Alemania, tras una agónica tanda de 18 penaltis, acabó con la maldición frente a Italia, ganó su primer partido oficial y jugará la semifinal, el 7 de julio, en Marsella, contra el ganador del Francia-Islandia.

Marsella, Francia, 2 de julio de 2016 (D58).-
La tanda de penaltis reflejó un encuentro con mucha más tensión que acierto. Al final, lo resolvió Manuel Neuer, que detuvo el penalti de Matteo Darmian y Hector Jonas, que marcó el decisivo.

Hasta ese momento, estos cuartos de final con sabor a partido grande defraudaron porque, temerosa de la historia Alemania, que nunca le ha ganado a «los azurri» en competición oficial, y respetuosa de los galones del campeón del mundo Italia, los dos gigantes europeos tomaron excesivas precauciones.

En el caso de los de Joachim Löw, éstas comenzaron por el once inicial, con la entrada de Benedikt Höwedes en defensa, en lugar de Julian Draxler.

Alemania no fue reconocible, tuvo el balón pero no combinó. Italia sí, trató de ejercer la misma presión alta que ahogó a España, pero sobre todo, quiso reducir al máximo los errores. Entre las dos, ofrecieron un pobre espectáculo.

Löw no quiso arriesgar ni tras la lesión de Sami Khedira, al cuarto de hora. Sacó a Bastian Schweinsteiger para mantener el músculo en el centro del campo.

Sólo tras 40 minutos de pases previsibles y de robos de balón inocuos, Alemania e Italia comenzaron a crear algo de peligro.

Los campeones del mundo se acercaron a la meta de Gigi Buffon con un remate de cabeza alto de Mario Gómez y tuvieron la mejor ocasión con un fallido disparo de Thomas Müller desde el centro del área, dos minutos después.

Acto seguido, respondió Italia con una jugada que ya le dio frutos en el primer partido contra Bélgica; un pase largo de Leonardo Bonucci, a la espalda de la defensa, sobre la entrada de Emanuele Giaccherini que, en esta ocasión, centró sin encontrar rematador. El balón despejado por Jerome Boateng le cayó a Stefano Sturaro, pero éste disparó desviado.

Tras el descanso, quiso Alemania ir a por el partido, subió líneas y comenzó a meter a Italia en su campo. Sin apenas respuesta, el equipo de Antonio Conte sufrió con un disparo de Müller que sacó con un acrobático despeje Alessandro Florenzi (m.54) y se encontró con el encuentro cuesta arriba ocho minutos después.

Fue una jugada sin aparente peligro, con Mario Gómez protegiendo el balón en una banda tras un pase largo de Manuel Neuer. Rodeado, con tres italianos como espectadores, el delantero metió el balón al área ante la entrada de Jonas Hector y el lateral se lo puso a Mesut Özil, que no falló.

Casi acto seguido, Gomez solo ante Buffon tuvo la sentencia, pero el capitán italiano adivinó el taconazo del alemán y lo despejó.

Dejó con vida Alemania a Italia y ésta se encontró con el empate casi de casualidad, por un inocente penalti de Boateng, que en pugna con Giorgio Chellini en su área, saltó con los brazos en alto y rechazó la pelota con el antebrazo. El penalti lo ejecutó Bonucci para cambiar el ánimo de la eliminatoria (m.78).

Los campeones del mundo, entonces, se acordaron de los precedentes y les entró miedo. Y aunque «la azzurra» aún lo intentó con un disparo de Mattia de Sciglio que dio un lateral, tampoco le pareció mal la prórroga.

Pero sólo la selección alemana creyó en la oportunidad que ofrecía el tiempo añadido y disparó media docena de veces sin puntería, ante un rival que no se quiso exponerse al error, esperó el del adversario y, como éste no llegaba, confió en los penaltis.

La tanda inacabable tanda de penaltis, donde les temblaron las piernas a casi todos, al final la decidió Neuer con su parada y un último acierto de un defensa el joven Jonas Hector, que acaba con la racha italiana y envía a Alemania a Marsella, a luchar por un puesto en la final.

Ficha técnica:


1 - Alemania: Neuer; Höwedes, Boateng, Hümmels, Hector; Kimmich, Khedira (Schweinsteiger, m.16), Kroos, Özil; Müller; Mario Gómez (Draxler, m.72).

1 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini (Zaza, 120+1); Florenzi (Darmian, m.87), Sturaro, Parolo, Giaccherini, De Sciglio; Pèlle, Eder (Insigne, m.108).

Goles: 1-0, m.65: Özil. 1-1, m.78: Bonucci, de penalti.

Tanda de penaltis: 0-1: Insigne, gol. 1-1: Kroos, gol. 1-1: Zaza, alto. 1-1: Müller, para Buffon, 1-2: Barzagli, gol. 1-2: Özil, al poste. 1-2: Pèlle, fuera. 2-2: Draxler, gol. 2-2: Bonucci, para Neuer. 2-2; Schweinsteiger, alto. 2-3: De Sciglio, gol. 3-3. Hummels, gol. 3-4: Parolo, gol. 4-4: Kimmich, gol. 4-5: De Sciglio, gol. 5-5: Boateng, gol. 5-5: Darmian, para Neuer. 6-5: Hector, gol.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a los alemán Hector y Schweinsteiger y a los italianos Sturaro, De Sciglio, Parolo, Giaccherini

Incidencias: Partido de los cuartos de final de la Eurocopa disputado en el Estadio de Burdeos ante 38.764 espectadores. Hubo un minuto de aplausos en memoria de las víctimas del ataque terrorista en un restaurante de Dacca (Bangladesh), en el que han muerto al menos 28 personas, entre ellos nueve italianos. Por ese motivo, Italia lució brazaletes negros. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE






 




Una derrota sin matices, rotunda casi siempre, eliminó de la Eurocopa a la selección española, la actual doble campeona del torneo, apagada desde el principio por Italia, su competitividad y su perfecto despliegue, doblegada sin discusión por 2-0 y sólo algo reconocible en los minutos finales en Saint Denis.

París, Francia, 29 de junio de 2016 (D58).- Desbordada de inicio, desaparecida hora y cuarto, sostenida en el partido por tres paradas de David de Gea y superada casi siempre, «la Roja» sólo tuvo alguna opción en los últimos instantes, cuando tuvo tres ocasiones, cuando se cruzó un increíble Buffon para mantener un camino, trazado mucho antes, hacia la eliminación de España, fuera del torneo. A Italia, el sábado en cuartos, le espera Alemania.

