diciembre Miss Mundo en la edición número 65 del certamen, celebrado en la ciudad tropical china de Sanya.

Sanya, China, 19 diciembre de 2015 (EFE).- Lalaguna, nacida en Barcelona estudiante de Farmacia de 22 años, se impuso a las representantes de Rusia (Sofia Nikitchuk) y de Indonesia (Maria Harfanti), que consiguieron el segundo y el tercer lugar, respectivamente.

Es la primera vez que España gana el certamen Miss Mundo, de origen británico y el más antiguo de los grandes concursos de belleza del planeta, aunque otra española, Amparo Muñoz, había conseguido el título de Miss Universo en 1974.

Lalaguna, rubia, con el pelo recogido a un lado y con un espectacular traje celeste que dejaba ver toda su espalda, se sentó en el trono de reina mientras la vencedora de la edición de 2014, la sudafricana Rolene Strauss, le colocaba la corona azul de brillantes que portará durante los próximos 12 meses.

La joven catalana no disimuló su incredulidad, ya incluso en los primeros momentos del concurso, cuando pasó a ser una de las finalistas, por delante de grandes favoritas como las representantes de Francia, Venezuela o la anfitriona China.

Entre las cinco finalistas también quedaron la representante de Jamaica, Sanneta Myrie, y la de Líbano, Valerie Abou Chacra, mientras que la ecuatoriana María Camila Marañón fue la latina mejor clasificada, al figurar entre las 20 primeras.

La gala se celebró en el lujoso Centro de la Corona de la Belleza de Sanya, un complejo en las afueras de Sanya con extravagantes rascacielos en forma de árboles gigantescos, un lugar que acoge por sexta vez este concurso.

EFE














Un grupo de expertos, liderados por Raúl Méndez, del Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (Idibaps), y Mercedes Fernández, del mismo Instituto de Barcelona, señalan la proteína CPEB4 como la molécula a inhabilitar para evitar la generación de nuevos vasos sanguíneos anómalos asociados a la cirrosis. Los resultados del estudio fueron publicados en la última edición de «Gastroenterology».


Maracaibo, Zulia, Venezuela, 15 de diciembre de 2015 (D58).- La angiogénesis patológica es una de las complicaciones más importantes en pacientes con cirrosis y un factor clave en el desarrollo y agravamiento de la enfermedad. En los países occidentales, la cirrosis hepática se encuentra entre las primeras 10 causas de muerte en adultos.

Es una enfermedad muy frecuente en España y la primera causa de trasplante hepático en nuestro país. Representa un alto índice de ingresos hospitalarios y consumo de recursos sanitarios debido a las complicaciones que se producen en las fases avanzadas de la enfermedad.

Efecto reparador
La cirrosis es una lesión crónica del hígado caracterizada por la acumulación de cicatrices (nódulos fibrosos) en el tejido que interfieren en la estructura y el funcionamiento normal del órgano. Las principales causas de las lesiones hepáticas crónicas son el alcoholismo, la hepatitis C y, en número creciente, la obesidad.

El cúmulo de cicatrices complica la circulación de la sangre a través del hígado, generando hipertensión portal (de la vena porta). Para liberar presión en la vena, se generan vasos sanguíneos colaterales, fuera del hígado. El problema entonces es doble, primero porque todavía llega menos sangre al hígado, lo que genera más daño hepático y además los vasos son de mala calidad (angiogénesis patológica).

«Las células hepáticas intentan reparar las lesiones pero el modo en que lo hacen acaba siendo fatal para el órgano. Es un círculo que se va amplificando y que acaba siendo muy crítico para la vida de los pacientes. Además, los vasos colaterales forman varices en el esófago y estómago de los pacientes con cirrosis; estas varices son muy frágiles y son propensas a romperse causando hemorragias intensas y muy difíciles de parar», explica Fernández, colíder del estudio. «Por ello, una terapia dirigida a revertir los vasos patológicos, que no existe hoy por hoy, sería eficiente», añade.

Señal llamada CPEB4
La principal proteína efectora en la generación de vasos sanguíneos es VEGF (vascular endothelial growth factor). «Todos los fármacos actuales que buscan evitar la neovascularización se basan en inhibir VEGF o sus receptores, pero el problema es que atacando esta proteína de forma indiscriminada inhabilitas la generación normal de vasos, con lo que los efectos adversos son intolerables», afirma Méndez.