Lo mereció Italia, que no sólo defiende. Eso lo hace muy bien, pero también muchas otras cosas más desde la dirección de Antonio Conte. Tenía muy claro su partido. Cuando había que replegarse, atrás, compactos; cuando había que crear, salida de pelota y pase entre líneas; cuando había que contraatacar, vertiginosa velocidad.

Hubo muchos partidos en uno solo. Y todos los perdió España. Por muchas advertencias de Vicente del Bosque en estos días, su equipo se sintió superado todo el primer cuarto de hora por ritmo, con balón, sin él, en un área y otra, pero también después con otras connotaciones, incluso por ambición y siempre tácticamente.

Siempre tuvo Italia mucho más definido su plan, los sectores donde sufre España, los momentos para contener, para conducir o para atacar, el pase que buscar y la estrategia para alejar, primero, o minimizar, después, la conexión con la pelota de la selección española, sin una formula para tenerla, con todo lo que conlleva.

«Lo más importante es que seamos nosotros», decía Del Bosque en la víspera del partido. España no fue España en todo el primer tiempo, desbordada de inicio, con cinco centros alrededor de su portería en los primeros ocho minutos, con una sensación de estrés constante, sin fórmula para sacudirse de encima a su adversario.

Ni con el balón, el mejor acompañante siempre de España para jugar, creer y ganar, ni sin él. Salvado primero por De Gea, con dos paradas estupendas a remates de Pellé y Giaccherini, incrédulos ante el despliegue del guardameta, el segundo con ayuda del poste, ni la bajada de revoluciones posterior resolvió los problemas españoles.

Uno lo tenía entre su centro del campo y su defensa; un espacio estupendo para Italia y las maniobras de Pellé. Ahí, por el minuto 32, aún sin una sola ocasión de España (no la tuvo en toda la primera parte), hubo una falta de Sergio Ramos; ahí, por el 33, Éder la lanzó con un potente tiro, centrado, como lo fue el rechace de De Gea, y ahí, a por ese balón, corrieron cuatro futbolistas italianos por uno solo español, Piqué. Chiellini empujó el 1-0 hacia dentro.

Un gol que había merecido antes Italia y que mereció también después. Voló entonces De Gea, recompuesto de sobra de su error con intervenciones posteriores, para evitar el 2-0 antes del descanso, del que partió una segunda parte como había terminado la primera. Con un cambio en España, Aduriz por Nolito, pero apenas nada más.

Inconstante, sin soluciones, España tuvo una ocasión, la única que le concedió Italia en una hora, cuando Morata cabeceó a las manos de Buffon un pase en una posición poco mejorable, como también la tuvo «la Azzurra», cuando De Gea ganó, imponente, su duelo individual contra el veloz Éder, de nuevo a servicio de Pellé.

No apareció Andrés Iniesta. Tampoco David Silva. Ni Cesc Fábregas. Morata tuvo intención, pero se chocó contra un muro. La defensa nunca controló ni a Pellé ni a Éder. Ni cuando su rival se replegó, ni con el balón, España fue ese equipo incontestable que derriba a su adversario con paciencia, con fútbol y con eficacia.

No hubo rastro de esa selección española menos en el tramo final, cuando Andrés Iniesta y Gerard Piqué probaron por fin los reflejos de Buffon, que culminó la eliminación de España de la Eurocopa 2016 junto a Pellé, autor del 2-0 en el minuto 91, con dos derrotas en una semana. La primera, con Croacia, una advertencia. La segunda, definitiva para el adiós del campeón y el fin de la era Del Bosque.

Ficha técnica:

2 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Darmian, m. 84), Parolo, De Rossi (Motta, m. 53), Giacherini, De Sciglio; Éder (Insigne, m. 80) y Pellé.

0 - España: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Cesc Fábregas, Sergio Busquets, Iniesta; Silva, Morata (Lucas Vázquez, m. 69) y Nolito (Aduriz, m. 46 (Pedro, m. 80)).

Goles: 1-0, m. 33: Chiellini, tras un rechace de De Gea a disparo de falta de Éder. 2-0, m. 91: Pellé, de volea a pase de Giaccherini.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a los italianos De Sciglio (m. 24), Pellé (m. 54) y Motta (m. 87), y a los españoles Nolito (m. 40), Busquets (m. 88) y Silva (m. 93).

Incidencias: partido de los cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio de Francia, en Saint Denis, ante unos 80.000 espectadores. 

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE







 





Irlanda seguirá el camino de sus vecinos del norte y, tras derrotar a una Italia llena de suplentes (0-1), se clasificó por segunda vez en su historia para la segunda fase de una Eurocopa, donde se medirá contra la anfitriona Francia.

Lille, Francia, 23 de junio de 2016 (D58).- Toda una hazaña para un equipo que juega con cinco jugadores de segunda división y que con corazón y abnegación completaron el pleno de equipos procedentes de las islas británicas en octavos de final.

Irlanda le puso fe a sus opciones, que pasaban por vencer a la subcampeona de Europa, una Italia que ya estaba asegurada de acabar primera y que saltó con un equipo plagado de suplentes pensando en el duelo del próximo lunes contra España de Saint Denis por un puesto en los cuartos de final.

Irlanda, que ya jugó unos cuartos de un europeo en 1964, cuando no había fase de grupos, se medirá en Lyon contra Francia, un rival que le dejó fuera del Mundial de 2010 en la repesca y con un gol con la mano de Thierry Henry.

Pero haberse clasificado para esa ronda es ya una gesta para la modesta selección del trébol, arropada por 20.000 gargantas que se trasladaron hasta Lille y cuyas voces resonaron en el imponente estadio, con su techo cerrado por la tormenta que se anunciaba en el exterior.

Fue el último equipo en sacar el billete para los octavos, dejando fuera a Turquía, y lo hizo gracias a un gol en el minuto 85 de Brady que hizo justicia al empuje que le habían puesto durante el partido.

Italia encajó su primer gol de la competición y sumó su primera derrota. Antonio Conte solo alineó a tres jugadores de los que habían sumado las dos primeras victorias, Barzagli, Bonucci y Florenzi. Incluso el carismático Buffon, enfermo en los últimos días y amenazado de suspensión, dejó su puesto a Sirigu, en una de las pocas oportunidades del meta ante la longevidad del carismático portero de la Juve.

Si el seleccionador quería sacar conclusiones de este partido, la principal es que los teóricos suplentes se vieron dominados contra una Irlanda muy pasional pero si mucha calidad. Ni Italia será la misma contra España, ni los de Vicente del Bosque se parecerán en nada a la pasional Irlanda.

Los del trébol empujaron con fuerza y carácter, fieles a su estilo, colgando muchos balones al área en busca de la victoria, el único resultado que les servía, y obligó a trabajar la defensa transalpina, en lo que parecía más un partido de rugby que uno de fútbol.

Hendrick rozó el poste de Sirigu a los 14 minutos desde la medular del área y Brady, ocho más tarde, sacó un córner que Murphy remató de cabeza algo desviado.

Irlanda se lanzó a la desesperada y llevó a Italia al límite de la legalidad. De hecho, protestaron sonoramente, apoyados por su ruidosa afición, las decisiones del rumano Ovidiu Hategan.

La apoteosis llegó cuando al filo del descanso reclamaron un penalti de Bernardeschi a McClean.

Apenas aparecía Italia en el área irlandesa, mal signo para el seleccionador italiano, que contaba con el duelo para buscar en su banquillo aquello que no encontraba en sus titulares habituales.

Solo a los 54 De Sciglio logró hacer un centro desde la izquierda que Simone Zaza, en el punto de penalti, tuvo tiempo de colocarse y rematar aunque ligeramente por encima del larguero.

El empuje irlandés fue perdiendo aliento y el partido ritmo porque Italia seguía sin interesarse demasiado por cambiar la tónica.

En el 78 Insigne estrelló el balón en el palo izquierdo de Randolph en la culminación de un contragolpe, en una de las pocas noticias ofensivas de Italia.

Irlanda no perdió la esperanza, se aferró a su último suspiro, que llegó cuando Hoolahan se sacó un buen centro al área italiana donde Brady logró rematarlo a la red de cabeza.

La apoteosis se apoderó de las gradas de una nación que, empujada por una afición ejemplar, sigue soñando en la Eurocopa.

Ficha técnica:

0 - Italia: Sirigu; Barzagli, Bonucci, Ogbonna; Bernardeschi (Darmian, m.61), Sturaro, Thiago Motta, Florenzi, De Sciglio (El Shaarawy, m.82); Zaza, Immobile (Insigne, m.75)

1 - Irlanda: Randolph; Coleman, Duffy, Keogh, Ward; McClean, McCarthy (Hoolahan, m.77); Hendrick, Murphy (McGready m.70), Brady; Long

Goles: 0-1, m.85: Brady

Árbitro: Ovidio Hategan (RUM), amonestó a los italianos Sirigu, Barzagli y Insigne, y a los irlandeses Long y Ward

Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo E de la Eurocopa de Francia disputado en el estadio Pierre Mouroy de Lille ante unos 50.000 espectadores.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE





Italia sumó su segundo triunfo consecutivo en la Eurocopa 2016, gracias a un tanto a dos minutos del final de Eder, que premió la labor defensiva de la 'azzurra' ante la Suecia de Zlatan Ibrahimovic, inofensiva e inoperante, que queda al borde de la eliminación (1-0).

Saint Martín de Ré, Francia, 21 de junio de 2016 (D58).- Italia encaró el duelo con la seguridad de haber despejado las dudas en su triunfo ante Bélgica. Con una nueva perspectiva y euforia en su afición, saltó a hacer lo que mejor sabe, defender, confiado en el desgaste de su rival y la aparición de espacios por la necesidad para acabar rematando el partido fiel a su estilo.

Suecia, que decepcionó en su estreno con un empate ante Irlanda, no mejoró. No le incomodó adueñarse del balón de inició en una búsqueda del camino de encontrar alguna grieta en la fortaleza que forma la nueva BBC (Barzagli-Bonucci-Chiellini). Apenas las incorporaciones de Olsson por el carril izquierdo generaron desequilibrio.

Ibrahimovic no cesó de buscar el éxito y convertirse de nuevo en verdugo de Italia pero todos sus intentos fueron en vano. Chiellini salvó a la heroica un centro medido a la testa del gigantón sueco a los tres minutos del duelo. La pelea fue continua pero el balance defensivo italiano fue excelente. Apenas tuvo que intervenir Buffon ante un centro con peligro de Källström o ver como no encontraba puerta una de las subidas al ataque de Olsson.

No había noticias de Italia en ataque. Peligroso. Porque es un equipo que cuando aparece es que ya se han adelantado en el marcador y tienen el premio deseado. Conte cambió las bandas con Florenzi por izquierda, habilidoso en el regate del partido con un control de tacón de espaldas precioso, y Candreva pasó a la derecha. No tuvieron acciones peligrosas en el primer acto pero mostraron que castigarían el error.

Un mal despeje pudo costar caro a Isaksson, y a cinco del descanso, de la nada, surgió un centro envenenando de Candreva que pudo cambiar el rumbo. Suecia comenzaba a desesperar y abusar del balón largo en busca de 'Ibra'. Una dejada suya la remató a las nubes Guidetti.

En la reanudación Italia decidió despertar y dar un paso al frente. Mantuvo su firmeza como bloque y buscó el ataque. 49 minutos tardó Pellé en tener una oportunidad de remate. Estaba ansioso cuando le llegó el balón. El control, en el pico del área, precedió un disparo que no encontró puerta. Una hora aguantó en el césped con dos dedos de la mano fracturados.

Necesitaba un triunfo Suecia. Tenía que correr riesgos y decidió tomarlos. Otro empate le dejaba a expensas de Bélgica. Y no tuvo para más. Italia se fue imponiendo hasta encontrar el premio final. Candreva probó a Isaksson y justo en el mismo sitio donde Iniesta puso el pase de gol a Piqué en el estadio de Toulouse, apareció la calidad de Giaccherini pero en esta ocasión el testarazo de Parolo lo repelió el travesaño.

Italia no empataba sin goles un partido desde mayo de 2014, hace 25 encuentros. Eder lo evitó a dos minutos del final. De un saque de banda nació el gol con la dejada de Zaza y el arranque, con amago y derechazo a la red del delantero. La 'azzurra' ganaba fiel a su estilo e instalaba la desesperación en Suecia, que acababa pidiendo un penalti sobre Granqvist a los 94 minutos, y con un punto queda al borde del precipicio.