A raíz de un estudio anterior publicado en «Nature Medicine», Méndez ya había descubierto junto a investigadores del Hospital del Mar de Barcelona que las CPEB intervienen en la generación de vasos sanguíneos en cáncer de páncreas y cerebro. Dada la urgencia de encontrar nuevas señales para la angiogénesis patológica, Méndez y Fernández iniciaron una colaboración para estudiar el papel de CPEB4 en angiogénesis patológica en el contexto de la cirrosis, donde la neovascularización es muy abundante.

«Lo más bonito del trabajo es que demostramos que interfiriendo en las proteínas CPEB4 eliminamos únicamente la formación de vasos patológicos, mientras que la vascularización positiva se mantiene intacta», señala Méndez. Los experimentos en células en vitro, en modelos animales y en muestras procedentes de pacientes con cirrosis han revelado los mecanismos moleculares por los que el aumento de la CPEB4 favorece la sobreexpresión de VEGF en cirrosis.

Cáncer de hígado
El círculo reparador en el que entra el hígado empeora tanto la situación que provoca que los nódulos de regeneración, con altos niveles de CPEB4, acaben formando hepatocarcinomas, sostienen los investigadores.

En este contexto, la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) ha otorgado más de un millón de euros al tándem Méndez-Fernández, quienes junto con Jordi Bruix del IDIBAPS-Hospital Clínic, trabajarán de forma coordinada para desentrañar el papel de esta molécula y proponer un tratamiento para los hepatocarcinomas, el principal cáncer de hígado y la tercera causa de muerte por cáncer en todo el mundo, con una tasa de supervivencia a los cinco años inferior al 10%.


En paralelo, el laboratorio de Méndez en el IRB Barcelona tiene en marcha un proyecto de investigación de inhibidores de CPEB4. El año pasado consiguieron revelar las estructuras atómicas de estas proteínas, paso previo al diseño computacional de inhibidores, que están desarrollando en colaboración con Modesto Orozco en el mismo centro.

Fuente: ABC.es
Foto: Referencial




El presidente de la Fundación Lucha contra el Sida y director del laboratorio IrsiCaixa, Bonaventura Clotet (d), el cantante Miguel Bosé, la actriz Belén Rueda, el presentador Boris Izaguirre (i), y los ganadores del AIDS Awards, el doctor Mario Stevenson (2i) y Patricia Bolás (2d), durante la presentación de la 6ª Gala Sida Barcelona.
El presidente de la Fundación Lucha contra el Sida y director del laboratorio IrsiCaixa, Bonaventura Clotet, ha afirmado que «en 5 años podemos tener una vacuna definitiva contra el VIH», aunque ha matizado que «algunos casos no se curarán del todo» y que «se tendrán que combinar con fármacos».

España, 25 de noviembre de 2015 (D58).- En la presentación de la 6ª Gala Sida Barcelona que se celebró en la capital catalana, la madrina de esta edición, la actriz Belén Rueda, ha recordado que su generación ha visto nacer esta enfermedad «y del mismo modo queremos ver como acaba».

El director de la fiesta benéfica, el cantante Miguel Bosé, se ha comprometido «hasta el final» en la lucha contra el Sida y, especialmente, en la investigación del equipo de Clotet, porque tras la desaparición de personas cercanas a él a causa del VIH se prometió que «algún día haría algo por ellos».

Según las previsiones de la organización, la fiesta benéfica que se celebra esta noche en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) reunirá a más de 700 invitados, con una alfombra roja con caras conocidas de actores, deportistas, políticos, empresarios o periodistas.

Boris Izaguirre fue el conductor de una gala en la que actuó el Tricicle con una serie de gags solidarios, creados especialmente para la ocasión y para el ciere estuvo el Dj Fede Sardá con música en la cúpula del museo.

Los miembros del Tricicle destacaron que aunque lo suyo no es hablar, querían agradecer la oportunidad de actuar esa noche en la gala, una iniciativa con la que se sienten «moralmente obligados y comprometidos».

Tanto Clotet como Bosé expresaron su deseo de que «se puedan superar los 700.000 euros recaudados en la gala del año pasado», una cifra que se sumaría a los casi 2,7 millones de euros conseguidos en los últimos cinco años para la investigación de la Fundación Lucha contra el Sida.