Ficha técnica:


1 - Italia:
Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Sturaro, m.85), Parolo, De Rossi (Motta, m.74), Giaccherini, Candreva; Eder y Pellé (Zaza, m.60).

0 - Suecia: Isaksson; Lindelöf, Johansson, Granqvist, Olsson; Larsson, Ekdal (Lewiki, m.79), Källström, Forsberg (Durmaz, m.79); Guidetti (Berg, m.85) e Ibrahimovic.

Goles:
1-0, m.88: Eder.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a De Rossi (69) y Buffon (93) por Italia.

Incidencias: encuentro de la segunda jornada del Grupo E, disputado en el estadio de Toulouse ante 33.000 espectadores. 

Fuente y redacción: Roberto Morales (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE






La selección italiana se dio un baño de autoestima este lunes en su debut en la Eurocopa al doblegar en su estreno a Bélgica (0-2) con una lección de oficio y realismo.

Lyon, Francia, 15 de junio de 2016 (D58).- Con un zarpazo de Giaccherini en la primera mitad y un golazo de Pellè en el minuto 93 que desató la locura en la grada transalpina, la escuadra de Antonio Conte demostró que quizás no tenga el caché de otros torneos, pero que lleva en la sangre el carácter competitivo que ha hecho de Italia un grande del fútbol europeo.

Bélgica llegaba con la etiqueta de favorita gracias una plantilla trufada de jugadores de gran talento, pero chocó contra la poderosa defensa italiana y el descaro de sus centrocampistas.

No hubo necesidad de regar el césped. Los dioses se encargaron de preparar el terreno de juego. Una hora antes del partido cayó un chaparrón y después se abrió el cielo como por arte de magia para dar la bienvenida al espectáculo.

El partido no defraudó, sobre todo en la segunda mitad. En la primera hubo más intensidad y nervios que buen juego. Bélgica trató de llevar la iniciativa, pero caía una y otra vez en la tela de araña tejida por la zaga y el centro del campo transalpinos.

La primera ocasión fue belga y partió de las botas de un jugador de la Roma, Nainggolan, con un fuerte disparo desde la frontal de área. Un misil que atajó con solvencia Buffon.

Los «diablos rojos"» tenían más el balón, pero su rival controlaba los espacios y cada vez que recuperaba la pelota se lanzaba a contraataque.

Con Hazard tratando de hacer diabluras daba la sensación de que Bélgica se acercaba al gol. Pero no fue mas que un espejismo.

Recién cumplida la primera media hora de juego, Italia asestó un derechazo magistral y mandó a la lona a su rival.

Desde el centro del campo, Bonucci envió un balón al corazón del área. Giaccherini lo atrapó tras ganarle la espalda a Alderweireld y con un sutil disparo cruzado superó a Courtois. El despiste de la zaga belga fue monumental.

La selección belga quedo noqueada. Los cinco minutos que siguieron al tanto fueron infernales para los pupilos de Wilmots. Primero Candreva con un disparo desde el pico del área obligó a Courtois a hacer una buena parada. Y poco después Pellé, completamente solo, a un palmo de la portería, cabeceó fuera, cuando ya se cantaba gol en el estadio.

Bélgica logró reponerse y se volvió a lanzar al ataque, pero nuevamente el trío de defensas del Juventus -Barzagli, Bonucci y Chiellini- se mostró intratable.

Tras el descanso, el juego fue de ida y vuelta. Italia salió a matar el partido, pero se encontró con una Bélgica que se soltó la melena.

A los cinco minutos, Hazard armó un contraataque, que acabó en las botas de Lukaku totalmente solo frente a un Buffon que se había quedado a media salida. Para desesperación de la hinchada belga, al delantero del Everton se le fue alto el balón.

Un contraataque que sacó Hazard, para De Bruyne y Lukaku, que, solo ante Buffon, envió el balón alto, fue la mejor ocasión belga. La respuesta italiana llegó instantes después. Courtois se exhibió con una parada para la galería a un cabezazo de Pellè, quien no dudó en felicitar al guardameta del Chelsea.

Marc Wilmots decidió entonces cambiar a un inoperante Lukaku, por otro delantero, Origim, además de introducir a Carrasco por Ciman. Los cambios reactivaron el ataque belga.

A falta de diez minutos Origi remató alto de cabeza un centro medido de De Bruyne. Con Bélgica lanzada al ataque a la desesperada, Immobile en un contraataque estuvo a punto de finiquitar el partido, pero se encontró un Courtois inmenso.

Los últimos minutos fueron de infarto. Bélica logró por fin quebrar a la defensa transalpina y contó con dos claras ocasiones, un centro de Martens que se paseó por el área chica si encontrar rematador y un balón que le cayó a Fellaini en los pies en el corazón del área que no acertó a golpear.

El destino fue cruel para los jugadores belgas puesto que cuando más parecía que podían empatar, Italia armó un último contraataque letal. Sobre la bocina, Pellé recibió un extraordinario centro de Candreva y armó una preciosa volea que rubricó la victoria italiana.

Ficha técnica:

0 - Bélgica: Courtois; Ciman (min. 75, Carrasco), Alderweireld, Vermaelen, Vertonghen; Wiltsel, Nainggolan (min. 61, Mertens); Fellaini, De Bruyne, Hazard; R. Lukaku (min. 72, Origi).

2 - Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Darmian (min. 58, Mattia de Sciglio), Giaccherini, De Rossi (min. 78, Motta), Candreva, Parolo; Eder (min. 75, Immobile), Pellé.

Goles: 0-1, min.32: Giaccherini. 0-2, min.93: Pellé.

Árbitro: Mark Clattenburg (GBR). Mostró tarjeta amarilla a Chiellini (min. 65), Eder (min. 75), Bonucci (min. 77), Motta (min. 84) y Vertonghen (min. 90).

Incidencias: Asistieron al Parc Olympique Lyonnais unas 58.000 personas para presenciar partido correspondiente a la primera jornada del Grupo E de la fase final de la Eurocopa. 

Fuente y redacción: Javier Villagarcía (EFE)
Edición: Villasmil, Henry
Foto: EFE



 





El Real Madrid ensanchó su leyenda como el Rey de Europa con la segunda Liga de Campeones en dos años, su undécima, la más sufrida de su historia que confirma la resurrección en un año reconducido por Zinedine Zidane, con intercambio de papeles respecto a Lisboa.

Milán, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- El equipo blanco marcó primero, de nuevo por medio de Sergio Ramos, pero Carrasco empató en la recta final del partido y el Real Madrid inclinó la balanza de su lado con la fortuna en los penaltis tras un fallo de Juanfran.

El fútbol le debe una al Atlético. Una más. La crueldad se tiñe de «rojiblanco» en una final en la que nadó a contracorriente, dio todo por llevar el duelo a la prórroga y solo hincó la rodilla por un error en el lanzamiento de Juanfran en el cuarto penalti de la tanda. Un duelo llevado al extremo de sacrificio y entrega. Una final histórica que cubrió con pasión la falta de buen fútbol.

Era tan reciente la espina de Lisboa que era una utopía pensar que no marcaría el duelo en Milán. Tan solo 735 días después. Simeone, el técnico que ha instalado al Atlético de Madrid entre los más grandes de Europa, cometió errores de los que necesita desquitarse.

Aquella alineación de Diego Costa lesionado que restó un cambio en los instantes en los que faltaba el oxígeno. Estratega del fútbol, volvió a sorprender en su planteamiento inicial en San Siro. Donde situase la línea de presión marcaría el duelo.

La adelantó. Fue a por el Real Madrid. Mordió en la salida de balón, dificultándola y corriendo riesgos con una defensa casi en el centro del campo ante la velocidad de la BBC. El Real Madrid que «el Cholo» esperaba al contragolpe lo provocó él mismo con su planteamiento.

La historia es un intangible que se plasma en las finales. Respalda a un Real Madrid que comenzó con seguridad. Agarrado a su mejor imagen defensiva del curso. Sin sorpresas de Zidane y con sus cartas sobre la mesa para conquistar el título. En Modric y Kroos recaía la responsabilidad ante rivales que siempre les encimaron. Debían sacar su calidad para elaborar acciones que enganchasen con Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Los duelos igualados se deciden por pequeños errores y en esta ocasión fueron rojiblancos de inicio. Sorprendentemente el equipo del «Cholo» defendió mal el balón parado y concedió dos faltas evitables en los costados que le costaron caras.

La primera la sacó Oblak con una parada milagrosa. El centro cerrado de Bale fue rematado en el área chica por Casemiro. El pie izquierdo en una intervención repleta de reflejos evitó el tanto tempranero.

Al duelo le faltaba belleza, pero le sobraba intensidad. Koke dio el primer aviso con remate en semifallo y Carvajal quedaba condicionado en una final que jamás olvidará, por una amarilla a los once minutos tras una entrada dura a Griezmann y su posterior lesión muscular.

El jugador que desequilibraba era Bale. Aparecía en cualquier rincón, en esfuerzos defensivos o desafiando en carrera ofensiva a rivales. Juanfran cometió un error infantil. Su falta clara en un costado, con el galés recibiendo de espaldas, generó el gol al cuarto de hora.

El centro de Kroos lo peinó Bale al primer palo y apareció Ramos, en un baile de agarrones con Savic, para congelar el tiempo y recuperar el papel de héroe de la Décima en una nueva final.

En posición dudosa, ligeramente adelantado al rival, remachó a la red el tanto que rompía la igualada final. El destino le tenía reservado su primer gol europeo del curso para otro momento de gloria tras su campaña más irregular.

Fue un directo anímico al mentón «rojiblanco». Se había ganado a pulso su regreso a la final, eliminando a los dos grandes favoritos Barcelona y Bayern, y su lema, «nunca dejas de creer», era el mejor argumento para levantarse.

Físico le sobraba a los dos equipos, con dos semanas para preparar la cita y vaciarse. Era la cabeza lo que jugaba en contra del Atlético, pero se lanzó con firmeza a por la remontada fuesen cuales fuesen los sucesos en su contra.

La duda inicial que insufló Bale con alguna acción veloz devorando espacios no tardó en desaparecer. Bien por personalidad «rojiblanca» o por comodidad madridista con el marcador a su favor, el dominio blanco sin peligro, intentando dormir el ritmo del encuentro y ganar seguridad con la posesión, se acabó convirtiendo en riesgo por la invitación a atacar a su rival.

Así comenzó a llegar el Atlético, sin inquietar a Keylor pero cambiando la dinámica y recuperando confianza. Un remate desviado de Juanfran y los incansables intentos de Griezmann alentaban a la esperanza. Los del «Cholo» necesitaban la personalidad de Koke, que se dejó caer al centro. Impreciso de inicio en dos pases con riesgo, pero bueno el tercero para conectar con el delantero francés que chutó blando a las manos de Keylor.

El Real Madrid desapareció de San Siro. Apenas un robo de un omnipresente Casemiro le hizo correr y generar una acción mágica de Benzema, en un regate veloz, un uno dos que ni vio Godín pero evitó Oblak en el centro peligroso. El cambio de plan de ruta madridista era un error, permitió recuperar confianza al Atlético.

La fiesta del fútbol español tenía lo mejor guardado para la segunda mitad. Cuarenta y dos años de espera «rojiblanca», la forma de perder en Múnich y Lisboa, le impulsaron en busca del gol. Otra vez el cambio de Carrasco, como en Múnich, varió su identidad.

Salió decidido y pronto encontró la mejor oportunidad de lograrlo. Pepe cayó en la trampa de Fernando Torres, que vivía el partido de su vida. Llegó tarde y arrasó el cuerpo de «el niño».

El penalti lo pidió Griezmann. Disparó con el corazón y con exceso de potencia. El travesaño repelió el esférico que botó delante de la línea de gol. Su fallo no se le fue de la cabeza en toda la final.

Perdió protagonismo por más que Simeone le llamó a la banda para insistir en que su gol llegaría. Estaba Carrasco para asumirlo. El francés agudizó las dudas blancas y exhibió sus virtudes.

Sobrado de carácter, el Atlético mereció el gol. Con Gabi tirando de galones al mando peleó hasta que lo encontró. Tras un córner la tuvo Savic, Saúl chutó fuera. El Real Madrid estaba demasiado estirado, centrado en defenderse, pero con una distancia abismal entre líneas. Lo quiso corregir Zidane con un cambio extraño. No tocó la BBC, que pedía oxígeno, y retiró el campo a Kroos por Isco.