«Investigamos una enfermedad que aún es una gran amenaza y que hay que prevenir, que tiene un alto coste y toxicidad a largo término», ha alertado el presidente de la fundación, dirigiéndose sobre todo a los más jóvenes, quienes «han perdido un poco el miedo al Sida, a lo mejor porque perciben la proximidad de una solución».

Ha señalado, además, que «en España hay más de 100.000 afectados de VIH, de los cuales un 20 % no lo conocen».

Por todo ello Clotet ha instado a las instituciones a «hacer más campañas de prevención y a incidir con ellas especialmente en las escuelas, los institutos y las universidades».

El director de IrsiCaixa ha agradecido las donaciones que, «en un país sin tradición filantrópica como España, nos permiten ser competitivos en el corto plazo», y se ha mostrado «orgulloso» de que su laboratorio esté entre los diez más importantes en el mundo, investigando soluciones tanto con vacunas como con fármacos.

Durante la gala se entregaron, por segunda vez, los premios Barcelona AIDS Awards, concedidos este año al jefe de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Miami, Mario Stevenson, y al Fondo de Lucha contra el Sida de la empresa de cosméticos MAC.
 
EFE

La actriz Belén Rueda (i), madrina del acto, acompañada por el cantante Miguel Bosé, por Eugenia Martínez de Irujo (2d) y por Rosa Tous (d).

El cantante Miguel Bosé (i) saluda a Helena Rakosnik (2i), al exalcalde de Barcelona Xavier Trias (2d) y a la concejala de Igualdad Maite Fandos (d), en presencia del doctor Clotet (c), director del laboratorio IrsiCaixa.






 
El Barcelona se dio un festín en el clásico, se lo llevó con rotundidad y amplió a seis puntos su ventaja sobre el Real Madrid, que queda muy tocado no solo por la diferencia, sino por la deficiente impresión causada y las malas sensaciones.

Madrid, España, 21 de noviembre de 2015 (D58).- Si fue el triunfo del deporte, del fútbol, sobre el miedo, tras un emotivo y respetuoso homenaje a las víctimas de París, también lo fue, y contundente, del conjunto «azulgrana», que abre una brecha más que notable al frente de la tabla.

Luis Enrique además aprovechó para hacer reaparecer a Leo Messi. Lo hizo cuando el choque estaba sentenciado, porque quedó finiquitado con el 0-3.

El técnico «azulgrana» apostó por la cautela con la «Pulga». Volvió a la lista, pero no al once, y es que Messi llevaba ocho semanas de baja y el entrenador optó por no arriesgar de entrada. En el equipo inicial, entraron Ivan Rakitic y Sergi Roberto.

Rafa Benítez dejó en el banquillo a Casemiro, fijo como ancla del centro del campo en los últimos tiempos, y concedió la titularidad a James Rodríguez por detrás de la BBC.

El técnico madrileño se decantó por la versión sobre el papel más creativa tras las dudas generadas sobre todo ante el PSG y en la derrota de Sevilla que le hizo perder el liderato. El resultado fue un fracaso.

En el tablero verde salió mucho mejor parado el conjunto «azulgrana» porque fue muy superior en la medular, donde el cuadro blanco tan solo tenía dos hombres y medio, y poco podían hacer ante Busquets, Iniesta, Rakitic y Sergi Roberto. Solo la superioridad numérica le hacía al conjunto catalán desenvolverse con una comodidad inusual y manejar a su antojo el balón y el partido.

Al cuadro de Benítez le quedaban tan solo acciones a la carrera en busca del área del chileno Claudio Bravo, porque entre Kroos y Modric no tenían suficiente para generar fútbol. El desequilibrio fue patente y el cuadro barcelonista lo aprovechó con precisión de relojero.

El juego parsimonioso, de interminables rondos, del Barcelona enfrió el clásico de entrada y adormeció al Real Madrid. Los «azulgranas», con la lección perfectamente aprendida y sabedores de lo que tenían que hacer, supieron alterar ese juego con cambios de ritmo que provocaron la zozobra en la débil zaga blanca.

Un balón alto de Neymar en magnífica posición fue el primer aviso. Al segundo llegó el 0-1 con un remate cruzado magistral del uruguayo Luis Suárez, que aprovechó a la perfección un envío de Sergi Roberto, que se había internado sin oposición.

Como la pasada temporada, el Barcelona, aún esta vez sin Messi, se adelantaba en el Bernabéu muy pronto. En esta ocasión el Real Madrid no parecía encontrar el camino para reaccionar y seguía a merced de su rival. Tuvo, no obstante, su opción, pero Benzema no atinó a rematar.

Y lo pagó muy caro, porque al minuto siguiente, tras perder un balón Modric en la salida de la jugada sin que nadie le avisara de la amenaza por detrás, Iniesta, favorecido por la pasividad de la defensa blanca, ofreció un pase medido a Neymar, quien no falló y batió por bajo a Keylor Navas.

El Barcelona estaba dando un repaso futbolístico y estratégico a un equipo roto, fundido, sin recursos, que a punto estuvo de encajar el tercero al borde del descanso en otra gran acción «azulgrana» de no haber sido por Marcelo, que sacó bajo palos el remate de Luis Suárez.

Al descanso se llegó con una pañolada de otra época, con la afición madridista abroncando con rotundidad a su equipo e incluso hubo cánticos destinados al presidente, y con un Barcelona confortable en el dominio tras haber sido dueño y señor del clásico.

El arranque de orgullo del Real Madrid le dio para generar dos ocasiones al inicio del segundo tiempo, por medio de Marcelo y James Rodríguez. Pera nada más, porque acto seguido Iniesta acabó con las pretensiones del cuadro de Benítez con un espectacular zapatazo para rubricar otra perfecta jugada «azulgrana».

Luis Enrique, con el partido ganado, se decidió a dar entrada a Messi, que no tenía que correr riesgos y encima podía aprovechar el desconcierto de su rival. Benítez también movió ficha y cambió a James por Isco, pero la misión madridista era imposible.

Sin rumbo el Real Madrid, el Barcelona siguió manejando el partido a su antojo. Además, atrás estaba Claudio Bravo para abortar cualquier pretensión local, como en una intervención ante Cristiano Ronaldo a los 68 minutos.

Además de todos sus males, al equipo de Benítez no le salía nada y el Barcelona, casi sin dar la impresión de querer mucho más, echó más sal en la herida y completó la goleada al ritmo que imponían Messi y un extraordinario Iniesta -se llevó una gran ovación del Bernabéu cuando fue sustituido- y remachaba Luis Suárez.

El clásico languideció entre los rondos del equipo «azulgrana», que mantuvo el manejo interminable del esférico, y la incapaz madridista para plantear batalla real se reflejó en la expulsión de Isco, cansado de perseguir a sus rivales y de no ver apenas el balón.

El Barcelona sale aún más reforzado de lo que ya llegaba al clásico. De nuevo el Bernabéu fue un terreno propicio para ensalzar su fútbol. Luis Suárez y Neymar, que recogieron los galones en el periodo de baja de Messi, volvieron a portarlos. Pero ahora ya tienen a su lado al argentino.

La Liga tiene un dueño claro, aunque aún quede mucho y puedan cambiar las cosas. El Real Madrid está obligado a corregir el cúmulo de errores, a rectificar por completo y a dar un giro absoluto. Este clásico le deja en la lona.

Ficha técnica:

0 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Carvajal, m.59), Kroos, Modric, James (Isco, m.55), Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo

4 - Barcelona: Claudio Bravo; Dani Alves, Piqué, Mascherano (Mathieu, m.27), Jordi Alba, Sergi Roberto, Rakitic (Messi, m.56), Sergio Busquets, Iniesta (Munir, m.77), Neymar y Luis Suárez.

Goles: 0-1, M.11: Luis Suárez. 0-2, M.39: Neymar. 0-3, M.53: Iniesta. 0-4, M.74: Luis Suárez.

Árbitro: David Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Expulsó con roja directa a Isco (m.84) por una dura entrada por detrás a Neymar. Amonestó a James Rodríguez (m.23), Dani Alves (m.31), Sergio Ramos (m.50), Carvajal (m.83) y Busquets (m.92).

Incidencias: Partido de alto riesgo, rodeado de grandes medidas de seguridad, disputado en el estadio Santiago Bernabéu. Lleno completo, 85.00 espectadores.

Los dos equipos, incluidos los jugadores de los banquillos y los técnicos, saltaron al centro del campo, donde formaron para un respetuoso minuto de silencio en homenaje a las víctimas de los atentados de París, motivo por el cual también se desplegó en la grada una gran bandera de Francia.

Por megafonía se escucharon los acordes de La Marsellesa. Asistió, entre otras personalidades, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español.


Redacción: José Antonio Pascual | EFE
Fotos: EFE