Al contragolpe volvió a crear peligro el Real Madrid. Modric vio a Benzema, con metros para correr y pensar como superar el mano a mano que se le presentaba ante Oblak. Aguantó en exceso y su disparo fue tapado por el esloveno. Nuevamente decisivo.

Tuvo que esperar 78 minutos Cristiano para tener su primera oportunidad. En carrera apostó por la potencia en la definición. Centrado. Sencillo para un seguro Oblak. Segundos después encontró un rechace tras lucha de Bale y a su gesto de habilidad no le acompañó el gol. La tuvo el galés que vio como la sentencia la sacaba bajo la portería la defensa rival.

Y se pasó al empate. Los errores se pagan caros en el fútbol. Perdonó y lo pagó el Real Madrid. Juanfran compensó su error del gol madridista con un centro perfecto a Carrasco, que chutó empujado por todos los atléticos que no pararon de animar perdiendo en el marcador. Del minuto 93 de Lisboa al 78 de Milán. Los miedos hicieron un viaje de ida y vuelta.

Tenía al Real Madrid tambaleándose, pero el Atleti tomó aire. La pausa le pudo costar la final. Bale remató a la espalda de Pepe un saque de esquina. Marcelo puso un centro potente peligroso. Y en esta ocasión el 93 tenía guardada una acción polémica. Ramos se jugaba la expulsión con una entrada que cortaba el ataque de Carrasco. Se quedó en amarilla, la misma que recibió Gabi por su queja.

Nacía la prórroga con dos equipos midiendo su preparación física. Con futbolistas al límite, acabando con calambres o percances musculares. El orgullo madridista le hizo buscar el triunfo, romper una dinámica negativa ante un rival que le tiene tomada la medida.

Casemiro no superó a Oblak y tiraba de individualidades con Bale y Cristiano buscando sin éxito el premio final. Siempre en saques de esquina, ambos remataron a la espalda de Pepe o Filipe. El Atlético se instaló en su terreno y ya no volvió a inquietar. Acabó pidiendo los penaltis como todos los jugadores, al final extenuados.

Todo a una carta para dos eternos enemigos. La gloria a un paso, el infierno también. Marcó Lucas el primero, respondió con personalidad Griezmann en el penalti más difícil de su carrera. Marcelo ajustó su zurdazo, respondió a la escuadra Gabi. Oblak no se movía y Bale le superó por el mismo lado, su izquierdo.

Saúl respondía con toque de clase a la presión. Ramos se ganaba el premio al mejor jugador del partido y Juanfran la peor noche de su vida. Su disparo ajustado lo repelió un poste. Todo quedaba en las botas del mejor lanzador del Real Madrid. Y Cristiano dio la Undécima al Rey de Europa.

Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Danilo, m.51), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, m.72), Modric; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.77).

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe (Lucas, m.109); Saúl, Gabi, Augusto (Carrasco, m.46), Koke (Thomas, m.116); Griezmann y Fernando Torres.

Goles: 1-0, m.15: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Carrasco.

Penaltis: 1-0: Lucas Vázquez, gol. 1-1: Griezmann, gol. 2-1: Marcelo, gol. 2-2: Gabi, gol. 3-2: Bale, gol. 3-3: Saúl, gol. 4-3: Ramos, gol. 4-3, Juanfran, al poste. 5-3, Cristiano, gol.

Árbitro: Mark Clattenburg (Inglés). Amonestó a Carvajal (11), Keylor Navas (47), Casemiro (79), Ramos (90), Danilo (93) y Pepe (111), por el Real Madrid; y a Fernando Torres (60), Godín (66) y Gabi (90), por el Atlético.

Incidencias: final de la Liga de Campeones disputada en el estadio San Siro, lleno a rebosar, con 81.000 espectadores en las gradas. El Rey Felipe VI y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, presenciaron el partido desde el palco. 

Fuente y redacción: Roberto Morales EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE










 







Los embajadores del Real Madrid para la final de Milán de la Liga de Campeones (Paco Gento, Amancio Amaro, Raúl González, Pedja Mijatovic y Roberto Carlos) desataron la locura en la zona de hinchas en el centro de la ciudad, donde los seguidores llegaron a pedir la presidencia de Raúl.

San Siro, Milán, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- El calor cercano a los 30 grados marcaba la mañana previa al gran partido en San Siro en el centro de Milán.

Aficionados madridistas se repartían por las zonas más turísticas hasta que la llegada de los embajadores del club, futbolistas que han marcado una época en la conquista de Copas de Europa en el pasado, congregó a cerca mil seguidores en la vía del Burchiello, donde está instalada la zona de hinchas blancos.

En un escenario con el hastag #AporlaUndécima y el lema «unidos por un sueño», aparecieron leyendas del club y los aficionados no cesaron de dedicarles cánticos, con Raúl como el más aclamado y llegando a pedir su regreso al club hasta de presidente.

«Estoy orgulloso de estar con todos los madridistas que sentimos de corazón a nuestro equipo», dijo Amancio Amaro en el escenario intentando apaciguar los cánticos de los seguidores madridistas.

«Estamos contentos de estar en Milán con mucho madridismo que llevamos dentro. Sabemos que es un partido difícil con un rival de toda la vida. Esperemos que como ocurrió en Lisboa nos quedemos de nuevo con la copa porque somos mejores», añadió Gento.

Un vídeo mostraba jugadas que marcaron una época en el Real Madrid. Cambió el blanco y negro de las imágenes y apareció el color con la conquista de la séptima Copa de Europa y la aparición del autor del gol, «el verdadero héroe de la séptima», como presentó Raúl a Pedja Mijatovic.

«Siento mucha felicidad de estar junto al madridismo. Gracias a la afición se ha conseguido todo lo que ha conseguido el club en su historia. Espero que esta noche nos llevemos la undécima», deseó.

Con la camiseta del Real Madrid puesta apareció Roberto Carlos, que sigue teniendo el cariño de la afición que tantos años le alentó en sus exhibiciones por banda izquierda del Santiago Bernabéu. «Hicimos historia con el club y estar hoy representado al Real Madrid es un orgullo. El madridismo merece una victoria».

Fue el punto álgido de una mañana calurosa en Milán. Los televisivos José Corbacho y Luján Argüelles fueron los presentadores e interactuaron en todo momento con los seguidores madridistas.

Realizaron un concurso buscando el mejor cantante del himno del Real Madrid y la fiesta contó con la actuación del cantante David Otero, antiguo integrante de El Canto del Loco y fiel seguidor blanco.

Los seguidores del Real Madrid inician ya el camino hacia San Siro. 4,5 kilómetros separan la vía del Burchiello del estadio en el que desean vivir una gran fiesta, la de la Undécima Copa de Europa.

Fuente y redacción: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE










Todo está listo en la ciudad italiana de Milán para presenciar el duelo entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, en la final de la UEFA Champions League.

Milan, Italia, 28 de mayo de 2016 (D58).- La ciudad de Milán se preparó para vivir un gran acontecimiento deportivo.

Miles de aficionados y periodistas abarrotan la plaza del Duomo «La villa del Champions» en el centro de la ciudad y a ultima hora se ha conocido que han suspendido la transmisión en pantalla gigante desde la plaza, por medidas de seguridad.

El duelo entre los equipos de Zinedine Zidane y Diego «El Cholo» Simeone acapara la atención, ya que del choque entre ambas escuadras surgirá el nuevo campeón del máximo torneo de clubes de Europa.

Redacción: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: Daniela Milli (corresponsal en Milan D58)













La selección de Inglaterra se impuso con contundencia este domingo 14 de febrero a Italia, a la que ganó por 40-9 en el estadio Olímpico romano con una gran actuación de Jonathan Jospeph, que marcó tres ensayos, en la segunda jornada del Seis Naciones de Rugby.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 17 de febrero de 2016 (D58).- El encuentro empezó con gran intensidad e Italia sorprendió a la selección inglesa, abriendo el marcador con un golpe de castigo del apertura Carlo Canna (m. 8), y manteniendo el partido en equilibrio incluso tras la remontada de los rivales, que se pusieron 11-6 gracias a un buen ensayo de George Ford (m. 24).

A cinco minutos del descanso, Canna volvió a anotar tres puntos transformando el golpe de castigo que valía el 9-11 con el que las dos selecciones se fueron al descanso.

El cuadro del técnico australiano Eddie Jones, que ganó a Escocia en su debut la semana pasada, tomó el control del duelo en la reanudación y logró apoyar el oval dos veces en siete minutos, ambas con Jonathan Joseph (m. 52, m. 59), conquistando, con las sucesivas conversiones de Owen Farrell, una ventaja de 25-9.

La selección italiana, que había empezado con gran determinación, se fue perdiendo a lo largo del encuentro y terminó sucumbiendo ante el tercer ensayo personal de Jonathan Joseph (m. 70) y al de Owen Farrell (m. 74), que decidieron el 40-9 final.

Inglaterra consigue su segunda victoria en los dos partidos disputados en el Seis Naciones y se pone líder con cuatro puntos, al igual que la selección francesa, en virtud de su mejor diferencia puntos (+37).

Resultados 2ª jornada:

Francia10 - Irlanda 9
Gales 27 - Escocia 23
Italia 9 - Inglaterra 40

Así marchan:


  
Próxima jornada:

3ª jornada:

26/02. 21:05. Gales - Francia
27/96. 15:25. Italia - Escocia
27/02. 17:50. Inglaterra - Irlanda
(Hora CET. -1 GMT).

Fuente: EFE
Edición: Villasmil, Henry
Fotos: EFE









Virimi Vakatawa (Francia)
La selección francesa de rugby sufrió este sábado en el Estadio de Francia, en Saint-Denis, para doblegar por 23-21 a una combativa Italia, liderada por Carlo Canna, que peleó hasta el último segundo del partido inaugural del torneo de las 6 Naciones.

Caracas, DC, Venezuela, 06 de febrero de 2016 (D58).-
En un partido muy igualado, Italia rozó la sorpresa en Saint-Denis ante una Francia que sólo pudo sellar el triunfo a falta de cuatro minutos para el final y que Sergio Parisse estuvo a punto de decantar del lado transalpino en el último suspiro con un drop que no encontró los palos por muy poco.

Los italianos se adelantaron 0-3 en el marcador a los 8 minutos con un drop de Canna, al que respondió Francia seis minutos más tarde con un ensayo de Virimi Vakataya.

Parissi ensayó en el 24 para volver a poner por delante a Italia (5-8), pero Chouly marcó un ensayo en el 32 que situó el 10-8 para los locales con el que se llegó al descanso.

En la reanudación Italia siguió al ataque y llegó a situarse con ventaja de 10-18 gracias a las acciones de Carlo Canna. Francia volvió a reaccionar hasta recuperar la iniciativa de la mano de Bonneval y Plisson (20-18).

El partido llegó a la recta final con ambos equipos volcados en ataque. Golpeó primero Maimoma para poner a Italia 20-21 a falta de seis minutos, pero Plisson estableció el definitivo 23-21 con cuatro por delante con otro golpe de castigo.

En la última jugada, con el tiempo ya cumplido, Parisse tuvo la opción de entregar la victoria a Italia, pero su drop no encontró el camino de los dos palos franceses. 

Fuente: Agencias
Edición: Villasmil, Henry
Foto: EFE








Italia superó a Rumania por 32-22 y se aseguró la tercera plaza del Grupo D y la clasificación automática para la RWC 2019. Una solvente primera mitad, en la que «los azzurri» anotaron tres tries y anularon las fortalezas en el line y scrum del pack rival, les sirvió para vencer a unos Robles que reaccionaron en el último tramo del encuentro.

Londres, Inglaterra, 13 de octubre de 2015 (D58).- En un partido de esta envergadura faltaron los capitanes y octavos de ambos equipos. El italiano Sergio Parisse por lesión y el roble Mihail Marcovei por sanción. En Italia tampoco jugó Mauro Bergamasco por decisión técnica y así el ala se despidió de su quinta RWC.

Ya sobre el césped del Sandy Park de Exeter, Rumania comenzó mandando en el partido gracias a su poderío en el scrum. Florin Vlaicu se encargó de abrir el marcador en el minuto 5 al  convertir un penal. Sin embargo, Italia fue mejor en el line y en el juego abierto durante los primeros 40 minutos y, poco a poco, abrió la brecha en el marcador.

En el minuto 11 llegó el primer try del partido. Era la primera jugada de Italia en los 22 metros del rival. Michele Campagnaro, que se estrenaba en el que será su estadio esta temporada tras fichar por Exeter, se coló entre los centros y buscó el dos contra uno con el fullback para que Sarto anote.

Allan no sumó la conversión pero Italia ya daba sensación de dominio. En el minuto 17, la tarjeta amarilla al segunda línea rumano Johannes van Herden, significó tres puntos más para Allan que convirtió el penal para el 8-3.

A mediados de la primera parte Italia se instaló en campo rival y, aprovechando el line como plataforma de lanzamiento, logró su segundo try, obra de Gori. Allan no falló y el marcador subió a 15-3.

Rumania reaccionó tras la segunda marca italiana y se fue a por el try. El sostenido ataque de los Robles durante más de veinte fases de juego, interrumpidas por penales de los defensores, no dio, sin embargo, sus frutos. Además, con el paso del partido, Italia se recompuso en el scrum y la opción de ir al line, donde Italia ya dominaba, también era arriesgada para el conjunto de Lynn Howells.

En el cierre del primer acto el apertura italiano Allan redondeó su notable actuación con el tercer try de su equipo al encontrar un hueco en la endeble defensa de los Robles. Él mismo convirtió para el 22-3 parcial.

Reacción tardía

En la reanudación Italia golpeó primero. La pareja de medios de la Azzurra manejaba el encuentro con autoridad y los forwards encontraron menos oposición de la esperada para anotar. En el minuto 6, a la salida de un scrum a cinco metros, Zanni apoyó el cuarto try del partido que Allan convirtió con solvencia para el 29-3.

Rumania quería pero no podía. Negados sus argumentos tradicionales para negociar los encuentros, el line y el scrum, en el juego abierto también se vio superada por una Italia que, en estos minutos, gestionó la ventaja con oficio.

El oficio se convirtió en desidia e Italia cedió la posesión de la pelota ante la pujanza de Rumania, que en el último cuarto del partido se volcó en ataque. Una patada a la espalda de la defensa italiana colocó a los Robles a cinco metros del ingoal.

Y esta vez sí, el pack empujó con acierto en el scrum y Apostol apoyó sobre la línea. Vlaicu tranformó para el 29-10 en el minuto 27.

Italia desfondada por el esfuerzo inicial sólo encontró respuesta a la reacción de los Robles con un penal que Allan transformó en el minuto 30 colocando el 32-10.

En el minuto 34 Rumania logró su segundo try cuando el segunda línea Poparlan culminó un ataque  continuado sobre el ingoal rival, el árbitro, el francés Romain Poite, que en primera instancia no lo había concedido, consultó al TMO y los Robles resultaron recompensados en su esfuerzo. Vlaicu transformó para colocar el 32-17 en el marcador.

En el último minuto Rumania decoró su actuación en la RWC con un try de linda factura. Apostol apoyó junto a la esquina tras un salteo del apertura. Vlaicu no transformó y el 32-22 fue definitivo.

Con Italia tercera, Rumania cierra su participación en la RWC 2015 con 4 puntos en su casillero, condenado a Canadá a la última plaza del grupo D.

RNS ja/jg
RWC 2015





El seleccionado del «Trébol» derrotó a «la Azzurra» en un partido disputado en el The Stadium - Queen Elizabeth Olympic Park de Londres, por el Grupo D, y se aseguró la clasificación para la fase siguiente.

Londres, Inglaterra, 05 de octubre de 2015 (D58).- Irlanda derrotó a Italia por 16 a 9 en un partido por el Grupo D disputado en el The Stadium, Queen Elizabeth Olympic Park de Londres, ganó su tercer encuentro consecutivo y se aseguró la clasificación a cuartos de final de la RWC.

El partido entre dos habituales rivales del Seis Naciones, comenzó siendo tan parejo y estudiado como se esperaba. Un Italia necesitado de ganar, para seguir con vida en la RWC y acercarse a una clasificación histórica a los cuartos de final, se cruzaba con un Irlanda ganador en sus dos primeros compromisos y la chapa de candidato para quedarse con uno de los dos primeros lugares del grupo.

Defensas cerradas y escasos ataques en profundidad, obligaron a buscar a los palos los primeros penales que cada equipo tuvo en campo rival. Así planteadas las cosas, los primeros quince minutos sirvieron para que los aperturas, Sexton y Allan, intercambiaran certeros penales a los palos para el empate parcial 3-3.

Pero fue Irlanda el que se animó un poco más y, antes de los 20 minutos de juego, elaboró una quirúrgica jugada en ataque: la precisa combinación entre el apertura y sus centros, finalizó con Keith Earls apoyando el primer try del partido y el octavo en su cuenta personal en RWC. Además, el jugador de Munster se convirtió en el tryman de Irlanda, superando nada menos que a Brian O'Driscoll. La conversión de Sexton estiró las ventajas 10-3 para el Trébol.

Con poco, Irlanda conseguía marcar diferencias ante una Italia que no lograba meterse en el partido. «La Azzurri» volvió a acercarse con un penal acertado por Allan que cerró el resultado parcial favorable a Irlanda por 10-6. 

Poco del Trébol  


En el segundo tiempo Italia salió a jugarse todas sus cartas. Mucho más activo e incisivo atacó en profundidad y forzó al máximo la defensa del «Trébol».

En la situación para clara para los peninsulares, el segunda línea Josh Furno apoyó en la bandera pero a instancias del TMO la conquista fue anulada. Sin embargo siguió buscando Italia y logró descontar con un nuevo penal de Allan para quedar abajo por la mínima diferencia 10-9.

Pero el actual bicampeón del Seis Naciones recuperó la iniciativa y sumó con dos nuevos penales de su número diez para ampliar nuevamente las diferencias a 16-9 para el «Trébol». Con menos de 20 minutos por delante Italia se quedó sin energía para acercarse en el marcador.

Irlanda aguantó el partido y reguló energías, consiguió una apretada victoria que, a falta del último partido de la fase de grupos, le aseguró la clasificación. Ahora deberá definir con Francia quien ocupa el primer lugar.

Desde comienzos de este milenio, Irlanda perdió una sola vez ante «los Azzurri» 22-15, en Roma, por el Torneo de las Seis Naciones 2013.

RNS gr/

RWC